Mostrando entradas con la etiqueta Via Lactea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Via Lactea. Mostrar todas las entradas

20 de junio de 2016

La Vía Láctea desde la Estación Espacial Internacional



Imagen tomada desde la Estación Espacial Internacional el 6 de junio de 2016 a las 22:55 (UTC). Se puede apreciar una porción de la Vía Láctea así como la atmósfera de la Tierra. Al momento de tomarse la foto, la Estación Espacial Internacional se encontraba en el océano Índico, al este de la costa de Madagascar.

Crédito: NASA

25 de febrero de 2016

La panorámica más refinada de la Vía Láctea desde el cielo del sur

Una espectacular nueva imagen de la Vía Láctea ha sido revelada mediante el telescopio APEX ESO

  • La imagen, obtenida en Chile, muestra la distribución de gas frío en la galaxia
  • Se ve la mayoría de regiones de formación de estrellas en la Vía Láctea austral
Una espectacular nueva imagen de la Vía Láctea ha sido revelada con la culminación del rastreo de la galaxia mediante el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment), ubicado en Chile.

A través del sondeo ATLASGAL (APEX Telescope Large Area Survey of the Galaxy), este telescopio ha observado el área completa del plano galáctico visible desde el hemisferio sur, por primera vez en longitudes de onda submilimétricas -entre la luz infrarroja y las ondas de radio- y de forma más precisa que los sondeos recientes. El telescopio APEX de 12 metros permite a los astrónomos estudiar el Universo frío: el gas y el polvo sólo unas pocas decenas de grados por encima del cero absoluto.



La imagen proporciona una vista detallada de la distribución densa de gas frío a lo largo del plano de la Vía Láctea. Incluye la mayoría de las regiones de formación de estrellas en la Vía Láctea austral. 

Los nuevos mapas ATLASGAL cubren un área del cielo 140 grados de longitud y 3 grados de ancho, más de cuatro veces mayor que la primera versión ATLASGAL. 

El European Southern Observatory (ESO) explica que ATLASGAL es el programa individual más exitoso de APEX, y su legado se ampliará mucho más con todos los productos de datos reducidos disponibles desde ahora para toda la comunidad astronómica. 

En el corazón de APEX se encuentran sus sensibles instrumentos. Uno de ellos, LABOCA (de LArge Bolometer CAmera, gran cámara bolómetro) fue utilizado para el sondeo ATLASGAL. LABOCA mide la radiación entrante registrando los pequeños aumentos de temperatura que provoca en sus detectores, y puede captar emisiones de las bandas de polvo oscuro y frío que oscurecen la luz estelar. 

Registro de las nuevas generaciones de estrellas 

La nueva versión de ATLASGAL complementa observaciones del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA). La combinación de los datos de Planck y APEX permitieron a los astrónomos detectar emisiones repartidas en un área mayor del cielo y, a partir de ahí, estimar la fracción de gas denso que hay en el interior de la galaxia. Los datos de ATLASGAL también fueron utilizados para crear un censo completo de nubes frías y masivas en las que se están formando las nuevas generaciones de estrellas. 

"ATLASGAL nos permite obtener información reveladora sobre dónde se forma la siguiente generación de cúmulos y de estrellas masivas. Combinando estas observaciones con las de Planck ahora podemos encontrar una relación con las estructuras a gran escala de nubes moleculares gigantes", comenta Timea Csengeri, del Instituto Max Planck de Radio astronomía (MPIfR), en Bonn (Alemania), quien dirigió el trabajo de combinar los datos de APEX y Planck. 

Leonardo Testi (ESO), miembro del equipo ATLASGAL y científico del proyecto europeo para el proyecto ALMA, concluye: "Gracias a ATLASGAL tenemos una nueva y transformadora forma de ver el denso medio interestelar de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. La nueva versión del sondeo completo abre la posibilidad de explotar este maravilloso conjunto de datos para llevar a cabo nuevos descubrimientos. Muchos equipos de científicos ya están utilizando los datos ATLASGAL para planificar con detalle sus posteriores observaciones con ALMA". 


Fuentes: Rtve, EUROPA PRESS

13 de febrero de 2016

¡Cuidado, que viene la nube Smith!


Bill Saxton (NRAO/AUI/NSF)
Impresión artística de la aproximación de la Nube de Smith hacia el disco de la Vía Láctea, con el que chocará dentro de aproximadamente 30 millones de años

Se llama Gran Nube Smith, viaja a 150 km por segundo contra nosotros y tiene un campo magnético de fuerza en su interior que la mantiene intacta

 Una inmensa nube de gas conocida como nube Smith está cayendo en picado hacia nuestra galaxia. Y a una velocidad superior a un millón cien mil km. por hora. ¿Qué consecuencias tendrá? Descúbrelo en el vídeo sobre estas líneas. 

La Nube Smith es una serpiente gigante de hidrógeno que se encuentra en rumbo de colisión con la Vía Láctea. Si las habituales leyes físicas se cumplieran, las nubes de alta velocidad como ésta deberían desintegrarse cuando chocan con los discos de las galaxias. Pero no es así, continúan intactas. Ahora, un grupo de científicos ha descubierto un campo magnético de fuerza en lo más profundo de Smith que sería la clave para explicar la pervivencia de estas nubes durante su caída meteórica.

Los astrónomos, utilizando el telescopio Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) de la Fundación Nacional de Ciencia y el Robert C. Byrd Green Bank Telescope (GBT) han descubierto un campo magnético en el interior profundo de la Nube Smith que puede protegerla cuando impacte con nuestra galaxia. Eso pasará dentro de unos 30 millones de años, porque la Gran Nube de Smith se precipita hacia la Vía Láctea a más de 150 kilómetros por segundo. Cuando lo haga, los astrónomos creen que supondrá el inicio de un espectacular estallido de nuevas estrellas. Pero primero tiene que sobrevivir a su impacto, a toda velocidad, contra el halo de gas caliente ionizado que rodea la Vía Láctea.

Este descubrimiento podría ayudar a explicar cómo las llamadas nubes de alta velocidad (CHV) se mantienen casi intactas durante sus fusiones con los discos de las galaxias, donde podrían proporcionar nuevo combustible para nuevas generaciones de estrellas. "La atmósfera galáctica provoca que estas nubes de hidrógeno alcancen temperaturas superiores al millón de grados, lo que debería destruirlas antes de que llegaran al disco, donde se forman la mayoría de las estrellas. Pero no es así", comenta Alex Hill, astrónomo de la Comunidad Científica de Australia y de la Organización de Investigación Industrial (CSIRO ) y principal autor de un artículo publicado en la revista Astrophysical Journal sobre este tema. "Las nuevas observaciones revelan a una de estas nubes en el proceso de ser destrozada, pero unos escudos de protección generados por el campo magnético de la nube pueden ayudarla a sobrevivir en su camino galáctico".

Muchos cientos de CHV recorren nuestra galaxia, pero sus obituarios rara vez son producidos por su interactuación con la galaxia. Esto ha llevado a los astrónomos a considerar que las CHV son los bloques de construcción sobrantes de la formación de las galaxias, o los restos salpicados producidos en un choque intergaláctico de hace miles de millones de años.


Mapa elaborado por la NASA con las nubes de alta velocidad (CHV) cercanas a nuestra galaxia

NASA

Aunque de un tamaño masivo, el gas que compone la CHV es muy tenue, y las simulaciones por ordenador que se han hecho con ellas predicen que carecen del peso necesario para sobrevivir cuando se introducen a través del halo y llegan al disco de la Vía Láctea. "Durante mucho tiempo hemos tenido problemas para entender cómo las CHV alcanzan el disco galáctico", explica Hill. "Ahora hay poderosas razones para creer que los campos magnéticos pueden evitar su 'quema' en el halo galáctico al igual que le sucede a un meteorito cuando arde al entrar en la atmósfera de la Tierra”.

A pesar de ser la mejor evidencia hasta ahora de un campo magnético en el interior de una CHV, el origen de la materia de la Nube de Smith sigue siendo un misterio. "El campo que observamos ahora es demasiado grande para haber existido en su estado actual cuando se formó la nube", dice Hill. "El campo se ha hecho probablemente más grande con el movimiento de la nube a través del halo”. 


Aspecto de cometa

Investigaciones anteriores indican que la Nube Smith ya ha sobrevivido una vez a su paso por el disco de nuestra galaxia, hace varios miles de millones de años, y ahora está a punto de dar otra “pasada”. "La Nube Smith es única entre las nubes de alta velocidad conocidas porque ya ha interactuado claramente con la Vía Láctea y lo va a hacer de nuevo, comenta Felix J. Lockman, astrónomo en el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO) en Green Bank." Tiene un aspecto similar al de los cometas, lo que indica que ya está sintiendo la influencia de la Vía Láctea".

La Gran Nube de Smith parece estar desprovista de estrellas, por lo que la única manera de observarla es con radiotelescopios extremadamente sensibles, como el GBT, que pueden detectar su débil emisión de hidrógeno neutro. Si fuera visible a simple vista, la Gran Nube de Smith cubriría casi tanto cielo como la constelación de Orión. Cuando la nube de Smith finalmente se fusione con la Vía Láctea , se podría producir un anillo brillante de estrellas similares al que hay relativamente cerca de nuestro Sol, conocido como el Cinturón de Gould. "Nuestra galaxia se encuentra en un entorno muy dinámico", concluye Hill, "y la forma en que interactúe con su entorno determinará si estrellas como el Sol se seguirán formando”.


Fuentes: ABC , YouTube

Descubren cientos de galaxias ocultas detrás de la Vía Láctea

Recreación artística de las galaxias que se encuentran detrás de la Vía Láctea. - ICRAR

El hallazgo puede ayudar a explicar una misteriosa anomalía gravitatoria llamada «El Gran Atractor»
Cientos de galaxias que permanecían ocultas al otro lado de nuestra Vía Láctea han sido observadas por primera vez por un equipo internacional de astrónomos. Los investigadores creen que el hallazgo puede ayudar a explicar la misteriosa anomalía gravitatoria conocida como «El Gran Atractor», una oscura región de espacio hacia la que inevitablemente se dirigen cientos de miles de galaxias del Universo cercano, entre ellas la nuestra. El trabajo se acaba de publicar en la revista Astronomical Journal.

A pesar de que las nuevas galaxias se encuentran "solo" a 250 millones de años luz de distancia (muy cerca en términos astronómicos) habían permanecido ocultas hasta ahora por la propia Vía Láctea. Desde el punto de vista de la Tierra, en efecto, la zona central de nuestra galaxia se levanta como un muro de estrellas y polvo que nos impide ver lo que hay al otro lado.

Sin embargo, y utilizando las nuevas capacidades del instrumento CSIRO del radiotelescopio Parkes, equipado con un nuevo tipo de receptor, los astrónomos han conseguido mirar a través de ese "muro" y echar un buen vistazo a una amplia región de espacio que hasta ahora había permanecido inexplorada.

El descubrimiento puede ayudar a explicar lo que sucede en la zona del espacio llamada "Gran Atractor", que parece estar "arrastrando" hacia sí a la Vía Láctea, junto a cientos de miles de otras galaxias, con una fuerza gravitatoria equivalente a la de billones de soles.

El autor principal de la investigación, Listen Staveley-Smith, de la Universidad de Western Australia, afirma que su equipo ha logrado ver, al otro lado de la Vía Láctea, 883 galaxias, de las que por lo menos un tercio eran totalmente desconocidas.

En palabras del investigador, "la Vía Láctea es muy bella, por supuesto, y resulta muy interesante de estudiar, pero bloquea completamente la vista de otras galaxias que están detrás de ella".


  

Staveley-Smith explica que los astrónomos llevan intentando observar la misteriosa región del Gran Atractor desde que, en las décadas de los 70 y 80 del pasado siglo, se descubrió por primera vez que la trayectoria de cientos de miles de galaxias se desviaba, y mucho, de la dirección que deberían seguir si solo actuaran las leyes de la expansión universal. Tenía que haber "algo" tremendamente grande y lo suficientemente masivo como para atraer a tantas galaxias al mismo tiempo. ¿Pero qué? 

"Actualmente -explica el científico- no comprendemos qué es lo que está provocando la aceleración gravitatoria de la Vía Láctea, ni tampoco de dónde procede. Sabemos que en esa región desconocida hay unos cuantos grandes grupos de galaxias, cúmulos y super cúmulos, y que toda la Vía Láctea se está moviendo hacia allí a más de dos millones de km. por hora". 

Los investigadores han logrado identificar varias estructuras nuevas y hasta ahora desconocidas que pueden ayudar a explicar este extraño movimiento de la Vía Láctea y de tantas otras galaxias a la vez. Entre esas estructuras, tres grandes concentraciones galácticas (llamadas NW1, NW2 y NW3), y dos nuevos cúmulos, bautizados como CW1 y CW2.

Recreación artística que muestra las ondas de radio que viajan desde las nuevas galaxias, pasan a través de la Vía Láctea y llegan al radiotelescopio Parkes en la Tierra (no a escala)- ICRAR

Otro de los autores del trabajo, el astrónomo Renée Kraan-Korteweg, de la Universidad de Ciudad del Cabo, explica por su parte que desde hace décadas se está intentando elaborar un mapa de distribución de galaxias al otro lado de la Vía Láctea. "Hemos utilizado toda una serie de técnicas, pero solo las observaciones por radio han tenido éxito a la hora de permitirnos ver a través del grueso muro de polvo y estrellas de nuestra propia galaxia. Una galaxia media contiene unos cien mil millones de estrellas, por lo que encontrar cientos de nuevas galaxias ocultas detrás de la Vía Láctea aporta una gran cantidad de masa de la que no sabíamos nada hasta ahora".

Una gran cantidad de masa, pero aún no la suficiente como para aclarar el misterio de «El Gran Atractor» y de la de la fuerza descomunal que arrastra a cientos de miles de galaxias hacia una zona concreta del espacio como si fueran briznas de hierba en medio de la corriente de un río. Para eso, se necesitará mucha más investigación y nuevas tecnologías que nos permitan ver con más claridad lo que sucede "al otro lado" de nuestra propia galaxia.


Fuentes: ABC

19 de enero de 2016

Señales de un segundo gran agujero negro en nuestra galaxia

Impresión artística de las nubes dispersas por un agujero negro de masa intermedia. - T. OKA/ KEIO UNIVERSITY
Tendría 100.000 veces la masa del Sol y estaría situado muy cerca del centro de la Vía Láctea
En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra un gigantescoagujero negro llamado Sagitario A*, un monstruo con una masa de cuatro millones de soles capaz de devorar estrellas y planetas. Pero es posible que el coloso no esté solo.

Muy cerca, a tan solo 200 años luz de distancia del centro de la galaxia, investigadores del Observatorio Astronómico Nacional de Japón en Tokio han observado indicios de la existencia de un segundo agujero negro de gran tamaño. Desconocido hasta ahora, tendría una masa 100.000 veces la del Sol, lo que los astrónomos denominan una «masa intermedia», que podría ayudar a explicar el nacimiento de los agujeros negro supermasivos situados en los corazones de las galaxias.

La señal del compañero espacial es una enigmática nube de gas, llamada CO-0,40-0,22. Lo que la hace tan inusual es su sorprendentemente amplia velocidad de dispersión, es decir, la nube contiene gas con una muy amplia gama de velocidades.

El equipo descubrió esta característica misteriosa con dos telescopios de radio, el Nobeyama de 45-m en Japón y el ASTE en Chile, ambos operados por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón. De esta forma, vieron que la nube tiene una forma elíptica y consta de dos componentes: uno compacto pero de baja densidad con una amplia velocidad de dispersión de 100 km/s, y otro denso que se extiende 10 años luz con una velocidad de dispersión estrecha.

¿Qué hace que esta velocidad de dispersión sea tan ancha? No hay agujeros en el interior de la nube. Además, las observaciones de rayos X e infrarrojos no encontraron objetos compactos. Estas características indican que la dispersión de velocidad no está causada por una entrada de energía local, como las explosiones de supernovas. 
El equipo realizó una sencilla simulación de nubes de gas arrojadas por una fuerte fuente de gravedad. En la simulación, las nubes de gas son primero atraídas por la fuente y sus velocidades se incrementan a medida que se acercan a ella, alcanzando el máximo en el punto más cercano al objeto. Después de que las nubes continúan más allá del objeto, sus velocidades disminuyen. El equipo encontró que un modelo utilizando una fuente de gravedad con 100.000 veces la masa del Sol dentro de un área con un radio de 0,3 años luz proporciona el mejor ajuste a los datos observados.

Primera detección

«Por lo que sabemos, el mejor candidato para ese objeto masivo compacto es un agujero negro», dice Tomoharu Oka, profesor en la Universidad de Keio y autor principal del artículo que publica la revista Astrophysical Journal Letters. «Si ese es el caso, esta es la primera detección de un agujero negro de masa intermedia».

Los astrónomos ya conocen agujeros negros de dos tamaños: los de masa estelar, formados después de gigantescas explosiones de estrellas muy masivas; y los supermasivos, que a menudo se encuentran en los centros de las galaxias. La masa de los supermasivos varía desde varios millones a miles de millones de veces la masa del Sol. 
Ya se han encontrado unos cuantos, pero nadie sabe cómo se forman. Una idea es que se originan a partir de la fusión de muchos agujeros negros de masa intermedia. Pero esto plantea un problema, porque hasta ahora no se ha encontrado ninguna evidencia observacional firme de estos agujeros. Si la nube CO-0,40-,22 contiene un agujero negro de masa intermedia, podría apoyar esa hipótesis.

Un estudio sugiere que hay 100 millones de agujeros negros en la Vía Láctea, pero las observaciones de rayos X sólo han encontrado decenas hasta ahora. Los investigadores creen que sus resultados abren una nueva forma debúsqueda de agujeros negros con radiotelescopios. Existen otras nubes similares a CO-0,40-0,22, por lo que el equipo propone que algunas de esas nubes pueden contener agujeros negros.

Fuentes: ABC

17 de enero de 2016

10 curiosidades sobre las galaxias


Millones de galaxias

Los astrónomos estiman que en el universo observable hay entre 100.000 y 200.000 millones de galaxias. La nuestra es de tipo espiral –destacan por sus brazos–, tiene una edad de 13.200 millones de años y un diámetro de 100.000 años luz.

La Vía Láctea

La Vía Láctea se mueve en su órbita a una velocidad de 965.000 km/h y su periodo de rotación es de 200 millones de años. Esto es, la última vez que completó un giro, la Tierra estaba poblada por los dinosaurios.


Millones de estrellas

Nuestra galaxia está formada por entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. El Sol se encuentra a unos 28.000 años luz del centro galáctico, en un brazo menor conocido como Espolón de Orión.


Colisión con la galaxia Andrómeda

Dentro de 4.000 millones de años, la Vía Láctea entrará en colisión con la cercana Andrómeda, una galaxia más masiva que la nuestra. El gigantesco objeto que se originará como consecuencia de este proceso ha sido bautizado como Lactómeda.

La materia oscura

Si prescindimos de la elusiva materia oscura, las galaxias cuentan con grandes espacios vacíos. Imaginemos que convertimos una en una enorme cesta, y que sus estrellas fuesen del tamaño de naranjas. Pues bien, cada una de estas se encontraría a casi 5.000 km de la más cercana.


El supercúmulo de Virgo

El supercúmulo de Virgo es solo una parte de Laniakea, una titánica región del espacio de 520 millones de años luz dada a conocer el verano de 2014. Integra más de 100.000 galaxias.


Laniakea

El supercúmulo de Virgo es solo una parte de Laniakea, una titánica región del espacio de 520 millones de años luz dada a conocer el verano de 2014. Integra más de 100.000 galaxias.


El Gran Atractor

Las miles y miles de galaxias de Laniakea fluyen hacia el Gran Atractor, una enigmática anomalía gravitatoria situada en su centro que parece tirar de ellas.


El universo se expande

Pese a la acción de la gravedad, que mantiene unidas las galaxias, el universo sigue expandiéndose de forma acelerada. Esto podría deberse a la acción de una misteriosa energía oscura que, en esencia, llenaría el aparente vacío del espacio.


El Big Rip

Una hipótesis sobre el posible destino final del universo sostiene que en un proceso de expansión infinito, la gravedad acabaría siendo tan débil que las galaxias y todos sus elementos dejarían de estar cohesionados. Con el tiempo, este proceso originaría el desgarramiento de la materia, también conocido como Big Rip.


Fuentes: Muy Interesante

26 de septiembre de 2015

Descubren la forma de ver el centro de nuestra galaxia

nasa  

Onda de choque producida por estrella Zeta Opiuchi, en la constelación de Ofiuco, que se mueve a gran velocidad a través del gas interestelar a unos 450 años luz de la Tierra

  • Solo una billonésima parte de la luz procedente de esta zona, habitada por un gran agujero negro y una nube de polvo y gas, es visible. Ahora, se buscarán las ondas de choque de algunas estrellas

    La zona central de nuestra galaxia, la Vía Láctea, sigue siendo para nosotros un lugar misterioso y prácticamente desconocido. Y no solo porque se encuentra a varios miles de años luz de distancia, sino también, y sobre todo, porque el centro galáctico está envuelto en una nube de polvo y gas tan densa que impide casi por completo las observaciones de los astrónomos.

    Sabemos, sin embargo, que precisamente allí, cerca del centro, es donde se da la mayor concentración de estrellas de toda la galaxia, atraídas sin remedio por el agujero negro supermasivo que duerme en el corazón mismo de nuestra Vía Láctea. Sagitario A* es un «monstruo espacial» con una masa equivalente a la de cuatro millones de soles. Y su inmenso poder gravitatorio hace que esté completamente rodeado por una nube muy densa de estrellas y material interestelar.

    Ahora, un equipo de investigadores de Harvard ha encontrado la forma de «mirar» a través de la nube de polvo y observar las estrellas que hay en su interior. Su idea se basa en buscar ondas de radio procedente de «estrellas supersónicas», esto es, astros que se muevan a mayor velocidad que la del sonido.

    «Hay mucho que no conocemos sobre el centro de nuestra galaxia, y también mucho que queremos conocer -asegura Idan Ginsburg, del Instituto de Astrofísica Harvard-Smithsonian y director de la investigación-. Utilizando nuestra técnica, creemos que podremos observar estrellas que nadie había visto antes». 
  • Una billonésima parte de la luz

    El largo camino que separa el centro de la Vía Láctea de la Tierra está tan lleno de polvo que solo una billonésima parte de la luz emitida «desde dentro» consigue atravesarlo y llegar hasta los telescopios de los astrónomos. O lo que es lo mismo, apenas uno de cada billón de fotones emitidos por las estrellas del interior pasa a través de la nube de polvo y escapa al exterior. Pero las ondas de radio, en una zona diferente del espectro electromagnético que la luz visible, tienen menos energía y una longitud de onda mucho mayor, lo que les permite pasar a través de la nube como si ésta no existiera.

    Por desgracia, las gran mayoría de las estrellas no son lo suficientemente brillantes en el rango de las ondas de radio como para que podamos detectarlas desde aquí y a tanta distancia. Sin embargo, si una estrella está viajando a través de la nube de polvo y gas a la velocidad suficiente, entonces la situación cambia de forma radical. 
  • «Estampido sónico»

    En ese caso, en efecto, el material que la estrella expulsa contínuamente (en forma de viento estelar) puede interactuar con los gases y el polvo de la nube y crear una onda de choque. Y a través de un proceso llamado radiación sincrotón, los electrones acelerados por esa onda de choque pueden producir emisiones de radio con la potencia suficiente como para ser detectadas desde la Tierra. «En cierto modo -explica Ginsburg- lo que buscamos es el equivalente al estampido sónico de un avión».

    Para ser capaz de crear una onda de choque, una estrella debe de moverse a miles de kilómetros por segundo. Y eso, en el centro galáctico, es perfectamente posible debido a que el movimiento de las estrellas depende por completo de la enorme gravedad del agujero negro supermasivo. Así, cuando una estrella alcanza el punto de máxima aproximación a Sagitario A* , puede alcanzar fácilmente la velocidad necesaria.

     
  • El modelo de S2

    Los investigadores sugieren que nuestros radiotelescopios busquen esta clase de efecto partiendo de una estrella ya conocida y llamada S2. Esta estrella, que es lo suficientemente caliente y brillante como para ser vista en el rango del infrarrojo a pesar de la nube de polvo, alcanzará el punto de máxima aproximación al agujero negro a finales de 2017 o principios de 2018. Y cuando eso suceda los radioastrónomos podrán tratar de captar las emisiones de radio de su onda de choque.

    «S2 será nuestra prueba de fuego -asegura por su parte Avi Loeb, coautor del estudio-. Si logramos ver la emisión, después podremos utilizar el mismo método para localizar estrellas más pequeñas y débiles, que serían imposibles de ver de otra manera».

Fuentes: ABC

7 de junio de 2015

Enormes filamentos de materia cruzan la Vía Láctea

ESA/Herschel/PACS/SPIRE/Ke Wang
Filamento G49 observado por el observatorio espacial Herschel. Tiene 80.000 masas solares y mide unos 280 años luz.


ESA/Herschel/PACS/SPIRE/Ke Wang
Filamento G64. Tiene unas 5.000 masas solares y mide 170 años luz de extremo a extremo, con un diámetro de 9 años luz.

 
Tres nuevas imágenes obtenidas por el telescopio espacial Herschel, de la Agencia Espacial Europea, revelan estructuras que pueden ser el «embrión» de los semilleros de estrellas


Tres nuevas imágenes obtenidas por el telescopio espacial Herschel, de la Agencia Espacial Europea, revelan una serie de enormes e inesperados «filamentos de materia» en el interior de nuestra galaxia. Constituidos principalmente por gas y polvo, estas estructuras muestran cómo se organiza la materia dentro de la Vía Láctea y pueden ser el «embrión» de los semilleros de estrellas.

Se trata de largos y delgados filamentos, que aparecen como cintas trenzadas entre sí y que cambian de forma a medida que el material del que están hechos se vuelve más denso y frío. Dos de ellos, además, parecen tener una «cabeza», como una agrupación mayor de materia, justo en el extremo de cada uno de los tenues hilos.

Con masas que pueden llegar a las decenas de miles de veces la de nuestro Sol, se trata de los filamentos más grandes y persistentes jamás observados en la Galaxia. Su longitud es enorme, de hasta cien años luz, con un grosor de unos diez años luz, y su distribución reproduce, aunque a escalas muy grandes, la distribución filamentosa de materia que el propio Herschel ha observado en detalle en las regiones más cercanas de formación estelar en la Vía Láctea.

A pesar de que el polvo es solo un ingrediente menor en la mezcla cósmica de la galaxia, puede brillar con fuerza en el infrarrojo, en el rango de las longitudes de onda submilimétricas. Y eso es lo que ha permitido que, por primera vez, los astrónomos hayan conseguido distinguir estos filamentos en toda su extensión. En las imágenes y en falso color, aparecen en rojo y amarillo.

Los filamentos están «salpicados» de nodos más brillantes y densos: incubadoras cósmicas donde las semillas de las futuras generaciones de estrellas empiezan a tomar forma. El resplandor azul y violeta de las manchas borrosas que adornan los filamentos revela bolsas de material más caliente, incendiadas por la feroz radiación liberada por las estrellas recién nacidas que todavía están incrustadas dentro de ellos.

Antes de este estudio, solo se conocían dos filamentos tan grandes como estos, pero los investigadores han conseguido esta vez demostrar que se encuentran por toda la galaxia. Los científicos creen que se trata de las primeras estructuras que se forman a partir del material interestelar disperso, material que empieza a juntarse para crear después nuevas generaciones de estrellas.
 
 
Fuentes: ABC.es

Astrónomos calculan cuánto pesa la Vía Láctea

efe
Una imágen cedida por la Nasa de la Vía Láctea 


Científicos utilizan estrellas que orbitan alrededor de nuestra galaxia con la finalidad de obtener mediciones de alta precisión

Un equipo internacional de científicos, dirigido por el investigador de la Universidad de Columbia Andreas Küpper, utiliza estrellas que orbitan alrededor de la Vía Láctea, en una estructura de flujo similar, para pesarla con alta precisión.

En un nuevo estudio publicado en la revista «The Astrophysical Journal», el equipo demuestra que tales corrientes, producidas por la disolución de los cúmulos globulares, se pueden utilizar para medir no sólo el peso de nuestra galaxia, sino también para usarlas como varas de cálculo para determinar la ubicación del Sol dentro de la Vía Láctea.

«Los cúmulos globulares son grupos compactos de miles a varios millones de estrellas que nacieron juntos cuando el universo era aún muy joven», dijo Küpper. El científico agregó que estos cúmulos orbitan alrededor de la Vía Láctea y lentamente se desintegran en el transcurso de miles de millones de años, dejando una huella única. Estas corrientes estelares sobresalen del resto de las estrellas en el cielo, ya que son densas y coherentes.
Un amplio catálogo de estrellas

Los investigadores utilizaron datos del Sloan Digital Sky Survey, que escaneó el cielo del hemisferio norte durante unos 10 años para crear un amplio catálogo de estrellas en el cielo. La corriente que puso a prueba la nueva técnica fue producida por un cúmulo globular llamado Palomar 5, y ya había sido descubierto en 2001 por encima del disco galáctico.

Eduardo Balbinot, coautor del estudio de la Universidad de Surrey en Inglaterra, volvió a analizar los datos de Sloan y detectó menos densidad en la corriente de Palomar 5. «Encontramos variaciones muy pronunciadas y regularmente espaciadas a lo largo de la corriente... Tales variaciones no podían ser resultado del azar», dijo Balbinot.

Son estos cambios los que permiten a los investigadores obtener la precisión sin precedentes de su medición. Utilizando la supercomputadora Yeti de la Universidad de Columbia, crearon varios millones de modelos de corriente en diferentes materializaciones de la Vía Láctea.

A partir de estos modelos y de comparar el patrón de maniobra de los modelos con las observaciones, fueron capaces de inferir que la masa de la Vía Láctea en un radio de 60.000 años luz debe ser 210.000 millones de veces la masa del Sol con una incertidumbre de sólo el 20 por ciento. El patrón único de los cambios de densidad ayudó significativamente a descartar los modelos de la Vía Láctea que eran demasiado pesados o livianos.

«Un avance importante en este trabajo fue el uso de herramientas estadísticas robustas - las mismos que se usan para estudiar los cambios en el genoma y empleadas por los motores de búsqueda de Internet para clasificar los sitios web», explicó Ana Bonaca, coautora de la Universidad de Yale. Este enfoque riguroso ayudó en el logro de la alta precisión en el pesaje de la Vía Láctea, según la investigadora.



Fuentes: ABC.es

12 de marzo de 2015

Descubren un tesoro de raras galaxias en torno a la Vía Láctea

universidad de cambridge
Los nuevos resultados también marcan el primer descubrimiento de galaxias enanas 


Las nueve galaxias satélites enanas halladas, podrían tener la clave para la comprensión de la materia oscura, la misteriosa sustancia que mantiene unida nuestra galaxia

Dos equipos de investigadores, en Estados Unidos y Gran Bretaña, han anunciado, de forma independiente, el hallazgo de todo un grupo de "galaxias enanas" o "satélite" en los alrededores de la Viá Láctea. 

Estas galaxias enanas, muy difíciles de ver, son cientos de miles de veces más pequeñas que la nuestra y podrían resolver, según los científicos, el problema de la materia oscura; y aclarar el proceso de formación de galaxias masivas como en la que todos nosotros vivimos.

El anuncio fue hecho conjuntamente por un equipo de investigadores del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab) y por otro de la Universidad de Cambridge. Ambos equipos se basaron en el análisis de los datos de la colaboración Dark Energy Survey, que son públicos y pueden ser utilizados por cualquier científico.

La importancia de las galaxias enanas radica en que, en muchas ocasiones, contienen más materia oscura que ordinaria. Como se recordará, la materia oscura no emite radiación y por lo tanto no puede ser detectada directamente por nuestros instrumentos. Su existencia, sin embargo, se deduce por los efectos gravitatorios que produce sobre la materia ordinaria, la que sí que podemos ver y de la que están hechas todas las estrellas y galaxias que conocemos. La materia oscura es cinco veces más abundante que la ordinaria.

"La enorme cantidad de materia oscura que contienen las galaxias satélite de la Vía Láctea -explica Alex Drlica-Wagner, del Fermilab- hace que nuestros resultados sean igual de significativos para la Astronomía que para la Física". Las galaxias satélite son objetos relativamente pequeños que orbitan alrededor de galaxias más grandes, como nuestra Vía Láctea. 

Y se pueden encontrar algunas que contienen incluso menos de cien estrellas, lo que las hace muy difíciles de localizar. En comparación, la Vía Láctea contiene cientos de miles de millones de estrellas. Los objetos recién descubiertos son mil millones de veces menos brillantes que la Vía Láctea, y un millón de veces menos masivos. El más cercano a nosotros se encuentra a unos 100.000 años luz.

Inesperado

"El hallazgo de tantos satélites en un área tan pequeña del cielo era algo que no esperábamos en absoluto" - afirma Sergey Koposov, el investigador principal del estudio de la Universidad de Cambridge- No podía creer lo que veían mis ojos".

Hasta ahora, otras investigaciones habían revelado la presencia de más de dos docenas de galaxias satélite alrededor de la Vía Láctea. Cerca de la mitad de ellas fueron descubiertas en 2005 y 2006 por el programa Sloan Digital Sky Survey, el precursor del Dark Energy Survey, que es una colaboración de más de 300 científicos de 25 instituciones en seis países diferentes. 

Pero tras la "explosión" inicial de descubrimientos, su número se redujo drásticamente hasta caer a cero durante los últimos cinco años. La colaboración Dark Energy Survey se centra en una nueva porción de firmamento en el hemisferio sur, diferente a la del programa anterior. 
Y las nueve galaxias enanas recién anunciadas fueron descubiertas durante el primer año de los cinco previstos de recogida de datos de este sector. Todas ellas, además, fueron descubiertas en apenas una tercera parte de la porción total de cielo investigada. 
Los científicos esperan que al final de los cinco años el número de galaxias satélites haya aumentado a más de treinta.

A pesar de que se necesitan más análisis para confirmar que todos los objetos encontrados son realmente galaxias satélite (algunos podrían ser cúmulos globulares), los investigadores destacan que tanto su tamaño como su escaso brillo y su gran distancia del centro de la VÍa Láctea las convierten en firmes candidatos. 

Pero estas nuevas galaxias darán a los investigadores, también, la oportunidad de buscar la "firma" de la materia oscura. De hecho, las galaxias satélite enanas están compuestas mayoritariamente de ese aún no observado tipo de materia, lo que significa que contienen mucha más masa en forma de materia oscura que de estrellas. 
Y aunque la naturaleza de la materia oscura sigue siendo desconocida, muchos creen que podría consistir en partículas que, al aniquilarse, emiten rayos gamma. Y como las galaxias enanas no contienen otras posibles fuentes de rayos gamma, se convierten en excelentes laboratorios para buscar los signos de esa hipotética aniquilación de partículas de materia oscura.

Algo que, por el momento, aún no ha ocurrido, ya que por ahora no se ha detectado una emisión significativa de rayos gamma. El Dark Energy Survey es un programa de cinco años para fotografiar con un detalle sin precedentes una gran porción de cielo del hemisferio sur. 

Su instrumento principal es la Dark Energy Camera, que con sus 570 megapíxeles es la cámara digital más potente del mundo y es capaz de resolver individualmente galaxias hasta una distancia de 8.000 millones de años luz. Construida y siseñada en el Fermilab, la cámara está montada en el telescopio de 4 metros Victor M. Blanco en Cerro Tololo, en Chile

Fuentes: ABC.es

10 de febrero de 2015

Encuentran pruebas de la presencia de materia oscura en la Vía Láctea

Trazadores de curvas de rotación utilizados en el estudio sobre una foto de la Vía Láctea. El halo azul esféricamente simétrico ilustra la distribución de la materia oscura. Serge Brunier
  • Han encontrado esta misteriosa materia en la parte más interna
  • El CSIC ha analizado el movimiento de gas y estrellas
  • Se podrán hacer predicciones más sólidas en la búsqueda de materia oscura
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado por primera vez una prueba observacional directa de la presencia de materia oscura en la parte más interna de la Vía Láctea, incluyendo la Tierra y su entorno.

La materia oscura es una misteriosa forma de materia cinco veces más abundante que la materia ordinaria (compuesta por átomos) con la que estamos familiarizados.

La existencia de esta materia en el exterior de la Vía Láctea se conoce bien, pero ha sido muy difícil establecer su presencia en las regiones internas, donde está el Sistema Solar, ha informado el CSIC. El estudio se publica en la revista Nature Physics.


Explicación del movimiento de gas y estrellas

“La existencia de la materia oscura se estableció con firmeza en la década de 1970 con varias técnicas, incluyendo la medición de la velocidad de rotación del gas y las estrellas, que proporciona una manera efectiva para pesar la galaxia anfitriona y determinar su masa total”, explica el director del estudio, Fabio Iocco, investigador del Instituto de Física Teórica (CSIC-Universidad Autónoma de Madrid).

“En este estudio hemos conseguido el análisis más completo de las mediciones del movimiento de gas y estrellas en la Vía Láctea, y hemos comparado la velocidad de rotación medida con la que se espera en el supuesto de que solo exista materia luminosa en la galaxia”, explica el científico.

“De esa manera, hemos demostrado que la rotación observada no puede explicarse a menos que existan grandes cantidades de materia oscura alrededor de nosotros, y entre nosotros y el centro galáctico”, añade el investigador.

Junto a Iocco han colaborado los investigadores Miguel Pato, de la Universidad de Estocolmo, y Gianfranco Bertone, del Instituto GRAPPA de Ámsterdam. Iocco y Bertone forman parte del proyecto Consolider MultiDark para la investigación en materia oscura, coordinado por el Instituto de Física Teórica.


Nueva medición decisiva

Iocco, que ahora pertenece al ICTP-South American Institute for Fundamental Physics, añade: “La dificultad para establecer la presencia de materia oscura en toda la galaxia se debe a nuestra posición. En el interior de la galaxia tendría que haber menos materia oscura, por lo que es necesario medirla con más precisión, dado que en ese caso la incertidumbre es más decisiva”.

Los autores del estudio consideran esta nueva medición puede contribuir a desarrollar la física de astropartículas y la cosmología.

“Con las próximas observaciones astronómicas, este método permitirá medir la distribución de la materia oscura en nuestra galaxia con una precisión sin precedentes, implicando predicciones más sólidas para los numerosos experimentos en todo el mundo que buscan partículas de materia oscura”, señala Iocco.

”Asimismo, este método permitirá refinar la comprensión de la estructura y evolución de nuestra galaxia. Por ello, este estudio constituye un paso fundamental en la comprensión y búsqueda de la materia oscura”, concluye.


Fuente: Rtve.es

15 de octubre de 2014

Fotografías desde el Espacio


Alexander Gerst: "Es la cosa más asombrosa que he hecho en mi vida"
El astronauta de la ESA Alexander Gerst, que dio su primer paseo fuera de la Estación Espacial Internacional, compartió esta foto en las redes sociales con el comentario: "Esta ha sido la cosa más asombrosa que he hecho en mi vida. El módulo de bomba que llevo tiene una masa de 400 kg que podía moverse con mi dedo meñique ". Gerst pasó seis horas y 13 minutos con el astronauta de la NASA Reid Wiseman el martes 7 de octubre de 2014. Foto: ESA/NASA



Reid Wiseman, antes de su primera caminata espacial
El astronauta de la NASA, Reid Wiseman, comprueba su traje espacial antes de dar su primera caminata espacial de la Expedición 41 fuera de la Estación Espacial Internacional. Foto: REUTERS/Alexander Gerst/NASA/ESA



La Tierra vista por Wiseman
Imagen de la Tierra con las piernas y el traje espacial de Reid Wiseman y la Estación Espacial Internacional en primer plano. Foto: ESA



La región de Darfur (Sudán) desde el espacio
Imagen obtenida por el satélite coreano Kompsat-2 el 8 de febrero de 2013 y difundida esta semana, que refleja un área en la región de Darfur (Sudán), al sur de la ciudad de Nyala. El río Wadi Nyala fluye diagonalmente, rodeado de parcelas agrícolas y hacia el norte, se puede ver la línea recta de la vía férrea. La ciudad de Nyala se ubica en el noroeste y fue anteriormente un campamento nómada, pero vivió un auge en su actividad comercial con la llegada del ferrocarril en la década de los 50. Foto: KARI/ESA



Polvorienta galaxia en la constelación de Virgo
Esta polvorienta galaxia espiral, llamada NGC 4206, está situada a unos 70 millones de años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Virgo. Ha sido captada por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Foto: ESA/Hubble & NASA



Súper tifón en el Mar de Filipinas
Este es el súper tifón Vongfong, en el Mar de Filipinas. La imagen tomada por el espectroradiómetro que va a bordo del satélite Aqua de la NASA capturó esta vista de súper tifón Vongfong en el Mar de Filipinas.. Foto: AFP PHOTO / ESA



Rosetta, cada vez más cerca del cometa 67P
Esta foto está compuesta por cuatro imágenes del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, el cual persigue la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea para estudiar sus orígenes. En este montaje se puede ver una región de actividad. Foto: ESA/Rosetta/NAVCAM.



Satélite para prevenir los desastres metereológicos
El cohete H-2A japonés, que lleva el satélite meteorológico Himawari-8 partió desde una plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Tanegashima, en el suroeste de Japón. Tiene previsto mejorar la precisión de los pronósticos relacionados con los desastres naturales. Foto: AFP PHOTO/Jiji.



El otoño en los Grandes Lagos
Pocos días después del solsticio de otoño así se veían los Grandes Lagos en América del norte, en una imagen captada por el satélite Terra de la NASA el 26 de septiembre. Foto: Jeff Schmaltz/NASA GSFC/Mike Carlowicz.



La Vía Láctea desde la Estación Espacial Internacional
Esta es otra de las imágenes captadas por el astronauta de la NASA Reid Wiseman desde la Estación Espacial Internacional. En este caso, es la Vía Láctea. Foto: NASA/Reid Wiseman


Fuentes : Rtve.es

3 de septiembre de 2014

"Laniakea", el renombrado 'vecindario' de 100.000 galaxias donde está la Vía Láctea

Han llamado al supercúmulo de galaxias ’Lanikea’, que significa "cielo inmenso" en hawaiano. NATURE
  • Liderado por el astrónomo R.Brent Tully, de la Universidad de Hawái
  • Los expertos han bautizado al supercúmulo con el nombre de 'Laniakea'
  • Las galaxias no están distribuidas al azar, sino que conforman grupos
Un equipo internacional de investigadores, liderado por el astrónomo R. Brent Tully, de la Universidad de Hawái en Manoa (EE.UU.) ha definido los contornos del inmenso supercúmulo de galaxias que contiene nuestra propia Vía Láctea.

Estos expertos han bautizado al supercúmulo con el nombre de 'Laniakea', que significa "cielo inmenso" en hawaiano, como informan en un artículo de la edición de este jueves de Nature.

Las galaxias no están distribuidas al azar en todo el universo, sino que se encuentran en grupos, al igual que nuestro propio Grupo Local, que contiene docenas de galaxias, y en cúmulos masivos, que poseen cientos de galaxias, todas interconectadas en una red de filamentos en la que se ensartan como perlas.

Las galaxias no están distribuidas al azar en el universo
Cuando estos filamentos se entrecruzan, encontramos estructuras enormes, llamadas "supercúmulos", que están interconectadas pero cuyos límites están mal definidos.

Impacto sobre el movimiento de la galaxia

Los investigadores proponen una nueva manera de evaluar estas estructuras a gran escala mediante el examen de su impacto sobre los movimientos de las galaxias. Una galaxia entre dos estructuras de este tipo puede quedar atrapada en un tira y afloja gravitacional en el que el equilibrio de las fuerzas gravitacionales que rodean las estructuras a gran escala determina el movimiento de la galaxia.

Mediante la cartografía de las velocidades de las galaxias a lo largo de nuestro universo local, este equipo de expertos ha sido capaz de definir la región del espacio que domina cada supercúmulo.

La Vía Láctea reside en las afueras de uno de estos supercúmulos, cuya medida se ha mapeado por primera vez cuidadosamente mediante el uso de estas nuevas técnicas. Este supercúmulo Laniakea es de 500 millones de años luz de diámetro y contiene la masa de 1017 soles en 100.000 galaxias.

Este estudio aclara el papel del Gran Atractor

Este estudio aclara el papel del Gran Atractor, un problema que ha mantenido ocupados a los astrónomos desde hace 30 años. Dentro del volumen de la galaxia del supercúmulo 'Laniakea', los movimientos se dirigen hacia el interior, igual que las corrientes de agua siguen caminos que descienden hacia el valle.

La región del Gran Atractor es un gran valle gravitacional de fondo plano con una esfera de atracción que se extiende a través del supercúmulo Laniakea.

El nombre de Laniakea fue sugerido por Nawa'a Napoleon, un profesor asociado de Lengua hawaiana y director del Departamento de Lenguas, Lingüística y Literatura en el 'Kapiolani Community College', una parte del sistema de la Universidad de Hawai. El nombre hace honor a navegantes polinesios que utilizaron los conocimientos de los cielos para viajar a través de la inmensidad del Océano Pacífico.


Fuentes: Rvte.es

31 de enero de 2014

Descubren un río de hidrógeno que fluye por el espacio


D.J. PISANO (WVU); B. SAXTON (NRAO/AUI/NSF)
La galaxia NGC 6946
Este débil filamento de gas se dirige hacia la cercana galaxia NGC 6946 y puede ayudar a explicar la formación de estrellas
Astrónomos de la estadounidense Universidad de West Virginia han descubierto una especie de río de hidrógeno nunca antes visto que fluye a través del espacio. Este filamento de gas muy débil se dirige hacia la cercana galaxia NGC 6946 y puede ayudar a explicar cómo algunas galaxias espirales mantienen su ritmo constante de formación de estrellas.

«Sabíamos que el combustible para la formación de estrellas tuvo que venir de alguna parte. Sin embargo, hasta ahora solo hemos detectado el 10% de lo que sería necesario para explicar lo que observamos en muchas galaxias», explica el astrónomo D.J. Pisano. «Una teoría dominante dice que ríos de hidrógeno, conocidos como flujos fríos,pueden estar transportando hidrógeno a través del espacio intergaláctico, impulsando la formación de estrellas clandestinamente. Pero este hidrógeno ha sido, sencillamente, demasiado difuso para haber sido detectado hasta ahora».

Las galaxias espirales, como nuestra Vía Láctea, mantienen un ritmo tranquilo pero constante de formación de estrellas. Otras, como la NGC 6946, a unos 22 millones de años luz de la Tierra, en la frontera de las constelaciones Cepheus y Cygnus, son mucho más activas. Esto plantea la cuestión de lo que impulsa la formación sostenida de estrellas en nuestra galaxia y otras similares.

Estudios anteriores del vecindario galáctico alrededor de NGC 6946 revelaron un gran halo de hidrógeno, una característica comúnmente observada en las galaxias espirales, que puede estar formada por el hidrógeno expulsado del disco de la galaxia por la intensa formación de estrellas y explosiones de supernova. Un flujo en frío, sin embargo, sería el hidrógeno llegado de una fuente completamente diferente: el gas desde el espacio intergaláctico que nunca ha sido calentado a temperaturas extremas por el nacimiento de una estrella o por procesos de supernova.

Un encuentro cercano

Utilizando el Green Bank Telescope (West Virginia, EE.UU.), Pisano fue capaz de detectar el brillo emitido por el gas hidrógeno neutro que conectaba la galaxia NGC 6946 con sus vecinos cósmicos. Los astrónomos siempre han teorizado que las galaxias más grandes podrían recibir un flujo constante de hidrógeno frío llegado de otras compañeras menos masivas. Al observar NGC 6946, el GBT detectó justo el tipo de estructura filamentosa que estaría presente en un flujo frío, aunque hay otra explicación probable para lo que se ha observado. También es posible que en algún momento en el pasado esta galaxia tuviera un encuentro cercano con sus vecinas, dejando una franja de hidrógeno neutro en su estela.

Si ese fuera el caso, sin embargo, debería haber una pequeña pero observable población de estrellas en los filamentos. Más estudios ayudarán a confirmar la naturaleza de esta observación y podrían arrojar luz sobre el posible papel que los flujos fríos juegan en la evolución de las galaxias. La investigación aparece publicada en la revista Astronomical Journal.


Fuentes: ABC.es

7 de diciembre de 2013

Las mejores fotografías espaciales del 2013

La NASA (National Aeronautics and Space Administration) ha tomado algunas de las mejores fotografías del espacio de 2013, inlcuyendo imágenes de grandes descubrimientos como el cometa ISON o la verdadera forma de la nebulosa del Anillo. ¿Quieres conocer cuáles son las mejores fotos espaciales? Continúa leyendo para ver esta espectacular galería de las maravillas del universo.

Nebulosa Cabeza de caballo
Esta imagen fue tomada el 19 de abril de 2013 por el telescopio espacial Hubble. Es la nebulosa Cabeza de caballo tomada bajo una luz infrarroja. El descubrimiento de esta nebulosa fue hace más de un siglo, y se hizo famosa enseguida por su forma particular.

La rosa
El vórtice giratoria de la tormenta del norte de Saturno se asemeja a una rosa roja gigante rodeada de follaje verde. La fotografía fue tomada por la sonda espacial Cassini de la NASA. La imagen se tomó utilizando una serie de filtros espectrales sensibles a las longitudes de onda infrarroja de la zona. El rojo indica las nubes bajas y el verde las altas.

Cometa ISON
Esta es una imagen del cometa ISON alrededor del sol y a través de Escorpio. Este cometa fue descubierto en 2012, y se temió por su integridad luego de que se hubiese acercado demasiado al sol, el pasado 28 de noviembre.

Galaxia Atenea
NGC 4038 y NGC 4039 son las dos galaxias fotografiadas por la NASA. Ambas están entrelazadas en una especie de abrazo. La imagen muestra claros signos de caos: nubes de gas en rosa brillante y rojo, estrellas azules, polvo. Hay una gran tasa de formación de estrellas, pero esto no durará para siempre.

Cañón de fuego en el sol
Un filamento magnético del sol entró en erupción y atravesó la atmósfera del Sol, dejando una especie de cañón de fuego. Además de las fotografías, se creó un corto con dos días de filmación desde el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Las imágenes fueron tomadas el 29 y 30 de septiembre de 2013.

Nebulosa del Anillo
Esta imagen fue tomada por el telescopio espacial Hubble y los datos infrarrojos del gran telescopio binocular de Arizona, para descubrir la forma real de la nebulosa del Anillo. La forma de esta nebulosa no es como un pan, sino más bien como una dona, con una estructura más compleja de la que se pensaba.

La Vía Láctea
Esta imagen muestra la Vía Láctea en la constelación de Sagitario, y fue tomada con vías infrarrojas por el telescopio Hubble. El objeto más importante de la foto permanece invisible: un agujero negro en el centro de la galaxia alrededor del cual giran las estrellas. Es la mejor imagen infrarroja tomada por este telescopio en la región.


Fuentes: Ojo Científico