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30 de mayo de 2016

El cambio climático es "uno de los riesgos más significativos para el Patrimonio Mundial", según la Unesco

Parque Nacional de Rapa Nui en la Isla de Pascua, Chile. GETTY IMAGES

La Unesco examina su impacto en 31 sitios culturales y naturales de 29 países

En la actualidad la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro cuenta con 48 bienes

El aumento del nivel del mar ya ha dañado cientos de edificios en Venecia

La Isla de Pascua podría perder algunas estatuas debido a la erosión costera

El cambio climático "se está convirtiendo rápidamente en uno de los riesgos más significativos para el Patrimonio Mundial", advierte la Unesco en un informe divulgado en París, en el que examina su impacto en 31 sitios culturales y naturales de 29 países inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.

La Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura destaca que fenómenos como el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los glaciares, la subida del nivel del mar, fenómenos climáticos extremos o el mayor riesgo de sequías e incendios, afectan al Patrimonio de la Humanidad en todo el planeta, según el autor principal del documento, Adam Markham.

Bienes tan emblemáticos como Venecia, en Italia; el monumento megalítico de Stonehenge, en el Reino Unido; las Islas Galápagos, en Ecuador; la Región floral del Cabo, en Sudáfrica; la ciudad portuaria de Cartagena de Indias, en Colombia; o el Parque Nacional de Shiretoko, en Japón, figuran entre los estudiados.

De Iberoamérica, Coro y su puerto, en Venezuela; el Parque Nacional Huascarán, en Perú; el Bosque atlántico - Reservas del Sudeste, en Brasil; y el Parque Nacional de Rapa Nui, en Chile, son los otros sitios vulnerables incluidos en el informe Patrimonio mundial y turismo en un clima cambiante, elaborado por la Unesco en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión de Científicos Comprometidos (USC).

Hoi An, Vietnam






El estudio señala que los cimientos de los monumentos pueden verse desestabilizados por el aumento o decremento de la humedad del suelo, por cambios en el ciclo de congelación-fusión, o, en los sitios árticos, por el deshielo del permafrost, que es la capa del suelo permanentemente congelada. Además, el cambio del clima en el interior de los edificios, consecuencia de temperaturas y humedad más elevadas, puede provocar moho, podredumbre y plagas de insectos.

De hecho, el aumento del nivel del mar ya ha dañado cientos de edificios en Venecia y la Isla de Pascua podría perder algunas estatuas debido a la erosión costera, mientras que en muchos de los principales arrecifes de coral del mundo se observa "una decoloración sin precedentes relacionada con el cambio climático".

Otro de los sitios vulnerables estudiados por la Unesco es el de la ciudad de Hoi An, en Vietnam, cuya ubicación en la desembocadura del río Thu Bon hace que sea propensa a sufrir inundaciones durante la temporada de lluvias. Aunque como la mayor parte de su centro histórico está a no más de dos metros sobre el nivel del mar también es vulnerable al aumento del nivel del mar y a la erosión de la costa. El distrito de An Dinh, que concentra la práctica totalidad de los edificios históricos, podría sufrir inundaciones anuales a partir de 2020.

La Lista del Patrimonio Mundial en Peligro cuenta con 48 bienes

De ahí que los autores del informe recomienden al Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco que cuando examine futuras candidaturas a esa lista de lugares de "valor universal excepcional", tenga en cuenta entre otros criterios si estos corren riesgo de degradación debido al cambio climático.

En este sentido, añaden, los efectos nefastos del calentamiento global podrían incluso hacer que pierdan su condición y sean expulsados algunos bienes de esa prestigiosa lista, integrada en la actualidad por 1.031 sitios de 163 países, de ellos 802 culturales, 197 naturales y 32 mixtos, muchos importantes destinos turísticos. De momento, la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro cuenta con 48 bienes.

La directora del Centro del Patrimonio Mundial, Mechtild Rössler, ha estimado que es de "vital importancia" limitar el aumento global de la temperatura", tal y como se fijó en el Acuerdo de París adoptado el pasado diciembre en la cumbre del clima COP21. Se trata de "entender, vigilar y abordar mejor" esta amenaza en los sitios del Patrimonio Mundial de todo el mundo, en beneficio de las generaciones actuales y futuras, ha añadido.


Fuentes: Rtve.es

4 de abril de 2016

Qué es la sexta extinción masiva y por qué somos los responsables

Las extinciones masivas ocurren periódicamente en la Tierra. Con 45000 millones de años a sus espaldas, puede considerarse como una fase de purificación de la madre naturaleza o como una simple cuestión de probabilidad. El caso es que ocurren, y sabemos que ha habido cinco.Ahora estamos al borde la sexta. Y es culpa nuestra.



La tasa media a la que conocemos que diversas especies se están extinguiendo es al menos 100 veces más alta que la que los paleontólogos consideran como “normal”. La cifra sale del trabajo de Elizabeth Kolbert (que le valió un Pulitzer) y que fue recogido en el libro “La Sexta Extinción”. 

El trabajo de Kolbert marcó un antes y un después en cómo la comunidad científica y política percibe el problema por irse precisamente al lado opuesto de los estudios anteriores: es extremadamente conservador. Dicho de otro modo, la estimación de esa tasa de extinción probablemente sea mucho más baja. La tasa de especies que han desaparecido en los últimos 100 años habría tardado, en otras condiciones, entre 1 y 10 milenios en desaparecer. 

En cada una de las 5 extinciones anteriores, aproximadamente un 85% de las especies desaparecieron de la Tierra. Las que quedaron definieron a su vez como sería las formas de vida siguientes. 

Por qué somos los responsables


Cráneo de Dodo

Lo dramático es que la parte que atribuye que la culpa es de los humanos es incuestionable. Los principales cambios implicados son el cambio climático, la deforestación, la alteración del equilibrio en los océanos y la agricultura.

Algunos ejemplos famosos son el dodo o la paloma migratoria, ambos animales extintos debido a la caza indiscriminada. En 1871 había unos 136 millones de palomas, en 1885, sólo 14 años más tarde, apenas quedaban algunos reductos aquí y allá. La última murió, en cautividad, en 1914 en el zoo de Cincinnati. Junto a ella, curiosamente, por poco desaparecen otras dos especies más, dos clases de piojos parásitos que la utilizaban como huésped.

En la actualidad, 77430 especies se encuentran en peligro de extinción, 22784 de ellas seriamente amenazas, el principal motivo, según recoge la International Union of Conservation of Nature (IUCN) con un 85% de los casos, se debe a cambios en el hábitat de la especie en cuestión.




Animales ya extintos

¿Puede evitarse?


A este ritmo, los primeros problemas severos podrían comenzar en apenas un par de generaciones, si no antes. Un ejemplo: si mueren insectos implicados en la polinización (como las abejas), estas acaban por extinguirse o por reproducirse de manera más dificultosa, si eso ocurre, nuestra alimentación y la de otras tantas especies se complica.


El principal punto de complejidad en todo el asunto es que nunca hay una relación directa entre una acción y las consecuencias, sino que cada una repercute de varias maneras distintas y estas a su vez en otras tantas, muchas veces entrelazadas. Las extinciones masivas se producen, a menudo, por una simple reacción en cadena.

¿Seremos los humanos víctimas de una extinción provocada por nosotros mismos? Es una pregunta muy compleja, parece que sí, que podríamos, en parte por el nivel de inteligencia de la especie y por la capacidad de adaptación. La pregunta, quizá, no es si podemos sobrevivir, sino si merecerá la pena vivir en un mundo al que le faltan el 85% de sus especies.



Fuentes: Gizmodo
Imagen: Mike Beauregard/Flickr

20 de junio de 2015

Los expertos alertan del inicio de la sexta extinción masiva, que amenaza a la raza humana

La deforestación es una de las causas de la desaparición de especies
  • Las especies desaparecen cien veces más rápido de los normal, según un estudio
  • La extinción amenaza al 26% de mamíferos y el 41% de especies anfibias
La quinta extinción masiva se produjo hace 66 millones de años y acabó con la vida de los dinosaurios, ahora los expertos han dado la voz de alarma: "ya no hay duda, estamos entrando en una extinción masiva", la sexta, y esta amenaza la existencia humana.

El mundo perderá, en el arco de tres generaciones, muchos de los beneficios de la biodiversidad, señaló el profesor del Stanford Woods Institute for the Environment y uno de los autores del estudio, Paul Ehrlich, quien advirtió de que "estamos serrando la rama sobre la que estamos sentados".

Expertos de las universidades de Standford, Autónoma de México y Florida piden, en un estudio publicado en Science Advances, tomar "medidas rápidas" para conservar las especies amenazadas, sus poblaciones y hábitats, y advierten de que "la ventana de oportunidad" para hacerlo "se está cerrando con rapidez".

El estudio muestra, "sin ninguna duda significativa, que estamos entrando en la sexta gran extinción masiva", alertó Ehrlich, según un comunicado de la Universidad de Standford.

Los científicos coinciden en que las tasas de extinción han llegado a niveles sin precedentes desde la desaparición de los dinosaurios, pero algunos han cuestionado esa teoría al pensar que las estimaciones previas descansaban en supuestos que sobrestimaban el nivel de la crisis. 


Las especies desparecen cien veces más rápido

El nuevo estudio indica que, incluso con las estimaciones más conservadoras, las especies de nuestro planeta están desapareciendo unas cien veces más rápido de lo que sería normal en un periodo entre extinciones masivas -lo que se conoce como "tasa de fondo"-.

"Si dejamos que esta situación continúe, la vida podría tardar muchos millones de años en recuperarse y nuestra especie podría desaparecer pronto", señaló Gerardo Ceballos de la Universidad Autónoma de México.

En el caso de los vertebrados, que es el grupo con los datos y fósiles más fiables, los investigadores se preguntaron si incluso las estimaciones más bajas de la diferencia entre las tasas de fondo y la actual aún justifica la conclusión de que las personas están precipitando "un espasmo global de pérdida de biodiversidad" y la repuesta es "un sí definitivo".

"Insistimos en que nuestros cálculos es muy posible que subestimen la gravedad de la crisis de extinción, ya que nuestro objetivo era fijar un límite inferior realista al impacto de la Humanidad en la biodiversidad", señalan los expertos en su informe.

Una población humana en constante crecimiento, el consumo per cápita y la desigualdad económica han alterado o destruidos hábitats naturales.

El desbroce de tierras para la agricultura, la explotación forestal, la introducción de especies invasoras, las emisiones de CO2, que llevan al cambio climático y la acidificación de los océanos, las toxinas que alteran y envenenan los ecosistemas, la lista de agresiones es larga.

En la actualidad, el fantasma de la extinción se cierne sobre el 41 % de las especies anfibias y el 26 % de las de la mamíferos, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

"En todo el mundo hay ejemplos de especies que son básicamente, muertos vivientes", indicó Ehrlich.

A medida que desaparecen las especies, también lo hacen las funciones que cumplen como la polinización de la cosechas por las abejas.

A pesar del sombrío panorama que dibuja el informe, hay una vía hacia adelante, según los expertos.

"Evitar una sexta extinción masiva real requerirá de grandes, rápidos e intensos esfuerzos para conservar las especies amenazadas y aliviar la presión sobre sus poblaciones, especialmente previniendo la pérdida de su hábitat, la sobreexplotación con fines económicos y el cambio climático", señalaron.



Fuentes: Rtve.es

5 de marzo de 2015

Proponen salvar la biosfera frente al cambio climático con ingeniería biológica

Distribución del dióxido de carbono en la tierra. Imágenes del AIRS, instrumento a bordo de la nave espacial de la NASA, Aqua. NASA/JPL
  • Esta ingeniería permite modificar la atmósfera y temperatura del planeta
  • Proponen crear bacterias modificadas para recuperar el equilibrio alterado
  • Es una alternativa a la solución de reducir las emisiones de CO2
Ante los efectos desastrosos que tendrá el cambio climático en la sociedad, según prevé la comunidad científica, el Laboratorio de Sistemas Complejos del ICREA cree que podría existir una solución alternativa: la bioingeniería de los ecosistemas.

En las últimas décadas se han propuesto diversas estrategias para combatir el cambio climático, desde la reducción de las emisiones de efecto invernadero en técnicas de geoingeniería.

Ante estas estrategias, el director del laboratorio del ICREA, Ricard Solé, se mantiene escéptico: "El coste de las soluciones propuestas es enorme dada su magnitud de escala y la tecnología necesaria y, posiblemente, insuficiente", recoge Sinc


Terraformación para cambiar el planeta

La alternativa que propone Solé se basa en el concepto de terraformación, un proceso de ingeniería biológica con el que un planeta podría modificar su atmósfera, su temperatura, su topografía y su ecología para tener una biosfera estable.

Esta idea se ha propuesto para la colonización del planeta Marte. Algunos estudiosos sostienen que el planeta rojo podría estar habitado por bacterias capaces de adaptarse a condiciones muy extremas, por lo que estos microorganismos serían la base para el establecimiento de otros organismos más complejos.

Pero a diferencia de la geoingeniería, en la ingeniería biológica, un sistema vivo tiene la capacidad de autorreplicación y de diseminación hasta llegar a la escala deseada dentro de su ecosistema receptor. "En lugar de mirar hacia el planeta rojo, la propuesta sería terraformar nuestro proprio planeta", destaca Solé. 


Potencial de los ecosistemas sintéticos

Según el estudio, se podrían diseñar bacterias modificadas para ayudar a recuperar el equilibrio alterado o para alcanzar un nuevo estado estable.

Un enfoque basado en ecosistemas sintéticos podría producir organismos con capacidad de crecer y modificar propiedades clave en ecosistemas frágiles, como la retención de agua o la fijación de nitrógeno, alejándose con ello el colapso que supondría una transición abrupta desde un sistema con vegetación en un estado desértico. Este proceso afectaría a muchos hábitats de nuestro planeta.

Colonizar hábitats degradados debido a la actividad humana sería otra de las posibles aplicaciones de los organismos sintéticos. Se podrían por ejemplo emplear para mitigar la acumulación de plástico en los océanos.

La combinación de un diseño biológico adecuado y la existencia de barreras ecológicas adecuadamente escogidas podría limitar el potencial de evolución de los organismos introducidos.

Como explica Solé, "todo esto se podría conseguir a escalas de tiempo razonablemente cortas y la propuesta no se limitaría a la captura de dióxido de carbono. Las plantas sometidas a condiciones de estrés podrían mejorar su supervivencia a través de la mejora de las comunidades microbianas del subsuelo".

En este futuro escenario, el científico, experto en sistemas complejos, confirma que para llevar a cabo estos proyectos innovadores se requerirá de la integración de ideas y de la participación de expertos procedentes de muchos ámbitos del conocimiento, como la biología sintética, la ecología, la ingeniería genética, la biología evolutiva, las ciencias del clima, y la biogeografía, entre otros.

La investigación del también científico en el departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la UPF, Ricard Solé, se publica en la revista Ecological Complexity.



Fuentes: Rtve.es , Sinc

27 de enero de 2015

Inventario de anfibios suma 5 especies más en Ecuador

Habían pasado seis meses desde que el entonces estudiante universitario de biología Juan Pablo Reyes-Puig había recorrido el bosque. Eran jornadas nocturnas desde las seis de la tarde hasta la una de la mañana en las que bordeaba desfiladeros empinados cortados por riachuelos y ríos caudalosos del flanco oriental del Tungurahua.

Reyes-Puig quería documentar los efectos de la erupción del volcán en la fauna como parte de su tesis. Seguía trochas naturales abiertas por mamíferos como el oso de anteojos cuando en diciembre del 2007 se topó sobre un helecho con una rana en medio de cedros y podocarpus.

Su color blanquecino tierra que resaltaba sobre el follaje captó su atención. Tras siete años de análisis y comparaciones se determinó que era una nueva variedad de anfibio.

La bautizaron como Pristimantis punzan, en honor al sitio Punzan del cantón Baños (Tungurahua), donde habita. Pero no sería la única especie nueva que Reyes-Puig y su equipo encontraron. Los hallazgos siguieron en el 2008 y con el apoyo de otros científicos como Mario Yánez-Muñoz, director del Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales, la labor de campo terminó en descripciones de tres nuevas especies de anfibios de las que recién se conocen detalles con la publicación de su información en diciembre pasado en revistas científicas del exterior.

Junto con la Pristimantis punzan se describieron dos especies más: Pristimantis marcoreyesi y Pristimantis puruscafeum. A estas tres se suman otras dos encontradas en los bosques del Parque Nacional Sangay y en la cordillera del Cóndor: Pristimantis roni y Pristimantis paquishae, en su orden, cuya descripción también fue aceptada y publicada en diciembre pasado.

A estas cinco ranas terrestres recién descritas para la ciencia y endémicas del país se suman otras doce especies publicadas durante el 2014. De estas 17, quince son nuevas y dos no se habían registrado en el país.

“En el Ecuador todavía estamos lejos de tener un inventario completo de diversidad biológica. Hay estimaciones que dicen que hemos inventariado no más del 10% de las plantas y animales que existen. Seguramente va a haber muchas especies que se extingan antes de ser descritas”, dice Luis Coloma, investigador del Centro Jambato de Conservación de Anfibios.

El especialista agrega que el país alberga una alta biodiversidad, pero no ha existido una tradición histórica de investigación. A ello se suman las amenazas que enfrentan las especies de anfibios. “La principal sigue siendo la destrucción del hábitat debido a distintas actividades humanas (...). Otras son la contaminación asociada a pesticidas y plaguicidas, actividades mineras y la extracción y transporte del petróleo. Finalmente, el cambio climático y la introducción de especies exóticas, algunas de las cuales son patógenas, amenazan a muchas especies de anfibios”, asegura Juan Manuel Guayasamín, director del Centro de Investigación de la Biodiversidad y el Cambio Climático (BioCamb), de la Universidad Tecnológica Indoamérica con sede en Quito.

La reducida área de extensión donde habitan ciertos anfibios y su amplia distribución a nivel nacional provocan que la mayor parte del hábitat de estas especies esté fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, dice Coloma.


De las cinco nuevas descritas en diciembre, cuatro viven en zonas no protegidas. 
Hay iniciativas que cuentan con el apoyo de organizaciones no gubernamentales como la Fundación Ecominga, que busca conservar áreas en la cuenca alta del río Pastaza, donde viven tres de las nuevas especies de ranas descritas, para que sirvan de conexión entre los parques nacionales Sangay y Llanganates. Yánez-Muñoz dice que solo en la última década se han descrito alrededor de 60 nuevas especies de anfibios en el país: “La revisión de colecciones de los museos, las nuevas técnicas moleculares y el acceso a reservas que antes eran remotas han facilitado. Solo en el caso de las ranas pristimantis se estima que habría 150 especies nuevas por identificar y describir”. 
El Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales incluye 15 mil ejemplares de anfibios y reptiles, muchos de estos aún no están descritos. En el país hay 547 especies de anfibios de los que el 31% está en una categoría de amenaza. 
Coloma indica que el porcentaje podría ser de más del 50%, debido a que se desconoce el estado de conservación del 27% de estas especies: “De aquellas con datos insuficientes muchas estarían en categorías de amenaza”, dice. Las características particulares de cada especie frente a las que se le parecen es un indicador para considerarla como una nueva variedad. 
Aunque las cinco cuya descripción se difundió recientemente poseen una función común, la de una reproducción directa, es decir, no ponen renacuajos sino huevos de los cuales salen las crías. 


Fuentes : El Universo

En fotos: algunas de las especies descubiertas en Ecuador hasta el 2014

Científicos ecuatorianos anunciaron el descubrimiento de 35 nuevas especies en Ecuador, tras cinco años de investigación y compilación. 
Aquí, la rana cohete de Yasuní o "Hyloxalus yasuni"
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

La mayoría de las especies descubiertas son anfibios y reptiles, como esta lagartija de palo gargantirrojas (Enyalioides rubrigularis). Pero también hay una planta desconocida hasta el momento. Los hallazgos de los científicos fueron publicados en unas 40 revistas académicas internacionales.
Foto: FaunaWebEcuador Omar Torres C

La más reciente publicación académica que registró estos hallazgos fue la revista especializada ZooKeys. Los científicos hallaron cuatro nuevas especies de ranas arbóreas. El nombre de una de ellas, "Hypsiboas alfaroi" (en la foto), está dedicado al expresidente ecuatoriano Eloy Alfaro.
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

Unos 40 investigadores ecuatorianos de entidades como la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), el Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales y la Escuela Politécnica Nacional participaron en la investigación, cuenta Omar Torres, profesor de la PUCE. Aquí, la ranita shiwiar o "Dendropsophus shiwiarum".
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

El proyecto de investigación, denominado "Arca de Noé", contó con financiamiento del Estado ecuatoriano e incluyó áreas de los Andes de Ecuador y del Parque Nacional Yasuní, en la selva de la Amazonía. Entre las especies descubiertas figura esta Anolis de Otonga o "Anolis otongae".
Foto: FaunaWebEcuador Omar Torres C

Los expertos ecuatorianos creen que aún hay bastantes especies por descubrir en Ecuador. Por eso, planean lanzar una nueva fase de investigación que abarque más ampliamente el territorio ecuatoriano. Aquí, la rana de casco de Cannatella o "Osteocephalus cannatellai"
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

"Ecuador, a pesar de ser un país megadiverso, ha sido muy poco explorado en términos biológicos. Aún hay mucho por conocer", le dice a BBC Mundo Santiago Ron, docente de la Escuela de Ciencias Biológicas de la PUCE. Una de las "nuevas" especies es este cutín de la Candelaria o "Pristimantis bellae".
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

Santiago Ron afirma que en la investigación sobre estas nuevas especies se utilizaron técnicas de análisis genético. Aquí, una Anolis del Podocarpus o "Anolis podocarpus".
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

"Ahora que estamos haciendo estos estudios genéticos se nos está revelando toda la biodiversidad oculta", le dice Ron a BBC Mundo. En la imagen, la rana cohete de Pastaza o "Hyloxalus italoi"
Foto: FaunaWebEcuador Santiago Ron)

Para el avance del proyecto "Arca de Noé" se espera contar con investigadores de diversas universidades que trabajen en la elaboración de un inventario de la riqueza biológica de Ecuador. Aquí, la rana bullanguera de Puyango o "Engystomops puyango".
Foto: aunaWebEcuador Santiago Ron


Fuentes: Terra

17 de enero de 2015

El uso del mar puede causar la misma extinción de animales que en la tierra, según un estudio

Salto de una ballena jorobada en Puerto López, en Ecuador.Thinkstock photos
  • Un estudio alerta de signos del comienzo de una revolución industrial marina
  • La vida marina es aún tan saludable como era la terrestre hace miles de años
Un consorcio de científicos advierte, en un estudio sobre los actuales patrones de uso humano de los océanos, de signos de que las poblaciones de animales marinos podrían tener que afrontar un gran desafío en los próximos cien años, similar al colapso que ha conducido a la extinción de 500 especies de animales terrestres.

Las poblaciones de vida silvestre en los océanos son tan saludables como lo eran las de la tierra cientos o miles de años atrás, pero esto puede estar a punto de cambiar. Así, los mismos patrones que llevaron al colapso de las poblaciones de la fauna terrestre se están produciendo en el mar, según concluye la investigación que se publica este jueves en Science.

Durante los últimos 500 años, cerca de 500 especies de animales terrestres han ido extinguiéndose como consecuencia de la actividad humana. En el océano, donde los científicos han contabilizado sólo 15 o menos pérdidas de ese tipo, los números en la actualidad no son tan graves, pero pueden llegar a serlo.

Los efectos de la Revolución Industrial

El nuevo documento compara la marcha de la Revolución Industrial en la tierra con los actuales patrones de uso humano de los océanos del mundo.

Durante la década de 1800, grandes extensiones de tierras de cultivo y fábricas hicieron retroceder los bosques y emplearon recursos que fueron minando y perforando la tierra. Como resultado, muchas especies terrestres se extinguieron. Sin embargo, en el océano, la pesca continuó dependiendo de veleros agrupados en pequeñas zonas de aguas cerca de la costa.

"Ha cambiado mucho en los últimos 200 años --lamenta el autor principal de este trabajo, Douglas McCauley, profesor del Departamento de Ecología, Evolución y Biología Marina (EEMB, por sus siglas en inglés) de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos--. Nuestra caja de aparejos se ha industrializado".

Las amenazas para los océanos

Las granjas industriales en el mar son una de las amenazas para los oceános que señala el coautor Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos. "Las granjas camaroneras se están comiendo los manglares con un apetito similar al de la agricultura terrestre, que consumió praderas nativas y bosques.

Las concesiones mineras del fondo marino se persiguen con el mismo fervor que la fiebre del oro y las máquinas de minería oceánica de 300 toneladas y barcos de pesca de 750 pies están iniciando su despliegue en la cadena de montaje para hacer este trabajo", alerta.

Según los autores, el aumento de la utilización industrial de los océanos y la globalización de la explotación del océano amenazan con dañar la salud de las poblaciones de fauna marina, haciendo la situación en los océanos tan sombría como que en la tierra. Como señala McCauley, ahora se pesca con helicópteros, súper barcos de arrastre guiados por satélite y las largas hileras que se extienden desde Nueva York a Filadelfia.

Revolución industrial marina

"Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina -advierte--. Estamos preparando los océanos para reproducir el proceso Armagedón de la vida silvestre que hemos diseñado en la tierra". El trabajo señala como posible solución dejar a salvo del desarrollo industrial y la pesca más y mayores áreas del oceáno.

Sin embargo, el coautor Robert Warner, profesor de investigación de EEMB en UCSB, alerta de que esas reservas no son suficientes. "Necesitamos una política creativa y eficaz para tratar el daño infligido a la fauna marina en los vastos espacios entre las zonas marinas protegidas", apuesta.

Entre las amenazas más graves para la fauna marina está el cambio climático, que según los científicos está degradando los hábitats de la fauna marina y tiene un mayor impacto en estos animales que el que provoca en la fauna terrestre.

"Los ingredientes necesarios para la recuperación"

"Cualquier persona que ha tenido siempre una pecera sabe que si se pone un calentador en el acuario y se vuelca ácido al agua, los peces tienen problemas", pone como ejemplo el coautor Malin Pinsky, ecologista de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos. "Esto es lo que está haciendo el cambio climático actualmente en los océanos", añade.

Aún así, como subrayan los investigadores, la relativa salud de los océanos presenta una oportunidad para salvarlos. "Debido a que no ha habido tantas extinciones en los océanos, todavía tenemos los ingredientes necesarios para la recuperación", apunta McCauley.

El futuro del océano está aún por determinar, según los autores de esta investigación. "Podemos meter la pata hacia adelante y hacer los mismos errores en el mar que cometimos en la tierra o podemos trazar colectivamente un futuro diferente y mejor para nuestros océanos", concluye Warner.


Fuentes: RTVE.es / EUROPA PRESS

11 de septiembre de 2014

La capa de ozono se recupera




Imagen del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida detectada el 22 de septiembre de 2012, cuando ocupaba 20,8 millones de kilómetros cuadrados. Archivo/EFE / NASA



Son las conclusiones de un puntero equipo internacional de científicos de la Organización Metereológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para Medio Ambiente. En su informe publicado el miércoles en Ginebra estiman que en 2030 el estado del escudo gaseoso que envuelve el planeta será equivalente al de 1980. El secreto de esta mejoría es, en su opinión, el protocolo de Montreal de 1997. Los efectos benéficos son inmediatos e importantes:

Achim Steiner, Director Ejecutivo de UNEP:

“ El Protocolo de Montreal podría estar ya evitando dos millones de casos anuales de cáncer de piel en todo el mundo. Al término de su primer siglo en vigor habrá evitado más de 100 millones de casos”

La flora y fauna silvestres también saldrán ganado, pero no todo es positivo. Los 300 expertos advierten, igualmente, de que los aerosoles ahora prohibidos son sustituidos por otros gases que no dañan el ozono, pero sí tienen consecuencias nocivas al provocar efecto invernadero.





www.unep.org

www.wmo.int

Fuentes: Euronews

24 de agosto de 2014

Groenlandia y la Antártida pierden 500 kilómetros cúbicos de hielo cada año

Iceberg con dos cuevas en aguas de la Antártida. 
PilipenkoD/Getty Images
  • Un equipo científico ha medido millones de puntos en las dos regiones
  • Afirman que se ha doblado la contribución al nivel del mar desde 2009
  • Han elaborado unos mapas que cubren cerca de 16 millones de km2
Las heladas regiones de Groenlandia y la Antártida están perdiendo unos 500 kilómetros cúbicos de volumen de hielo cada año, según datos proporcionados por el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) CryoSat.

Investigadores del Instituto de Investigación Polar y Marina Alfred Wegener han calculado la altura de las enormes capas de hielo que cubren ambas regiones han publicado estos resultados en la revista The Cryosphere, según informa la ESA.

Con datos de CryoSat de 2012 el equipo científico ha elaborado nuevos mapas que incorporan 7,5 millones de mediciones de altura de Groenlandia y 61 millones de la Antártida.

Pérdida de hielo en la Antártida.Helm et al., The Cryosphere, 2014

Pérdida de hielo en Groenlandia.Helm et al., The Cryosphere, 2014

"Los nuevos mapas de altura son una panorámica del estado actual de las capas de hielo. Son muy precisos y cubren cerca de 16 millones de kilómetros cuadrados, que son 500.000 km2 más -aproximadamente el tamaño de España- que los modelos de altura previos de altimetría", ha apuntado el autor principal del estudio, Veit Helm.

Para mostrar la altura alcanzada por el hielo, el estudio destaca la cantidad de hielo que se ha perdido entre enero de 2011 y enero de 2014.

Así, Groenlandia reduce su volumen alrededor de 375 kilómetros cúbicos al año y, según afirman los investigadores, la contribución de las capas de hielo al aumento del nivel del mar se ha doblado desde 2009.

Las capas de hielo ganan masa con las nevadas pero la pierden por el deshielo y por los glaciares que llevan hielo desde el interior del océano.

Para estudiar cómo las capas de hielo han cambiado en esos tres años, el equipo ha contado con datos procedentes de 200 millones de puntos en la Antártida y de 14,3 millones en Groenlandia.


Fuentes: Rtve.es

1 de marzo de 2014

La muerte lenta del lago iraní de Urmía



El lago iraní de Urmía, es uno de los mayores lagos salados del mundo pero en la última década hasta un 80% de su superficie ha desaparecido, según algunas fuentes.

El cambio climático, una mayor irrigación de las tierras vecinas o la construcción de presas en los ríos que lo alimentan de agua, son algunas de las causas que los expertos barajan.

Estos mismos expertos aseguran que si no se hace nada al respecto en los dos próximos años, el lago podría desaparecer para siempre.




“Antes, cuando el lago estaba vivo aquí había unas vistas fantásticas, venían muchos turistas así como muchos animales, sobre todo aves migratorias. Este sitio era increíble”, asegura un habitante de la zona.

La actividad en el lago también ha ido desapareciendo. Según datos de una oficina local de medio ambiente, el lago de Urmía sobrevive hoy con apenas un 5% de su agua.

Los expertos afirman que las consecuencias tanto en las tierras fértiles colindantes como en la vida de los tres millones de personas que viven en sus alrededores podrían ser terribles si el lago desapareciese totalmente.

“Estamos impresionados, la situación del lago es muy mala. Estuvimos aquí hace unos años y esto no estaba así. Estamos tristes y enfadados”, explica una señora que ha venido a ver el lago.

“Ayer condujimos por la autopista mientras se ponía el sol, pensamos que se reflejaba en las aguas del lago, nunca imaginamos que en realidad se reflejaba en este desierto de sal”, asegura su marido.

Cinco universidades iraníes estudian ahora posibles soluciones para el lago de Urmía, entre ellas se encuentran concienciar a la opinión pública, convencer a los agricultores de que pongan en práctica nuevos métodos de irrigación además de que cultiven plantas que consuman menos cantidades de agua.

Fuentes:  euronews

9 de febrero de 2014

Estación Científica Charles Darwin, 50 años en las Galápagos

La inauguración de la estación científica, en 1964. Autoridades ecuatorianas, científicos y representantes de universidades ecuatorianas en Puerto Ayora. Cortesía

A finales de los años 50, el mundo científico había posado su mirada en la megadiversidad natural del archipiélago de Galápagos. Misiones de observación –como la de 1954, del austriaco Irenäus Eibl-Eibesfeldt, del Instituto Max Planck de Alemania– daban cuenta de su exuberante flora y fauna, pero también de sus pobres posibilidades de supervivencia si no se daba un cuidado adecuado.

Ante la preocupación, la comunidad científica recomendaba al Ecuador la declaratoria de Parque Nacional para las islas –pese a que esto ya se había dado en 1936, en el gobierno de Federico Páez– y el establecimiento de una estación científica que genere conocimiento para proteger la biodiversidad.

Por esos años, la necesidad de conservación de la vida silvestre era poco comprendida en Galápagos. Las tortugas gigantes (Elephantopus geochelone) eran sacrificadas para alimentación de los colonos y sus crías se vendían como mascotas. Las ratas y los animales domésticos introducidos, que se volvieron salvajes, depredaban la fauna local, mientras las cabras devastaban la vegetación de la que se alimentan las emblemáticas tortugas.

Para 1950, el primer censo poblacional en las Galápagos reveló que había 1.346 personas habitando los 7.882 km² de superficie de las islas. Seis décadas después (2010), el registro poblacional ubicó a 25.124 habitantes divididos en tres cantones.

En respuesta a esta presión internacional liderada por la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se crea en 1959, en Bélgica, la Fundación Charles Darwin (FChD). El nombre se escogió en honor al naturalista inglés que en Galápagos confirmó su teoría sobre la evolución de las especies.

Paralelamente a este hecho se concretó la creación del Parque Nacional Galápagos (PNG) como zona protegida, pero solo fue hasta 1968 que entró en operación el lugar.

Según la Ley Especial de Galápagos, el 97% del territorio insular debe ser parque nacional y solo el 3% para crecimiento urbano.

La necesidad de tener un brazo operativo de la FChD en el archipiélago hizo que en 1960 se iniciara la construcción de la Estación Científica Charles Darwin (ECChD).

El 20 de enero de 1964 esas instalaciones en Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz, fueron inauguradas y en menos de un mes se publicaba en el Registro Oficial 181 el acuerdo entre la FChD y el Gobierno, con el cual se definían las normas de funcionamiento para la estación investigadora.

Inmediatamente, cuenta Swen Lorenz, director de la FChD en Ecuador, la estación se transformó en el mayor asesor científico y técnico del Estado en Galápagos y principalmente del PNG, pues proporcionaba la investigación necesaria para enfrentar amenazas sobre flora y fauna de las denominadas Islas Encantadas.

En cinco décadas, sostiene Lorenz, el principal objetivo de la ECChD ha sido asegurar que las islas “se mantengan como el archipiélago tropical más prístino del mundo”

Desde esa perspectiva, a principios de 1960 la ECChD creó el programa de crianza de tortugas gigantes en cautiverio, ya que esta especie estaba al borde de la extinción. En la década del 70 realizó una línea base de la parte marina del archipiélago; en 1980 se inició el programa de crianza de iguanas terrestres en cautiverio y el programa para proteger al petrel de Galápagos, un ave marina amenazada por especies invasoras.

También, la ECChD en los años 90 realizó estudios en el área marina, que fueron la base científica para documentar la Reserva Marina de Galápagos, lo cual llevó a la creación de la Ley Especial de Galápagos y el manejo participativo de esta reserva marina.




Pese a los esfuerzos conjuntos para la protección desplegados por el Estado y la Fundación Darwin, reconoce Lorenz, el mayor desafío al que se siguen enfrentando es el controlar a las especies invasoras, es decir, plantas y animales que llegaron a las Galápagos a través de la influencia humana. “Una vez que algo ha llegado a las islas, es muy difícil y costoso erradicarlo”.


Imagen de un tiburón ballena durante la investigación de protección de tiburones en Galápagos. Cortesía

El crecimiento poblacional en las islas también es preocupante. Proyecciones del Consejo de Gobierno de Galápagos en el 2012 hablan de que si la migración continúa en los mismos niveles, para el 2020 en el archipiélago vivirán más de 43 mil personas y para el 2030 la población será de 72.323 habitantes.

En 50 años de existencia, la ECChD, con recursos propios obtenidos por donaciones, ha logrado que más de 1.300 científicos y conservacionistas ecuatorianos formen parte de su Programa de Becas, que incluyó entrenamientos con científicos de alto nivel, como Rosemary y Peter Grant, Eugenia del Pino, entre otros.

Al momento, la ECChD cuenta con 16 científicos principales, los cuales tienen el apoyo de hasta 30 científicos júnior, asistentes, becarios y voluntarios. Además, posee más de 100 científicos colaboradores que trabajan en la producción de conocimientos sobre geología, evolución, endemismo, especies introducidas y asentamientos humanos en las islas.




Cronología

1965
Repatriación de tortugas Ante el proceso de desaparición de tortugas en el archipiélago, científicos inician el traslado de estas especies a la estación

Darwin de Puerto Ayora para reproducirlas en cautiverio.

1966
Programa educativo La ECChD da inicio al primer programa educativo de conservación para las islas.

1971
Descubren al Solitario George En la isla Pinta, científicos de la estación Charles Darwin hallan a la última tortuga gigante sobreviviente de su especie y la bautizan como George.

1995
Especies redescubiertas El árbol margarita (Scalesia atractyloides) y el lino de Floreana (Linum craterico), que se creían extintos, son redescubiertos en dos islas de las Galápagos.

1998
Proyecto Isabela Junto al PNG, la estación científica inicia el proyecto de erradicación y restauración para las islas Santiago, Pinta e Isabela norte.

2012
Servicio científico Para permitir el acceso libre y directo a las colecciones, catálogos de biblioteca y otra información científica de ECChD, se lanza el servicio web Datazone.


Fuentes: El Universo

25 de junio de 2013

Así cambia la vegetación de la Tierra en un año

SUOMI NPP
La vegetación de la Tierra 


Imágenes elaboradas a partir de los datos recogidos por el satélite Suomi NPP durante un año ofrecen una vívida descripción de la vegetación en todo el mundo. Suomi NPP, acrónimo (National Polar-orbiting Partnership) es una misión combinada entre la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Las imágenes muestran la diferencia entre las áreas verdes y áridas de la Tierra como se ve en los datos del radiómetro para imágenes visible-infrarrojo VIIRS, instrumento a bordo del satélite. VIIRS detecta cambios en la reflexión de la luz, produciendo imágenes que miden cambios en la vegetación a través del tiempo.

Los datos de vegetación de Suomi NPP se incorporarán a muchos productos y servicios, incluida la vigilancia del medio ambiente y del impacto de las sequías.



SUOMI NPP
La vegetación de la Tierra 


Estas medidas de índice de vegetación monitorizan el crecimiento de las plantas, la cubierta vegetal y la producción de biomasa a partir de información satelital. Se calcula a partir de la luz visible e infrarroja cercana reflejada por la vegetación. Los valores altos representan una vegetación densa y verde. Los valores bajos representan vegetación escasa bajo condiciones de estrés tales como la sequía.

Las mediciones de VIIRS siguen algunos de los registros de datos recogidos por varios satélites de la NASA, como Terra y Aqua, en órbita desde diciembre de 1999 y febrero de 2002, respectivamente.


Fuentes : ABC.es

28 de mayo de 2013

Unesco designa al Macizo del Cajas como nueva reserva de la biósfera


La Unesco incluyó este martes al macizo ecuatoriano del Cajas en la lista mundial de reservas de la biósfera, informó hoy la organización de las Naciones Unidas vía Twitter.

La nueva reserva de la biosfera abarca cuatro provincias ecuatorianas: Azuay, Cañar, Guayas y El Oro. El Macizo incluye al Parque Nacional Cajas, al Área Nacional de Recreación Quimsacocha y un área marino-costera como zonas núcleo, además de casi un millón de hectáreas, en donde se incluyen centros poblados y zonas productivas.

El Macizo del Cajas es un espacio geográfico que a través del agua produce el 51% de la energía hidroeléctrica del país, agroindustria bananera, camaronera, cacaotera que benefician a casi 860 mil personas.




Desde el 2010 varias instituciones del austro habían propuesto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la declaratoria del ‘Área de Biosfera Macizo del Cajas’.

Hasta ahora, Ecuador tenía cuatro reservas de la biosfera: Podocarpus-El Cóndor, Yasuní, Sumaco y las islas Galápagos.


Fuentes : El Universo

14 de mayo de 2013

Rinoceronte negro, adiós: otro mamífero extinto por la caza indiscriminada

http://mexico.cnn.com/media/2011/11/18/rinocerontes-caza-ilegal-especies-02.jpg
 Desapareció oficialmente del planeta y ahora queda sólo un tipo de esta especie: el blanco.

La última víctima de la caza sistemática es el rinoceronte negro, declarado oficialmente extinto ayer, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Era una de las dos especies de rinoceronte de la sabana africana, la otra es el rinoceronte blanco. Tenía una longitud de 3 a 3,8 metros de largo, una altura hasta la cruz de 1,4 a 1,7 metros y un peso de 800 a 1350 kg. Se alimentaba de ramas, tallos, hojas.

Con dos cuernos de marfil, siendo el anterior más largo, y pudiendo alcanzar de 0,5 a 1,3 metros. El pequeño puede medir de 2 a 55 cm. Los rinocerontes tienen el labio prénsil muy movible para poder agarrar las plantas de las que se alimentan y arrancarlas. 




Si bien se llevan a cabo varios programas de conservación, el 25% de los mamíferos están en peligro de extinción. El presidente de la UICN, Simon Stuart, expresó: "Los seres humanos somos los guardianes de la Tierra y tenemos la responsabilidad de proteger las especies que comparten nuestro medio ambiente".

  

"Tanto en el caso del rinoceronte negro occidental como del rinoceronte blanco del norte, la situación podría haber sido muy diferente de haberse aplicado las medidas de conservación sugeridas. Estas medidas deben reforzarse ahora, especialmente en lo tocante a la gestión de los hábitats, a efectos de mejorar el rendimiento reproductivo y evitar la extinción de otros rinocerontes, como en el caso del rinoceronte de Java"
, agregó. 



Fuentes : diarioveloz.com

21 de febrero de 2013

Tierra de electrones


-'El escarabajo verde' aborda el caso de tres comarcas catalanas especializadas en producir energía eléctrica
-La zona donde están dos centrales nucleares y varios parques eólicos es donde se libró la Batalla del Ebro
-Ascó es uno de los municipios más ricos de Cataluña y prácticamente todos sus habitantes tienen empleo
-La comarca de la Terra Alta se está poblando de molinos de viento, que dan energía, pero ninguna ocupación

En Tierra de electrones, 'El escarabajo verde' aborda hoy el caso de tres comarcas catalanas especializadas en producir energía eléctrica. Es algo único en España, porque fabrican el 70% de la electricidad consumida en Cataluña. La parte más importante de la energía que producen es nuclear, pero también está creciendo la eólica. Esta especialización tiene pros y contras: da puestos de trabajo, riqueza a los ayuntamientos, pero también divide a la población.

Los habitantes de Horta de Sant Joan optaron por el turismo preservando los bellos paisajes de esta localidad
Los habitantes de Horta de Sant Joan optaron por el turismo preservando los bellos paisajes de esta localidadTVE

La zona donde están dos centrales nucleares y varios parques eólicos es donde se libró la Batalla del Ebro, la más cruel y decisiva de la guerra civil española. Son tierras lejanas, encadenadas a la agricultura, que con el tiempo han empezado a especializarse en producir electricidad. El río Ebro y su viento constante han permitido el desarrollo de la energía nuclear en Ascó y de la eólica con de molinos de viento que saturan el territorio.

En Horta de Sant Joan han impedido la instalación de aerogeneradores
En Horta de Sant Joan han impedido la instalación de aerogeneradores
TVE

Ascó es uno de los municipios más ricos de Cataluña y prácticamente todos sus habitantes tienen empleo. Sin embargo, las centrales nucleares, por mucho que el gobierno prorrogue su licencia, tienen unos años limitados de vida. La cuestión está en qué tipo de industria puede reemplazarlas. Tierra de electrones explica los planes de los ayuntamientos de estas comarcas para atraer nuevas empresas que sigan dando trabajo a la población.

Un molino es bonito. Muchos estropean un paisaje.
Un molino es bonito. Muchos estropean un paisaje.
TVE

La comarca de la Terra Alta se está poblando de molinos de viento, que dan energía, pero ninguna ocupación. Poco a poco se habían ido reciclando hacia el turismo y algunos ven los parques eólicos como una afrenta a su todavía virgen paisaje. Poblaciones como Vilalba dels Arcs o La Fatarella están rodeados de molinos que aprovechan su viento constante, pero Horta de Sant Joan ha conseguido librarse de ellos gracias a la oposición vecinal.

Las comarcas del interior de Tarragona son zona de energías renovables
Las comarcas del interior de Tarragona son zona de energías renovables
TVE


Fuentes : Rtve EL ESCARABAJO VERDE

23 de enero de 2013

Santander, una ciudad cada vez más inteligente


EL proyecto Smart Santander, cofinanciado por la UE, pretende colocar a Santander en la escena mundial de las ciudades inteligentes. De momento, ya se han instalado 12.000 sensores que
están midiendo contínuamente parámetros de todo tipo como la contaminación, el ruido, la humedad, la luz o el tráfico.


Con la ayuda de un smartphone los ciudadanos no sólo pueden consultar horarios, aparcamientos o llevar a cabo trámites administrativos, por poner algunos ejemplos, también participan en una red de la que se benefician empresas y administraciones públicas ofreciendo un servicio más eficaz y eficiente.




Fuentes : Euronews

Descubriendo el PlanetSolar


En el astillero de la Ciotat, en el sur de Francia, se encuentra un barco muy particular ahora en mantenimiento. Pascal Goulpié nos acoge a bordo del PlanetSolar, el único barco exclusivamente impulsado por energía solar que ha dado la vuelta al mundo. A lo largo de sus 30 metros de eslora: 500 m2 de paneles solares. Tras su primera vuelta al mundo, el barco toma fuerzas para nuevas aventuras.

Pascal Goulpié asegura que “antes de nada, es una embarcación capaz de demostrar el potencial, la madurez y la fiabilidad de las energías renovables. Esa es una de sus principales ventajas. Gracias a él, demostramos qué se puede hacer cuando, hoy en día, las energías renovables no tienen la suficiente credibilidad.

Este barco también se ha convertido en una plataforma de comunicación Es imponente, capaz de transportar grandes volúmenes es decir que puede acoger a gente. Además, en los puertos se ha convertido en una insignia y una herramienta para la comunidad científica que trabaja sobre el medio ambiente”.


En colaboración con la universidad de Ginebra, este embarcación debería llevar a un equipo de científicos desde Florida hasta Islandia siguiendo la corriente del Golfo a partir de marzo. Su objetivo es reunir datos: “El equipo científico que viaja a bordo no sólo es capaz de tomar la temperatura del agua para determinar si se hallan encima de la caliente corriente del Golgo, también se puede medir la actividad biológica del mar, determinar las caractéristicas del fitoplancton, por ejemplo. Además, este barco no emite ningún gas contaminante así que todos los datos que reuniremos no estarán contaminados”.

También se realizarán otros experimentos como el desarrollado por Waste Free Ocean. Esta fundación investiga esa sopa de plástico, una masa gigantesca de desechos, que deambula por el océano. El barco PlanetSolar está precisamente adaptado para ese tipo de experimentos. Según Bernard Merkx de Waste Free Ocean, “reunir datos en este tipo de barco impulsado por energía renovable es una ventaja para nosotros ya que nos permite encontrar soluciones incluso cuando los desechos están lejos de la costa. Existen cinco sopas de basura en la Tierra.”

A bordo del PlanetSolar, nos encontramos con el padrino del barco, Gérard d’Aboville, el primer hombre que atravesó el oceano remando. Hoy sigue de cerca todo proyecto marítimo a base de energías renovables. Para él, “esta expedición tiene un programa que consiste en estudiar la corriente del Golfo, un programa apasionante ya que los resultados que obtengamos nos permitirán estudiar muchas cosas además del cambio climático que llegará en unos 10, 20 o 30 años, una generación. Así que es una clave esencial para nuestro futuro.”


Fuentes Euronews