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15 de julio de 2017

La posibilidad de hallar vida en el sistema TRAPPIST-1 es menor de lo que se pensaba

Impresión artística de la vista desde la superficie de uno de los planetas del sistema TRAPPIST-1. EFE ESO

El hallazgo de tres posibles planetas con vida en este sistema fue sorprendente

Su estrella emite una alta radiación ultravioleta y potentes chorros magnéticos

Sus efectos son destructivos para la atmósfera de los planetas que la orbitan


El sistema TRAPPIST-1, tres de cuyos siete planetas están en la zona de habitabilidad, presenta características que "hacen mucho menos probable de lo que generalmente se creía" que alguno de ellos pueda sustentar vida, según dos informes publicados este jueves.

El descubrimiento de TRAPPIST-1 causó gran expectación cuando fue anunciado el pasado febrero, por tratarse de un sistema de siete planetas de masa similar al nuestro y posiblemente rocosos, tres de los cuales se encuentran en la zona habitable, lo que supone que pueden tener agua líquida.




Sin embargo, el comportamiento de ese sistema "hace mucho menos posible de lo que generalmente se creía que los planetas que lo forman pudieran sustentar vida", señala un comunicado del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EE.UU.).

Radiación ultravioleta mayor que en la Tierra

La estrella de TRAPPIST-1, una enana roja, es mucho más tenue y menos masiva que nuestro Sol, su rotación es rápida y genera destellos energéticos de radiación ultravioleta.

El responsable de uno de los equipo Manasvi Lingam indicó que "el el concepto de zona habitable está basado en si la órbita de un planeta se encuentra a una distancia de la estrella en la que puede darse el agua en estado líquido", sin embargo este "es solo un factor para determinar si un planeta puede albergar cualquier tipo de vida".

Los investigadores analizaron muchos factores para saber cómo podrían afectar las condiciones de la estrella en la superficie de los planetas, entre ellos la temperatura o las radiaciones ultravioletas.

Los resultados señalaron que los planetas del sistema TRAPPIST 1 estarían bombardeados por una cantidad de radiación ultravioleta de una intensidad mucho mayor que la experimentada en la Tierra.

"Debido a la embestida de la radiación, nuestros resultados indican que la atmósfera de los planetas sería en gran parte destruida", lo que afecta de manera negativa "las posibilidades de que se forme vida en ellos o que pueda persistir", explicó el profesor Avi Loeb, del mismo equipo.

Ambos expertos estiman que la posibilidad de que pueda haber vida compleja es menos del 1% de la que existe en la Tierra.

Chorros de partículas de gran presión

La estrella que forma el sistema presenta otra amenaza para la vida y está relacionada con los campos magnéticos, según otro estudio de la estadounidense Universidad de Massachusetts.

Y es que la estrella expulsa al espacio exterior chorros de partículas, pero lo hace con una presión de 1.000 a 100.000 veces mayor que la que ejercen los vientos solares sobre la Tierra.

Los astrónomos consideran que el campo magnético de la estrella se conectaría con los de cualquier planeta que la orbite, permitiendo a las partículas de los vientos solares llegar directamente a las atmósferas planetarias, lo que puede provocar su evaporación.

El campo magnético de la Tierra actúa como un escudo contra los posibles daños provocados por el viento solar, recordó la directora del segundo estudio Cecilia Garraffo. Pero si la Tierra estuviera "mucho más cerca del Sol -como es el caso en TRAPPIST-1- y sometida a las embestidas de las partículas que expulsa, el escudo de nuestro planeta se rompería bastante rápido".

No descartan la vida en los sistemas de estrella roja enana

Aunque ambos estudios sugieran que la posibilidad de vida puede ser "menor de los que previamente se había pensado, eso no significa que el sistema TRAPPIST-1 u otros con una estrella roja enana estén exentos de vida", señala la nota.

"Indudablemente no estamos diciendo a la gente que debería dejar de buscar vida alrededor de las estrellas enanas rojas", indicó Jeremy Drake, coautor del estudio de la Universidad de Massachussetts, "pero nuestro trabajo y el de nuestro colegas indica que deberíamos también centrarnos en todas las estrellas que se pueda que sean más parecidas al Sol".

Fuentes: RTVE

La paradoja de Fermi

Si tenemos algún vecino extraterrestre, ¿por qué aún no han contactado con nosotros?

¿Por qué si hay tantos planetas susceptibles de albergar vida inteligente, ninguna civilización extraterrestre se ha puesto en contacto con nosotros?

La conclusión a la que llegó el astrónomo Frank Drake a partir de su propia ecuación -una decena de civilizaciones capaces de comunicarse con nosotros en la Vía Láctea-, hoy, medio siglo después y a la vista de los últimos descubrimientos astronómicos, nos parece excesivamente prudente, y muchos creen que esas civilizaciones galácticas podrían contarse por cientos o miles.

A pesar de lo difícil que resulta detectar planetas extrasolares, ya se conocen más de tres mil, y algunos astrónomos consideran probable que la mayoría de las estrellas tengan planetas orbitando a su alrededor, lo que significaría que los “ecomundos” (planetas idóneos para albergar vida) se podrían contar por cientos de millones.

Y ahí es donde surge con renovada fuerza la conocida como “paradoja de Fermi”, pues el gran físico italiano, inspirador de la ecuación de Drake, se preguntó a mediados del siglo pasado por qué ninguno de esos supuestos vecinos galácticos se había puesto en contacto con nosotros ni había dejado ninguna huella perceptible de su presencia en el cosmos.

Una de las posibles explicaciones de esta paradoja es la denominada“hipótesis de la Tierra especial”, según la cual, aunque hubiera muchos planetas similares al nuestro, se requieren tal cantidad de condiciones para que se desarrolle la vida inteligente, que el proceso podría haberse dado en muy pocos planetas, tal vez solo en la Tierra. Pero esta hipótesis parte del supuesto de que la vida inteligente solo puede desarrollarse mediante un proceso análogo al que se ha dado en nuestro planeta, y no tiene por qué ser necesariamente así.

Invito a nuestras/os sagaces lectoras/es a reflexionar sobre la paradoja de Fermi y sus implicaciones. O a seguir reflexionando, mejor dicho, pues ya han empezado hacerlo en los numerosos y muy interesantes comentarios de la semana pasada.

Visitando a nuestros vecinos

Supongamos que en nuestro entorno galáctico más próximo hay tres planetas habitados por seres inteligentes, a “solo” 10, 20 y 30 años luz de distancia de la Tierra respectivamente. ¿Cuál es la distancia mínima a la que pueden estar dos de esos exoplanetas entre sí? ¿Y la máxima?

Queremos visitar esos tres mundos, uno tras otro, en un solo viaje. ¿Cuál es la disposición espacial que haría que ese viaje fuera mínimo en cuanto a la distancia recorrida por nuestra astronave? ¿Y la disposición que daría lugar al recorrido más largo?

Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos Maldita física, Malditas matemáticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.

Fuentes: El País 

25 de junio de 2017

TRAPPIST-1 resulta especialmente propicio para la propagación de vida entre planetas

Los planetas potencialmente habitables, TRAPPIST-1e, TRAPPIST-1f y TRAPPIST-1g, están muy cerca entre sí. NASA
  • Sus tres planetas potencialmente habitables están muy cerca entre sí
  • La vida podría haber pasado de uno a otro mediante transferencia rocosa
  • Los investigadores esperan saber en la próxima década si albergan vida
Los tres planetas potencialmente habitables en el sistema TRAPPIST-1 pueden ser moradas aún más prometedoras para la vida de lo que los científicos habían pensado.

Estos tres mundos alienígenas estrechamente dispuestos en torno a su estrella pueden intercambiar material mucho más fácilmente que los planetas del sistema solar de la Tierra, lo que significa que pueden haberse sembrado unos a otros con los bloques de construcción de la vida, o tal vez incluso la vida misma, sugiere un nuevo estudio.

TRAPPIST-1e, TRAPPIST-1f y TRAPPIST-1g están muy cerca entre sí. El planeta g orbita a sólo 1,2 millones de kilómetros más allá del planeta f, cuya órbita está sólo 1,33 millones de kilómetros más distante que la del planeta e.

"Nuestro trabajo aborda la posibilidad de que la vida en uno de estos planetas se puede propagar a los otros a través de la transferencia de material rocoso", escribieron Manasvi Lingam y Avi Loeb en el estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. "Concluimos que este proceso tiene una alta probabilidad de ser operativo, lo que implica que este sistema planetario puede poseer múltiples planetas que expanden vida".

En febrero de 2017 se anunció el descubrimiento de la estrella TRAPPIST-1, con siete planetas rocosos con masas y radios similares a los de la Tierra, de los cuales al menos tres de ellos pueden ser capaces de soportar la vida.

Probable panspermia interplanetaria

Estos científicos presentan un modelo simple para estimar la probabilidad de la panspermia interplanetaria en el sistema recién descubierto. Encuentran que la panspermia es varias órdenes de magnitud más probable que ocurra en el sistema TRAPPIST-1 comparado con el caso de la Tierra a Marte. Como consecuencia, argumentan que la probabilidad de abiogénesis se incrementa en los planetas TRAPPIST-1 en comparación con el sistema solar.

"Mediante la adopción de modelos de la ecología teórica, mostramos que el número de especies transferidas y el número de planetas que llevan vida también es probable que sean mayores debido al aumento de las tasas de inmigración", señalan. En este sentido, proponen métricas de observación para evaluar si la vida fue iniciada por la panspermia en múltiples planetas en el sistema TRAPPIST-1. Estos resultados también son aplicables a exoplanetas habitables en otros sistemas planetarios.

Fuentes: RTVE

22 de abril de 2017

El exoplaneta LHS 1140b podría ser el mejor candidato para la búsqueda de señales de vida

Impresión artística del exoplaneta LHS 1140b orbitando una estrella enana roja, a una distancia de 40 años luz de la Tierra. Crédito: ESO/spaceengine.org

Un exoplaneta que orbita alrededor de una estrella enana roja, a 40 años luz de la Tierra, podría hacerse con el título de “mejor lugar para buscar signos de vida más allá del Sistema Solar”. Utilizando el instrumento HARPS, de ESO, instalado en La Silla, junto con otros telescopios del mundo, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto una “supertierra” en la zona habitable de la débil estrella LHS 1140. Este mundo es un poco más grande y más masivo que la Tierra y es probable que haya conservado la mayor parte de su atmósfera. Esto, junto con el hecho de que su órbita pasa por delante de su estrella, lo convierte en uno de los futuros objetivos más interesantes para desarrollar estudios atmosféricos. Los resultados aparecen en la edición del 20 de abril de 2017 de la revista Nature.

La supertierra recién descubierta, denominada LHS 1140b, orbita en la zona habitable de una débil estrella enana roja llamada LHS 1140, en la constelación de Cetus (el monstruo marino). Las enanas rojas son mucho más pequeñas y más frías que el Sol y, aunque LHS 1140b está diez veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, sólo recibe alrededor de la mitad de luz de su estrella que la Tierra y se encuentra en medio de la zona habitable. Desde la Tierra, la órbita se ve casi de canto y, cuando el exoplaneta pasa delante de su estrella en cada órbita, bloquea un poco de su luz cada 25 días.

“Es el exoplaneta más interesante que he visto en la última década”, afirma el autor principal, Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (Cambridge, EE.UU.). “Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra”.

Las condiciones actuales de la enana roja son particularmente favorables, ya que LHS 1140 gira más lentamente y emite menos radiación de alta energía que otras estrellas de baja masa similares. Para la vida tal y como la conocemos, un planeta debe tener agua líquida en su superficie y retener una atmósfera. En este caso, el gran tamaño del planeta implica que, hace millones de años, podría haber existido un océano de magma en su superficie. Este océano hirviente de lava podría haber proporcionado vapor a la atmósfera mucho después de que la estrella se hubiese calmado, alcanzando su brillo actual y constante, reponiendo así el agua que podría haberse perdido por la acción de la estrella en su fase más activa.

Inicialmente, el descubrimiento se hizo con la instalación MEarth, que detectó los primeros indicios: cambios característicos en la luz que se dan cuando el exoplaneta pasa delante de la estrella. Posteriormente, se hizo un seguimiento crucial con el instrumento HARPS de ESO (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher, buscador de planetas de alta precisión por el método de velocidad radial), confirmando la presencia de la supertierra. HARPS también ayudó a establecer el periodo orbital y permitió deducir la masa y la densidad del exoplaneta.

Los astrónomos estiman que el planeta tiene al menos 5.000 millones de años. También deducen que tiene un diámetro 1,4 veces más grande que el de la Tierra (casi 18.000 kilómetros). Pero con una masa unas siete veces mayor que la de la Tierra y, por lo tanto, una densidad mucho más alta, esto implica que, probablemente, el exoplaneta está hecho de roca con un núcleo denso de hierro.

Esta supertierra puede ser el mejor candidato hasta el momento para futuras observaciones cuyo objetivo sea estudiar y caracterizar, en caso de tenerla, la atmósfera del exoplaneta. Dos de los miembros europeos del equipo, Xavier Delfosse y Xavier Bonfils, ambos del CNRS y el IPAG, en Grenoble (Francia), concluyen: “Para la futura caracterización de planetas en la zona habitable, el sistema LHS 1140 podría ser un objetivo aún más importante que Proxima b o TRAPPIST-1. ¡Este ha sido un año extraordinario para el descubrimiento de exoplanetas!”. [4,5].

En concreto, con las observaciones que se llevarán a cabo próximamente con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA, se podrá determinar exactamente cuánta radiación de alta energía cae sobre LHS 1140b, por lo que se podrá delimitar su capacidad para albergar vida.

En el futuro, cuando entren en funcionando nuevos telescopios como el ELT (Extremely Large Telescope) de ESO, es probable que seamos capaces de hacer observaciones detalladas de las atmósferas de exoplanetas y LHS 1140b es un candidato excepcional para este tipo de estudios.


Fuente: http://www.eso.org/public/

22 de enero de 2017

Buscando señales de vida en el sistema planetario Wolf 1061



Un grupo de astrónomos de la Universidad Estatal de San Francisco (en California, Estados Unidos), ha realizado un estudio para buscar señales de vida en un sistema planetario ubicado a tan solo 14 años luz de distancia de la Tierra. Los resultados serán publicados en la próxima edición de Astrophysical Journal.

El sistema, conocido como Wolf 1061, alberga una estrella enana roja y tres exoplanetas: Wolf 1061b, Wolf 1061c y Wolf 1061d. No es solamente su cercanía con la Tierra lo que hace de este sistema un objetivo interesante para los astrónomos. Uno de sus exoplanetas, Wolf 1061c, es un planeta rocoso ubicado en la zona habitable, con una masa 4 veces mayor a la de la Tierra. Es el tercer planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra, después de Marte y el exoplaneta Próxima Centauri b.

Cuando los científicos buscan planetas que puedan albergar vida, se concentran en aquellos que tengan condiciones y propiedades similares a la Tierra: planetas rocosos ubicados en órbitas dentro de la zona habitable, donde la temperatura es la adecuada para que la vida se pueda sostener.

El sistema Wolf 1061, con sus exoplanetas: Wolf 1061b, Wolf 1061c y Wolf 1061d.

Wolf 1061c se localiza en la región más interna de la zona habitable, con una órbita que presenta grandes variaciones en la distancia con su estrella. Esto significa que el planeta podría tener una atmósfera similar a Venus, experimentando cambios en el clima más súbitos y extremos que los que se producen en la Tierra.

Los científicos se preguntan si podría existir vida en Wolf 1061c a pesar de su probable clima caótico y extremo. En los próximos años, una nueva generación de telescopios, como el Telescopio Espacial James Webb, serán capaces de detectar los componentes atmosféricos en los exoplanetas, ayudando a responder la antigua pregunta de si estamos solos en el Universo.

Fuente: http://news.sfsu.edu/

14 de noviembre de 2016

Stephen Hawking: «Sé exactamente dónde empezar a buscar civilizaciones extraterrestres»

Fotograma del vídeo «Los lugares favoritos de Stephen Hawking» - Curiosity Stream
El científico británico asegura en una película que cada vez está «más convencido de que no estamos solos»
Curiosity Stream




En una nueva película online, llamada "Los lugares favoritos de Stephen Hawking" y emitida en Internet por Curiosity Stream, el popular genio británico ha vuelto a dejar claras sus opiniones acerca de la posible existencia de civilizaciones extraterrestres. En el transcurso de un viaje espacial imaginario a sus lugares favoritos del Universo, entre los que están Saturno o el agujero negro Sagitario A*, el genio británico se detiene con su nave, la SS Hawking, a explorar el exoplaneta Gliese 832c, a 16 años luz de la Tierra y en el que no se descarta la existencia de alguna forma de vida avanzada. "A medida que envejezco -asegura el científico mientras sobreviuela el planeta- , estoy más convencido que nunca de que no estamos solos. Y ahora, después de toda una vida de preguntas, estoy ayudando a liderar un nuevo esfuerzo global para encontrarlos". Encontrarlos sí, pero no comunicar con ellos. De hecho, también en esta ocasión Stephen Hawking advierte que los esfuerzos de organizaciones como el SETI para establecer un posible contacto con alienígenas podrían suponer el fin de la Humanidad.

"El proyecto Breakthrough Listen -afirma el físico británico- escaneará más deun millón de estrellas cercanas en busca de signos de vida, pero yo se exactamente dónde empezar a buscar. Un día podríamos recibir una señal procedente de un planeta como Gliese 832c, pero debemos tener mucho cuidado de no responder. Si lo hacemos, podrían ser mucho más poderosos que nosotros y nos darán el valor que nosotros damos a las bacterias".

Curiosity Stream




Recientemente, los responsables del proyecto Breakthrough Listen se asociaron con el nuevo radiotelescopio chino FAST, el más grande del mundo, para explorar, también, la hipotética "megaestructura alienígena" que algunos piensan que es la culpable de los extraños y aleatoriososcurecimientos de la estrella KIC 8462852, situada a 1.500 años luz de distancia, en uno de los brazos espirales externos de nuestra galaxia. La estrella, en efecto, ha desconcertado a los astrónomos, que no logran comprender cuál puede ser la causa de que, a intervalos aleatorios, pierda temporalmente hasta el 22% de su brillo, algo nunca visto hasta ahora.


Las cautelas de Hawking se basan en la idea de que una civilización extraterrestre que pueda captar nuestras señales y entender de dónde vienen, especialmente si se trata de alienígenas que viven alrededor de una enana roja de enorme antiguedad, como es el caso del planeta Gliese 832c, tiene el potencial de ser miles de millones de años más avanzada que nosotros, lo que nos convierte en un objetivo muy facil de conquistar o invadir.

Fuentes: ABC

29 de octubre de 2016

La Universidad de Berkeley se suma a la búsqueda de vida extraterrestre en la estrella KIC 8462852

Se cree que el oscurecimiento irregular puede haber sido causado por fragmentos cometarios. DANIELLE FUTSELAAR/SETI INTERNATIONAL

Va a utilizar una nueva tecnología de escaneo masivo de señales de radio
Se ha especulado con que pueda albergar una civilización alienígena
Su oscurecimiento errático podría deberse a una 'megaestructura' artificial

La Universidad de Berkeley se ha sumado a los esfuerzos para intentar detectar cualquier señal de extraterrestres inteligentes en KIC 8462852, la estrella de la supuesta 'megaestructura alienígena'. La también conocida como 'estrella de Tabby' ha provocado gran expectación en el último año, con la especulación de que alberga una civilización muy avanzada capaz de construir en órbita megaestructuras para captar la energía de la estrella.

Así, la iniciativa privada Breaktrough Listen, gestionada por el Departamento de Astronomía de Berkeley, va a utilizar una nueva tecnología de escaneo masivo de señales de radio con el telescopio de Green Bank, el más potente del mundo para este fin, según un comunicado de Berkeley.
La estrella se encuentra a unos 1.500 años luz de la Tierra en la constelación de Cygnus.
"El programa Breaktrough Listen cuenta con el equipo SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) más poderoso del planeta, y el acceso a los telescopios más grandes", ha asegurado Andrew Siemion, director del Centro de Investigación SETI de Berkeley y co-director de Breaktrough Listen. "Podemos mirar con mayor sensibilidad y con una gama más amplia de tipos de señales que cualquier otro experimento en el mundo".

"Todo el mundo, todos los telescopios del programa SETI, me refiero a todos los astrónomos que tiene cualquier tipo de telescopio en cualquier longitud de onda que pueden ver la estrella de Tabby han mirado hacia allí", ha asegurado. "Se ha mirado con el Hubble, con el Keck, se ha mirado en infrarrojo, radio y alta energía, y con cada cosa posible que usted pueda imaginar, incluyendo toda una serie de experimentos SETI. No se ha encontrado nada".
Escepticismo
Aunque Siemion y sus colegas son escépticos de que el comportamiento único de la estrella sea un signo de una civilización avanzada, no pueden no echar un vistazo. Se han asociado con el astrónomo visitante de la Universidad de Berkeley Jason Wright, y con Tabetha Boyajian, el profesor asistente de física y astronomía en la Universidad del Estado de Louisiana cuyo nombre lleva la estrella, para observarla con los instrumentos de última generación de Breakthrough Listen, montados recientemente en el telescopio de 100 metros de Green Bank, en Virginia Occidental. Wright trabaja en el Centro de Exoplanetas y Mundos Habitables de la Universidad Estatal de Pensilvania.

Las observaciones se han programado durante ocho horas por noche durante tres noches durante los próximos dos meses, a partir de la noche del miércoles, 26 de octubre. Siemion, Wright y Boyajian esperan reunir alrededor de 1 petabyte de datos a través de cientos de millones de canales de radio individuales.
"El Telescopio de Green Bank es el mayor radiotelescopio dirigible en el planeta, y es el telescopio más grande y más sensible que es capaz de ver la estrella de Tabby dada su posición en el cielo," sostiene Siemion. "Hemos instalado un nuevo instrumento fantástico SETI que se conecta a ese telescopio, que puede mirar en muchos gigahercios de ancho de banda al mismo tiempo y en muchos miles de millones de todos los diferentes canales de radio al mismo tiempo, para que podamos explorar el espectro de radio muy, muy rápidamente ".

No se conocerán los resultados de sus observaciones hasta que pase más de un mes, debido al análisis de los datos necesarios para seleccionar patrones en las emisiones de radio.

Descubierta en 2015

Reportada primero en septiembre de 2015 por Boyajian, un post-doctorado en la Universidad de Yale, la estrella de Tabby -más propiamente llamada KIC 8462852- había sido marcada por astrónomos aficionados debido a su inusual patrón de atenuación.

Estos voluntarios estaban mirando estrellas, como parte del proyecto de internet cazadores de planetas, lo que permite al público buscar planetas alrededor de otras estrellas en datos tomados por la nave espacial Kepler de la NASA, que ha estado monitoreando 150.000 estrellas para la atenuación regular que podría indicar un planeta pasando por delante de su estrella.

Pero mientras que la mayoría de la atenuación por tales planetas en tránsito es breve, regular y bloquea sólo 1% o 2% de la luz de la estrella, la estrella de Tabby se atenúa durante días, hasta en un 22%, y en intervalos irregulares.

Mientras Boyajian especuló en su documento de 2015 que el oscurecimiento irregular podría explicarse por un enjambre de cometas, observaciones posteriores muestran la estrella, que se encuentra a unos 1.500 años luz de la Tierra en la constelación de Cygnus, es mucho más irregular de lo que un enjambre de cometas produciría. De hecho, parece haberse oscurecido a un ritmo constante durante el siglo pasado.

La especulación fue que el oscurecimiento fue causado por una estructura Dyson: una matriz en órbita masiva de colectores solares que el físico Freeman Dyson propuso una vez como algo al alcance de una civilización tan avanzada que necesitaría este tipo de ingeniería para obtener energía. En teoría, una estructura de este tipo podría rodear por completo la estrella -lo que calificó de una esfera de Dyson- y capturar casi toda la energía de la estrella.

Una posibilidad entre millones

"Creo que no es muy probable -una posibilidad entre millones- pero, sin embargo, vamos a echarle un vistazo," dice Dan Werthimer, científico en jefe de Berkeley SETI. "Pero creo que los extraterrestres, si alguna vez son descubiertos, puede ser que sean algo por el estilo. Va a ser algo extraño que alguien los encuentre por casualidad".

Breaktrough Listen sigue muchas otras estrellas utilizando tres telescopios que pueden mirar en todos los segmentos del cosmos: el Telescopio de Parkes en Australia y el Telescopio de Green Bank para buscar las transmisiones de radio, y el Automated Planet Finder en el Observatorio Lick en California para buscar óptica transmisiones de láser.

Fuentes: Rtve.es