25 de septiembre de 2012

¿Qué causó la reciente explosión en Júpiter?




Imagen que confirma el impacto del 10 de septiembre  de 2012 en Júpiter. Crédito: George Hall.

Un brillante destello fue detectado en Júpiter la mañana del 10 de septiembre de 2012, y los astrónomos esperaban ver más tarde una “cicatriz” producto del impacto que entregaría más información sobre el objeto que se estrelló contra el planeta de gas gigante. ¿Fue un cometa, asteroide o un meteoro más pequeño? Sin embargo, por desgracia, no apareció una cicatriz ni un campo de escombros en la cara de Júpiter y la naturaleza de esa explosión puede seguir siendo un misterio.

“Al realizar mediciones espectroscópicas del campo de escombros esperamos ser capaces de determinar la naturaleza del impactador”, dijo Franck Marchis, astrónomo de SETI, a Universe Today en un correo electrónico. “Sin un campo de escombros es prácticamente imposible, dado que el bólido se consumió en la atmósfera superior. Un día podremos ser capaces de registrar un espectro del meteoro mismo (durante el impacto), pero actualmente no tenemos esa capacidad”.


El primero en detectar el destello fue Dan Petersen, un astrónomo aficionado de Racine, Wisconsin, quien lo observó cuando estaba mirando a través de un telescopio, pero no estaba registrando sus observaciones. Publicó su avistamiento en el foro de la Asociación de Observadores Lunares y Planetarios (Association of Lunar & Planetary Observers, ALPO) en internet, informando de la explosión, que ocurrió en el borde sur del cinturón –de nubes- ecuatorial norte de Júpiter.

El astrofotógrafo George Hall de Dallas, Texas estaba registrando un video de Júpiter en ese momento, aunque en realidad él mismo no estaba observando el planeta. Cuando escuchó sobre el avistamiento de Petersen, Hall revisó su video y notó que había capturado el destello a las 6:35 a.m. CDT.

Muchos astrónomos esperaban el día siguiente, cuando la región de impacto sería visible nuevamente, para buscar un campo de escombros, ya que la explosión se veía muy similar a un impacto que ocurrió en junio de 2010 que dejó una marca de impacto que fue visible durante varias horas.

Sin embargo, el astrónomo Mike Wong de la Universidad de California, Berkeley, estimó la cantidad de energía liberada por esta bola de fuego. Comopublicó en su blog, él predijo “que este evento es demasiado pequeño para crear una cicatriz de impacto visible”.

Terminó teniendo razón.


Dado que no hubo una cicatriz de impacto, los telescopios espaciales como el Hubble no fueron activados para observar el planeta.

No obstante, algunos telescopios basados en tierra, como el Infrared Telescope Facility (IRTF) de la NASA, echaron un vistazo. El astrónomo Glenn Orton, científico sénior del Laboratorio de Propulsión a Chorro usó el telescopio IRTF de 3 metros para observar Júpiter en el infrarrojo cercano, pero no obtuvo resultados al buscar restos o una cicatriz.


Observaciones de Júpiter usando el telescopio IRTF y la cámara SpeX. El círculo negro indica la ubicación del destello observado el 10 de septiembre de 2012. Crédito: G. Orton, JPL.

Orton fue citado en un artículo de ABC diciendo que cree que el culpable pudo ser un cometa congelado.

“La mayoría de las cosas en esta parte del Sistema Solar son conocidas como cometas de la familia de Júpiter”, dijo Orton. “Son bolas de hielo que se asientan y han comenzado a coorbitar alrededor de Júpiter”.

Pero Marchis dijo que dado que el objeto parece no haber ingresado a la parte interior de la atmósfera del planeta, la observación infrarroja confirma que probablemente fue un meteoro.

Y otro científico, Dr. Tony Phillips, astrónomo y la persona detrás de Space Weather, fue entrevistado en Science Friday de NPR y dijo que la explosión fue posiblemente un pequeño asteroide que golpeó Júpiter, pero añadió que “probablemente nunca estaremos seguros”.

Pero fuera lo que fuese, el evento demuestra cuán diferente es la astronomía actual de lo que era hace unos pocos años atrás.

“Lo que es notable en la actualidad es que los astrónomos aficionados pueden detectar tales eventos, y usando herramientas de comunicación modernas, el mundo de astrónomos se entera instantáneamente”, dijo Marchis. “Nuestro sistema solar está lleno de estos eventos temporales (impactos, volcanes, tormentas), su detección temprana y monitoreo es una gran oportunidad para caracterizar esos planetas y satélites, luces en el área de esos cuerpos que no se pueden ver cuando están en estado de calma”.

Pero también hay algunos disidentes. Una pequeña cantidad de mensajes en el foro de la comunidad astronómica decían que, dado que no hubo una cicatriz visible, el suceso en realidad no ocurrió, y que Hall y Petersen sólo estuvieron ‘viendo cosas’. Esto pudo haber sido alimentado por una discrepancia inicial entre las horas de los informes de Hall y Petersen, pero fue resuelto cuando Petersen descubrió que su reloj estaba 26 segundos adelantado. Otros plantearon diferentes ideas sobre lo que pudo haber sido, desde la luz proveniente de una de las lunas de Júpiter, Adrastea, que estaba entrando al extremo este de Júpiter en ese momento hasta otras ideas más descabelladas que involucraban naves espaciales extraterrestres.

No obstante, la mayoría de los astrónomos está de acuerdo en que el evento ocurrió.

“Ya que dos observadores informaron del mismo evento casi al mismo tiempo no me parece que podamos discutir sobre la autenticidad del evento”, dijo Marchis, señalando que en el pasado han ocurrido sucesos como este, sin dejar cicatrices de impacto. “Varios eventos fueron observados en 1981 y 2010 donde tampoco hubo una cicatriz. Podemos simplemente asumir que el impactador era demasiado pequeño para alcanzar la parte interior de la atmósfera de Júpiter. Se consumió antes de alcanzar la capa más baja debido a que era relativamente pequeño”.

Phillips mencionó que hace años, los astrónomos se mostraban escépticos de que impactos como este ocurrieran en la actualidad en el Sistema Solar, pero todo cambió cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 impactó Júpiter en 1994, y con cientos de telescopios observando el evento, incluyendo el Telescopio Espacial Hubble, “observamos cómo se veía el impacto de un cometa, y analizamos su huella química”, dijo Phillips.




Pero en este caso, los astrónomos muy probablemente nunca sabrán lo que causó el destello en Júpiter el 10 de septiembre de 2012. Pero no te preocupes; esta no será la última vez que algo como esto ocurra. Marchis dijo en un comentario en su blog que con base en las observaciones actuales, se estima que 50 meteoros como este –o aún más energéticos- podrían ser vistos en Júpiter cada año. Simplemente no tenemos la fortuna de captar a la mayoría de ellos justo en el momento en que ocurren los impactos.

Y si te gusta el tema de ver explosiones en otros mundos, Júpiter no es el único lugar donde eso sucede. Todos los planetas y lunas son golpeados ocasionalmente, como lo pueden atestiguar los cráteres de impacto en los cuerpos rocosos. El mejor lugar para ver esto ocurrir puede ser la Luna. Si tienes un telescopio lo bastante grande, puedes unirte a un grupo dirigido por el Centro de Vuelo Espacial Marshall que ha estado observando el oscuro terreno de la Luna. Han observado más de 260 explosiones en los últimos 7 años.

Marchis dijo que una red de astrónomos aficionados observando Júpiter que esté mejor organizada es importante.

“Creo que es importante organizar una red de pequeños telescopios que monitoreen Júpiter de manera continua durante un largo periodo de tiempo para ser capaces de estimar el flujo de meteoros en la parte exterior del Sistema Solar, ayudándonos a calcular mejor la edad de la superficie de los satélites helados de Júpiter y Saturno”, dijo en un correo. “Es algo que podríamos hacer combinando el esfuerzo de astrónomos aficionados y profesionales”.



Fuente: Universe Today

23 de septiembre de 2012

CURSO DE INICIACIÓN DE ASTRONOMÍA (Parte 4) - Cúmulos, Nebulosas y Galaxias


4. Cúmulos, nebulosas y galaxias

4.1 Los cúmulos
4.2 Los cúmulos globulares

4.3 Los cúmulos abiertos

4.4 Las nebulosas

4.5 Las galaxias

4. Cúmulos, nebulosas y galaxias

4.1 Los cúmulos

También hay estrellas que forman grupos. En el primer peldaño de la escala de cúmulos se encuentran los globulares, son gigantescas agrupaciones de estrellas que tienen unos 15 millones de años de edad, tanto como la Vía Láctea.

En el último peldaño están los cúmulos abiertos. A continuación una pequeña introducción sobre estos cuerpos celestes.


4.2 Los cúmulos globulares

Más organizados y compactos que los cúmulos abiertos son los cúmulos globulares. Un cúmulo globular es una bola de estrellas densamente empaquetadas que contiene cientos de miles de estrellas individuales. Los cúmulos globulares de nuestra Galaxia están dispersos a lo largo de un halo esférico que rodea a la Galaxia, y contienen algunas de las estrellas más viejas de la Galaxia.

Existen unos 150 cúmulos globulares en nuestra Galaxia. Se han identificado en otras galaxias cúmulos globulares similares distribuidos en halos esféricos, por ejemplo más de 300 en la galaxia Andrómeda M31, y aproximadamente 6.000 en las proximidades de M87. El número de estrellas es tan elevado y las distancias relativas tan mínimas que constituyen grupos ligados gravitacionalmente, en un solo parsec cúbico de espacio puede haber hasta 1.000 estrellas, en los que cada estrella recorre una órbita más o menos elíptica alrededor del centro del conglomerado.

La distribución de los cúmulos sugiere que se formaron cuando la Galaxia era joven, hace 15.000-18.000 millones de años, cualquier modelo del big bang debe dar una edad del universo de unos 20.000 millones de años o más. Los cúmulos globulares contienen principalmente estrellas de Población II, muchas de las cuales han evolucionado hasta convertirse en gigantes rojas.


                             

El objeto M5 (NGC 5904) de la imagen es un bello cúmulo globular del hemisferio norte, perteneciente a la constelación de Serpiente. Su localización resulta muy fácil en los meses estivales.

                          

Observados a través de un telescopio pequeño aparecen como pequeñas bolas borrosas, pero con instrumentos de mayor abertura (200 mm. o más de diámetro) convierten a esas bolas en miles de estrellas.

El mejor cúmulo globular del hemisferio norte es M13 en la constelación de Hércules, con una magnitud de 5,8, un diámetro de 14' y situada a 23.000 años luz de distancia, tiene una anchura de 100 años luz. Fácil de encontrar en el trapecio pequeño de Hércules, en la línea que une a las dos estrellas Zeta y Eta.


4.3 Los cúmulos abiertos

Un cúmulo abierto es una agrupación irregular o enjambre de estrellas que a simple vista aparecen como manchas de luz. También se las denomina cúmulo galáctico, al estar situados relativamente próximo a nosotros en el plano de nuestra Galaxia.

Los cúmulos abiertos contienen estrellas jóvenes y calientes de la Población I que se han formado recientemente en el disco de la Galaxia. Cúmulos abiertos dignos de mención son los siguientes, todos son visibles dentro del hemisferio norte:


     

Las nebulosas que rodean al cúmulo abierto M45, comúnmente denominada las Pléyades, son de reflexión (foto).

4.4 Las nebulosas

Las nebulosas son nubes de gas y polvo que parecen brumosas a simple vista. Estos objetos celestes son algunos de los objetos más bellos que pueden observarse en el espacio. La palabra nebulosa procede del griego y significa nube. Las nebulosas desempeñan un importante papel, ya que en su interior se forman nuevos astros debido al colapso gravitatorio. Parte del gas se formó al comienzo de la historia del universo. El polvo y los elementos pesados son de origen más reciente, ya que se han formado en estrellas que lo liberaron al medio interestelar al final de sus vidas de forma más o menos violenta (supernovas).

Las nebulosas se dividen en tres tipos básicos:


1) Nebulosas de reflexión.

2) Nebulosas de emisión.

3) Nebulosas oscuras o de absorción.

4) Nebulosas planetarias.


1 .Las nebulosas de reflexión: son nubes de polvo cuyos átomos reflejan la luz de una estrella próxima, por lo que aparecen del mismo color que las estrellas cuya luz reflejan, un ejemplo de ello es el de la nebulosa azulada que rodea a las Pléyades. Parecen más azules que la estrella debido a la forma en que la luz estelar es dispersada por las partículas de polvo en la nebulosa (equivale a la dispersión de la luz que hace que el cielo sea azul).

2. Las nebulosas de emisión: brillan porque sus átomos, excitados por la radiación emitida por las estrellas próximas, se convierten en fuentes de radiación. Son nubes de gas que reciben energía irradiada por estrellas cercanas calientes, y se muestran rojas en las fotografías astronómicas debido a la radiación característica del hidrógeno en la región roja del espectro.

                                          

La nebulosa Norteamericana en la constelación del Cisne, constituye un ejemplo de nebulosa de emisión con una nebulosa de absorción que define los límites que percibimos. En la zona equivalente al Golfo de México se observan pocas estrellas debido a la nebulosa de absorción oscura situada en ella.

3. Las nebulosas de absorción: son vastas nubes ricas en polvo que absorben la luz y sólo son ópticamente visibles cuando detrás de ellas hay una fuente luminosa sobre la que puedan destacar.

El gran trazo oscuro que parte la Vía Láctea en dos en la constelaciones del Cisne y del Águila también se debe a una nube de polvo oscuro.


4. Nebulosas planetarias: algunas nebulosas representan envolturas de gas desprendidas de estrellas moribundas. El término fue utilizado por Herschell a causa de su aspecto circular y muy delimitado que recuerda al disco de un planeta, de ahí su nombre.

Una nebulosa planetaria brilla porque la luz (radiación ultravioleta) procedente de la estrella con la que está asociada es absorbida por los átomos de la nebulosa y reirradiada. Son estrellas viejas que están expulsando material al espacio (enriqueciendo la materia interestelar con elementos pesados) y van camino para convertirse en enanas blancas, es decir, núcleos de estrellas gigantes rojas que han perdido sus capas externas. Una nebulosa planetaria es una transición desde el estado de gigante roja al de enana blanca. Hay catalogadas unas 1.500 nebulosas planetarias.


                             

La nebulosa Trífida, M20, en Sagitario, constituye una nebulosa de emisión, color rojizo, mientras que el color azul es de una nebulosa de reflexión.

                            

4.5 Las galaxias

Una galaxia es un conjunto gigante de millones o billones de estrellas, gas y polvo que se mantienen unidas por la gravedad para formar una galaxia de disco de 30 kiloparsecs (1 kiloparsec = 1000 parsecs y 1 parsecs = 3,2616 años luz) de diámetro y rodeada por un halo de cúmulos globulares visibles. Las galaxias son los objetos celestes más grandiosos. Es una isla de materia en el espacio.

                             

M81 situada en Uma, es una galaxia del tipo Sb semejante a nuestra Galaxia, denominada Vía Láctea.

Las estrellas del disco describen órbitas alrededor del centro de la galaxia. La velocidad de cada estrella en su órbita alrededor del centro depende de su distancia a dicho centro galáctico: las estrellas más alejadas del centro se mueven más lentamente que las estrellas más cercanas al mismo. El Sol se mueve en su órbita a unos 250 km./s, y necesita unos 225 millones de años para describir una órbita alrededor de la Galaxia.

Las partes de una galaxia espiral son:


1) Núcleo o protuberancia.

2) Disco de acreción.

3) Cúmulos globulares.


Del núcleo central de las galaxias espirales salen en dos puntos diametralmente opuestos dos o más brazos espirales que se despliegan girando alrededor del núcleo en forma de espirales.

En el halo y en la región central hay sólo estrellas rojas y viejas (15 millones de años), especialmente en los cúmulos globulares, conocidas como Población II. Las estrellas jóvenes, de Población I, son estrellas típicamente calientes de la secuencia principal y se encuentran en los brazos espirales de las galaxias, donde se desencadena una continua formación estelar, las estrellas de los brazos espirales se están moviendo y desvaneciéndose constantemente a medida que envejecen, pero la estructura espiral no se gasta porque constantemente están naciendo estrellas azules a lo largo de los bordes interiores de los brazos. Las estrellas de Población I se encuentran en los cúmulos abiertos y en los objetos difusos como las nebulosas.

La mayoría de las galaxias son demasiado pálidas y están demasiado alejadas como para ser percibidas a simple vista o con prismáticos, excepto la galaxia Andrómeda M31 que es visible a simple vista como una mancha borrosa, pero es fascinante estudiar sus formas con un telescopio.

Las galaxias tienden a darse en grupos, llamados cúmulos de galaxias unidos por la gravedad. Nuestra Galaxia es un miembro de un cúmulo llamado el Grupo Local, que sólo tiene alrededor de 40 miembros, entre ellas la galaxia Andrómeda, Las Nubes de Magallanes y varias galaxias enanas.

El cúmulo de galaxias más grande y próximo a nosotros es el cúmulo de Virgo, con 2.500 galaxias. Los cúmulos de galaxias se agrupan en supercúmulos, y el Grupo Local es parte del mismo supercúmulo de Virgo.

El último vuelo del Endeavour

Transbordador Espacial Endeavour en su último Paseo!!!

Endeavour emprendió su último vuelo 19 Septiembre 2012 montado en un Boeing 727

El Endeavour hace escala en Houston en su camino a casa

El último vuelo del Endeavour.
San Francisco fotógrafo Phil McGrew disparó este único ángulo del paso del transbordador espacial a través de San Francisco.

Endeavour Last Mission California LAX. Endeavour el Ultimo Vuelo Para la Historia.21.09.2012

EL SOL - Las protuberancias brillantes


Las protuberancias brillantes, Miembro del Este, Solar 
(tamaño del planeta Tierra se muestra a escala) 
22 de septiembre 2012, 09:42 UT 
60mm SolarMax filtro / filtro de bloqueo 30mm 
80mm Vixen F11.4 
DMK31AU03.AS

Fuente :


David Evans


Diseñan avión que gira en el aire para alcanzar velocidades supersónicas


Fuente: EFE

Científicos estadounidenses trabajan en el diseño de un avión que, con una forma parecida a una estrella ninja,
puede girar en el aire 90 grados para volar de lado y alcanzar así velocidades supersónicas capaces de hacer
Nueva York-Tokio en cuatro horas.
"Es un avión bidireccional, respetuoso con el medioambiente, de consumo eficiente, económicamente viable y
capaz de transportar pasajeros a velocidades supersónicas", dijo el profesor de ingeniería aeroespacial
Ge-Chen Zha, de la Universidad de Miami, responsable de este futurista diseño.
El fuselaje de los aviones convencionales está compuesto de un compartimento en forma de tubo, para pasajeros
y mercancía, y de dos largas alas insertadas a los lados, de forma simétrica sobre el eje longitudinal, que ayudan


 a que el aparato se eleve.
"A la hora de alcanzar velocidades supersónicas (superiores a los 1.225 kilómetros por hora del sonido), este 


diseño no es muy eficiente en términos energéticos, y además provoca una gran explosión al romper la barrera 


del sonido", explicó Zha en una entrevista.
Según dijo, la clave de su revolucionario diseño -que cuenta con dos cabinas de pilotaje y parece recién salido 


de la saga de "Star Wars"- es que es simétrico tanto por el eje longitudinal como por el transversal y puede girar 


sobre sí mismo durante el vuelo para sacar provecho aerodinámico de ambas posiciones.
Así, al despegar, el avión es más ancho que largo y se eleva con facilidad. Una vez en el aire, se pone "de lado", 


los motores giran y los alerones se estiran, de forma que lo que eran las alas pasan a ser el cuerpo del avión y su 


anchura y oposición al viento se reducen considerablemente.
"Está diseñado para ser más silencioso, más ligero y mucho más eficiente que otros aviones supersónicos", 


explicó Zha, quien detalló que su modelo podría consumir un 30 % menos que otros aparatos de este tipo.
Este futurista diseño de avión bidireccional ha sido merecedor de un préstamo de 100.000 dólares de la agencia 


espacial estadounidense NASA, que tiene un programa para ayudar a financiar proyectos que puedan implicar 


grandes avances en innovación y una potencial transformación de las misiones espaciales futuras.
"Este avión podría recorrer de Nueva York a Tokio en sólo cuatro horas", explicó el profesor, quien recordó que 


uno de los grandes problemas de los aviones supersónicos es que consumen mucha energía, porque sus diseños 


están hechos para que funcionen también a velocidades inferiores a las del sonido.
En ese sentido, recordó que "los aviones siempre tienen que despegar y aterrizar a velocidades subsónicas, y 


para ello se necesitan amplias alas, que terminan comprometiendo el resultado final".
Con este diseño, dijo, "se puede realizar ambos objetivos a la vez: despegar y aterrizar despacio y luego avanzar 


a enormes velocidades". "En la rotación está la clave para resolver el conflicto que siempre hay en los aviones 


convencionales entre las velocidades subsónicas y las supersónicas", explicó.
En "dos o tres décadas" este avión "podría ser una realidad en el ámbito de la aviación civil", apuntó el profesor,
que trabaja en colaboración con científicos de la Universidad Estatal de Florida y que gracias a los fondos recibidos 


de la
NASA podrá continuar con su proyecto.
En su opinión, esos fondos "suponen que la NASA premia el pensamiento audaz", al tiempo que representa
"un reconocimiento por parte de las autoridades tecnológicas".
"La viabilidad del proyecto no es sólo cuestión de tiempo, sino más bien de dinero: Se necesita dinero porque
hay que superar muchas dificultades tecnológicas", explicó.
En cualquier caso, expresó su esperanza de que "en cinco o diez años ya podamos ver vuelos no tripulados en
un avión bidireccional supersónico".

En el ultimo año pasaron al retiro los transbordadores Discovery, Endeavour y Atlantis



Fuente: EFE

El transbordador Endeavour realizó su último vuelo y aterrizó en Los Ángeles para convertirse en una pieza de museo después de casi 20 años de viajes orbitales que marcaron una era en la exploración espacial estadounidense.

La nave tomó tierra en la zona de cargo del aeropuerto internacional de Los Ángeles a lomos de un Boeing 747 poco antes de las 20.00 GMT tras realizar un tour de exhibición de más de cinco horas por lugares icónicos de California como el puente Golden Gate de San Francisco, Malibú, Santa Mónica y las colinas de Hollywood.

Autoridades de la NASA, políticos locales y responsables del museo de ciencias de la ciudad, destino final del aparato más joven de la flota de cinco transbordadores espaciales, recibieron a la aeronave frente a un hangar de United Airlines con una banda de música, alfombra roja y banderolas festivas.

Unos honores propios de una celebridad a la que también dio la bienvenida la actriz de la serie de televisión "Star Trek" Nichelle Nichols, que colabora con la NASA en programas de reclutamiento.

"Es triste saber que ya no volará más", dijo a Efe Michael J. Curie, especialista de Public Affairs de la NASA, que confía en que el vehículo espacial sirva ahora de "inspiración" para una "nueva generación de exploradores".

El Endeavour se convertirá a partir del 30 de octubre en la joya de la corona del California Science Center donde según explicó William T. Harris, responsable de Desarrollo y Marketing de la institución, se está construyendo un centro aeroespacial para dar acomodo a la preciada nave.

El transbordador de 88 toneladas despegó por primera vez en 1992 y hasta que cesó sus operaciones en 2011 realizó en 25 misiones 4.671 órbitas alrededor del planeta en 299 días, en total 197.761.261 kilómetros, una distancia superior a la que separa la Tierra del Sol.

"Fueron las primeras naves espaciales reutilizables. Se lanzaban como un cohete y aterrizaban como una planeadora, después las limpiábamos y las poníamos en el aire de nuevo. Nada como eso se había hecho antes y pasará tiempo hasta que vuelva a repetirse", dijo Curie que calificó el Endeavour de "máquina milagrosa".

El astronauta Garret Reisman, que durante 13 años en la NASA voló en los transbordadores Atlantis, Discovery y Endeavour, indicó a Efe que esos vehículos siguen siendo a día de hoy "los aparatos voladores más increíbles jamás creados por el ser humano", una tecnología que, sin embargo, era demasiado cara de mantener.

Los transbordadores estadounidenses, de los cuales dos se perdieron en conflagraciones que costaron la vida a 14 astronautas, Challenger (1986) y el Columbia (2003), fueron vehículos esenciales para la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI), un proyecto de más de 100.000 millones de dólares en el cual participan dieciséis países.

El Endeavour atracó una vez en una estación espacial rusa Mir y 12 veces en la EEI.

Actualmente, la NASA ha regresado a un sistema de viajes similar al del programa Apollo cuyos módulos tripulados tienen como máximo dos usos y cuenta con un mantenimiento más económico, aunque los objetivos siguen siendo ambiciosos.

"La meta es llevar al hombre a Marte. Nos va a tomar un tiempo llegar allí pero con la nueva cápsula Orion vamos a volver a explorar, primero quizá un asteroide, visitaremos la Luna tal vez, pero finalmente la idea es ir a Marte", afirmó Curie.

El futuro relevo de los transbordadores pasa ahora por la colaboración de la NASA con la industria privada, tal y como señaló Reisman, que tras abandonar la organización espacial fue contratado como director de proyecto en SpaceX, empresa angelina que está construyendo una nave espacial llamada Dragon para viajes orbitales.

"Yo creo que vamos a entrar en la edad dorada de los vuelos espaciales. La empresa privada está desarrollando soluciones innovadoras más seguras y eficientes que los transbordadores. En unos años miraremos a este momento como el principio de la presencia del ser humano en el espacio", declaró el astronauta.

El Endeavour no es el único de su clase en terminar sus días en un museo.

En abril, el Discovery pasó a formar parte de la colección del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington DC y el Atlantis será exhibido en el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en Florida. 

EFE

22 de septiembre de 2012

EL SOL - Nociones Básicas


El Sol, sin duda alguna y cada vez más, empieza a ser el centro de atención de muchas personas preocupadas por el fenómeno de las tormentas solares, algo hasta ahora desconocido para el gran público pero que poco a poco empieza a despertar mayor interés, dado que las consecuencias de una tormenta solar extrema podrían causar daños muy graves en la red eléctrica mundial, y el punto álgido del actual ciclo solar se espera para finales de 2012 o principios de 2013.


Esas tormentas solares que en el peor de los escenarios posibles podrían derivar en un colapso eléctrico a nivel planetario, por primera vez nos enfrentarían a un problema muy especial, centrado principalmente en las zonas tecnológicamente más desarrolladas y derivado esencialmente de la alta dependencia tecnológica en la que vivimos sumergidos.

Con el fin de que cada vez más gente entienda algo más sobre el tema, desde ClimaEspacial.net vamos a intentar explicároslo de la forma más sencilla y amena posible.
¿Qué son las tormentas solares? 
Las tormentas solares son un fenómeno natural con origen en el propio Sol y que a pesar de poder producirse en cualquier momento en el que las condiciones sean propicias, normalmente varían en cantidad e intensidad en unos ciclos regulares de 11 años llamados "ciclos solares" en los que el numero de manchas solares (principal origen de las tormentas) crece y decae en un máximo y un mínimo.


¿Y como nos afectan? Pues nos pueden afectar de tres maneras muy concretas: 

1- Bloqueos de Radio,

2- Tormentas de Radiación Solar y

3- Tormentas Geomagneticas.

Tres grupos de consecuencias a los que la agencia norteamericana NOAA (National Oceanic and Atmospheric Adminstration) una de las agencias con más prestigio e importancia a nivel mundial en relación al clima espacial, tiene otorgadas unas escalas que miden el nivel de gravedad usando una clave de "letra/cifra", en el que el número identifica el grado de importancia variando entre el 1 (leve) y el 5 (extremo) y la letra identifica el grupo de consecuencias usando la "R" para los Bloqueos de Radio, la "S" para las Tormentas de Radiación Solar y la "G" para las Tormentas Geomagnéticas. Por ejemplo: R2, S3 o G5.

Por lo tanto, cada vez que se de una tormenta solar será importante saber esas escalas de "letra/cifra" y así identificar en el panel de alertas (que podéis encontrar por casi toda la web), el nivel de gravedad para cada grupo de consecuencias.


Para más detalles, en la parte superior de la sección tenéis un enlace al pdf oficial de NOAA en el que en castellano, se describen las consecuencias detalladas para cada nivel.

¿Como se originan las tormentas solares?
 A pesar de existir varios fenómenos solares más que interesantes e importantes, en ClimaEspacial.net nos ocuparemos principalmente de los dos que suceden con mayor frecuencia y más consecuencias pueden llegar a provocar en la Tierra.

El primero son las manchas solares, origen de llamaradas solares y el segundo son los agujeros coronales, origen del viento solar intenso.

- Las manchas solares y las llamaradas solares:
Las manchas solares son zonas más frías que el resto de la superficie solar con una diferencia aproximada de unos 2.000 grados centígrados, y resultan fácilmente distinguibles ya que aparecen como puntos obscuros en la superficie dorada del Sol.

Este fenómeno se crea gracias a las corrientes electromagnéticas que fluyen desde el núcleo del Sol y puede variar mucho en tamaño y forma.

Su duración puede ser de horas, días o incluso de varias semanas, y es muy importante fijarse en su configuración magnética, ya que cuanto mas compleja sea mayor riesgo supondrán.

Su número, tamaño y complejidad varían junto al denominado "ciclo solar", que cada 11 años y de una forma más o menos regular oscila entre un máximo y un mínimo.



Las manchas son el origen de las llamaradas solares que es el fenómeno que más veces y con más frecuencia origina tormentas solares. 
Esas llamaradas solares, que son algo así como la explosión equivalente a cientos de bombas nucleares, se dan cuando los campos magnéticos que componen las manchas solares se desestabilizan. 
Para medir las llamaradas solares y así tener monitorizado al astro rey, se utilizan herramientas que miden el flujo de rayos-x que el Sol expulsa constantemente en todas las direcciones, ya que cada vez que se da una llamarada, ese flujo de rayos-x se altera y marca diferentes picos con los que se puede medir la intensidad del fenómeno. 
En ClimaEspacial.net encontrareis dos gráficas proporcionadas por NOAA en las que gracias al satélite GOES-15 de NASA, se mide el flujo de rayos-x, una es actualizada cada minuto y tiene una perspectiva de 6 horas, la otra es actualizada cada 5 minutos y tiene la perspectiva de los últimos tres días.

Ateniéndonos a las escalas NOAA, la intensidad del flujo de rayos-x suele variar en 5 categorías a las que se otorga una clave de "letra/cifra" (como con las tres categorías de consecuencias solares). 

Esas 5 categorías, cada cual más grave, son las siguientes: A, B, C, M, X. Cada una de esas letras irá acompañada de un número del 1 al 9, excepto en X (que no tiene límite*). 
Por ejemplo: B3.5, M4 o X5.4. Por criterios de NOAA, las llamaradas a las que se les empieza a dar importancia por ser especialmente graves son las superiores a la categoría M5. 
Podéis consultar las consecuencias que puede llegar a originar cada tipo de llamara en el pdf de NOAA.
*La llamarada solar más intensa registrada y monitorizada con el flujo de rayos-x, se dio el 4 de Noviembre de 2003 y alcanzo la categoría X28, nivel en el que los sistemas de medición se bloquearon, aunque probablemente fue mucho mayor, ya que los análisis ionosféricos posteriores estimaron una categoría X45.

- El desarrollo de una tormenta solar:
Una vez se a dado una llamara solar, y tan solo 8 minutos después, llega el primer pulso de la radiación emitida en la fulguración, y con ello la primera de las consecuencias de una tormenta solar, los bloqueos de radio (R), que como su propio nombre indica afecta a las comunicaciones por radio. 
Aunque en un principio afectan solo a la zona diurna del planeta, los bloqueos de radio se pueden extender por todo el globo dependiendo de la intensidad de la llamarada. 
En el pdf de NOAA podéis consultar las consecuencias derivadas de un bloqueo de radio. Además en ClimaEspacial.net podréis ver en tiempo real los efectos de dichos bloqueos de radio en la gráfica denominada "Absorción en la Región-D" de NOAA.

Tras 30 minutos desde la fulguración y dependiendo de la intensidad (aveces tarda más o aveces no se da), se producirá el segundo de los efectos, las tormentas de radiación (S), que pudiendo producir un incremento significativo de la radiación ambiental, afectan principalmente (y siempre dependiendo de la categoría), a los vuelos en altas latitudes y a los astronautas en misiones espaciales EVA. Consultar pdf de NOAA para más detalles.

Por último, entre 24 y 48 horas tras la llamarada y tan solo si durante la llamarada se produjo una CME* geoefectiva (con impacto directo sobre la tierra), se dará el tercero de los efectos, las tormentas geomagnéticas (G). Este fenómeno que por un lado es el desencadenante directo de las Auroras, también puede causar colapsos eléctricos en las redes eléctricas de cualquier punto del planeta dependiendo siempre de su intensidad. 
Como caso base para poder ver las posibles consecuencias de una tormenta geomagnetica severa, se utiliza "el evento Carrington" de 1859 en el que una tormenta geomagnética extrema colapso todas las redes telegráficas del mundo. 
Ese "peor escenario posible", está cifrado por multitud de informes de diferentes países con unas probabilidades que oscilan entre el 1% y el 5%. Para monitorizar las tormentas geomagnéticas se utiliza el "Indice Kp", una media global de distintos valores que se realiza entre varios observatorios astronómicos, y que mediante una escala de números que varia entre el 0 y el 9 identifica el nivel de la tormenta geomagnética (G). Por ejemplo: Kp 5>G1, Kp 6>G2 o Kp 9>G5. Consultar pdf de NOAA para más detalles.

*Una CME (coronal mass ejection, por sus siglas en ingles) o EMC (eyección de masa coronal, por sus siglas en castellano) es algo así como un cañonazo del Sol, en el que una llamarada solar provoca que una nube de plasma solar procedente de la corona solar (la capa más externa del Sol, que se encuentra por encima de la superficie propiamente dicha) salga disparada desde el Sol a velocidades que oscilan entre los 500km/h y los 3.000km/h. 
Es importante saber que no siempre que se da una llamarada tiene porque darse una CME (la relación llamarada>CME es superior al 50%) y que por otro lado, no tiene porque darse una llamarada para que se produzca una CME ya que también puede producirse como fenómeno "espontaneo", aunque este último caso se da con mucha menos frecuencia. 
Como último dato sobre las eyecciones de masa coronal, es importantísimo recordar que las CME solo resultan peligrosas cuando son geoefectivas, es decir, cuando su trayectoria cruza la Tierra total o parcialmente.

- Los agujeros coronales y el viento solar: 
Una vez visto el origen principal de las tormentas solares (las llamaradas solares), nos queda por ver el fenómeno de los agujeros coronales, desencadenante gracias al viento solar, de tormentas geomagnéticas habitualmente menores y moderadas (entre G1 y G3).

El viento solar es un flujo constante de partículas irradiadas por el Sol que viaja en todas las direcciones, y que a pesar de que normalmente tiene poca densidad y su velocidad fluctúa entre los 200km/h y los 600km/h, aveces ese viento solar se ve incrementado hasta los 1000km/h debido a los agujeros coronales. 

Esos agujeros coronales son zonas en las que la corona solar (la capa más externa del Sol) tiene una menor densidad, lo cual provoca que el viento solar "escape" de una forma más fluida y con mayor velocidad. 
Como decíamos al principio de la explicación, cuando el viento solar incrementa su velocidad debido a un agujero coronal, si ese viento llega a la Tierra porque el agujero esta en zona geoefectiva, podrán producirse tormentas geomagnéticas que habitualmente serán menores o moderadas.


Condiciones que pueden ayudarnos, o no.
 Intentar evitar una tormenta solar dirigida a la Tierra sería simplemente imposible dado su tamaño y fuerza, pero no debemos preocuparnos ya que nuestro planeta tiene de forma natural sus propias defensas. 
Además vamos a ver que cada vez que llega una CME, tienen que darse tres condiciones esenciales para que finalmente se desarrolle una tormenta geomagnética severa.

Como decíamos, nuestro planeta tiene su propia defensa, la magnetosfera, una defensa generada por la propia Tierra gracias a su núcleo interno, que actúa como un imán creando una especie de escudo que se extiende 60.000km en dirección al Sol y hasta 300.000km en la dirección contraria. 
Una defensa más que indispensable para el desarrollo de la vida ya que es la que nos protege de la mayoría de fenómenos del clima espacial y la que desvía la mayor parte de las partículas irradiadas por el Sol, pero a pesar de su tamaño y fuerza, no es infranqueable y si se dan las condiciones necesarias puede ceder. Dependiendo de cuanto ceda esa defensa, las tormentas geomagnéticas que puedan desarrollarse serán de mayor gravedad, además la magnetosfera tiene
dos puntos especialmente débiles, los polos. Es por allí por donde generalmente entran la mayoría de partículas generando las tormentas geomagnéticas y las auroras, que habitualmente se dan en las latitudes más altas por esa razón de las aperturas polares.

En lo que respecta a las tres condiciones necesarias para que una CME acabe dando como resultado una tormenta geomagnética severa, son las siguientes:



1- Que la CME sea geoefectiva, es decir, que este directamente dirigida a la Tierra
2- Que la eyección de masa coronal tenga una velocidad superior a los 1000km/h, y
3- Que el índice Bz del campo magnético interplanetario (IMF por sus siglas en ingles) sea negativo o "sur", produciéndose así una reconexión magnética e intensificando los efectos de la tormenta, ya que si ese indice Bz es positivo o "norte" es mucho más difícil que se acabe dando una tormenta geomagnética y si se da, se mitigan mucho los efectos.


ESCALA DE CLIMA ESPACIAL DE NOAA








21 de septiembre de 2012

Un Cúmulo Estelar guarda un secreto

The globular star cluster Messier 4

Una nueva imagen, captada desde el Observatorio La Silla de ESO en Chile, muestra el impresionante cúmulo globular de estrellas Messier 4. Este grupo constituido por decenas de miles de antiguas estrellas es uno de los más cercanos y uno de los cúmulos globulares más estudiados. Recientes trabajos de investigación han develado que una de sus estrellas posee inusuales y sorprendentes propiedades, aparentemente en ella reside el secreto de la eterna juventud.

Alrededor de la Vía Láctea orbitan más de 150 cúmulos globulares de estrellas que se remontan al distante pasado del Universo (eso1141). Uno de los más cercanos a la Tierra es el cúmulo Messier 4 (también conocido como NGC 6121), localizado en la constelación de Scorpius (El Escorpión). Este objeto brillante puede observarse fácilmente con binoculares, cercano a Antares, una estrella supergigante roja, y un telescopio amateur pequeño puede mostrar algunas de las estrellas que lo constituyen.

Esta nueva imagen, obtenida con el WFI (Wide Field Imager, Cámara de gran campo) del telescopio MPG/ESO de 2,2 metros ubicado en el Observatorio La Silla de ESO, revela un gran número de las decenas de miles de estrellas presentes en el cúmulo, mostrándolo con el esplendor de la Vía Láctea de fondo.


The globular star cluster Messier 4 in the constellation of Scorpi


Los astrónomos también han podido analizar por separado muchas de las estrellas de este cúmulo, mediante el uso de diversos instrumentos que forman parte del Telescopio Muy Grande (VLT) de ESO. Al separar la luz de las estrellas en los colores que la componen, ellos pueden medir las edades y composición química de las mismas.

Los nuevos resultados de las estrellas de Messier 4 son sorprendentes. Las estrellas que son parte de los cúmulos globulares son muy antiguas, por lo que no se espera que posean una gran cantidad de elementos químicos pesados [1]. Esto fue precisamente lo que se encontró, sin embargo, en una de las estrellas analizadas recientemente, además se detectó mucha mayor cantidad de litio (raro elemento que pertenece al grupo de los elementos más ligeros) de la esperada. La procedencia de este litio es un misterio. Normalmente este elemento se degrada paulatinamente durante miles de millones de años, a lo largo de la vida de una estrella, pero esta estrella en particular parece guardar el secreto de la eterna juventud. De alguna manera, ha sido capaz de preservar sus niveles de litio originales, o ha encontrado una forma de aumentar sus propios niveles con litio de reciente generación.

Esta imagen del WFI entrega una panorámica del cúmulo, así como de su abundante entorno. Una vista complementaria más detallada exclusivamente de la región central, tomada desde el Telescopio Espacial Hubble (proyecto conjunto de la NASA y de la ESA), también fue publicada esta semana como parte de la serie de Imágenes de la Semana del telescopio.





Wide-field view of the sky around the globular star cluster Messier 4














NASA-ESA Hubble Space Telescope image of the centre of Messier 4







Notas
[1] La mayoría de los elementos químicos más pesados que el Helio se originan en las estrellas y se dispersan en el Medio Interestelar en los momentos finales de su existencia. Este material con nuevos elementos químicos pasa más tarde a formar los componentes esenciales para futuras generaciones de estrellas. Como resultado, se ha descubierto que las estrellas muy antiguas (como las que se encuentran en los cúmulos globulares) que se generaron antes de que importantes cantidades de elementos químicos fueran liberados, poseen una menor abundancia de elementos pesados cuando se les compara a estrellas como el Sol, que se formaron en etapas posteriores.





The globular star cluster Messier 4, and the location of a curious star







Información adicional
El año 2012 marca el quincuagésimo aniversario de la fundación del Observatorio Austral Europeo (ESO). ESO es la organización astronómica intergubernamental más importante en Europa y el observatorio astronómico en tierra más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de 15 países: Austria, Bélgica, Brasil, República Checa, Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. ESO lleva a cabo un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones para la observación astronómica en tierra, permitiendo así a los astrónomos realizar importantes descubrimientos científicos. ESO también juega un papel fundamental a la hora de promover y organizar la cooperación para la investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Telescopio Muy Grande (VLT), el observatorio óptico más avanzado del mundo y dos telescopios de rastreo. El Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy (VISTA, Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) que rastrea el cielo en longitudes de onda infrarrojas, es el telescopio de rastreo más grande del mundo y el VLT Survey Telescope (VST, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio de mayor tamaño diseñado para rastrear de manera exclusiva los cielos en luz visible. ESO es el socio Europeo de un revolucionario telescopio llamado ALMA, el proyecto astronómico de mayor envergadura en la actualidad. ESO se encuentra planificando la construcción y desarrollo de un Telescopio óptico/infrarrojo de 40 metros. El E-ELT (Telescopio Europeo Extremadamente Grande) será “el ojo más grande del mundo en el cielo”.

Una nueva forma de ver esta curiosa nebulosa oscura




La boquilla de la Nebulosa de la Pipa






“Esto no es una pipa”: tal y como escribió René Magritte en su famoso cuadro, esto tampoco es una pipa. Es, sin embargo, parte de la vasta nube oscura de polvo interestelar llamada la Nebulosa de la Pipa. Esta nueva imagen y detallada de lo que también se conoce como Barnard 59, fue captada por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en el Observatorio La Silla de ESO. Casualmente, la aparición de esta imagen coincide con el 45 aniversario de la muerte del pintor.

La Nebulosa de la Pipa es uno de los primeros ejemplos de nebulosa oscura. Originalmente, los astrónomos creían que estas eran zonas del espacio donde no había estrellas. Pero más tarde se descubrió que las nebulosas oscuras son, en realidad, nubes de polvo interestelar tan gruesas que bloquean la luz de las estrellas que hay detrás. La Nebulosa de la Pipa se dibuja sobre un rico fondo de nubes de estrellas cerca del centro de la Vía Láctea, en la constelación de Ofiuco (El portador de la Serpiente o Serpentario).

Barnard 59 forma la boquilla de la pipa en esta nebulosa [1] y es la protagonista de esta nueva imagen del instrumento Wide Field Imager instalado en el telescopio MPG/ESO de 2, 2 metros. Esta extraña y compleja nebulosa oscura se encuentra a una distancia de entre 600 y 700 años luz de la Tierra.

La nebulosa recibe su nombre del astrónomo americano Edward Emerson Barnard, quien fue el primero en tomar, de manera sistemática, imágenes de nebulosas oscuras utilizando fotografía de larga exposición y uno de los que descubrió su naturaleza polvorienta. Barnard catalogó un total de 370 nebulosas oscuras en todo el cielo. Como hombre hecho a sí mismo, compró su primera casa con el dinero del premio por haber descubierto varios cometas. Barnard fue un extraordinario observador, un hombre con una excepcional capacidad visual que hizo contribuciones en numerosos campos de la astronomía de finales del siglo XIX y principios del XX.

En un primer momento, la atención del observador se dirige al centro de la imagen en la cual las oscuras nubes retorcidas se parecen a las patas de una enorme araña extendidas a lo largo de una telaraña de estrellas. Sin embargo, tras esta primera impresión, empezará a fijarse en una serie de detalles. Formas parecidas a nubes de niebla o humo, en el centro de la oscuridad, se encienden por la formación de nuevas estrellas. La formación estelar es común en regiones que contienen densas nubes moleculares, como ocurre en las nebulosas oscuras. El gas y el polvo colapsan al unirse por la influencia de la gravedad, y cada vez se atrae más material hasta que se forma la estrella. Aún así, comparándola con otras regiones similares, Barnard 59 tiene relativamente poca formación estelar y aún tiene una gran distribución de polvo.

Si observan detenidamente, también podrán localizar más de una docena de diminutas franjas azules, verdes y rojas repartidos por la imagen. Se trata de asteroides, pedazos de roca y metal de unos cuantos kilómetros de tamaño que orbitan alrededor del Sol. La mayoría se encuentra en el cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter. Barnard 59 se encuentra unos diez millones de veces más lejos de la Tierra que estos diminutos objetos [2].

Finalmente, observando este tapiz rico en texturas, plagado de objetos celestes, considere por un momento que, cuando mira hacia arriba, hacia esa región del cielo desde, la Tierra, podría abarcar toda esta imagen extendiendo el pulgar con el brazo estirado pese a que tan solo cubra seis años luz sobre el tamaño de Barnard 59.
Notas

[1] La Nebulosa de la Pipa al completo está compuesta por Barnard 65, 66, 67 y 78, además de 59. Puede verse fácilmente a simple vista bajo buenas condiciones meteorológicas y cielos despejados, y se detecta mejor desde latitudes del sur, donde aparece más alta en el cielo.

[2] Los asteroides se mueven durante la exposición y crean pequeños trazos. Dado que esta imagen se creó a partir de varias imágenes obtenidas en diferentes colores y en momentos distintos, los distintos trazos también están desplazados entre sí.

Barnard 59, una nebulosa oscura en la Constelación de Ofiuco

Información adicional
El año 2012 marca el 50 aniversario de la creación del Observatorio Europeo Austral (European Southern Observatory, ESO). ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Quince países apoyan esta institución: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de categoría mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (sigla en inglés del Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. Actualmente ESO está planificando elEuropean Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de categoría 40 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

Fuentes : ESO

La galaxia NGC 3521 (burbuja Galaxy), en la constelación de Leo

Es una galaxia espiral unos 35 millones años luz. Tiene una magnitud aparente de 9,2, declinación-00 ° 02 ' 06 "y una ascensión de 11:0, 05 minutos, 48,9 segundos. A lo largo de los años sus casi 50.000 luz, podemos encontrar polvo oscuro, algunas regiones de formación estelar (rosa) y racimos de bebés de estrellas (estrellas azules). Si usted mira de cerca, verá a "burbujas" gigantes alrededor de la galaxia, resultante de la interacción con las galaxias satélite de NGC 3521 en un pasado muy lejano.


20 de septiembre de 2012

El Sol , 20-09-2012

A la hora UTC 1456 Se produjó Una fulguración en la región AR11564 situada en la cara oculta del sol. 
La misma es Registrada Por las sondas STEREO STEREO detrás y por delante, Como tambien Por El Cual Instrumento COR2 el registro de la emision Una CME (eyección Masa Coronal de). 
Este Evento no significa ningun Riesgo Para La tierra ya Que FUE en la cara oculta del sol. 
Imagenes STEREO Instrumentos EUVI y COR2 
Para mas Datos e imagenes del sol http://climaespacial.net/
datos_imagenes.html


CURSO DE INICIACIÓN DE ASTRONOMÍA (Parte 3) - Estrellas y constelaciones



3. Estrellas y constelaciones

3.1 Nombre y denominación de las estrellas

3.2 La magnitud estelar

3.3 Las estrellas variables

3.4 Estrellas dobles y múltiples

3.5 Las constelaciones

3.6 Las constelaciones circumpolares

3.7 Las constelaciones de primavera

3.8 Las constelaciones de verano
3.9 Las constelaciones de otoño

3.10 Las constelaciones de invierno


3. Estrellas y constelaciones

3.1 Nombre y denominación de las estrellas

Desde las civilizaciones más antiguas, las estrellas se han considerado agrupadas en constelaciones.

Los nombres de las estrellas proceden tanto de los griegos tales como Sirio, Procyon, Polux, Castor, Régulo, Polaris, Arturo, Canopo, las Pléyades, como de los árabes como los nombres de Alcor (la débil), Mizar (velo), Vega (caída), Aldebarán (el seguidor), Deneb (la cola), Rigel (la pierna), Algol (estrella demonio), Betelgeuse (hombro del gigante), y unos centenares de nombres más.

Ante la imposibilidad de dar nombre a la enorme cantidad de estrellas se planteó la idea de dar otro sistema de nomenclatura que resultase más útil para los astrónomos.


En 1603 el alemán Johannes Bayer publicó una obra denominada Uranometría, un atlas de mapas estelares en el que se indicaban las estrellas de cada constelación utilizando letras del alfabeto griego al que seguía el genitivo del nombre latino de la constelación a la que pertenece.

Bayer estableció un orden de brillo dentro de cada constelación, de modo que llamó a la estrella más brillante, alfa a la que le seguía en brillo, beta a la siguiente, y así sucesivamente. El inconveniente de esta nomenclatura es que el alfabeto griego sólo consta de 24 letras, mientras que, por término medio, hay unas 70 estrellas visibles por constelación. Cuando las letras del alfabeto griego resultaban insuficientes para una constelación Bayer recurrió al empleo de las letras minúsculas del alfabeto latino, complicando el método empleado.


    


                   

Tras la aparición del telescopio se demostró la existencia de un número mayor de estrellas, y se planteó de nuevo el problema de su denominación.

En 1712, el astrónomo inglés John Flamsteed, hizo el primer catálogo con la ayuda del telescopio, denominado Historia Coelestis Britannica, recurrió al empleo de los números en vez de letras, asignó un número a cada estrella según el orden en que llegaba al meridiano.

Con el tiempo se perfeccionaron los telescopios, observándose ya millones de estrellas en cada constelación, a las estrellas se las distingue, no por su nombre, ni letras, ni números, sino por la posición que ocupan en la esfera celeste, esto es, por su ascensión recta y declinación.





3.2 La magnitud estelar

El registro de las posiciones de las estrellas en unas listas denominadas catálogos estelares constituye una base de referencia fundamental para importantes conocimientos astronómicos como pueden ser la determinación del tiempo, los fenómenos de precesión y nutación, el movimiento propio de las estrellas. El catálogo más antiguo fue elaborado por el astrónomo griego Hiparco en el año 127 A.C. Contenía las posiciones de 1.080 estrellas divididas en seis clases de acuerdo con su brillo aparente. Los árabes conservaron otro catálogo de estrellas denominado "Almagesto" de Claudio Ptolomeo, de esta obra hemos heredado la costumbre de agrupar las estrellas en clases de brillo o magnitudes. Las clases de brillo recibieron el nombre de magnitud, llamando a las más brillantes de 1ª magnitud, de 2ª, 3ª, 4ª, etc., hasta la 6ª magnitud, estas últimas son las estrellas más débiles que se distinguen a simple vista.

Por magnitud se entiende el brillo aparente con el que vemos las estrellas y dimensiones de estos astros.

En 1856 el astrónomo Norman Pogson estableció la "escala de Pogson": una estrella de 1ª magnitud tiene una intensidad luminosa aparente 2'512 mayor que una estrella de 2ª magnitud, ésta una intensidad luminosa 20'512 mayor que una estrella de 3ª magnitud y así sucesivamente. Pogson incluyó las estrellas Aldebarán y Altair que hacia las veces de base de la escala. Dicha escala de magnitudes se extiende por una parte hacia el cero y los números negativos, para abarcar a los astros más luminosos como el Sol y la Luna.

La magnitud aparente depende del brillo de la estrella y de la distancia a la que se encuentra, un ejemplo, Sirio tiene una magnitud aparente de -1'46 (es la más brillante del cielo, porque se halla a 9 años luz de nosotros, mientras que Rigel, es 2.000 veces más luminosa, aparece con una magnitud 0'08 por hallarse a una distancia 100 veces mayor).


La magnitud absoluta de una estrella es la magnitud que tendría dicha estrella si estuviera situada a una distancia de 10 parsecs (1 parsecs es 3,2616 años luz = 3,0857 x 1016m, esto es, la distancia desde la cual la Tierra y el Sol parecerían estar separados por un ángulo de 1 segundo de arco).

La magnitud de las estrellas se conoce actualmente por medio de los fotómetros o fotográficamente.

Se aplica el término primera magnitud a aquellas estrellas que van desde +0,6 a +1,5, segunda magnitud desde las estrellas de +1,6 a +2,5, tercera magnitud de +2,6 a +3,5, etc.

El número de estrellas visibles a simple vista es aproximadamente 6.500, siendo 20 estrellas de 1ª magnitud, cerca de 60 de 2ª magnitud, próximo a 200 estrellas de 3ª magnitud, unas 600 de 4ª magnitud, unas 1.600 estrellas de 5ª magnitud y más de 4.000 de 6ª. Suponiendo que las estrellas se encuentran repartidas por igual en el firmamento, un observador en un instante verá unas 3.000 estrellas.


3.3 Las estrellas variables

Un gran número de estrellas no tienen brillo constante, sino que varían periódicamente, o lo que es lo mismo, no conservan la misma magnitud aparente y en un periodo más o menos largo y más o menos regular, sus magnitudes alcanzan valores diferentes, tales estrellas se llaman variables.

Por ejemplo, la estrella Mira Ceti (constelación de la Ballena) que históricamente fue la primera estrella variable conocida, en un periodo de 332 días pasa de 2ª a la 9ª magnitud.

Con el uso de la fotografía en Astronomía, se descubrió mucho mejor la variabilidad de las estrellas, para ello, se fotografiaba la misma región del cielo en dos fechas diferentes con el mismo instrumento y en idénticas posiciones, comparando ambas fotografías se observa si la imagen estelar varía o no.


Las estrellas variables se clasifican en:

1) Intrínsecas: son aquellas en que su variaciones de magnitud se deben a cambios en la estructura interna de la estrella, ya que las variaciones de color, temperatura y espectro, acompañan a estos cambios de luz.

2) Extrínsecas: no se consideran como verdaderas variables, ya que la variabilidad de su luz es producida por causas físicas externas, ajenas a la propia estrella.

Según la curva de variabilidad de las estrellas, éstas se dividen en:

a) Periódicas o regulares: la curva de luz es periódica, es decir, después de un intervalo de tiempo, llamado periodo, se reproduce inalterablemente.

b) Semirregulares: el periodo es ligeramente variable y la curva se reproduce con poca precisión en cada periodo.

c) Irregulares: en estas sólo hay un pequeño indicio de periodicidad.

La observación de estrellas variables es uno de los programas de trabajo más interesante para el astrónomo amateur. No requiere el empleo de instrumentos costosos y elaborados, ya que con frecuencia lo más adecuado para la observación visual es utilizar unos prismáticos o un refractor de 60 mm. La labor del variabilista es la de definir el rango de variación de luminosidad y el periodo de la variable en cuestión. Para aquellos observadores que quieran profundizar en este campo se pongan en contacto con las grandes organizaciones internacionales de estrellas variables, ya que por medio de sus boletines, vía Internet o e-mail podemos enterarnos de las últimas noticias que más nos interesen. Estas organizaciones también distribuyen unas cartas estelares especiales para encontrar la variable a estudiar, además de otras características importantes. El siguiente link nos enlaza con las cartas que la AAVSO (pinchar) pone a disposición del astrónomo aficionado.

                                    

3.4 Estrellas dobles y múltiples

Muchas estrellas como Aldebarán, Antares, Rigel, la estrella Polar, etc... que a simple vista aparecen como un solo punto luminoso, observadas con telescopio resultan formadas por dos o más astros próximos entre sí. A estas estrellas se las llaman dobles si la forman dos, triples si son tres y si son más se llaman, en general, múltiples.

Las estrellas dobles se dividen en:


1) Dobles ópticas: cuando están formadas por dos estrellas independientemente situadas a gran distancia una de la otra y que se ven próximas proyectadas en la esfera celeste por el efecto de la perspectiva.

2) Dobles físicas o binarias: cuando entre los dos astros existe ligazón física, o sea, cuando giran el uno alrededor del otro según las leyes de Kepler y Newton, constituyendo un sistema binario.

En algunas estrellas dobles, las componentes están tan próximas que aún con los más potentes telescopios aparecen como estrellas simples y se saben que son dobles por el análisis espectral, o bien, por los eclipses que la más oscura de las componentes produce total o parcialmente a la más brillante, apareciendo la estrella como una variable, como por ejemplo la estrella Algol.


                                   

Dibujo de Sagitario procedente del atlas de estrellas de Hevelius (1690). La constelación está dibujada en sentido inverso con respecto al que aparece en el firmamento debido a que el autor dibujó la esfera celeste observada desde fuera.

Entre las estrellas triples tenemos a Regulus, entre las múltiples a de Lyra.


                                           

3.5 Las constelaciones

Desde la Tierra las estrellas visibles se proyectan sobre la esfera celeste que fueron agrupadas de forma distinta, según las épocas, por las antiguas civilizaciones. A estas agrupaciones de estrellas de formas variadas se les llaman constelaciones, las cuales se distinguen bien con nombres mitológicos (Orión, Andrómeda, Perseo, etc.) o con nombres de animales u objetos ( Osa Mayor, Osa Menor, León, Corona Boreal, etc.) sugeridos por las formas que presentan y las fantasías de los antiguos.

La forma de cada constelación se debe a un efecto de perspectiva, ya que si el observador se colocase en un punto lejano de la Tierra, la constelación aparecería de forma diferente.

Todo el cielo está repartido en áreas que tienen límites y cada área contiene una de las antiguas constelaciones que le da nombre a dicha zona. Una constelación no tiene ningún significado objetivo físico, es simplemente una región del cielo con estrellas enmarcadas en unos límites que siguen siempre meridianos y paralelos celestes.

A partir de 1927 la Unión Astronómica Internacional ha subdividido el cielo, delimitando las zonas asignadas a cada constelación mediante arcos de ascensión recta y declinación.

Las constelaciones son en total 88; de estas, 48 constelaciones han llegado hasta nosotros desde la antigüedad (por griegos y árabes) y 40 han sido introducidas en la época moderna (casi todas las nuevas constelaciones se encuentran en el hemisferio austral que eran desconocidas por las antiguas civilizaciones mediterráneas).


                                  

Las constelaciones varían de posición a lo largo del año, motivo por la cual vemos el cielo de distinta forma. En España son visibles unas 70 constelaciones.

Un asterismo es un conjunto de estrellas que forma parte de una o más constelaciones pero no se trata de una constelación en sí misma.


                               

Ursa Major, una constelación circumpolar del hemisferio boreal.

El asterismo más prominente en el firmamento boreal es el Gran Carro (para los ingleses la forma delineada es la de un gran cucharón) cuyas siete estrellas delinean la forma de un carro. El Gran Carro es un asterismo y no una constelación debido a que constituye sólo una parte de la constelación de la Osa Mayor.


3.6 Las constelaciones circumpolares

Son aquellas constelaciones que forman parte del hemisferio norte, visibles durante todo el año, y que nunca se ocultan ni se ponen. Sin embargo, aquellas constelaciones que tengan declinaciones menores de 50º dejarán de ser circumpolares. Las constelaciones circumpolares, para lugares comprendidos entre los +40º y +50º de latitud del lugar de observación del observador, son las siguientes:

                                    

3.7 Las constelaciones de primavera

En primavera, al igual que en otoño, la característica del cielo nocturno se habrá alterado. De nuevo volveremos a mirar hacia el espacio intergaláctico. En esta estación, el cielo está caracterizado por una gran extensión de firmamento muy libre de estrellas que los astrónomos denominan el reino de las galaxias.

Desde Ursa Major hacia el sur pasando por Canes Venatici, Coma Berenices y Virgo se extiende una ventana a través de la cual podemos observar con nuestros telescopios centenares de galaxias situadas a impresionantes distancias. M94, situado en Canes Venatici, es una luminosa espiral que se nos muestra de frente, encontrándose a una distancia de nosotros de 14 millones de años luz (1 año luz es la distancia que la luz recorre en un año, equivalente a 9.460.000.000.000 km., o sea 63240 U.A.). La distancia de la famosa Galaxia Remolino, M51, es de unos 37 millones de años luz. El racimo de galaxias que hay en el cúmulo de Virgo están situadas en una región del Universo desde la cual la luz necesita unos 40 millones de años para alcanzar la Tierra.

Además de las constelaciones circumpolares, podemos ver en la bóveda celeste las siguientes constelaciones de primavera:


                                      

3.8 Las constelaciones de verano

En verano, la posición de la Tierra en su órbita alrededor del Sol es tal que estamos mirando hacia el denso plano de nuestra galaxia, hacia la Vía Láctea, así como hacia el centro galáctico (las impresionantes nubes estelares de Sagitario). Es un campo celeste muy rico en estrellas y objetos de "cielo profundo"

                                       

3.9 Las constelaciones de otoño

A mitad de otoño la característica del cielo nocturno también habrá cambiado. Aquellas densas regiones de la Vía Láctea llena de estrellas de primera magnitud que hacían que el cielo de agosto fuera denso y rico ha dado paso hacia un oscuro vacío, ya no estamos directamente hacia el plano de nuestra galaxia, sino que estamos mirando hacia afuera, hacia el inmenso espacio intergaláctico.

Hay un cambio, en vez de la abundancia de nebulosas y cúmulos de verano ahora el cielo nos ofrece numerosas galaxias situadas muy lejos de la nuestra.


                         

En la foto la mitológica constelación de Perseo.

En otoño, el cielo nos muestra las siguientes constelaciones:

                                   
                                          

3.10 Las constelaciones de invierno

A pesar de que observar el cielo en invierno puede ser a la vez incómodo (debido al frío) y frustrante (debido a la frecuente presencia de las nubes), hay que tener constancia de que el cielo de invierno es realmente espléndido cuando las noches son serenas y despejadas.

En la foto la constelación de Orión.


                          

Al anochecer en invierno, el Gran Carro está en un nivel bajo en el firmamento septentrional. Las constelaciones visibles en otoño ahora aparecerán cada vez más cercanas al Oeste.

La Vía Láctea aparece en lo más alto del cielo al atardecer. La constelación siguiente, hacia el sudeste, a lo largo de la Vía Láctea es Auriga, el Cochero, con su estrella brillante Capella. Hacia el sur de esta parte de la Vía Láctea puede percibirse un cúmulo de seis o siete estrellas, las Pléyades o M45 en la constelación de Tauro. Las Pléyades son las Siete Hermanas de la mitología griega, las hijas de Atlas.

El grupo más prominente de estrellas en invierno consiste en tres estrellas brillantes que forman una línea recta y dan lugar al cinturón de Orión. Sobre el hombro de Orión se observa a la rojiza estrella Betelgeuse. La espada de Orión se extiende hacia abajo desde el cinturón, allí se encuentra la Gran Nebulosa de Orión.

A los talones de Orión, tenemos a su perro, Canis Major. El cinturón de Orión está orientado directamente hacia Sirio, la estrella más brillante de la bóveda estrellada. Sirio sale al firmamento poco después de Orión. Proción está situada en las proximidades y pertenece a Canis Minor. Proción, Sirio y Betelgeuse forman un triángulo casi equilátero.

En Tauro, la estrella rojiza Aldebarán delimita el extremo de un lado de la V. Las Híades forman el contorno de la cara de Tauro; las Pléyades y las Híades son cúmulos abiertos de estrellas.

El cielo invernal presenta las siguientes constelaciones:


                                         

El Sol cada mes se proyecta sobre una de las doce constelaciones zodiacales, así hasta completar el ciclo durante un año. Dichas constelaciones son:

                                         

Taurus es una constelación típicamente invernal, además de zodiacal.