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28 de septiembre de 2018

METEOROLOGÍA - Agosto 2018, el más caluroso de la historia. Sí, es el cambio climático




El pasado mes de agosto fue el cuarto más caluroso de la historia.

El espesor de la capa de hielo en ambos polos, estuvo por debajo de la media. El norte de Europa, Australia y el sur de África, ivieron un agosto especialmente seco. Varias regiones de China y la India sufrieron inundaciones. Un tifón mortal causó estragos en Japón y Corea; y Hawai fue azotada por un tifón tropical.





Agosto fue mucho más húmedo que la media en el sur de Europa. En Italia, 11 excursionistas murieron a causa del desbordamiento de un rio.

Mientras tanto, el calor extremo y la sequía severa de la primavera y el verano provocaron una disminución de las cosechas en el norte de Europa, con la consiguiente falta de pasto para el ganado.

El periodo entre abril y agosto ha sido el más cálido de la historia en Europa

El mes de agosto de este año ha sido el tercero con temperaturas excepcionalmente altas.



Los expertos ven en el tiempo de agosto nuevas pruebas del calentamiento
Las olas de calor han llegado a todo el hemisferio norte y de ellas no se han librado algunas grandes ciudades, como Moscú, donde su población ha debido adaptarse a las circunstancias (Vyacheslav Prokofyev / Getty)

Europa ha registrado su agosto más cálido desde que se generalizaron las mediciones meteorológicas en la segunda mitad del siglo XIX. La temperatura media fue el mes pasado 0,35ºC por encima del promedio de los meses de agosto en el período 1981-2010, según informó la Organización Meteorológica Mundial. El mes de agosto coronó un prolongado período de calor en casi toda Europa, en el que no faltaron sequías, olas de calor e incendios forestales.

Agosto ha sido el tercer mes del año 2018 en que se han batido los récords de temperaturas mensuales en Europa (después de abril y mayo). A nivel mundial, ha sido el cuarto agosto más caluroso en la historia de los registros instrumentales. Tanto los servicios meteorológicos mundiales como los expertos ratifican que las altas temperaturas que se vienen registrando en toda Europa a lo largo de este verano son una evidencia más del cambio climático. ¿Es este verano caluroso una consecuencia del calentamiento global del planeta?


“El cambio climático contribuye a intensificar el calor propio del verano”, sentencia Manola Brunet, presidenta de la Comisión de Climatología de la OMM -y profesora de Climatología de Universitat Rovira i Virgili, quien alude a los estudios de atribución rápida que han relacionado el calor extremo en el norte de Europa entre mayo y mitad de julio con el calentamiento causado por el hombre. “El cambio climático ha quintuplicado la posibilidad de que se produzcan olas de calor como las observadas este verano; dicho de otra manera, si el cambio climático no fuera una realidad, las olas de calor que se han producido en el hemisferio norte no hubieran tenido la misma intensidad”, añade Brunet.
Europa ha tenido su agosto más cálido desde que se iniciaron sus registros
La mayoría de países nórdicos y bálticos experimentaron su verano más caluroso, tras una primavera cálida y seca. En el faro de Makkaur, en el extremo septentrional de Noruega, a más de 70º de latitud Norte, el 18 de julio la mínima fue de 25,2ºC, lo que podría describirse como la paradoja de “una noche tórrida en pleno Ártico”, señala el profesor Javier Martín Vide, catedrático de Geografía de la UB.

“Las condiciones climáticas en 2018 se vieron aumentadas por un calentamiento a largo plazo como telón de fondo”, según han señalado los institutos meteorológicos de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, Estonia, Letonia y Lituania en un artículo citado por la OMM. Los récords de temperaturas del verano han tenido una triple causa: “un persistente bloqueo del sistema de alta presiones, la sequía y una temperatura que aumenta gradualmente”, añaden.


“Nuestra sociedad debe prepararse para un cambio de clima, con anomalías más persistentes que pueden incluir olas de calor, inundaciones o fenómenos extremos. Ello exige una alerta temprana sobre estos sucesos, planificar la adaptación en la sociedad y reducir las emisiones” de gases invernadero, añaden estos institutos.

“Indudablemente, las altas temperaturas del verano se relacionan con el cambio climático”, contesta sin pensárselo Ana Casals, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología. “España ha registrado el segundo agosto más caluroso desde 1965. Pero es como si no lo hubiéramos notado porque nos estamos acostumbrando a las altas temperaturas”, añade. No se han hecho, sin embargo, estudios sobre atribución en el caso de España.


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En España

Cambio climático (Raúl Camañas)

El año 2018 comenzó con una débil tendencia al enfriamiento, debido a que regían las condiciones impuestas por La Niña (situación inversa a las de El Niño, fenómeno climático natural que consiste en un calentamiento en el Pacífico Ecuatorial con incidencia en gran parte del planeta). Pero este enfriamiento no fue suficiente para revertir el calentamiento a largo plazo. “El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero ha acabado superponiéndose al efecto de enfriamiento de La Niña, y está dando como resultado un año muy cálido”, dice Brunet.

Los expertos sospechan que el cambio climático pueden estar afectando también a las condiciones de circulación general atmosférica (de las que dependen acontecimientos específicos, como las olas de calor, olas de frío o lluvia intensa...). El calor en el Norte de Europa y la inusual humedad al Sur puede deberse a este debilitamiento de la corriente del chorro ( cinturón que normalmente aísla el Ártico) que ha desplazado las bajas presiones y la inestabilidad hacia el sur. El cambio climático no anula los factores que rigen la dinámica atmosférica, sino que se suma a éstos y los intensifica, de manera que incrementa las temperaturas altas o las precipitaciones intensas, añade Brunet.

“Un solo episodio como el de la ola de calor del julio y agosto pasados (y la sequía) es difícil atribuirlo al cambio climático. Pero la repetición cada vez más frecuente de este riesgo climático así como su mayor intensidad y duración están en línea con el calentamiento global”, señala Javier Martín Vide. Este experto destaca que “el cambio climático ya es perceptible en la evolución de los registros térmicos, en particular, en las medias y en la mayor frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor”. No obstante, ve “difícil demostrar estadísticamente que una sola de ellas, como la recientemente ocurrida, sea una manifestación directa del calentamiento global”.

"Sin este fenómeno no se hubieran producido las olas de calor habidas en Europa”   Manola Brunet Climatóloga 
El verano del 2018 podría insertarse en un panorama futuoro cada vez más habitual. Así lo indica Marc Prohom, jefe del área de Climatologia del Servei Meteorològic de Catalunya. “Todos los modelos climáticos con proyecciones sobre el clima futuro coinciden en reproducir un planeta con períodos de temperatura excepcionalmente elevada cada vez más habituales e intensos”, expone Prohom. Catalunya, al ser una región mediterránea, “es una de las áreas más proclives a que las olas de calor se hagan más frecuentes. Lo que hasta ahora ha sido una excepción, en el futuro puede convertirse en una normalidad”, añade Prohom.

Martín Vide sostiene que el panorama actual nos ha de alertar sobre la necesidad de adaptar el sistema socioeconómico a un mayor grado de riesgo de olas de calor, “con el fin de reducir sus efectos económicos negativos y, en particular, los riesgos sobre la salud”. “No podemos quedarnos boquiabiertos con la sorpresa de los registros extremos, sino que hemos de pedir que las administraciones actúen en la buena dirección, en la de la transición energética y ecológica”. También Manola Brunet recuerda que la solución es una reducción de las emisiones de gases invernadero. “Si no, estamos expuestos a que las condiciones de calor extremas acaben siendo las condiciones del verano en el futuro”.


Sucesos extremos en el planeta


En el Norte de Europa. El mes de agosto coronó un prolongado período de calor en casi toda Europa, especialmente en sus zonas septentrionales, en el que no faltaron sequías, olas de calor e incendios forestales. El Reino Unido registró su verano más cálido (junto con los de los años 2006, 2003 y 1976). Alemania y Francia han vivido el segundo verano con temperaturas más altas.

Situación especialmente anómala en Escandinavia. La mayoría de países escandinavos bálticos vivieron su verano más caluroso tras una primavera cálida y seca. Las temperaturas máximas fueron excepcionales, por encima de los 30º C e incluso de los 33ºC. Los récords se extendieron en Suecia, donde se dieron graves incendios forestales. En cambio, en Islandia el tiempo fue muy húmedo, debido a un sistema de bloqueo de alta presión que persistió en la región nórdica y báltica y que desvió la lluvia hacia Islandia. En Finlandia, entre junio y agosto la temperatura fue dos grados más cálida de lo habitual, según el Instituto Meteorológico de Finlandia. En este país un verano tan cálido ocurre cada 20 a 30 años.

Deshielo del Ártico. La extensión del hielo ártico este agosto alcanza los 5,61 millones de km2, 1,59 millones de km2 por debajo del promedio (en el período 1981-2010). El mes pasado ha sido el séptimo mes de agosto con menor extensión helada desde que se vienen haciendo registros por satélite desde 1979. La extensión del hielo marino se mantuvo baja a lo largo de los mares costeros del océano Ártico a excepción del Mar de Siberia Oriental (más difícilmente franqueable para la navegación). Sin embargo, la Ruta del Mar del Norte era prácticamente navegable. Algunas áreas del ártico aún pueden retroceder más hacia el norte antes de que termine la temporada de derretimiento en septiembre. Además, el Paso del Noroeste (por Canadá) todavía estaba obstruido con hielo, y continúa así este mes de septiembre.


Fuegos mortales en Grecia. España y Portugal vivieron intensas olas de calor en agosto. En Grecia fuertes incendios, avivados por las altas temperaturas y los fuertes vientos, acabaron con la vida de 91 personas cerca de Atenas el 24 de julio. En cambio, en España, un verano húmedo ha tenido efectos beneficiosos: desde el 1 de enero hasta el 2 de septiembre se han registrado 5.117 incendios, que han quemado un total de 19.899 hectáreas, un 77,24% menos que el año pasado en el mismo periodo del 2017. Es el año con menos incendios y hectáreas de la última década.



Mínimas cálidas en EE.UU. Éste ha sido su cuarto verano más cálido con temperaturas por encima de la media en la mayor parte de la nación. De promedio, la temperatura mínima nocturna fue excepcionalmente alta este verano. Fue incluso más elevada que la del récord anterior, que databa del 2016. En general, desde que comenzaron los registros en 1895, las temperaturas mínimas de la noche en verano han ido incrementándose a un ritmo dos veces superior al de las diurnas. En California se produjeron grandes y destructivos incendios. La provincia de la Colombia Británica (Canadá) declaró el estado de emergencia por un incendio que acabó con más de 1.300 hectáreas.

Muertes en Japón. El 23 de julio, el observatorio de Kumagaya registró la temperatura más alta de este país (41,1°C). El número de muertes causadas por el calor llegó a 133 en el mes de julio, el peor balance desde el 2008. Los ancianos y las personas con asma y enfermedades cardiacas sufrieron especialmente la canícula.

Desbordamiento de un lago glaciar en China. La rotura de un glaciar provocó el desbordamiento del lago glacial de Xinjiang. El deshielo liberó unos 35 millones de metros cúbicos de agua y fango que provocó un alud de fango sobre las carreteras, aunque no hubo muertos ni heridos.

India: 400 muertes. Las lluvias sobre Kerala durante el monzón del suroeste (1 de junio a 19 de agosto de 2018) fueron excepcionalmente intensas. Kerala registró 2.346,6 l/m2, un 42% más de lo normal y ocasionó las peores inundaciones en décadas con un balance de 400 muertos.

12 de mayo de 2018

Descubren que Júpiter y Venus están cambiando el clima de la Tierra

El tirón gravitacional de estos planetas alarga la órbita terrestre en un cinco por ciento cada 405.000 años, lo que influye en el clima

La distinta posición de los otros planetas del Sistema Solar influye en la órbita de la Tierra - NASA/JPL Video: Venus y Júpiter son capaces de cambiar el clima de la Tierra

El clima de la Tierra es un fenómeno extremadamente complejo del que solo tenemos datos muy limitados. Por ejemplo, ocurre que los registros más antiguos de temperaturas datan del siglo XIX, y que las huellas del clima pasado que quedan en la geología son gruesas y hablan de períodos de tiempo muy largos. La mayoría de los expertos pueden detectar un calentamiento global acelerado por el hombre y agravado por la destrucción de la naturaleza, pero junto a este proceso hay otros naturales que ejercen una influencia que no siempre podemos comprender. La actividad del Sol, las erupciones volcánicas, el comportamiento de la magnetosfera o la actividad de los seres vivos también puede cambiar el clima de formas difíciles de prever. A veces unos factores van en una misma dirección pero otras no. Esto muestra que en el clima lo único fijo es el cambio.

Un estudio publicado recientemente en «Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS) proporciona evidencias sólidas de otro proceso capaz de cambiar el clima. Científicos de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) han confirmado que el tirón gravitacional de Venus y Júpiter alarga la órbita de la Tierra en un cinco por ciento cada 405.000 años. Por eso, el planeta pasa por una etapa media, a los 202.500 años del comienzo del ciclo, en la que la órbita es casi circular. Esto ha estado influyendo en la cantidad de luz solar que ha llegado al hemisferio Norte y ha modulado el clima de la Tierra durante al menos los últimos 205 millones de años.

«Es un resultado impresionante, porque se pensaba que este largo ciclo había ocurrido hace 50 millones de años, pero ahora se ha confirmado para al menos los últimos 205 millones de años», ha dicho en un comunicado de la universidad de Rutgers Dennis V. Kent, primer autor del estudio y experto en paleomagnetismo. «Ahora, los científicos pueden vincular cambios en el clima, el medio ambiente, la evolución de los dinosaurios y los mamíferos y los fósiles en todo el mundo con este ciclo de 405.000 años de una forma precisa».

Desde hace mucho tiempo los astrofísicos han sugerido que la resonancia de los planetas del Sistema Solar crean ciclos en la órbita de la Tierra. Los cálculos matemáticos habían permitido, incluso, reconstruir la evolución de este fenómeno durante los últimos 50 millones de años. Pero ahora, por primera vez, los investigadores han encontrado evidencias físicas para apoyar esta hipótesis, lo que tiene relevancia para los estudios del clima, la evolución de la vida y la propia evolución del Sistema Solar.

Extracción de testigos de roca en Arizona con hasta 215 millones de años de antigüedad-Kevin Krajick/Lamont-Doherty Earth Observatory

Este efecto sobre la órbita es causado sobre todo por Venus y Júpiter. El motivo es que el primero es el planeta más cercano a la Tierra y que el segundo es, con mucho, el planeta más masivo del Sistema Solar. Pues bien, las órbitas de estos planetas hacen que cada varios cientos de miles de años la posición de estos mundos «tire» de la Tierra en relación con el Sol o que el efecto sea contrario.

Las rocas del pasado

Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio han extraido testigos de roca en Arizona y han analizado otras muestras procedentes de Nueva York y Nueva Jersey. En Arizona analizaron rocas formadas en el Triásico tardío, hace 209 a 215 millones de años, en un momento en que comenzaron a evolucionar los mamíferos y los dinosaurios y el súper continente de Pangea se fragmentó. En concreto, analizaron pruebas de fenómenos de inversión de los polos magnéticos.

En Nueva Jersey y Nueva York encontraron restos de la misma época con señales de una alternancia entre períodos secos y húmedos. Al combinar ambos obtuvieron evidencias de que el ciclo de 405.000 años potencia los efectos de otros ciclos planetarios que influyen en el clima.

Los ciclos de Milankovitch

¿Cuáles son estos ciclos? Si los sencillos movimientos de rotación y traslación determinan el paso de los días y las estaciones, algunos movimientos más sutiles del globo influyen en el clima y generan largos ciclos, que, por ejemplo, generan períodos glaciales e interglaciales. Se trata de los llamados ciclos de Milankovitch, en honor al matemático serbio que los estudió en los años veinte.

Dennis V. Kent posa junto a un testigo extraido de Arizona - Nick Romanenko/Rutgers University-New Brunswick




Se conoce un ciclo de 100.000 años en la excentricidad de la órbita terrestre y que se suma al de los 405.000 ahora estudiado. También hay un ciclo de 41.000 años de duración marcado por la inclinación del eje de la Tierra en relación con el Sol, y uno de 21.000 marcado por el cabeceo del planeta, que recuerda al de un trompo cuando gira y se tambalea.

La realidad es que todos estos ciclos influyen en el clima. Determinan cuánta luz solar incide sobre cada hemisferio, lo que es muy importante, porque el norte y el sur no tienen la misma superficie de tierra firme y de océano y, por lo tanto, no reaccionan igual a los cambios en la cantidad de radiación solar que llega.

Sin tener en cuenta que los continentes se mueven en el plazo de millones de años, puede ocurrir que varios de los ciclos de Milankovitch «empujen» en un mismo sentido y promuevan el calentamiento del planeta. Sin embargo, otras veces alcanzarán un equilibrio o bien promoverán el enfriamiento.

¿Detrás de las glaciaciones?

En los setenta se averiguó que los ciclos de Milankovitch parecían explicar la sucesión de glaciaciones y calentamientos de los últimos milones de años, pero no se puede encajar estas tendencias con los cambios en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, otro gran factor que influye en el clima.

Ahora, la investigación de Kent explica que cuando el ciclo de 405.000 años llega al máximo y la órbita de la Tierra se alarga, los cambios provocados por los otros ciclos se hacen más intensos. En consecuencia, los veranos acaban siendo más cálidos y los inviernos más fríos. Los períodos secos más secos y los húmedos, más húmedos.

Esto coincide, según los investigadores, con lo que ocurrió a finales del Triásico, un momento en que el clima era cálido por motivos desconocidos. Las precipitaciones aumentaron cuando la órbita era más excéntrica, y cuando fue más circular aparecieron periódos más secos.

Según la teoría de Milankovitch, en la actualidad la Tierra está en el máximo de un ciclo de calentamiento de 21.000 años, que acabó con el último período glacial. Por tanto, dentro de milenios deberían comenzar a notarse los efectos del enfriamiento natural del clima. Por otro lado, el planeta está casi en la parte circular del ciclo de 405.000 años, por lo que es difícil que este ciclo tenga consecuencias en la escala de tiempo humano. «Podría pasar. Supongo que podríamos esperar para ver. Por otro lado, todo el dióxido de carbono que estamos metiendo en la atmósfera ahora es clave. Está teniendo un efecto que podemos medir justo ahora. El ciclo planetario es más sutil», ha explicado Dennis V. Kent.


Fuentes: ABC

16 de octubre de 2017

Ophelia, el primer gran huracán que llega al Atlántico oriental

Hurricane Ophelia

El satélite Sentinel-3A de Copernicus tomó esta imagen el día 11 de octubre de 2017, cuando el huracán Ophelia se encontraba a unos 1.300 km al suroeste de las islas Azores y a unos 2.000 km de la costa africana.

Clasificado inicialmente como tormenta tropical, ya ha pasado a la categoría de huracán. El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos ha advertido de que Ophelia podría alcanzar aún más fuerza en los próximos días.

La tormenta se está desplazando hacia el noreste, por lo que podría alcanzar la costa noroccidental de España antes de continuar hacia Gran Bretaña.

La imagen fue capturada a la 12:45 GMT por el instrumento OLCI del satélite.




Fuentes: ESA, Youtube

12 de junio de 2017

Cuantificando los efectos del cambio climático

El año pasado fue el más cálido de los registrados, el hielo del Ártico está desapareciendo y el nivel de los mares continúa aumentando. En este contexto, los satélites nos proporcionan una visión objetiva de cómo el clima cambia y cuáles son su efectos en el planeta.


Las estimaciones muestran que, a nivel mundial, el nivel del mar está subiendo unos 3 mm al año. Esta es una de las mayores amenazas del calentamiento global, especialmente para las zonas costeras a baja altitud. 

En climatología, identificar qué elementos contribuyen en mayor medida a este aumento del nivel del mar es un reto complejo. Los satélites de observación de la Tierra cartografían los cambios en el nivel del mar, que pueden variar a lo largo del planeta. Además, sus datos pueden emplearse para cuantificar la cantidad de agua procedente de distintas fuentes, como la fusión de glaciares y mantos de hielo, o la expansión térmica del agua oceánica debido al aumento de las temperaturas.






Incremento del dióxido de carbono

Pero el papel del espacio en la vigilancia de nuestro planeta no acaba ahí: desde las emisiones de gas de efecto invernadero hasta el ozono, el hielo marino, la humedad del suelo, etc., los instrumentos espaciales nos muestran los hechos científicos e independientes que prueban que nuestro clima está cambiando.

“La climatología y las ciencias de los sistemas terrestres son clave para colocar a los países en la vanguardia de la revolución verde”, explica Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA.
“La observación de la Tierra desde el espacio tiene un papel cada vez más importante, dado que los mismos instrumentos de vigilancia consiguen un alcance global a bordo de satélites. Europa tiene el compromiso de contribuir a comprender mejor el planeta Tierra y de preservarlo”.

La cobertura global y uniforme que ofrecen los datos satelitales es ideal para el tipo de investigación que llevan a cabo los climatólogos. No obstante, necesitan series de datos a largo plazo, de 30 años o más, que superan con mucho la vida útil de las misiones con satélites.

La grieta de Larsen C

Comparar los datos adquiridos por satélites diferentes es complicado, ya que la tecnología mejora constantemente y a menudo se producen vacíos de datos entre misiones satelitales. Para resolver este problema, la ESA creó la Iniciativa sobre el Cambio Climático (CCI), que integra conjuntos de datos de distintas misiones de observación de la Tierra para producir los registros globales y a largo plazo más completos posibles con relación a los principales factores que influyen en la Tierra: las llamadas variables climáticas esenciales.

Estos conjuntos de datos muestran pruebas claras de cambios en nuestro clima.

Para obtener una completa visión de los cambios en el clima de nuestro planeta a través de los ojos de los satélites, se puede consultar un nuevo libro digital para tabletas iPad y Android que ofrece mapas interactivos y entrevistas en vídeo con científicos destacados.

Los científicos interesados en acceder a los conjuntos de datos de las variables climáticas esenciales, pueden visitar el portal de datos públicos de la CCI.

Fuente : ESA

18 de marzo de 2017

Qué es "El Niño costero" que está afectando a Perú y Ecuador y por qué puede ser el indicador de un fenómeno meteorológico a escala planetaria

Evento solo ocurre en costas del Perú y Ecuador. Temperatura está a 4 o 5 grados por encima de lo normal.

Desde fines de enero, Perú y Ecuador ha registrado fuertes lluvias que han afectado a miles de personas y han dejado cuantiosos daños materiales. Científicos de todo el mundo lo están observado por si pudiera ser una señal de que se acerca el fenómeno de El Niño global.


El Niño costero es el fenómeno actualmente en curso que afecta a las naciones de Perú y Ecuador. Las fuertes lluvias provocan inundaciones y aluviones que afectan a varias ciudades y localidades. Hasta el 16 de marzo, el fenómeno ha dejado un saldo de 62 fallecidos, y 62,000 damnificados en el Perú. En Ecuador las lluvias han causado la muerte de 14 personas.

Desarrollo

Perú y Ecuador son países con salida al Océano Pacífico y que desde la época prehispánica han soportado fenómenos del niño pero jamás se enfrentaron a uno parecido al actual que inició el 2016 y se intensificó el 2017, los primeros indicios se comenzaron a dar en Perú a finales de noviembre del 2016, más específicamente algunos sectores de los andes del sur, para dar paso a un periodo de calma que se fue desintegrando a comienzo de febrero del 2017, las regiones de la costa norte fueron las siguientes y en este punto comenzó a afectar al Ecuador, la crisis climática se intensifico afectando a regiones muy alejadas de la costa como Cajamarca y Huánuco, Junín hasta la actualidad varias zonas del sur que desde el 2016 se encontraban inactivas volvieron a ser afectadas por el fenómeno incluyendo la capital peruana Lima. Hasta el momento ciudades peruanas como Piura, Tumbes, Huarmey, Cañete entre otras quedaron completamente devastadas mientras que áreas metropolitanas como Lima, Trujillo y Guayaquil se encuentran en pleno peligro por los deslaves de los ríos.

Origen
Articulos principales: Fenómeno del Niño y Cambio climático en el medio ambiente.

El llamado Niño costero tiene su origen por las aguas calientes provenientes de Asia y Oceanía que se unen con el aire frío del oeste de América.


Las fuertes lluvias tuvieron origen en el calentamiento del mar que limita las costas del Pacífico de Perú y Ecuador denominado El Niño Costero. 
El aumento de la temperatura del mar se vincula con las corrientes de aire, de origen centroamericano, que se mueven con dirección a sur, favoreciendo la llegada aguas cálidas. 
Su paso por las costas de Ecuador y Perú no encontró barrera, mientras que los vientos contrarios "se debilitaron" permitieron el ingreso de las aguas cálidas. 
La masa de aguas cálidas se caracteriza por ser superficial y fácil evaporación llegando a alcanzar temperaturas de hasta 29 ºC lo que genera atmósfera inestable y lluvias constantes.

Zonas afectadas

Perú
Evangelina Chamorro, fue arrastrada por el Huayco en Punta Hermoza (Lima). Sin embargo, a pesar de ello,a pudo salir por sus propios medios, siendo ayudada ya en la orilla. Esta imagen dio la vuelta al mundo, convirtiéndola en símbolo del desastre que afronta Perú.
En Perú ha causado la muerte de 62 personas, 170 heridos, 11 desaparecidos y más de 62.000 damnificados. En infraestructura, 7.974 casas han colapsado y 19 colegios están derrumbados. El 3 de febrero se declaró en estado de emergencia en las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque. Ese mismo día, el Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen) informó el establecimiento del 'estado de alerta' de El Niño Costero que se extiende por todos los departamentos del litoral peruano, incluyendo el departamento de Lima.

Ecuador
En Ecuador las lluvias han causado la muerte de 14 personas. , cientos de damnificados y desplazados, la Secretaría Nacional de Riesgos de ese país declaró el estado de emergencia en las provincias de Guayas (en cuya capital, Guayaquil ha experimentado las mayores tormentas ), Santa Elena, El Oro, Los Ríos y Manabí (provincia que hace un año atrás fue devastada por un terremoto de 7,8 grados en la Escala de Richter); además las provincias en la Sierra Central y Centro-Norte (Azuay, Cañar, Bolívar, Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi y Pichincha) han experimentado lluvias cinco veces más fuertes de lo normal ; en el Distrito Metropolitano de Quito las lluvias también han ocasionado deslaves, derrumbamientos y socavones , en Cuenca además de soportar granizadas, los aguaceros en los cuatro ríos que cruzan esta ciudad se encuentran al borde del deslave .

Tipos de desastres
Desde el inicio del Niño costero varios desastres se fueron presentado a lo largo de la costa oeste de Sudamérica.

Derrumbes
Los huaicos, desbordes y deslizamiento de tierra se intensificaron especialmente en la cuenca del Pacífico, este fenómeno afecto inicialmente a las poblaciones que vivían cerca de las quebradas de los cerros, pero al empeorarse la situación los huaicos continuaron hasta llegar a ciudades alejadas de los cerros como Huaraz o Tumbes.

Lluvias torrenciales y tormentas eléctricas
Las lluvias torrenciales acompañadas de tormentas eléctricas se iniciaron en regiones del norte peruano como Lambayeque, La Libertad, Piura y provincias del sur ecuatoriano como El Oro, Loja y Azuay, varias de ellas presentaron por primera vez lluvias con descargas eléctricas, y en especial el Distrito Metropolitano de Guayaquil, paulatinamente también se fue presentando lluvias a gran escala en diversas partes de ambos países donde las lluvias son escasas, tales como Lima y Tacna, otras ciudades que sí son comúnmente lluviosas como Quito y Riobamba registraron niveles históricos de hasta 5 o 6 veces más precipitaciones.

La selva amazónica peruana también presentó un aumento significativo de lluvias.

Nieve y granizo
Las granizadas comenzaron en las regiones del sur peruano, la más afectada fue Puno, sus autoridades se vieron obligados a cerrar escuelas y evitar el pase en carreteras. Los últimos días varios habitantes de Lima avisaron a las autoridades la aparición grandes cantidades de masa blanca en los cerros habitados por personas.

La ciudad ecuatoriana de Cuenca también registro una lluvia de granizo.

Inundaciones
Prácticamente gran parte del Perú y Ecuador están teniendo repetidas inundaciones tras el desbordes de los ríos y quebradas por las lluvias y el fácil transporte del agua a través de los deslizamientos.

Repercusiones
El Niño costero esta teniendo repercusiones en los vecinos de los países limítrofes:
  • La región chilena de Arica y Parinacota se presentó fuertes lluvias que dejó aislado a varios poblados de la zona andina, marejadas de hasta cuatro metros, así como un incremento en los caudales de los ríos Lluta y San José.
  • Las regiones colombianas del Pacífico y Amazonas presentan un aumento serio de los caudales de sus ríos.
  • El Río Amazonas y todos sus afluentes que vienen siendo excesivamente alimentados saldrán de su caudal y provocara inundaciones en Brasil.
  • En Bolivia ocho de sus regiones se vieron afectadas por las fuertes lluvias y la constante presencia de granizo, hasta ahora dos personas han fallecido y seis se encuentran hospitalizadas.
Fuentes: Wikipedia

Qué es "El Niño costero" que está afectando a Perú y Ecuador y por qué puede ser el indicador de un fenómeno meteorológico a escala planetaria
El servicio meteorológico peruano prevé que las lluvias continúen hasta abril. EPA

No se había visto un desastre así desde 1998.

Las fuertes lluvias que se registran en Perú desde fines de enero han dejado al menos 62 muertos, más de 600.000 afectados y han causado importantes daños en viviendas y carreteras, principalmente en tres regiones del norte del país: Tumbes, Piura y Lambayeque.
Los efectos de las precipitaciones también se han dejado sentir en La Libertad, Cajamarca, Ica y Lima.

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Solo en la región Piura hay más de 15.000 damnificados, que han sufrido los desbordes de los ríos y el colapso de los sistemas de alcantarillas.


El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, visitó la región Piura el fin de semana, una de las más afectadas por El Niño costero.

Mientras, en la costa de Ecuador, los aguaceros han causado la muerte de 14 personas y causado daños a miles de viviendas, principalmente en las provincias de Chimborazo, Guayas, Los Ríos y Manabí.
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Esta situación, que no se veía en las zonas afectadas en cerca de dos décadas, se debe a un fenómeno que, por sus consecuencias es parecido al fenómeno de El Niño, pero en este caso se ubica solo frente a las costas de Perú y Ecuador.

Los científicos peruanos lo han bautizado como "ElNiño costero" y expertos de todo el mundo lo están observando por si se trata de una señal de que se acerca un Niño de escala planetaria.



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VIDEO: El momento en que una mujer emerge del barro tras un deslave en Perú

Calentamiento focalizado
Durante un fenómeno de El Niño, aumenta la temperatura del agua en toda la franja ecuatorial del océano Pacífico, hasta la costa norte de Estados Unidos, y los efectos se sienten en todo el mundo: lluvias monzónicas débiles en India, inviernos más fríos en Europa, tifones en Asia y sequías en Indonesia y Australia, entre otras calamidades.

Pero cuando el calentamiento ocurre solo en la zona costera de Perú y Ecuador, las anomalías (lluvias torrenciales) se restringen a estos territorios. Los expertos peruanos llaman "El Niño costero" al fenómeno, según el Comité Multisectorial para el estudio del Fenómeno de El Niño en ese país (Enfen).

El hecho de que el aumento de la temperatura del agua ocurra solo frente ambos países, se relaciona con las corrientes de viento que circulan por esta zona.

Los efectos de las precipitaciones se han dejado sentir con fuerza.

A fines de 2016, unos vientos del norte, provenientes de Centroamérica, favorecieron el desplazamiento de aguas cálidas hacia el sur, dice el Enfen.

En su recorrido hacia la costa ecuatoriana y peruana, esta masa hídrica no encontró ninguna barrera, explicó a BBC Mundo el meteorólogo Nelson Quispe, director de área de Pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú (Senamhi).

Los vientos costeros que iban en dirección opuesta -de sur a norte- "se debilitaron" durante los primeros días de diciembre de 2016 y permitieron el ingreso de las aguas cálidas de Centroamérica.
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"Normalmente el viento que va de sur a norte ayuda a llevar la corriente marina de Humboldt, que es fría. Pero como el viento se había debilitado, la corriente también fue más débil", agregó Quispe.

Las mediciones de temperatura muestran niveles más altos cerca de la costa de Perú. NOAA


El calentamiento anómalo del mar en la costa costera empezó a mediados de enero y ha causado que el agua alcance temperaturas pico de 29 ºC en Perú, y de 28 ºC en Ecuador.

"La temperatura normal en verano es 24 o 25 grados centígrados. Ahora está cuatro o cinco grados por encima de lo normal y eso es lo que causa las lluvias (por la fuerte evaporación del agua)", dice Quispe, del Senamhi.
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Un requisito para que las autoridades peruanas confirmen la presencia de El Niño costero es que las anomalías se mantengan durante tres meses consecutivos, como mínimo.

Es así que se espera que las precipitaciones continúen en marzo y que disminuyan recién a fines de abril, señaló Quispe, del Senamhi.

Según el Ministerio de Agricultura de Perú, se han perdido 1.200 hectáreas de cultivo solo en la región Piura.

¿Un niño global?
La definición de "El Niño costero" fue creada por el Enfen de Perú para estudiar el fenómeno y prevenir los daños en ese país, explicó a BBC Mundo Rodney Martínez, director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), ubicado en Ecuador.
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Las lluvias inundaron muchas calles de Sullana, una ciudad de la región Piura, en el norte de Perú (foto del 23 de febrero).
A nivel mundial, los científicos no creen que el fenómeno de El Niño esté teniendo lugar, aunque no descartan que pueda darse en los próximos meses.

"(Para ellos) lo que ocurre en Perú y Ecuador es un calentamiento anómalo en el Pacífico oriental que ocasiona lluvias por encima de lo normal. Pero no es reconocido como un Niño. Es un fenómeno muy localizado, muy de nuestra región", dijo Martínez.
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Pero advierte que si el calentamiento en el Pacífico este se mantiene, podría ser precursor de un Niño global. "Todo lo que pasa el Pacífico oriental afecta la presión atmosférica en todo el Pacífico y contribuye a una potencial evolución hacia un Niño", sostiene.


"No se observaba esta intensidad (en el calentamiento del Pacífico) desde hace 18 años. Es un calentamiento inusual, poco esperado y fuerte en la parte norte", agrega.

Meteorólogos de todo el mundo están observando lo que está sucediendo en la costa de Perú y Ecuador, y sitúan en un 40% las posibilidades de que se desarrolle un nuevo fenómeno de El Niño a escala planetaria.

Ello sería inusual ya que se registró uno de gran intensidad entre 2015 y 2016, bautizado como "El súper Niño", que hizo que las temperaturas mundiales batieran numerosos récords.

Se esperaba que en los últimos meses las aguas ecuatoriales se enfriaran y dieran paso a "La Niña", algo que por el momento ha sucedido de forma intermitente. Ello ha llevado a que los científicos bautizaran a "La Niña" como "La Nada", por lo poco que ha dejado sentir sus efectos.

"El Niño" sucede normalmente una frecuencia de entre dos y siete años. Sería inusual que empiece uno en 2017, poco tiempo después de que hubiera acabado uno en 2016.

Fuentes: BBC

12 de febrero de 2017


El astronauta Andreas Mogensen ha capturado en video por primera vez este extraño fenómeno meteorológico. ESA

  • Reportadas por los pilotos de aviación, su existencia lleva años debatiéndose
  • Un video grabado desde la Estación Espacial muestra este fenómeno eléctrico
  • Han sido llamadas "espectros rojos", "chorros azules", "duendes" o "elfos"
Su existencia llevaba años debatiéndose: huidizas descargas eléctricas en la alta atmósfera con nombres peculiares como "espectros rojos", "chorros azules", "duendes" o "elfos". Aunque habían sido reportadas por pilotos de aviación, resultan difíciles de estudiar, ya que se producen por encima de las tormentas eléctricas.

Durante su misión en la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2015, el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Andreas Mogensen estuvo encargado de fotografiar este tipo de tormentas con la cámara más sensible del complejo orbital en busca de estos breves fenómenos.

Ahora, el Instituto Nacional del Espacio de Dinamarca ha publicado los resultados, que confirman la aparición de numerosos destellos azules de longitud kilométrica a unos 18 kilómetros de altitud, incluyendo un chorro azul pulsante que llegó a alcanzar 40 kilómetros. Un video grabado por Andreas mientras sobrevolaba la Bahía de Bengala desde la EEI, a 28.800 km/h, muestra por primera vez claramente estos fenómenos eléctricos.




Los satélites habían probado estos eventos, pero su ángulo de visión no es ideal para recopilar datos sobre la escala de los chorros azules y descargas azules más pequeñas. Por el contrario, la órbita inferior de la Estación Espacial Internacional está idealmente ubicada para capturar estos fenómenos. 

Andreas apuntó hacia las torres de nubes -pilares de nubes que se extienden hacia la atmósfera superior- y grabó un video de 160 segundos mostrando 245 destellos azules desde la parte superior de una de esas torres que derivó de la tormenta de la Bahía de Bengala. 

Parte poco comprendida de nuestra atmósfera 

Las descargas azules y los chorros son ejemplos de una parte poco comprendida de nuestra atmósfera. Las tormentas eléctricas llegan a la estratosfera y tienen implicaciones sobre cómo nuestra atmósfera nos protege de la radiación. 

Este experimento confirma que la Estación Espacial es una base adecuada para observar estos fenómenos. Como seguimiento, se está preparando el Monitor de Interacciones Atmosférico-Espaciales para su lanzamiento a finales de este año, para su instalación fuera del laboratorio Columbus de la Estación Espacial, con el fin de monitorear continuamente las tormentas para recopilar información sobre tales "eventos luminosos transitorios". 

Andreas concluye: "No todos los días captamos un nuevo fenómeno meteorológico en vídeo, por lo que estoy muy satisfecho con el resultado, pero aún más para que los investigadores puedan investigar estas intrigantes tormentas con más detalle pronto".


Fuentes: Rtve.

7 de febrero de 2017

‘Cumulonimbus’, nube que impresionó a Guayaquileños 1 de Febrero 2017

(Tomado del Twitter del Inamhi) La nube cumulonimbus, que se vio la tarde del miércoles en el cielo de Guayaquil, en Urdesa Norte. En el Litoral, esta nube se desarrolla en las noches.

El paso de la nube oscura por el norte de Guayaquil, que atemorizó a muchos ciudadanos, el miércoles último. Ronald Cedeño






Algunos pensaron que era el fin del mundo, porque veían cómo una nube oscura y grande crecía y avanzaba por el cielo de Guayaquil, la tarde del miércoles último. “Nos llegó el día de la independencia”, decían unos al relacionar la imagen real con la que se ve en la popular película de ficción.

En zonas del norte y el oeste se sentía también un fuerte viento, mientras se observaba el paso de la gran nube, reportaron moradores.

A este tipo de nube se la conoce como cumulonimbus y se caracterizan por provocar intensas lluvias, ráfagas de viento y tormentas eléctricas, sostienen técnicos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

“Se forman por la convergencia o por el choque de masas de aire cálidas, que tienden a ascender y forman este tipo de nubes (frecuentes en el trópico). Este tipo de nubosidad es propio de la época lluviosa. Son nubes de gran desarrollo vertical, que pueden alcanzar de 13 a 15 kilómetros de desarrollo vertical”, dice Vladimir Arreaga, técnico del Inamhi.

El experto agrega que estas nubosidades tienen en su cima temperaturas muy frías (-70 grados) o cristales de hielo, mientras que en su interior albergan ráfagas de viento ascendente y descendente.

En la región Interandina o Sierra, estas nubes provocan granizo. Según Arreaga, en días anteriores en la provincia de Esmeraldas se reportaron incidentes por este tipo de nube, como la caída de árboles.



El técnico indica que este tipo de nubosidad fue el responsable de la intensa lluvia que se dio en Guayaquil el 8 de enero pasado, cuando cayeron 106 milímetros de agua. Ese día la nube salió en la noche. Arreaga sostiene que en el Litoral y en el Oriente no se aprecia este tipo de nubosidad porque se desarrolla (o maduran) en la noche, cuando el cielo está oscuro, por eso el público no la divisa. “Por eso en las noches es cuando hay mayor intensidad de lluvias”. 

En cambio, dice, en la Sierra (como en Quito) se forman en la tarde. “Se desarrolló (esta vez) en la tarde, porque las condiciones en el Litoral están muy inestables”, menciona el técnico. 

A la inestabilidad de la atmósfera, el experto le suma el aporte de humedad del océano, que se registra por un calentamiento considerable que se ha evidenciado en los últimos días en la superficie del mar, frente a la costa de Ecuador. “En Guayaquil tuvimos la presencia de sol en las primeras horas de la mañana y en el mediodía (del miércoles). 

Al tener presencia de radiación solar, estamos jalando energía rápidamente y con la humedad concentrada se desarrolló rápidamente en horas de la tarde”, precisa Arreaga. 

En General Vernaza, en Salitre, en cambio, se reportó la presencia de neblina. El técnico expresa que aquello es por la humedad relativa que tiene porcentajes muy altos y que ha alcanzado entre el 95 y 98 %. “Se trata de partículas de agua en suspensión, que reducen la visibilidad”, afirma.



Fuentes: El Universo

5 de febrero de 2017

Antartida. La grieta de Larsen C



Hace ya varios años que apareció una grieta en la barrera de hielo Larsen C de la península Antártica, pero en los últimos tiempos ha ido creciendo más rápido que nunca.

Gracias a sus radares con ‘visión nocturna’, los satélites Sentinel-1 de Copernicus están vigilando la situación.

Esta animación muestra que la fisura se ha extendido unos 60 km desde enero del año pasado. Y desde principios de enero de este año, se han separado otros 20 km, por lo que, en estos momentos, la plataforma de 350 m de grosor apenas se encuentra unida por un hilo a la península. La grieta ahora tiene unos 175 km de longitud.

Cuando el iceberg se separe definitivamente de la barrera de hielo, será uno de los mayores nunca registrados, aunque es difícil pronosticar cuándo sucederá. Las barreras colindantes, Larsen A y Larsen B experimentaron un proceso similar, con partos espectaculares en 1995 y 2002, respectivamente.

Estas barreras de hielo son importantes, ya que actúan a modo de refuerzo, reteniendo el hielo que fluye hacia el mar.

Los dos satélites Sentinel-1 son fundamentales para descubrir y vigilar acontecimientos como estos, ya que son capaces de proporcionar imágenes de radar de forma continua, a pesar de que la Antártida permanece inmersa en la oscuridad durante varios meses al año.

Fuente: ESA

8 de octubre de 2016

La NASA Sigue de Cerca la Evolución del Huracán Matthew



La NASA está siguiendo de cerca la evolución del huracán Matthew a su llegada a la costa de Florida. Una avión Global Hawk no tripulado de la NASA despegó ayer desde el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong en California y actualmente se encuentra sobrevolando el huracán Matthew para apoyar el proyecto SHOUT del NOAA en el seguimiento y evolución de esta gran tormenta.

Además del NOAA, la NASA y científicos de universidades están en las Instalaciones de Vuelo de Wallops de la NASA en Virginia para apoyar el vuelo del avión sobre el huracán.


Datos recogidos por el avión Global Hawk en colaboración con el proyecto SHOUT del NOAA. Image Credit: NOAA/NASA

Durante el vuelo, el avión entregará radiosondas (cuadrados que se especifican en la trayectoria de vuelo en la fotografía) que recogerán datos tales como la temperatura, presión, humedad relativa y viento. Esta información será entregada en tiempo real al Centro Nacional de Huracanes en Florida, los Centros Nacionales del NOAA de Predicción Ambiental y numerosos centros de modelización de todo el mundo para su uso en el pronóstico y el desarrollo del modelo.

Este es el segundo año del SHOUT del NOAA, un proyecto de investigación de tres años con la NASA para evaluar los beneficios del uso de aviones no tripulados en las operaciones de rutina para mejorar los pronósticos de tormentas severas. La investigación también analiza si los aviones no tripulados puede llenar los vacíos de datos si hay interrupciones en la cobertura de los satélites meteorológicos.



Esta animación muestra los datos recogidos por el satélite GPM del huracán Matthew del 4 al 6 de Octubre de 2016. El ojo del huracán tocó tierra sobre Haití el 4 de Octubre. GPM vio enormes cantidades de precipitaciones en todo Haití. El 6 de Octubre Matthew se acercó a Florida, donde las bandas exteriores de las precipitaciones estaban cerca de la costa de Florida. GPM reveló la enorme cantidad de precipitaciones producidas por esta tormenta, que ya ha comenzado a afectar a Florida. Credits: NASA SVS
Fuentes: NASA EN ESPAÑOL

El Huracán Matthew Captado Por las Cámaras de la ISS

Las cámaras situadas en el exterior de la Estación Espacial Internacional capturaron estas impresionantes imágenes del gran huracán Matthew el 3 de Octubre a las 20:15 GMT, cuando la ISS sobrevolaba la tormenta a una altitud de 402 kilómetros. Con vientos que alcanzaron más de 225 kilómetros por hora lo han convertido en un huracán de categoría 4. Se esperaba que Matthew pase sobre el oeste de Haití y el este de Cuba el 4 Octubre, antes de llegar al norte de las Bahamas el 5 de Octubre y posiblemente pueda alcanzar la costa este de los Estados Unidos a finales de semana.



Este otro vídeo es una animación creada a partir de datos recogidos por el satélite GOES-Este del NOAA del 2 al 4 de Octubre, donde se muestra la evolución del huracán Matthew moviéndose a través del Mar del Caribe y tocando tierra al oeste de Haití a primeras horas del 4 de Octubre.



Fuentes: NASA EN ESPAÑOL

26 de junio de 2016

CONFERENCIA Efectos del cambio climático en registros de temperatura y precipitación en la ciudad de Quito, ECUADOR

>>CONFERENCIA<<

Te invitamos este jueves 30 de junio de 2016 a las 11:00am, en el Hemiciclo Politécnico (EDIFICIO 3) de la Escuela Politécnica Nacional, a la conferencia “Efectos del cambio climático en registros de temperatura y precipitación en la ciudad de Quito, Ecuador” dictada por el Lic. Yoandy Hernández Díaz, quien es Licenciado en Meteorología y Analista del Observatorio Astronómico de Quito.

En esta charla se presentarán los cambios de las temperaturas y las lluvias en los últimos años en la zona de Quito, para lo cual se emplearán diversos métodos: analíticos, gráficos y estadísticos.

El tema reviste gran importancia por su impacto directo al medio ambiente, contribuyendo al cambio climático en sentido general.

La entrada es libre y gratuita. Te esperamos!

Para mayor información visita http://oaq.epn.edu.ec/index.php/nosotros/noticias/cursos-y-conferencias/conferencias-2016/163-6-conferencia2016

30 de mayo de 2016

El calentamiento global del mar no afecta (tanto) al Antártico

Aguas antiguas y profundas explican por qué el océano Antártico no se ha calentado. THINKSTOCK

Las aguas profundas y centenarias del océano Antártico impiden que se caliente

El hielo del Ártico mengua, pero las corrientes marinas mantienen al Antártico

Las aguas que rodean la Antártida pueden ser uno de los últimos lugares donde llegue el cambio climático inducido por el hombre debido a las corrientes marinas, que las mantienen aproximadamente a la misma temperatura mientras que en la mayor parte del resto del planeta se calientan, como las del Artico.

Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos) y publicado en la revista Nature Geoscience, a partir de observaciones con boyas Argo y otros instrumentos para trazar el camino de la pérdida de calor de las aguas.

Las observaciones y los modelos climáticos muestran que las corrientes únicas alrededor de la Antártida empujan contantemente aguas profundas y centenarias hacia la superficie, es decir, que nunca habían tocado la atmósfera antes de la era de las máquinas y no han experimentado el cambio climático relacionado con los combustibles fósiles.

"Con el aumento del dióxido de carbono se puede esperar un mayor calentamiento en ambos polos, pero sólo se ve en uno de los dos, así que algo debe estar pasando", señala Kyle Armour, autor principal del estudio y profesor asistente de Oceanografía y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington, quien añade: "Demostramos que esto es por razones realmente simples y las corrientes oceánicas son aquí el héroe".

El Antártico se nutre de aguas profundas

Vientos huracanados del oeste que soplan constantemente alrededor de la Antártida actúan para empujar las aguas superficiales al norte, trayendo continuamente agua desde abajo. El Antártico se nutre de agua de grandes profundidades y de fuentes de agua tan distantes que hacen falta siglos para que cuando lleguen a la superficie experimenten un calentamiento global moderno.

Otros lugares oceánicos, como la costa oeste de América y el ecuador, elevan el agua marina desde unos pocos cientos de metros, pero Armour precisa que "el océano Antártico es único, ya que trae agua desde varios miles de metros". "Es agua realmente antigua y profunda que viene hacia la superficie en todo el continente y que no ha estado en la atmósfera durante cientos de años", añade.

El agua de la superficie de la Antártida vio la atmósfera terrestre hace siglos en el Atlántico norte, después se hundió y caminó a través de los océanos del planeta antes de resurgir en el Antártico cientos o miles de años después.

El Ártico se lleva el agua 'recalentada'

El calentamiento retardado del océano Antártico se ve comúnmente en los modelos climáticos globales, lo que se había achacado erróneamente a mares agitados y helados que llevan el calor hacia abajo.

"La vieja idea era que el calor comienza en la superficie y podría mezclarse abajo y esa es la razón del lento calentamiento. Sin embargo, las observaciones muestran que el calor está siendo transportado lejos de la Antártida", apunta Armour.

En el Atlántico, el flujo hacia el norte de la superficie del océano continúa su camino hasta el Ártico. El estudio utilizó colorantes en las simulaciones de modelos para mostrar que el agua de mar que ha experimentado el mayor cambio climático tiende a aglutinarse en torno al Polo Norte.

Este es otro motivo por el que el océano y el mar de hielo del Artico representan la mayor parte del calentamiento global, mientras que la Antártida está en gran parte ajena al cambio climático.

El océano Antártico se mantiene al margen del aumento de temperaturas global

Cambio climático, regional más que global

"Los océanos están actuando para aumentar el calentamiento en el Ártico, mientras que no ocurre alrededor de la Antártida", recalca Armour, que apunta: "No se puede comparar directamente el calentamiento en los polos, debido a que está ocurriendo en la parte superior de muy diferentes circulaciones oceánicas".

Saber dónde va el exceso de calor atrapado por los gases de efecto invernadero e identificar por qué los polos están calentándose a un ritmo diferente ayudará a predecir mejor las temperaturas en el futuro.

"Cuando escuchamos el término 'calentamiento global', pensamos en el calentamiento en todas partes al mismo ritmo. Nos estamos alejando de esta idea del calentamiento global y vamos más hacia la idea de los patrones regionales de calentamiento, que son fuertemente determinados por las corrientes marinas", concluye Armour.


Fuentes: Rtve.es