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2 de enero de 2022

Identifican las 'zonas muertas' del océano que carecen de oxígeno

Intensidad de la zona deficiente de oxígeno a lo largo del Océano Pacífico oriental, donde los colores cobre representan las ubicaciones de concentraciones de oxígeno consistentemente más bajas y el verde azulado profundo indica regiones sin oxígeno disuelto suficientemente bajo - Jarek Kwiecinski y Andrew Babbin

Los océanos se suelen percibir como lugares llenos de vida: los organismos proliferan incluso en las más extremas circunstancias, a miles de kilómetros de profundidad, donde la luz apenas llega. Sin embargo, existen ciertos lugares donde el oxígeno cae en picado de forma natural, y las aguas se vuelven inhabitables para la mayoría de los organismos aeróbicos. Estas áreas desoladas son conocidas como 'zonas deficientes en oxígeno' o ODZ, por sus siglas en inglés. Y aunque constituyen menos del 1% del volumen total del océano, son una fuente importante de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero. Sus límites también pueden limitar la extensión de la pesca y los ecosistemas marinos.

Ahora los científicos del MIT han generado el 'atlas' tridimensional más completo de las ODZ más grandes del mundo.

El nuevo análisis, publicado en ' Global Biogeochemical Cycles', proporciona mapas de alta resolución de los dos principales cuerpos de agua privados de oxígeno en el Pacífico tropical, revelando el volumen, la extensión y las diferentes profundidades de cada ODZ, junto con características de escala muy precisas, como corrientes de agua oxigenada que se adentran en zonas que de, otro modo, estarían empobrecidas.

El equipo utilizó un nuevo método para procesar más de 40 años de datos oceánicos, que comprende casi 15 millones de mediciones tomadas por muchos cruceros de investigación y robots autónomos desplegados en el Pacífico tropical. Los investigadores recopilaron y analizaron esta ingente cantidad de información para generar mapas de zonas deficientes en oxígeno a varias profundidades, similares a los muchos cortes de un escaneo tridimensional.

A partir de estos mapas, los investigadores estimaron el volumen total de las dos principales ODZ en el Pacífico tropical, con más precisión que los esfuerzos anteriores. La primera zona, que se extiende desde la costa de América del Sur, mide unos 600.000 kilómetros cúbicos, aproximadamente el volumen de agua que llenaría 240.000 millones de piscinas olímpicas. La segunda zona, frente a la costa de Centroamérica, es aproximadamente tres veces más grande.

El atlas sirve como referencia de dónde se encuentran las ODZ en la actualidad. El equipo espera que los científicos puedan actualizar este dcoumento con mediciones continuas, para rastrear mejor los cambios en estas zonas y predecir cómo pueden cambiar a medida que el clima se calienta.

«En general, se espera que los océanos pierdan oxígeno a medida que el clima se vuelve más cálido. Pero la situación es más complicada en los trópicos, donde hay grandes zonas deficientes en oxígeno», explica Jarek Kwiecinski, quien desarrolló el atlas junto con Andrew Babbin, profesor de desarrollo profesional de Cecil e Ida Green en el Departamento de Tierra, Atmósfera y Ciencias planetarias. «Es importante crear un mapa detallado de estas zonas para que tengamos un punto de comparación para cambios futuros».

Microbios devoradores de fitoplancton

Las ODZ son regiones grandes y persistentes del océano que se producen de forma natural, como consecuencia de los microbios marinos que devoran el fitoplancton que se hunde junto con todo el oxígeno disponible en los alrededores. Estas zonas se encuentran en regiones que pasan por alto las corrientes oceánicas, que normalmente repondrían las regiones con agua oxigenada. Como resultado, las estas zonas son ubicaciones de aguas relativamente permanentes, sin oxígeno, y pueden existir en profundidades oceánicas de aproximadamente 35 a 1.000 metros bajo de la superficie. Para tener cierta perspectiva, los océanos tienen una profundidad media de unos 4.000 metros.

Durante los últimos 40 años, las distintas expediciones han utilizado como método para medir el oxígeno tirar botellas que se llenan de agua que, después, se analiza. Sin embargo, los autores señalan que hay muchos artefactos que provienen de la medición en este proceso, y podría sobredimensionar el verdadero valor del oxígeno. Por ello, en lugar de confiar en las mediciones de las muestras de las botellas, el equipo analizó los datos de los sensores conectados al exterior de las botellas o integrados con plataformas robóticas que pueden cambiar su flotabilidad para medir el agua a diferentes profundidades. Estos sensores miden una variedad de señales, incluidos los cambios en las corrientes eléctricas o la intensidad de la luz emitida por un tinte fotosensible para estimar la cantidad de oxígeno disuelto en el agua. A diferencia de las muestras de agua de mar que representan una única profundidad discreta, los sensores registran señales continuamente a medida que descienden a través de la columna de agua.

Los científicos han intentado utilizar estos datos de los sensores para estimar el valor real de las concentraciones de oxígeno en las ODZ, pero han encontrado increíblemente complicado convertir estas señales con precisión, particularmente en concentraciones cercanas a cero. «Adoptamos un enfoque muy diferente, utilizando mediciones no para ver su valor real, sino más bien cómo cambia ese valor dentro de la columna de agua -afirma Kwiecinski-. De esa manera podemos identificar aguas anóxicas, independientemente de lo que diga un sensor específico».

Tocando fondo

El equipo razonó que, si los sensores mostraban un valor constante e invariable de oxígeno en una sección vertical continua del océano, independientemente del valor real, entonces probablemente sería una señal de que el oxígeno había tocado fondo y que la sección era parte de una zona deficiente en oxígeno.

Los investigadores reunieron casi 15 millones de mediciones de sensores recopiladas durante 40 años por varias expediciones y flotadores robóticos, y mapearon las regiones donde el oxígeno no cambiaba con la profundidad. «Ahora podemos ver cómo la distribución del agua anóxica en el Pacífico cambia en tres dimensiones», indice Babbin.

El equipo trazó un mapa de los límites, el volumen y la forma de dos ODZ principales en el Pacífico tropical, una en el hemisferio norte y la otra en el hemisferio sur. También pudieron ver detalles finos dentro de cada zona. Por ejemplo, las aguas sin oxígeno son «más espesas» o más concentradas hacia el centro, y parecen adelgazarse hacia los bordes de cada zona. «También pudimos ver lagunas, donde parece que se sacaron grandes bocados de aguas anóxicas a poca profundidad», dice Babbin. «Hay algún mecanismo que lleva oxígeno a esta región, haciéndolo oxigenado en comparación con el agua que lo rodea».

Tales observaciones de las zonas deficientes en oxígeno del Pacífico tropical son más detalladas de lo que se ha medido hasta la fecha. «La forma en que se forman los bordes de estas ODZ y hasta dónde se extienden, no se pudo resolver previamente -apunta el investigador-. Ahora tenemos una mejor idea de cómo se comparan estas dos zonas en términos de extensión y profundidad de área». Por su parte, Kwiecinski añade: «Esto le da un esbozo de lo que podría estar sucediendo. Se puede hacer mucho más con esta recopilación de datos para comprender cómo se controla el suministro de oxígeno del océano».

Fuentes: ABC

15 de junio de 2021

Medio Ambiente - Científicos descienden a la tercera fosa más profunda del océano y encuentran plástico

Foto: pixabay

Los expertos esperaban encontrar criaturas escondidas detrás de vegetal marino, pero se toparon con otro tipo de sorpresas.


Un par de expertos, el oceanólogo filipino Deo Florence Onda y su colega estadounidense Victor Vescovo, de Caladan Oceanic, una organización privada dedicada al avance de la tecnología submarina, llevaron a cabo a finales de marzo el primer viaje a la tercera fosa oceánica más profunda de la Tierra, y, para su desconsuelo, encontraron plástico y basura, informó Channel News Asia.

Dentro de un pequeño DSV Limiting Factor, desarrollado por la empresa estadounidense Triton Submarines, los especialistas descendieron hasta el punto más profundo de la fosa de Filipinas, denominado Galathea, a más de 10.000 metros. Por un espacio de doce horas, exploraron la fosa, acompañados del deseo de contemplar los seres vivos que la habitaban.

“Cuando estábamos a punto de llegar al fondo, esperaba ver cosas aterradoras arrastrándose o entrando a hurtadillas, o echando un vistazo por las ventanillas”, cuenta Onda en declaraciones a Channel News Asia. Sin embargo, el espanto se lo causó algo mucho más familiar, algo que también había llegado hasta allí desde la superficie: basura.


 

“La única cosa inusual en el fondo era la basura. Había mucha basura en la fosa. Había muchos plásticos, un par de pantalones, una camisa, un oso de peluche, envases y muchas bolsas de plástico”, explica el especialista. “Incluso yo no me esperaba eso y hago investigaciones sobre plásticos”, añadió el investigador del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Filipinas.

Según RT, la investigación principal de Onda se centra en el ciclo de vida y el papel de los microorganismos, como el fitoplancton, que ayudan a producir oxígeno y se encuentran entre los principales impulsores de la acumulación de energía y biomasa en el ecosistema marino.

Plástico y basura en el punto más profundo de la fosa de Filipinas. Foto: Caladan Oceanic

Los científicos admiten que aún se requiere más investigación para saber cómo la basura llega a las profundidades más remotas, a través de distintas densidades de agua e incluso cubriendo grandes distancias.

“Se convierte en mi responsabilidad decirle a la gente que su basura no se queda donde la ponen. Se va y se hundirá”, expresa Onda.

Fuentes: El Universo

4 de diciembre de 2016

Descubren que los océanos cósmicos son la cuna de las galaxias gigantes

MRC 1138-262, apodada Spiderweb (telaraña), es una supergalaxia que está formándose dentro de una nube de gas frío. CAB

  • Astrónomos profundizan en la formación de supergalaxias en el universo primitivo
  • Comprueban que este proceso no es exactamente como hasta ahora se pensaba
  • Han llegado a la conclusión de que se originan por la condensación de gas frío
Un equipo internacional de científicos, encabezado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSICINTA), abre la puerta a estudiar cómo se formaron las supergalaxias en el universo primitivo. Las mayores galaxias que existen en el universo, enormes esferas llenas de estrellas, parecen surgir en los océanos cósmicos de gas frío.

Este hallazgo, que un grupo internacional de astrónomos liderados por el Centro de Astrobiología ha publicado en el último número de la revista Science, apunta a que, en el universo primitivo, la formación de supergalaxias es un proceso que dista bastante de lo estudiado en el universo más cercano.

Hasta ahora, se pensaba que las supergalaxias se formaron a partir de otras pequeñas que se fundieron unas con otras.


La agrupación de cientos o miles de galaxias da como resultado agregados llamados cúmulos, cuyo centro lo ocupan las supergalaxias. “Pensábamos que, en las etapas iniciales del universo, estas galaxias enormes se formaron a partir de otras pequeñas que se fundieron unas con otras bajo la acción de su propia gravedad, tal y como ocurre en el universo próximo. 
Sin embargo, hemos visto que todo es mucho más complicado”, señala el investigador del Centro de Astrobiología y autor principal del trabajo, Bjorn Emonts.

Como 100.000 millones de Soles
Los astrónomos han estudiado un cúmulo situado a 10.000 millones de años luz de la Tierra utilizando el conjunto de radiotelescopios ATCA (Australia Telescope Compact Array), en Australia, y el VLA (Very Large Array), en los Estados Unidos. En el centro de este cúmulo se encuentra MRC 1138-262, apodada Spiderweb (telaraña), una supergalaxia que está formándose inmersa en una enorme nube de gas frío.

“Este océano cósmico contiene aproximadamente 100.000 millones de veces la masa del Sol y está compuesto en su mayoría por moléculas de hidrógeno, la materia prima de la que se forman estrellas y galaxias”, precisa Montserrat Villar-Martín, científica del CAB y coautora del estudio.

Pero, en lugar de observar directamente el hidrógeno, los investigadores lo han detectado a través de un gas trazador –en este caso, el monóxido de carbono–,más fácil de localizar. “Esperábamos detectar el gas frío en las galaxias fusionándose”, comenta el coautor Helmut Dannerbauer, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que, en 2014, reveló que Spiderweb está rodeada de gran cantidad de galaxias ocultas tras gruesas capas de polvo.

De dónde proviene el gas frío es todavía un rompecabezas para la comunidad científica.


Las observaciones han revelado, por el contrario, que la mayor parte del gas frío no se encuentra ahí, sino que ocupa el vasto espacio entre las galaxias. Los astrónomos ahora piensan que la supergalaxia se ha originado directamente por la condensación de ese océano cósmico de gas frío.
Búsqueda de sistemas similares
“Ahora sabemos cómo y dónde buscar los depósitos gigantes de gas frío que originan las galaxias más grandes en el universo. A partir de este momento, podremos utilizar la más avanzada tecnología astronómica para encontrar sistemas similares”, agrega Villar-Martín.

De dónde proviene el gas frío es todavía un rompecabezas para la comunidad científica. “El monóxido de carbono que detectamos es un subproducto de estrellas ya desaparecidas, una forma de reciclaje cósmico, pero no podemos asegurar con certeza el origen del gas o cómo se acumula en el núcleo del cúmulo”, explica Bjorn Emonts, y agrega que, "para averiguarlo, tendremos que profundizar aún más en la historia del universo”.


Fuentes: Rtve.es

11 de junio de 2015

Ocurrió en un día como hoy 11 de Junio 1910 - Nace Jacques Cousteau, oceanógrafo y explorador francés



Jacques-Yves Cousteau (Pronunciación en francés: /ʒak iv kusto/; Saint-André-de-Cubzac, 11 de junio de 1910 - París, 25 de junio de 1997) fue un oficial naval francés, explorador e investigador que estudió el mar y varias formas de vida conocidas en el agua. Se recuerda sobre todo a Cousteau por haber sido en 1943 y junto a Émile Gagnan el coinventor de los reguladores utilizados todavía actualmente en el buceo autónomo (tanto profesional como recreativo) con independencia de cables y tubos de suministro de aire desde la superficie. Otros dispositivos de buceo autónomo ya habían sido experimentados anteriormente (regulador de Théodore Guillaumet de 1838,1 regulador Rouquayrol-Denayrouze de 1864, manoregulador de Yves Le Prieur de 1926, regulador de René y Georges Commheines de 1937 y 1942, reciclador de aire SCUBA de Christian Lambertsen de 1940, 1944 y 1952)2 pero ha sido el regulador de tipo Cousteau-Gagnan el que se ha impuesto hasta nuestros días, principalmente por la sencillez y fiabilidad de su mecanismo así como por su ligereza y facilidad de transporte durante las inmersiones.

Jacques-Yves Cousteau también era un fotógrafo y cinematógrafo subacuático y fue el primero en popularizar las películas submarinas. Las películas y series documentales rodadas durante sus exploraciones a bordo de su buque, el Calypso, han sido emitidas por televisión durante años en todo el mundo, haciendo de Cousteau el más célebre de los divulgadores del mundo submarino. Fue, además, una de las primeras personas en defender el medio ambiente marino de la contaminación, apasionado por encontrar y describir todas las especies que habitan los mares del globo terráqueo.

Conservación Marina

En octubre de 1960 una gran cantidad de desperdicios radioactivos iban a ser descargados en el mar por la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Cousteau organizó una campaña publicitaria con la cual ganó amplio apoyo popular de la gente de ese entonces. El tren que llevaba los desperdicios fue detenido por mujeres y niños sentados en las líneas del tren y fue enviado de vuelta a su lugar de origen. En noviembre de 1960, en Mónaco, una visita oficial del presidente francés Charles de Gaulle se convirtió en un debate sobre los sucesos de octubre de ese mismo año y sobre los experimentos nucleares en general. El embajador francés ya le había sugerido al Príncipe Raniero que evitara el tema, pero supuestamente el presidente le pidió a Cousteau, en una forma amigable, ser más comprensivo con las investigaciones nucleares, a lo cual Cousteau supuestamente le respondió: «No señor, son sus investigaciones las que deben ser más comprensivas con nosotros».

En 1973, junto con sus dos hijos, Jean-Michel Cousteau, Philippe Cousteau y Frederick Hyman, creó la Sociedad Cousteau para la protección de la vida oceánica, que llegó a tener más de 300.000 miembros.

En 1975, Cousteau descubrió los restos del naufragio del HMHS Britannic.

En 1977, junto con Sir Peter Scott, recibió el Premio Internacional sobre el Medio Ambiente, otorgado por las Naciones Unidas.

En 1985, se le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad en los Estados Unidos, otorgada por Ronald Reagan.

En 1992, fue invitado a Río de Janeiro (Brasil), a la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente y el Desarrollo, y desde entonces se convirtió en asesor para las Naciones Unidas y el Banco Mundial.


Legado

A Cousteau le gustaba definirse como un «técnico oceanográfico». Era en realidad un sofisticado director y amante de la naturaleza. Su trabajo le ha permitido a mucha gente explorar los recursos del «continente azul». Su trabajo también creó una nueva forma de comunicación científica, criticada en su momento por algunos científicos. El así llamado «divulgacionismo», una forma simple de compartir conceptos científicos fue luego empleado en otras disciplinas y llegó a ser una de las características más importantes de la televisión moderna.

En 1975, el cantante de country-folk John Denver compuso la canción Calypso como un tributo a Cousteau y a su barco de investigación homónimo. La canción alcanzó la posición número uno del Billboard.

En 1992, y luego de casarse por segunda vez después de la muerte de su esposa Simone, compañera desde el comienzo de sus aventuras y quien le ofreciera todo su apoyo, se ve envuelto en una batalla legal con su hijo Jean-Michael sobre el uso del apellido Cousteau. Como resultado, la corte le ordenó a Jean-Michael Cousteau no crear confusión entre sus negocios con fines de lucro y las labores sin fines de lucro de su padre. Esta disputa familiar quedó resuelta poco antes de la muerte de Jacques Cousteau.

En 1990 el compositor francés Jean-Michel Jarre, produjo un disco titulado Waiting for Cousteau. De sus cuatro temas, tres se titulan Calypso (divididos como «parte 1», «parte 2» y «parte 3»), nombre del barco que Cousteau hizo célebre con sus documentales. El cuarto tema se titula como el disco mismo, Waiting for Cousteau, con una duración aproximada de unos 40 minutos.

El 25 de junio de 1997 Jacques-Yves Cousteau falleció a los 87 años. Su funeral, al que acudieron miles de personas, fue celebrado en la catedral de Notre-Dame en París. Sus cenizas fueron trasladadas al mausoleo familiar en Saint-André-de-Cubzac, su ciudad natal. La Sociedad Cousteau y su homólogo francés el Equipo Cousteau, los cuales fueron fundados por él, siguen activos en la actualidad.

Dentro del legado que Cousteau dejó al mundo, se cuentan:

Desveló la vida submarina a través de más de 115 documentales de televisión y películas (L'Odyssée sous-marine du Commandant Cousteau para la televisión o El mundo del silencio para el cine, entre otros).
Aportó al conocimiento de las especies marinas, su clasificación y comportamiento
Descubrió nuevas especies marinas
Fue el coinventor de la escafandra autónoma moderna junto al ingeniero Émile Gagnan
Adaptó las cámaras fotográficas al medio acuático
Fue un imaginativo y genial divulgador de la ciencia
Contribuyó a la medicina submarina
Fue un gran defensor y custodio del medio ambiente
Participó en el diseño de la turbovela, una tecnología que permite que un barco se desplace por medio de la energía eólica
Luchó por que la Antártida fuera consagrada a la paz y la ciencia, hoy mandato del Tratado Internacional y su Protocolo de Madrid



Datos complementarios

El 17 de noviembre de 2009, el gobierno federal mexicano cambió el nombre de la isla mexicana de Cerralvo, ubicada en el Mar de Cortés, a Jacques Cousteau, como un homenaje al oceanógrafo, quien pasó largas temporadas explorando ese mar, al que llamó «el acuario del mundo». Sin embargo, debido a la falta de consulta con la población del litoral, hay creciente oposición ciudadana y legislativa al cambio de nombre.
Su hijo Philippe Cousteau murió en 1979 a bordo de un PBY Catalina al estrellarse el aparato.
Cousteau descubrió el HMHS Britannic, el tercer mayor transatlántico de la línea White Star Line, en su viaje a las islas griegas del mar Egeo.
En 1999, su hijo mayor, Jean-Michel Cousteau fundó la organización Ocean Futures Society dedicada a la protección de los océanos por medio de la educación.
En 2012, el grupo español Els amics de les arts dio a conocer el sencillo Monsieur Cousteau, perteneciente a su álbum Espècies Per Catalogar, el cual hace referencia a Cousteau. El video musical está basado en su vestimenta frecuente (gorro rojo, camisa azul y lentes), también aparecen VHS en referencia a sus películas y documentales.

Su barco se llamaba CALYPSO.



Carta de Derechos de las Generaciones Futuras

El oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, conocido por ser un gran divulgador científico, inventor y promotor ambiental, inició una cruzada ecológica ante diversos foros internacionales. Su propósito consistía en llamar la atención sobre los peligros a los que se enfrentarían las futuras generaciones ante el deterioro de nuestro planeta.

La preocupación del Comandante Cousteau le llevó a publicar en 1979 un documento que tituló “Carta de Derechos de las Generaciones Futuras” (“A Bill of Rights for Future Generations”) . Este documento contiene una serie de principios encaminados a la protección de los derechos de las futuras generaciones.

Como nos refiere el mismo Cousteau, el documento fue elaborado por la sociedad que lleva su nombre, con la ayuda de los profesores de Columbia E. Allan Farnsworth, reconocido turista estadounidense; Gabriel H. Nahas, médico de profesión; y el filósofo H. Standish Thayer, a quien el City College de Nueva York reconoció como profesor emérito. Con base en el trabajo producido por este pequeño grupo de profesionales de las más diversas ciencias, Cousteau pretendía que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras fuera adoptada por la AGNU. Para lograr dicho fin, la Sociedad Cousteau recabó nueve millones de firmas para respaldar la presentación del proyecto ante dicha organización en octubre de 1994. Latino América contribuyó con cinco millones de firmas, destacando Costa Rica con setecientas cincuenta mil firmas.

Si bien es cierto que el intento de Cousteau de establecer una Carta de Derechos de las Generaciones Futuras no estaba fundamentado sobre una base jurídica sólida, es importante mencionar que en el año en que publicó el documento ya existían una serie de instrumentos internacionales que hacían mención a la protección de las futuras generaciones. Las necesidades e intereses de las generaciones futuras ya se mencionaban además en diversos instrumentos normativos, entre ellos la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, cuya adopción en 1972, marcó un hito para el desarrollo del tema. La intención de abordar esta cuestión en dicho tratado internacional obedecía, entre otras cosas, al deseo de salvaguardar el patrimonio cultural mundial a fin de que pudiera transmitirse intacto a las generaciones futuras.

Podemos añadir que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras del “Capitán Planeta” tenía un giro eminentemente ambientalista y desde su primer artículo declaraba que nuestros sucesores tienen derecho a un planeta no contaminado y libre de daños. La solidaridad intergeneracional está plasmada en el artículo segundo del proyecto de Cousteau, en el cual se señala que cada generación tiene el deber de prevenir daños irreversibles e irreparables a la vida en la Tierra, así como a la vida y dignidad humana. Del tercer artículo de la Carta bien podría decirse que es un antecedente del principio precautorio en materia ambiental, ya que enfatiza que cada generación debe vigilar y evaluar los impactos desfavorables que las alteraciones y modificaciones tecnológicas pueden tener en la vida en la Tierra, el balance de la naturaleza y la evolución humana.

El deseo de Cousteau, consistente en la adopción de la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras por la Asamblea General de las Naciones Unidas, no se cumplió. No obstante, la UNESCO prestó mayor atención a las demandas de Cousteau y para responder a ellas, en 1994, patrocinó una Reunión de Expertos organizada por el Instituto Triconental de la Democracia Parlamentaria y de los Derechos Humanos de la Universidad de La Laguna sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras. El 26 de febrero de ese año, la Reunión de Expertos, en la que participaron el Equipo Cousteau y un gran número de expertos de todo el mundo, culminó sus trabajos con la Declaración de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras o Declaración de La Laguna.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacques-Yves_Cousteau
www.astrocienciasecu.blogspot.com

10 de marzo de 2015

Marte tuvo un océano con suficiente agua como para cubrir todo el planeta

NASA/GSFC
Marte contaba con más de 20 millones de kilómetros cúbicos de líquido


  • La NASA cree que Marte llegó a albergar más agua que el Océano Ártico
  • Así, el planeta fue más húmedo, y quizá menos inhóspito, de lo que se creía





El actual planeta rojo estuvo hace mucho tiempo teñido de azul en buena parte de su superficie. Científicos de la NASA han determinado que Marte tuvo un océano hace unos 4.500 millones de años que ocupó el 19% del planeta, pero con un volumen como para cubrirlo por completo, según un estudio publicado este jueves en la revista Science. El equipo liderado por el ingeniero argentino Gerónimo Villanueva calcula que, si se hubiera extendido de manera uniforme, con una profundidad de 137 metros, la cantidad de agua que albergó el planeta podría haberlo cubierto por completo. No obstante, creen que el océano marciano, con unos 20 millones de kilómetros cúbicos y hasta 1,6 kilómetros de profundidad en algunos puntos, se concentró en las planicies del hemisferio Norte y no cubrió la totalidad del planeta, sino el 19%. Comparativamente, esta extensión sería superior a la del Océano Ártico en la Tierra, que ocupa el 17%, según informa la NASA.


   
Los investigadores han utilizado el observatorio europeo en el desierto de Atacama (Chile), el observatorio W.M. Keck Observatory situado en Hawai y el Telescopio de Infrarrojos de la NASA también en Hawai para estudiar la atmósfera marciana. 

Gracias a la precisión de estos instrumentos, los investigadores analizaron la huella de dos partículas de agua diferentes en la atmósfera de Marte, la del agua común H2O y la de su variante HDO, que contiene una variante más pesada del hidrógeno, el deuterio.

 El agua se escapó al espacio 

El equipo analizó los niveles de ambas moléculas varias veces a lo largo de casi seis años y descubrió que, mientras el agua pesada queda atrapada en el ciclo del agua marciano, el agua común tiende a escapar al espacio. 

Si se compara la proporción de HDO y H2O en el hielo de los polos de Marte con la de agua atrapada en un meteorito marciano con 4.500 años de antigüedad, los científicos pueden medir los cambios atmosféricos subsecuentes para determinar la cantidad de agua que ha escapado al espacio y a qué ritmo, y por tanto cuánta hubo. 

"Con este trabajo, podemos entender mejor la historia del agua en Marte", ha explicado Villanueva, científico del Centro Goddard de la NASA. 

"Nuestro estudio proporciona una estimación sólida de la cantidad de agua que Marte tuvo alguna vez, mediante la determinación de cómo se perdió gran parte del agua al espacio", ha indicado. 

Villanueva apunta, además, a que el planeta fue más húmedo de lo que se había pensado hasta ahora, lo que abre la posibilidad de que fuera un lugar menos inhóspito con las condiciones para que se diera la evolución de la vida en un planeta que actualmente es básicamente un desierto. 


Fuentes: Rtve.es

17 de enero de 2015

El uso del mar puede causar la misma extinción de animales que en la tierra, según un estudio

Salto de una ballena jorobada en Puerto López, en Ecuador.Thinkstock photos
  • Un estudio alerta de signos del comienzo de una revolución industrial marina
  • La vida marina es aún tan saludable como era la terrestre hace miles de años
Un consorcio de científicos advierte, en un estudio sobre los actuales patrones de uso humano de los océanos, de signos de que las poblaciones de animales marinos podrían tener que afrontar un gran desafío en los próximos cien años, similar al colapso que ha conducido a la extinción de 500 especies de animales terrestres.

Las poblaciones de vida silvestre en los océanos son tan saludables como lo eran las de la tierra cientos o miles de años atrás, pero esto puede estar a punto de cambiar. Así, los mismos patrones que llevaron al colapso de las poblaciones de la fauna terrestre se están produciendo en el mar, según concluye la investigación que se publica este jueves en Science.

Durante los últimos 500 años, cerca de 500 especies de animales terrestres han ido extinguiéndose como consecuencia de la actividad humana. En el océano, donde los científicos han contabilizado sólo 15 o menos pérdidas de ese tipo, los números en la actualidad no son tan graves, pero pueden llegar a serlo.

Los efectos de la Revolución Industrial

El nuevo documento compara la marcha de la Revolución Industrial en la tierra con los actuales patrones de uso humano de los océanos del mundo.

Durante la década de 1800, grandes extensiones de tierras de cultivo y fábricas hicieron retroceder los bosques y emplearon recursos que fueron minando y perforando la tierra. Como resultado, muchas especies terrestres se extinguieron. Sin embargo, en el océano, la pesca continuó dependiendo de veleros agrupados en pequeñas zonas de aguas cerca de la costa.

"Ha cambiado mucho en los últimos 200 años --lamenta el autor principal de este trabajo, Douglas McCauley, profesor del Departamento de Ecología, Evolución y Biología Marina (EEMB, por sus siglas en inglés) de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos--. Nuestra caja de aparejos se ha industrializado".

Las amenazas para los océanos

Las granjas industriales en el mar son una de las amenazas para los oceános que señala el coautor Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos. "Las granjas camaroneras se están comiendo los manglares con un apetito similar al de la agricultura terrestre, que consumió praderas nativas y bosques.

Las concesiones mineras del fondo marino se persiguen con el mismo fervor que la fiebre del oro y las máquinas de minería oceánica de 300 toneladas y barcos de pesca de 750 pies están iniciando su despliegue en la cadena de montaje para hacer este trabajo", alerta.

Según los autores, el aumento de la utilización industrial de los océanos y la globalización de la explotación del océano amenazan con dañar la salud de las poblaciones de fauna marina, haciendo la situación en los océanos tan sombría como que en la tierra. Como señala McCauley, ahora se pesca con helicópteros, súper barcos de arrastre guiados por satélite y las largas hileras que se extienden desde Nueva York a Filadelfia.

Revolución industrial marina

"Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina -advierte--. Estamos preparando los océanos para reproducir el proceso Armagedón de la vida silvestre que hemos diseñado en la tierra". El trabajo señala como posible solución dejar a salvo del desarrollo industrial y la pesca más y mayores áreas del oceáno.

Sin embargo, el coautor Robert Warner, profesor de investigación de EEMB en UCSB, alerta de que esas reservas no son suficientes. "Necesitamos una política creativa y eficaz para tratar el daño infligido a la fauna marina en los vastos espacios entre las zonas marinas protegidas", apuesta.

Entre las amenazas más graves para la fauna marina está el cambio climático, que según los científicos está degradando los hábitats de la fauna marina y tiene un mayor impacto en estos animales que el que provoca en la fauna terrestre.

"Los ingredientes necesarios para la recuperación"

"Cualquier persona que ha tenido siempre una pecera sabe que si se pone un calentador en el acuario y se vuelca ácido al agua, los peces tienen problemas", pone como ejemplo el coautor Malin Pinsky, ecologista de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos. "Esto es lo que está haciendo el cambio climático actualmente en los océanos", añade.

Aún así, como subrayan los investigadores, la relativa salud de los océanos presenta una oportunidad para salvarlos. "Debido a que no ha habido tantas extinciones en los océanos, todavía tenemos los ingredientes necesarios para la recuperación", apunta McCauley.

El futuro del océano está aún por determinar, según los autores de esta investigación. "Podemos meter la pata hacia adelante y hacer los mismos errores en el mar que cometimos en la tierra o podemos trazar colectivamente un futuro diferente y mejor para nuestros océanos", concluye Warner.


Fuentes: RTVE.es / EUROPA PRESS

La NASA confirma que 2014 ha sido el año más caluroso desde que hay registros

La temperatura media mundial global (sumando tierra y mar) fue de 0,69 grados celisus. NASA
  • Es el más cálido desde 1880, superando los registros de 2005 y 2010
  • Nueve de los diez años más calidos han sido desde el año 2000
  • La ONU ya había alertado de que 2014 fuese el año más cálido
El año 2014 ha sido confirmado como el más cálido para la Tierra desde 1880, de acuerdo con sendos análisis de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

La temperatura media mundial global (sumando tierra y mar) fue de 0,69 grados celisus por encima del promedio del siglo 20. Este fue el más alto entre todos los 135 años en el expediente 1880-2014, superando los registros anteriores de 2005 y 2010 en 0,04 grados.

El record de calor se extendió a todo el mundo, desde el Extremo Oriente de Rusia al oeste de Alaska, el oeste de Estados Unidos, partes del interior de América del Sur, la mayor parte de Europa, el norte de Africa, partes del este y el oeste de Australia costera, gran parte del noreste del Pacífico alrededor el Golfo de Alaska, el Pacífico ecuatorial occidental, grandes franjas del Atlántico noroeste y sudeste, la mayor parte del mar de Noruega y partes del centro hasta el sur del Océano Indico.



Nueve de los diez años más calidos, desde 2000 

Los diez años más cálidos en el registro instrumental, con la excepción de 1998, se han producido desde el año 2000. Esta tendencia continúa el calentamiento a largo plazo del planeta, según un análisis de las mediciones de temperatura en superficie realizado por los científicos en el Instituto de Estudios Espaciales Goddard de la NASA (GISS) en Nueva York. 
En un análisis independiente de los datos en bruto, científicos de la NOAA también han encontrado que 2014 ha sido el más cálido registrado. 
"La tendencia al calentamiento a largo plazo observado y el ranking de 2014 como el año más caluroso registrado refuerza la importancia para la NASA de estudiar la Tierra como un sistema completo, y en particular de entender el papel y el impacto de la actividad humana", ha asegurado John Grunsfeld, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington. 

Aumento del dióxido de carbono y otras emisiones humanas 

Desde 1880, la temperatura media de la superficie de la Tierra se ha calentado unos 0,8 grados Celsius, una tendencia que está impulsada en gran medida por el aumento del dióxido de carbono y otras emisiones humanas en la atmósfera del planeta. La mayor parte del calentamiento se ha producido en las últimas tres décadas. 
"Este es el último de una serie de años cálidos en una serie de décadas cálidas. Mientras el ranking de años individuales puede verse afectado por patrones climáticos caóticos, las tendencias a largo plazo son atribuibles a factores de cambio climático que en este momento están dominados por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero", ha dicho el director del GISS Gavin Schmidt. 
Mientras que 2014 las temperaturas siguen la tendencia al calentamiento a largo plazo del planeta, los científicos aún esperan ver de año a año las fluctuaciones en la temperatura media global causada por fenómenos como El Niño o La Niña. Las diferencias regionales en la temperatura se ven más fuertemente afectadas por la dinámica del tiempo que la media mundial. Por ejemplo, en los EE.UU. en 2014, partes del Medio Oeste y la Costa Este fueron inusualmente frías, mientras que Alaska y tres estados del oeste -California, Arizona y Nevada- experimentaron su año más cálido de la historia, según la NOAA.


Fuentes: RTVE.es

25 de junio de 2013

La Península Ibérica se «tragará» el Atlántico en 220 millones de años

Joao Duarte
El océano Atlántico será tan solo un recuerdo dentro de 220 millones de años


Si aún queda alguien por aquí dentro de 220 millones de años, EE.UU. estará mucho más cerca de la Península Ibérica. Suena a eslogan de una agencia de viajes, pero es literal: para entonces, si las previsiones del geólogo portugués Joao Duarte se cumplen, Iberia y Norteamérica se aproximarán, y lo que hoy conocemos como océano Atlántico será un recuerdo tan antiguo como para nosotros lo son los dinosaurios del Jurásico.
 

El mapamundi que conocemos no es más que la foto del instante geológico en que nos ha tocado vivir. Todo escolar aprende que la corteza terrestre está dividida en placas tectónicas que derivan sobre el manto, la capa inferior, y que estas láminas, tan delgadas a escala como la nata que flota en el café con leche, se crean y se destruyen, formando supercontinentes que luego se fragmentan y se separan. Las fronteras entre dos placas donde una se sumerge bajo la otra y se recicla se llaman zonas de subducción.

Lo que Duarte y sus colaboradores han descrito es que estamos asistiendo al nacimiento de una zona de subducción, y se encuentra muy cercana a nosotros, al suroeste de la Península Ibérica. Allí se encuentra el borde de la placa de Iberia, que forma parte de la placa euroasiática. Ese lugar era un borde pasivo, sin actividad. Sin embargo, un mapeo en 3D y alta resolución del fondo marino y de sus fallas tectónicas, realizado por tecnologías de sonar, ha encontrado signos de fracturas que indican que esa zona se está activando. “La idea del inicio de una subducción ha rondado en la comunidad geológica durante casi 20 años”, explica Duarte a Efe. “Lo que hemos detectado es el comienzo de un margen activo; es como una zona de subducción embrionaria”, asegura el científico.

El investigador, que trabaja en la Universidad de Monash (Australia), relaciona esta incipiente actividad tectónica con seísmos históricos: “La actividad sísmica de alta magnitud, como el terremoto de 1755 [que devastó Lisboa] y el de 1969 [que afectó al sur de Portugal y Andalucía oriental] sugerían que estaba ocurriendo algo en esa área. En 2002, Gutscher [coautor del estudio] identificó una vieja zona de subducción activa debajo de Gibraltar”. “Compilando los datos y reinterpretándolos, encontramos pruebas del nacimiento de una subducción, que probablemente comenzó hace entre 20 y 5 millones de años. Además, hemos aportado un mecanismo para la reactivación del margen, consistente en fuerzas que se propagan desde la subducción de Gibraltar, junto con la convergencia entre África y Eurasia”.


Joao Duarte
El océano Atlántico será tan solo un recuerdo dentro de 220 millones de años


Ciclo de Wilson

Duarte postula que estamos ante una nueva fase del ciclo de Wilson, el proceso que en los últimos cuatro mil millones de años ha obrado al menos tres reformas integrales en la fachada de nuestro planeta, fragmentando los supercontinentes y abriendo océanos entre los pedazos para luego reunirlos de nuevo en grandes masas de tierra.

Y en esta ocasión, ocurrirá así: “La placa euroasiática, que ahora se extiende de forma continua hasta la dorsal mesoatlántica, se romperá en dos a lo largo del margen al oeste de Portugal y Galicia”, detalla el geólogo. “La parte atlántica de la corteza, al oeste de este margen, quedará destruida al sumergirse en el manto bajo la Península Ibérica”.

Sin embargo, en geología no existen las prisas; según el estudio publicado por Duarte y sus colaboradores en la revista Geology, el borde suroeste de la placa ibérica no se convertirá en toda una señora zona de subducción hasta dentro de unos 20 millones de años. Una minucia comparada con los 220 millones de años que deberán pasar hasta que el Viejo Mundo y el Nuevo se reúnan.

Debido precisamente a lo dilatado de esta escala geológica de tiempo, “no deberíamos esperar un aumento de la actividad sísmica”, aclara Duarte. “El proceso lleva en marcha unos cuantos millones de años y llevará muchos más. Terremotos como los de Granada están relacionados con la vieja zona de subducción de Gibraltar, pero otros como el de 1969 están claramente más al oeste, en la nueva zona en formación”. A pesar de todo, el geólogo alerta: “En cualquier caso, deberíamos estar preparados para seísmos gigantescos originados en esta región, como el de 1755, y no lo estamos”.


Fuentes: ABC.es

16 de abril de 2013

Los seres vivos de la fosa oceánica más profunda del mundo

El inquietante paisaje de una zona del Arco de las Marianas. (Foto: Cortesía de la Submarine Ring of Fire 2006 Exploration, NOAA Vents Program)


Un equipo internacional de investigadores ha anunciado los primeros resultados científicos del análisis de muestras de uno de los lugares más inaccesibles de la Tierra: el fondo de la Fosa de las Marianas, ubicado a casi 11 kilómetros por debajo del nivel del mar en el Pacífico occidental. El fondo de esa fosa es el sitio más profundo de la Tierra explorado por el Ser Humano.

Su análisis documenta que existe una comunidad de bacterias muy activa en el conjunto de sedimentos de la fosa, a pesar de que el ambiente se encuentra bajo una presión extrema, casi 1.100 veces mayor que la reinante en la superficie del mar.

De hecho, los sedimentos contienen casi 10 veces más bacterias que los sedimentos de la llanura circundante ubicada a una menor profundidad, concretamente a entre unos 5 y 6 kilómetros. ¿Por qué?

El motivo parece ser que las fosas abisales actúan como focos de actividad microbiana porque reciben un flujo inusualmente alto de materia orgánica, compuesta por animales muertos, algas y otros microbios, procedente de zonas cercanas y menos profundas. Es probable que parte de este material provenga de estratos superiores del fondo marino, y que se desprenda y caiga al abismo durante los terremotos, que son comunes en la zona. De ese modo, aunque las fosas abisales, como la Fosa de las Marianas, representan sólo una minúscula parte del fondo oceánico del planeta, tienen un papel relativamente grande en el balance del carbono marino y, por ende, en el ciclo global del carbono.


El equipo del profesor Ronnie Glud de la Universidad del Sur de Dinamarca, y especialistas de otras instituciones en Dinamarca, Alemania, Japón y Escocia, se valieron para su investigación sobre la Fosa de las Marianas de un robot submarino que mide casi 4 metros de altura y pesa 600 kilogramos. Entre otras cosas, el robot está equipado con sensores ultrafinos que se insertan suavemente en el fondo del mar para medir la distribución de oxígeno con una alta resolución espacial.

Las imágenes captadas en el fondo de la Fosa de las Marianas, confirman que hay muy pocos animales grandes a esas profundidades. El fondo del abismo es un mundo dominado por los microbios que están adaptados a funcionar con eficacia sometidos a condiciones que resultan muy inhóspitas para la mayoría de los organismos superiores.

Información adicional




Fuentes : www.nature.com

5 de abril de 2013

Cuando los océanos de la Tierra eran químicamente hostiles para la vida

[Img #12874] Hubo una época en que los océanos de la Tierra eran químicamente hostiles para la vida. (Imagen artística: Amazings / NCYT / JMC)

Un nuevo modelo sugiere que aguas inhóspitas, ricas en sulfuro de hidrógeno pudieron haber retrasado la propagación de formas de vida compleja en los océanos primitivos de nuestro mundo.

Los resultados de la investigación aportan conclusiones claras sobre la composición de los mares hace entre 550 y 700 millones de años, y muestran que la disponibilidad biológica del nitrógeno fue un factor clave en la regulación de un conjunto de condiciones que hacían del mar un lugar tóxico y pobre en oxígeno, lo cual probablemente demoró el establecimiento de formas de vida compleja.

Los datos obtenidos de rocas antiguas indican que las aguas oceánicas profundas de la Tierra primitiva, a diferencia de las actuales, contenían poco oxígeno, y oscilaban entre un estado rico en hierro y un estado rico en el tóxico sulfuro de hidrógeno. Este último estado es el resultado de la actividad de bacterias que sobreviven en ambientes con poco oxígeno y poco nitrato.

El estudio llevado a cabo por el equipo de Richard Boyle, de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, muestra cómo las bacterias que usan nitrato en su metabolismo habrían desplazado a las bacterias menos eficientes energéticamente que producen sulfuro, lo cual indica que la presencia de nitrato en los océanos evitó la acumulación del tóxico sulfuro de hidrógeno.




Mares tóxicos podrían haber retrasado la difusión de la vida compleja. Imagen cortesía de Shutterstock.








 El modelo usado en la investigación, desarrollado por especialistas de la Universidad de Exeter, en colaboración con el Laboratorio Marino de Plymouth, la Universidad de Leeds, el University College de Londres, todas estas instituciones en el Reino Unido, y la Universidad del Sur de Dinamarca, revela la sensibilidad de los océanos primitivos al ciclo global del nitrógeno. Este modelo muestra cómo la disponibilidad de nitrato, y las reacciones en el ciclo global del nitrógeno, habrían controlado la alternancia de los océanos entre los dos estados carentes de oxígeno, restringiendo potencialmente la propagación de formas tempranas de vida compleja.

Hoy en día, una gran cantidad de nitrato, en el contexto de un océano bien oxigenado, impide un retorno al inhóspito ambiente en que vivió la vida arcaica.

Determinar cómo los océanos de la Tierra han establecido la estabilidad a largo plazo ayuda a entender mejor cómo los océanos modernos interactúan con la vida y también brinda nuevos y reveladores datos sobre la sensibilidad de los océanos a cambios en su composición química.

Información adicional



Fuentes :

3 de marzo de 2013

SCI-TECHscience - SeaOrbiter, el laboratorio oceánico del futuro



Un arquitecto francés proyecta construir un navío orbital oceánico medio barco, medio submarino con el que estudiar el agua que recubre el 70 por ciento de nuestro planeta.



Fuentes :  euronews science

28 de noviembre de 2012

A 3,2 MILÍMETROS POR AÑO, NO A 2. El nivel del mar sube un 60% más rápido que lo previsto por el IPCC en 2007

Foto: ESA



El nivel del mar está subiendo un 60 por ciento más rápido que las proyecciones del cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, según una investigación de expertos del Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático, Tempo Analytics y el Laboratorio de Estudios en Geofísica y Oceanografía Espaciales, publicada este miércoles en 'Environmental Research Letters'.

Así, mientras la temperatura aumenta y parecen ser consistentes las proyecciones realizadas en el cuarto informe de evaluación del IPCC (AR4), las mediciones por satélite indican que los niveles del mar están aumentando realmente a un ritmo de 3,2 milímetros al año, frente a la mejor estimación de 2 milímetros anuales.

El estudio realizó un análisis de las temperaturas globales y los datos del nivel del mar durante las últimas dos décadas y comparó ambas proyecciones con las hechas en el informe tercero y cuarto del IPCC. Los resultados se obtienen tomando los promedios de los cinco terrenos disponibles y la serie mundial de la temperatura del océano.

Después de eliminar los tres fenómenos que causan variabilidad a corto plazo en las temperaturas globales (variaciones solares, aerosoles volcánicos y El Niño/Oscilación del Sur), los científicos descubrieron que la tendencia al calentamiento global en este momento es de 0,16 ° C por década, conclusión que sigue de cerca las proyecciones del IPCC. Pero las mediciones satelitales de los niveles del mar mostraron una imagen diferente, con unas tasas de aumento de un 60 por ciento más rápido que las proyecciones en el AR4.

Las mediciones satelitales del nivel del mar suben por el rebote de las ondas de radar detrás de la superficie del mar, pero estos aparatos son mucho más precisos que los medidores de mareas, ya que tienen cobertura casi global, mientras que estos últimos sólo muestran mediciones a lo largo de la costa. Los mareógrafos también incluyen la variabilidad que no tiene nada que ver con los cambios en el nivel del mar global, sino más bien con la forma en la que el agua se mueve en los océanos, por ejemplo, bajo los efectos del viento.

El estudio también muestra que es muy poco probable que el aumento de la tasa se deba a la variabilidad interna del sistema climático y concluye que los componentes no climáticos de la subida del nivel del mar, como el almacenamiento de agua en los embalses y la extracción de aguas subterráneas, no tienen un efecto en las comparaciones realizadas.

"Este estudio demuestra una vez más que el IPCC está lejos de ser alarmista, pero en realidad tiene subestimado el problema del cambio climático, que se aplica no sólo en el aumento del nivel del mar, sino también a eventos extremos y la pérdida de hielo marino en el Ártico", afirmó el autor principal de la investigación, Stefan Rahmstorf.


Fuentes : EUROPA PRESS

10 de octubre de 2012

OCEANOGRAFÍA - SMOS refina las medidas de salinidad marina

Las medidas de los satélites de observación de la Tierra deben ser totalmente fiables. 
La ESA está comparando las mediciones de la salinidad de la superficie marina obtenidas con boyas para confirmar las medidas de SMOS.

Desde su lanzamiento en 2009, el satélite de la ESA SMOS (siglas en inglés de Humedad del Suelo y Salinidad del Océano) nos ha ayudado a entender el ciclo del agua.

Como en cualquier misión de observación de la Tierra es importante validar las medidas tomadas desde el espacio. Para ello se comparan los datos del satélite con los obtenidos directamente en el agua.

Para SMOS, eso significa comparar sus medidas con datos de boyas o flotadores que miden la salinidad del océano a distintas profundidades.

Una de las principales redes de boyas in situ es Argo. La red, una colaboración de más de 50 investigadores y agencias en más de 30 países, emplea boyas autónomas para medir tempearatura, salinidad y datos de corrientes profundas.

Con más de 3500 boyas activas, las boyas de Argo toman datos in situ en los primeros 2000 metros de profundidad del océano.

Estas medidas son comparadas después directamente con los datos de SMOS, que a su vez cubren todo el océano y proporcionan medidas de la salinidad en la superficie marina a hasta un centímetro de profundidad.

Las mediciones de SMOS resultan de promediar los registros en una superficie de 40x40 kilómetros cuadrados, pero la diferencia en tamaño del área medida y otros factores, como el ruido de fondo, generan diferencias entre sus resultados y los de Argo.

Mapa de salinidad oceánica, y posición de las boyas. (Foto ESA)

“Como las medidas de Argo se toman a una profundidad mucho mayor que las de SMOS, debemos tener en cuenta la estratificación de la capa superior de los océanos a la hora de comparar ambas medidas de salinidad en la época de lluvias”, señala Jacqueline Boutin, del Laboratorio para la Oceanografía y el Clima (LOCEAN), en Francia.

“La lluvia en el océano, por ejemplo, hará que las medidas de SMOS den una salinidad inferior a la de Argo”.

La ventaja que tiene SMOS frente a las boyas de Argo es que el satélite proporciona una panorámica completa de todo el océano cada cinco días.

Las medidas de Argo, por otra parte, dan datos de salinidad muestreados a resolución inferior a la de SMOS cada 10 días.

La mayor precisión que proporcionan las boyas de Argo, sin embargo, complementa las medidas de SMOS. 





Fuente: ESA

8 de octubre de 2012

Científicos de Australia aprenden a combatir las estrellas de mar que matan los corales

  • Una sustancia a base de carbonatos y proteínas animales acaba con ellas
  • La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales en 27 años


La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales en 27 años.AFP PHOTO / FILES / KATHARINA FABRICIUS / AUSTRALIAN INSTITUTE OF MARINE SCIENCE

Un equipo de científicos ha descubierto un método para combatir la especie de estrella de mar conocida como corona de espinas, que está acabando con los corales en medio mundo, como la Gran Barrera de Australia, el mayor arrecife coralino del mundo, ha anunciado la Universidad James Cook de Australia.

"Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales. En los últimos 50 años, han causado más daños que el blanqueo (una de las mayores amenazas del coral)", ha asegurado el colombiano Jairo Rivera Posada, de la Universidad James Cook, en un comunicado.



"Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales."

Rivera, nacionalizado australiano, se encontraba con su profesor, Morgan Pratchett, en la isla Lizard, en el norte de la Gran Barrera de Coral, cuando se dio cuenta de que la solución que se utiliza para cultivar bacterias Vibrio podía afectar a las coronas de espinas.

Con esta idea en mente, los científicos elaboraron unasustancia a base de carbonatos y proteínas extraídas de tejidos animales que mata a estos invertebrados o Acanthaster planci. Además, otras estrellas de la misma especia que estuvieron próximos al sujeto tratado se contagiaron con afección mortal.

Pratchett ha opinado que este hallazgo abre las puertas para desarrollar un método seguro y rápido para controlar las colonias de coronas de espinas, pero a la vez advirtió de que aún deben analizar el efecto de la mezcla en otras especies y el medioambiente.

La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales

El Instituto Australiano de Ciencias Marinas advirtió hace unos días que la Gran Barrera de Coral ha pedido más de la mitad de sus corales en los últimos 27 años a consecuencia, principalmente, de las tormentas y las coronas de espinas.

La investigación señala que si se erradican las coronas de espinas, la tasa anual de recuperación de los corales podría aumentar en un 0,89%.

La destrucción de los corales es causada en un 48% por las fuertes tormentas y en un 42% por la presencia de las corona de espinas (Acanthaster planci).

La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento del nivel de acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.

Fuentes : Rtve , EFE

7 de octubre de 2012

Google nos descubre los tesoros submarinos


Google se sumerge en las profundidades de mares y océanos para descubrirnos un mundo desconocido.

Tras Google Maps, Earth y Street View, llega Google Sea View. Gracias a este proyecto, la vida marina de la Gran Barrera de Coral puede ser seguida con los ordenadores de todo el mundo en tiempo real.

Ha sido posible gracias a la colaboración de Google con The Catlin Seaview Survey, uno de los estudios científicos más importantes de los arrecifes.


Fuentes : hi-tech Euronews

4 de octubre de 2012

Un grupo de microorganismos utiliza la urea para crecer en condiciones de frío extremo

  • Las arqueas son microorganismos polares que desarrollan su vida en el Polo
  • Este compuesto proviene de los desechos de multitud de organismos marinos
  • Los microbios albergan la mayor parte de la diversidad de la vida
Foto de la zona del estudio en Canadá facilitada por el CSIC.

Un trabajo con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un nuevo metabolismo empleado por un grupo de microorganismos marinos, las arqueas, para crecer en ambientes polares durante el invierno.

El estudio se ha publicado en el último número de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS, por sus siglas en inglés).

El documento confirma que estos microorganismos unicelulares, que intervienen en los ciclos del nitrógeno y el carbono del planeta, utilizan tanto el amonio como el carbono de la urea para crecer durante los meses más fríos y oscuros. En el invierno ártico, cuando escasea la luz, la temperatura media del aire es de -39C y los microorganismos marinos tienen que subsistir bajo una capa de hielo de casi dos metros de grosor.

En una campaña realizada durante el Año Polar Internacional 2007-2008, los investigadores comprobaron que un grupo de arqueas, no solo podía subsistir en estas duras condiciones, sino que además crecía hasta triplicar sus poblaciones y, en cambio, al llegar la primavera su número volvía a descender.

Los investigadores comprobaron que estas arqueas no incorporaban CO2 como las algas y las plantas, ni tampoco materia orgánica, como la mayoría de los animales.

Las arqueas forman uno de los tres grandes dominios de la vida, junto a bacterias y eucariotas, entre los cuales están animales y plantas. A pesar de ser microscópicos, los microorganismos albergan la mayor parte de la diversidad de la vida, pero las arqueas se encuentran entre los grupos menos conocidos.

Utilizan la urea como "atajo"

Uno de los enigmas que los científicos siempre se habían planteado era su capacidad para crecer durante el invierno polar. Tras analizar miles de datos metagenómicos y biogeoquímicos obtenidos durante el invierno ártico en el mar de Beaufort, al norte de Canadá, los investigadores han descubierto que las arqueas de la rama Thaumarchaeota utilizan la urea como "atajo" para obtener el amonio que necesitan.

Este compuesto, formado por dos grupos amonio y un CO2, proviene de los desechos de multitud de organismos marinos y, aunque ya se sabía que muchos microorganismos son capaces de degradarla, hasta ahora no se había demostrado su papel como fuente de energía.

El investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar Carlos, Pedrós-Alió, ha explicado que ahora se entiende "cómo este grupo de arqueas crece durante el invierno polar" al descubrir "que obtienen tanto el carbono como el amonio de la urea, una vía más corta que hasta ahora no se había considerado".

El CO2 es incorporado en el material celular mientras que el amonio es oxidado a nitrito para obtener energía. Para Laura Alonso, investigadora del Instituto Español de Oceanografía en Gijón, el descubrimiento "podría explicar por qué las arqueas pueden mantener sus abundantes poblaciones en otros ambientes marinos como el océano profundo (uno de los ecosistemas más extensos y desconocidos), que también se caracterizan por la oscuridad y la frialdad de sus aguas, lo que hace que apenas se disponga de fuentes de energía".

Crecer oxidando amonio o sintetizar compuestos orgánicos son algunas de las capacidades que convierten a las arqueas en actores esenciales de la biogeoquímica del océano. "Los microorganismos marinos son abundantes, diversos y desconocidos, son responsables de la mayor parte de la respiración y de la mitad de la producción primaria del planeta. En los planes de conservación de las regiones polares habría que considerar a los microorganimos además de a los osos y las focas", señala Pedrós-Alió.

Fuentes : Rtve

12 de febrero de 2012

BUQUE DE INVESTIGACIÓN ORIÓN - ARMADA DEL ECUADOR



Distinguido visitante, el Comandante, Oficiales y Tripulantes del B.A.E. ORION, buque de investigación de la ARMADA DEL ECUADOR, expresamos nuestra cordial bienvenida a bordo de esta unidad, deseando que disfrute de nuestro trabajo y del espíritu que nos anima a realizarlo, espíritu de marinos ecuatorianos que creen en su país y su patria. 


Acompáñenos en esta travesía y forme parte de nuestra dotación, que lo acoge con sus brazos abiertos; pues así nos dará la oportunidad de demostrar el esfuerzo silencioso y tesonero de quienes conforman la Armada Nacional y de participar de la camaradería y mística del hombre de mar. Le invitamos a descubrir los secretos de nuestro mar, explorar sus profundidades y con ello a ejercer nuestra soberanía marítima, pues investigar el mar es ejercer nuestro dominio y soberanía marítima.





MISIÓN
Ejecutar investigación hidrográfica y oceanográfica con el propósito de contribuir a la obtención de la cartografía náutica nacional y al conocimiento de nuestro mar territorial, su fondo y subsuelo marino correspondiente.

PRINCIPALES MISIONES CUMPLIDAS

Durante estos últimos 20 años, Orión, el investigador, ha realizado 94 cruceros hidrográficos y oceanográficos, recorriendo 240.000 millas en más de 40.000 horas de operación. Sus principales comisiones han sido:

Tres expediciones a la Antártida (1988, 1990 y 1998), cuyos resultados, de enorme interés para la comunidad Antártica, contribuyeron a materializar la adhesión del Ecuador al Tratado Antártico.
Participación conjunta con el buque alemán R/V SONNE en el proyecto GEOMETEP III, en la investigación de nódulos de manganeso y sulfuros polimetálicos. Los trabajos se efectuaron en el Rift de Galápagos en enero de 1983.
Participación conjunta en el año 2000 con el R/V NADIR de Francia en la investigación sísmica submarina en el área fronteriza entre Ecuador y Colombia utilizando OBS (Ocean Bottom Seismometer).
Participación, desde 1998, en Cruceros Oceanográficos Regionales en conjunto con buques oceanográficos de Colombia, Chile y Perú, Coordinados por la CPPS, con la participación de investigadores esos países.
Septiembre de 2002, fondeo de las primeras boyas oceánicas en el mar ecuatoriano para la vigilancia de las condiciones oceánicas y atmosféricas del Pacífico Ecuatorial Oriental. Este proyecto contribuirá de manera efectiva al Sistema de Alerta Temprana para desastres naturales de carácter Oceánico - Atmosférico como El Niño. 


El 23 de Septiembre de 2010, al culminar el proceso de modernización que fue sometido desde mediados de2008, parte rumbo a las Islas Galápagos con el objetivo de probar sus nuevos equipos y estudiar el fenómeno de El Niño , Durante su trayecto recolectará datos acerca de la temperatura, salinidad, viento superficial, corrientes, oxígeno disuelto y nutrientes marinos, los cuales serán analizados para obtener datos sobre las condiciones oceanográficas y meteorológicas del mar ecuatoriano.






Equipos de Navegación

El buque dispone de dos marcos en "A" con una propia Unidad motriz de accionamiento electrohidráulico. Cuenta con un área de laboratorios de 100 mts2 para los laboratorios de hidrografía, oceanografía, química-biología, geofísica y meteorología; así a fin de cumplir las tareas para las que fue diseñado y construido, posee el adecuado y moderno equipamiento para la navegación, propulsión, autonomía y operaciones de cubierta, además y como equipos especializados entre los más importantes cuenta con los siguientes:

Equipos de Hidrografía: Sistema de posicionamiento hidrográfico DGPS.
Sistema automático de levantamiento hidrográficos HYPACK.
Ecosonda hidrográfico ECOTRACK 3200

Equipos de Oceanografía: Ecosonda oceanográfico No.1 RAY-THEON. Ecosonda oceanográfico No. 2 RAY-TEON
Termosalinógrafo Interocean.
Botellas de muestreo NISKIN
Batitermógrafo Mecánico Hidrobios.
Roseta multimuestreadora General Oceanic Mod. 1015-24.

Equipos de Geofísica: XBT-CTD
Sistema de perfilamiento sísmico EG&G
Sistema de mapeo de fondo marino SMS EG&G.
Recolector de muestras de fondo DRAGAS - PISTON CORER.

Equipos Meteorológicos: Facsímile ALDEN.

Equipos de Operación: No.1 8.000 m. Diámetro variable de 6mm a 9mm.
No. 2 1.800 m. Diámetro 6,4 mm (CTD).
No. 3 700 m. Diámetro 9,5 mm.

Equipos de Comunicación: Sistema INMARSAT (Telex-Teléfono-Fax)
Central Comunicación interna Transceptor HF JRC 720.
Teléfono satelital.
VHF FURUNO.

Equipos de Control: Sistema control vídeo JAVELIN.
Sistema control vídeo PHILIPS.4


http://www.inocar.mil.ec/links.php?C=3&S=1&SbS=1&idC=1
http://es.wikipedia.org/wiki/BAE_Ori%C3%B3n_(BI-91)