17 de mayo de 2014

Hallan un planeta donde un año dura 80.000 de los terrestres

LUCAS GRANITO
Ilustración del planeta GU Psc b y su estrella GU Psc

Este extraño mundo gigante, fotografiado de forma directa, se encuentra a una distancia de su estrella 2.000 veces superior a la que existe entre la Tierra y el Sol
Un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá) ha descubierto un nuevo y extraño planeta a 155 años luz del nuestro que orbita su estrella tan lejos -2.000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol- que tarda mucho en darle una única vuelta, de forma que un año allí se hace realmente largo, tanto como80.000 de los terrestres. Este gigante gaseoso ha podido serfotografiado directamente y estudiado en detalle gracias a la combinación de varios observatorios y telescopios de todo el mundo.

GEMINI O.
GU Psc b




El planeta extrasolar, denominado GU Psc b, tiene una masa 9,13 veces la de Júpiter y una temperatura de unos 800° C. Gira alrededor deGU Psc, una estrella de tres veces menos masiva que el Sol y situada en la constelación de Piscis. La distancia tan lejana a la que se encuentra de su estrella es lo que ha permitido a los astrónomos obtener imágenes del planeta, ya que no queda ocultado por el resplandor estelar. «Los planetas son mucho más brillantes cuando se ven en infrarrojo en vez de luz visible, debido a que su temperatura superficial es menor en comparación con otras estrellas», dice Marie-Ève Naud, responsable de la investigación. «Esto nos permitió identificar GU Psc b».
Una rareza astronómica

Los investigadores buscaban alrededor de GU Psc porque la estrella había sido identificada como un astro joven. Las estrellas jóvenes (tan solo 100 millones de años), explican los astrónomos, son los principales objetivos para la detección planetaria a través de imágenes debido a que los planetas alrededor de ellas aún se están enfriando y son, por lo tanto, más brillantes. Esto no quiere decir que existan planetas similares a GU Psc b en grandes cantidades. «Hemos observado más de 90 estrellas y encontramos un solo planeta, ¡así que esto es realmente una rareza astronómica!», reconoce Etiene Artigau, astrofísico en la Universidad de Montreal.

La constelación de Piscis
STELLARIUM

En los próximos años , los astrofísicos esperan detectar planetas similares a GU Psc pero mucho más cerca de sus estrellas, gracias, entre otras cosas, a los nuevos instrumentos como el GPI (Gemini Planet Imager) recientemente instalado en el telescopio Gemini Sur en Chile. La proximidad de estos planetas a sus estrellas les hará mucho más difícil de observar, por lo que GU Psc b puede ser un buen modelo para comprender mejor estos objetos.

«GU Psc b es un verdadero regalo de la naturaleza. La gran distancia que lo separa de su estrella le permite ser estudiado en profundidad con una variedad de instrumentos, que proporcionarán una mejor comprensión de los exoplanetas gigantes en general», asegura René Doyon, director del Observatorio Mont-Mégantic (OMM), en Canadá, uno de los centros que participó en la detección.


Fuentes: ABC.es

Receta para crear un magnetar

ESO/L. CALÇADA
Ilustración que representa al magnetar del cúmulo estelar Westerlund 1.


Astrónomos creen haber resuelto el misterio de la formación de un raro tipo de estrella de neutrones, tan densa que una cucharilla del material que la forma pesa miles de millones de toneladas

Un equipo internacional de astrónomos, entre ellos varios españoles, cree haber resuelto el misterio de la formación de los magnetares, uno de los tipos más raros y energéticos de estrella de neutrones que existe. El estudio se publicará próximamente en la revista Astronomy and Astrophysics.

ESO
Cúmulo estelar Westerlund 1






Cuando una estrella muy masiva (varias veces más que el Sol) se colapsa debido a su propia gravedad y explota en forma de supernova, el resultado final puede ser una estrella de neutrones o un agujero negro. Todo depende de la masa inicial que tuviera la estrella. Los magnetares constituyen una exótica y muy poco frecuente clase de estrella de neutrones. Igual que ellas, son muy pequeñas (apenas unos km. de diámetro), pero increíblemente densas. Hasta el punto que una simple cucharilla de café del material que la forma puede tener una masa de miles de millones de toneladas. Además de eso, estos "cadáveres estelares" suelen mostrar también unos campos magnéticos extremadamente potentes. A través de su superficie, los magnetares emiten una enorme cantidad de rayos gamma debido a súbitos ajustes (conocidos como "terremotos estelares") que se producen debido al enorme estrés al que están sometidas.

El cúmulo estelar Westerlund 1, a 16.000 años luz de distancia, alberga uno de las dos docenas de magnetares que se conocen en la Vía Láctea, nuestra galaxia. Su impronunciable nombre es CXOU J164710.2-455216 y hasta ahora ha traído de cabeza a los astrónomos que se empeñan desde hace años en arrancarle sus secretos.


En palabras de Simon Clark, autor principal de un estudio sobre este extravagante objeto, "en nuestros primeros trabajos (en 2005) mostramos que este magnetar tuvo que haber nacido durante la muerte explosiva de una estrella cuarenta veces más masiva que el Sol. Pero eso representa un problema, ya que una estrella tan grande debería convertirse en un agujero negro después de la explosión, y no en una estrella de neutrones. No entendíamos cómo podía haberse convertido en un magnetar.

Los astrónomos propusieron entonces una solución al misterio, y sugirieron que el magnetar pudo formarse gracias a las interacciones de dos estrellas muy masivas (en lugar de una sola) en órbita una alrededor de la otra. Un sistema binario tan compacto que podría caber holgadamente dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Sin embargo, hasta ahora nadie había sido capaz de detectar a la estrella compañera junto al magnetar de Westerlund 1, así que los investigadores decidieron utilizar el VLT (Very Large Telescope, en Chile) para buscarla en otras zonas del cúmulo. Buscaron estrellas errantes, objetos que se movieran a través del cúmulo a grandes velocidades. Se trataba de encontrar estrellas que pudieran haber sido "expulsadas" de las cercanías de la supernova como consecuencia de la explosión que formó el magnetar. Y encontraron una estrella, Cl-Westerlund 1 W 5, que parecía haber hecho exactamente eso.




"No solo esta estrella tiene la velocidad que esperaríamos ver si hubiera sido expulsada por la explosión de la supernova -añade Ben Ritchie, coautor del estudio- sino que la combinación de su escasa masa, alta luminosidad y riqueza en compuestos de carbono parece imposible de conseguir por una sola estrella. Se trata sin duda de una estrella que debió formarse junto a otra, en un sistema binario".
«Pasa la bola»

El descubrimiento ha permitido a los astrónomos reconstruir la trayectoria vital de la estrella y el proceso que hizo posible que se formara un magnetar en lugar de un agujero negro. En una primera fase, la estrella más masiva de las dos empezó a agotar su combustible y a transferir sus capas superficiales a su compañera con menos masa (la que se convertiría después en el magnetar), haciendo que ésta rotara cada vez más y más rápidamente. Una rotación rápida, en efecto, es un ingrediente esencial para la formación del fortísimo campo magnético de un magnetar.

En una segunda fase, y como consecuencia de la transferencia de masa, la compañera se hizo tan masiva que tuvo que desprenderse de una parte de su recién adquirida masa. La mayor parte de esta masa eyectada se perdió en el espacio, pero una fracción de ella regresó de nuevo a la estrella que la había cedido al principio y que hoy vemos brillar como Cl-Westerlund 1 W 5.

"Es este proceso de intercambio de materiales lo que hizo posible la composición química única de Cl-Westerlund 1 W 5 - afirma por su parte el español Francisco Najarro, del Centro de Astrobiología y miembro del equipo- y lo que permitió a su compañera reducir su masa hasta los niveles necesarios para que terminara convirtiéndose en un magnetar y no en un agujero negro. Un juego estelar de Žpasa la bolaŽ que tuvo consecuencias cósmicas".

Parece ser, pues, que formar parte de un sistema binario podría ser un ingrediente esencial en la receta necesaria para formar un magnetar. La rápida rotación creada por la transferencia de masa de una estrella a la otra también es imprescindible para que se forme el potentísimo campo magnético de los magnetares. Y la segunda transferencia de masa, en sentido contrario, es lo que permite a la estrella "adelgazar" lo suficiente para que, en el momento de su muerte, se convierta en un magnetar y no en un agujero negro.


Fuentes: ABC.es

La mejor foto de un planeta fuera del Sistema Solar


BRUCE MACINTOSH
La imagen muestra a Beta Pictoris b (el punto blanco brillante) orbitando su estrella, en el centro, que ha sido eliminada de la foto

El pálido puntito blanco de la derecha es un mundo a 63 años luz de la Tierra que orbita una estrella similar al Sol

Puede que la imagen sobre estas líneas no le diga mucho, pero ese puntito blanco en la parte inferior derecha de la imagen, más parecido a una mota de polvo que a otra cosa, es un planeta situado fuera del Sistema Solar, nada menos que a 63,5 años luz de la Tierra, y el agujero tembloroso del medio, su estrella. La fotografía es única, ya que es la mejor jamás conseguida de forma directa de un mundo extrasolar, según publica la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias(PNAS). Se trata de Beta Pictoris b, un gigante de gas más grande que Júpiter que orbita una estrella similar a nuestro Sol, en la constelación austral de Pictor.

La imagen fue tomada con el instrumento Gemini Planet Imager (GPI), del telescopio de 8 metros Gemini Sur en Cerro Pachón, Chile. Captar la imagen de un exoplaneta tiene un gran valor, ya que aunque ya engrosan una lista de mil miembros, muy pocos se han fotografiado directamente. Captar el débil resplandor de luz reflejado de un planeta cuando se encuentra cerca del resplandor de su estrella es sumamente difícil. GPI ha sido diseñado para observarlos directamente.

A pesar de su gran tamaño, Beta Pictoris b es un planeta muy joven. Se estima que tiene menos de 10 millones de años, y su estrella, solo dos millones más. Para los expertos, es un ejemplo de la capacidad de los grandes planetas para formarse rápidamente alrededor de estrellas jóvenes.

Recreación artística de Beta Pictoris b
ESO

La nueva imagen también ha servido a los astrónomos para redefinir elperíodo orbital del planeta, que es de 20,5 años. Los autores calculan que puede transitar su estrella (pasar por delante, desde nuestro punto de vista) a finales de 2017.

Beta Pictoris b fue noticia hace unos días después de que astrónomos holandeses de la Universidad de Leiden y del Instituto para la Investigación Espacial de los Países Bajos (SRON) fueran capaces de medir la duración de su día, la primera vez para un exoplaneta. Y resultó que su ecuador se mueve a casi 100.000 km por hora, mucho más rápido que cualquier planeta del Sistema Solar, por lo que la jornada entera es muy corta: solo dura 8 horas.

Fuentes: ABC.es

El año en que nevaron estrellas fugaces

EDMUND WEIB
Ilustración que recrea la impresionante lluvia de estrellas de las Leónidas sobre la costa oeste de Estados Unidos en 1833

En noviembre de 1833 decenas de miles de Leónidas iluminaron el cielo nocturno ante la incredulidad de los testigos, muchos de los cuales las interpretaron como la llegada del fin del mundo

La contemplación de estrellas fugaces es uno de los espectáculos más hermosos que nos regala el cielo. Entre otras muchas lluvias de meteoros periódicas cada año, las Perseidas amenizan el cielo nocturno entre los meses de julio y agosto, las Dracónidas en octubre y las Leónidas en noviembre. Estas últimas protagonizaron en 1833 un impresionante show natural que merece la pena recordar a la espera dela lluvia nunca antes vista que se espera caiga a finales de este mes de mayo y que puede, si se cumplen las expectativas, dejarnos también sin aliento.

Pero volvamos al impresionante precedente que puede ponernos los dientes largos para lo que está por venir (así se espera la lluvia de estrellas de mayo), teniendo en cuenta, por supuesto, que se trata de una lluvia de estrellas diferente. Las Leónidas se originan por efecto del cometa Tempel-Tuttle y cada 33 años cobran especial intensidad. Eso es lo que ocurrió en 1.833 cuando, según las crónicas de la época, la noche del 13 de noviembre la costa oeste de Estados Unidos se vio iluminada durante más de 6 horas debido al constante caer de estas estrellas fugaces, caracterizadas por un particular color rojizo. Aunque no lo vivió en persona, la escritora y astrónoma Agnes Clerke realizó una descripción de aquel día que aún se recuerda: "En la Noche del 12-13 de Noviembre de 1833, una tempestad de estrellas fugaces irrumpió sobre la tierra...el cielo fue barrido en todas direcciones con estelas brillantes e iluminado con bolas de fuego majestuosas. En Boston, la frecuencia de meteoritos se estimó como la mitad de copos de nieve que caen en una tormenta de nieve promedio. Su número era imposible de contar”.

Se dice que los meteoros que iluminaron el cielo no se contaron por miles, sino por cientos de miles. Tal fue la intensidad que los testigos compararon la situación con la caída de copos de nieve.

En 1.833 las lluvias de estrellas aún eran un fenómeno desconocido para el ciudadano de a pie. Esto dio lugar a que semejante espectáculo suscitara numerosas teorías entre las que el castigo divino y eladvenimiento del Apocalipsisocuparon un lugar destacado porque“todas las estrellas caían del cielo”. Según escribió el historiador estadounidense R. M. Devens, “durante las horas del suceso, se creyó que el Juicio Final esperaba solo a la salida del Sol y, aún muchas horas después del cese de la lluvia, los supersticiosos creían que el Día Finalllegaría en solo una semana”.


Fuentes: ABC.es

Los ojos de la Estación Espacial Internacional

Imagen de la Tierra desde la Estación Espacial Internacional NASA

- Varias cámaras permiten obtener imágenes en directo de la EEI
- Algunas se pueden controlar desde la Tierra
- Además, los astronautas toman cientos de fotografías cada día

Desde hace unos días están en marcha las cámaras del experimento High Definition Earth Viewing, Visionado de la Tierra en Alta Definición, de la Estación Espacial Internacional.

El objetivo del experimento es comprobar cómo les va a cuatro cámaras comerciales, de las que podría comprar cualquiera en una tienda, al quedar expuestas a la radiación presente en el espacio, aunque en el proceso, y mientras las cámaras sigan en funcionamiento, nos permiten disfrutar de unas increíbles vistas en directo de nuestro planeta.

Cuando la imagen está en negro es que la EEI está sobrevolando la parte de la Tierra en la que es de noche; cuando está en gris es que o bien el sistema está pasando de una cámara a otra o bien la EEI no está en línea en ese momento.

Las cuatro cámaras están dentro de un contenedor que mantiene su temperatura constante diseñado por los ingenieros del Centro Espacial Johnson de la NASA con la colaboración del programa HUNCH, High Schools United with NASA to Create Hardware, un programa en el que estudiantes de institutos de los Estados Unidos colaboran con la agencia en el diseño de ciertos componentes.

HDEV fue lanzado a bordo de la cápsula Dragon CRS-3 el pasado 18 de abril e instalado en su sitio en el exterior del laboratorio espacial Columbus de la Agencia Espacial Europea usando el brazo robot de la Estación.

Carcasa que contiene las cuatro nuevas cámaras de la Estación Espacial Internacional NASA





No son las primeras
De todas formas, las cuatro cámaras del HDEV no son las primeras en retransmitir en directo imágenes desde la Estación Espacial Internacional, la que desde 2009 está en funcionamiento un canal denominado ISS live! que, aunque con menos resolución, permite ver las actividades de los astronautas en la EEI.

Eso sí, para proteger la intimidad de los tripulantes nunca se ven imágenes de según qué partes del interior de la Estación, cuando estos duermen se ven imágenes de la Tierra, y a veces, cuando la EEI no se encuentra en comunicación con tierra, lo único que se ve es una pantalla azul.

Este canal incluye, además del vídeo, el sonido de las comunicaciones entre los astronautas y el control de la misión para poder entender mejor qué están haciendo.

La Estación Espacial Internacional funciona según el horario UTC, que según la época del año es una o dos horas menos que el peninsular español, así que tampoco nos resulta complicado poder ver despiertos y en activo a los astronautas.

La cámara de los niños
Otra cámara más digna de mención a bordo de la Estación es la conocida como EarthKAM, o más formalmente Sally Ride Science EarthKAM, la cámara para estudiantes de la Estación Espacial Internacional.

Su nombre viene de Earth Knowledge Acquired by Middle school students, que se traduce por Conocimiento de la Tierra Adquirido por Estudiantes de Colegio, y permite a estudiantes de todo el mundo, bajo la tutela de un profesor, solicitar imágenes de forma totalmente gratuita, algo para lo que solo es necesario registrarse.

La EarthKAM suele hacer unas cuatro misiones al año, por lo que es necesario estar pendiente de cuando estas se van a llevar a cabo para poder realizar las peticiones oportunas.

Cámara para desastres
Con un ánimo menos lúdico, el telescopio ISERV, que viene de ISS SERVIR Environmental Research and Visualization System, Sistema de Investigación y Visualización de SERVIR para la ISS, montado dentro del laboratorio Destiny, de la EEI, sirve para monitorizar la calidad de aire, situaciones meteorológicas extremas, biodiversidad, y cambios en el uso de la tierra para ver cómo influyen en nuestro planeta, y como influyen las decisiones que nosotros tomamos en él.

Lo gestiona SERVIR, el Regional Visualization and Monitoring System, el Sistema Regional de Visualización y Monitorización, que pone a disposición de quien pueda necesitarlos los datos obtenidos por este instrumento y otros muchos que están en órbita en la actualidad.


Fuentes: Rtve.es

IMAGENES


Llamaradas solares

Estas imágenes pertenecen al mismo evento solar, observado por cuatro telescopios distintos de la NASA. Se trata de una llamarada de tipo X, la mayor categoría conocida. Entre sus posibles efectos para el planeta Tierra están las auroras y en ocasiones los problemas de comunicaciones con los satélites o en la navegación aérea. Foto: EFE / NASA / Kevin Reardon (National Solar Observatory) Lucia Kleint (BAER Institute).



Colombia en el espacio

Colombia ha enviado a la estratosfera dos globos sonda que captaron imágenes de la superficie del país desde las alturas. El proyecto lo llevaron a cabo entre la Comisión Colombiana de Cohetería y Astronáutica y aficionados y expertos a la astronáutica. El lanzamiento de este tipo de sondas es cada vez más habitual entre los fans del espacio ya que permite alcanzar alturas extremas y tomar espectaculares fotos y vídeos con un coste relativamente bajo. Foto: EFE / Comisión Colombiana de Cohetería y Astronáutica.



Fuentes: Rtve.es

13 de mayo de 2014

La sonda Mars Express capta la alineación de Júpiter y Phobos

Alineación de Júpiter y Phobos.ESA/DLR/FU Berlin (G. Neukum)
- La mayor luna de Marte pasó por delante de Júpiter en junio de 2011- Este inusual fenómeno fue captado por la sonda de la ESA- Se trata de una ilusión óptica provocada por la perspectiva
Phobos, la mayor de las dos lunas de Marte, es tan solo un trozo de roca porosa, pero ha sido captada por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) alineándose, en lo que es un fenómeno inusual, con el planeta Júpiter.

En la secuencia de fotografías, Phobos aparece como un débil punto de luz en el centro de la escena. De derecha a izquierda se puede ver el antes, el durante y el después del viaje de esta pequeña luna por delante del gigante gaseoso, según informa la ESA.

Esta alineación, que se produjo el 1 de junio de 2011, es lo que se conoce como una conjunción, que es cuando dos cuerpos del Sistema Solar parecen aproximarse en el firmamento.

En realidad se trata de una ilusión óptica provocada por la perspectiva, ya que cuando se tomaron estas imágenes Mars Express se encontraba a casi 11.400 kilómetros de Phobos y a 529 milllones de kilómetros de Júpiter.

Estas tres imágenes forman parte de una serie de 104 instantáneas tomadas en un intervalo de 68 segundos por la Cámara Estéreo de Alta Resolución de Mars Express.


Fuentes: Rtve.es

11 de mayo de 2014

La semana, en imágenes

Esta semana nos sentimos menos preparados para el contacto con una civilización extraterrestre, después de conocer el estudio del neuropsicólogo Gabriel G. de la Torre. Lo que cada vez conocemos mejor es la historia de nuestro universo, gracias a trabajos de simulación de los cambios que se han producido en el cosmos a lo largo de sus últimos 13.000 millones de años o una fotografía que refleja la enigmática huella magnética de nuestra galaxia.

Además, esta semana científicos del Instituto de Investigación Scripps nos sorprendían con la noticia del diseño de una bacteria cuyo material genético incluye un par adicional de ‘letras’ o bases de ADNque no se encuentran en la naturaleza, lo que abre la puerta a la creación de organismos 'a la carta'. Seguro que ninguno de ellos será tan espectacular como este ‘Pinocho rex’, una nueva especie de tiranosaurio de hocico largo hallado en el sur de China.

Más cerca tenemos a Óscar Fernández–Capetillo, un español que acaba de ser incluido por la revistaCell en la lista de los 40 investigadores más relevantes del mundo que aún no han cumplido 40 años.


Un estudio analiza los aspectos psicoeducacionales de un posible contacto con extraterrestres

El estudio sugiere que la especie humana todavía no está preparada para contactar con una supuesta civilización alienígena. / José Antonio Peñas/Sinc


Los científicos del proyecto SETI son conocidos por rastrear posibles señales alienígenas, pero ahora, además, se están planteando enviar mensajes desde la Tierra advirtiendo de nuestra posición. Un investigador de la Universidad de Cádiz cuestiona esta idea a la vista de los resultados de una encuesta entre universitarios, donde se desvela el desconocimiento general que existe sobre el cosmos y la influencia de la religión a la hora de abordar estos temas.

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La última película de la historia del universo
Ilustración de la transición de la densidad de la materia oscura (izquierda) a la del gas (derecha). / Illustris Collaboration



Investigadores de Europa y EE UU, coordinados desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), han simulado por ordenador los cambios que se han producido en el cosmos a lo largo de sus últimos 13.000 millones de años. El modelo reproduce con una precisión sin precedentes la evolución de las galaxias, la materia oscura y, por primera vez, la de los elementos gaseosos y metálicos.

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El telescopio Planck registra la huella magnética de nuestra galaxia
Mapa elaborado por astrónomos de le ESA en el que se aprecia la huella magnética de la Vía Láctea. / ESA

La luz es una forma de energía muy familiar, pero alguna de sus propiedades permanecen ocultas para el ojo humano. Una de ellas –la polarización– almacena información sobre lo que ocurrió a lo largo de la trayectoria de un rayo de luz. Esta nueva imagen del observatorio espacial Planck de la ESA ha sido confeccionada a partir de las primeras observaciones a cielo completo de la luz polarizada emitida por el polvo interestelar de la Vía Láctea.

Al estudiar esta propiedad de su radiación, los astrónomos pueden deducir los procesos físicos que provocaron la polarización. El estudio de la polarización es muy útil, entre otras cosas, para revelar la existencia y las propiedades de los campos magnéticos que el rayo de luz ha atravesado a lo largo de su trayectoria. Este nuevo mapa fue confeccionado a partir de los datos recogidos por unos detectores del observatorio espacial Planck que actúan de forma similar a las gafas de sol polarizadas. Los remolinos, bucles y arcos bosquejan la estructura del campo magnético de la Vía Láctea.


Una bacteria es el primer organismo vivo que añade letras artificiales al ‘alfabeto’ del ADN
Estos pares de bases no naturales funcionaron muy bien in vitro, pero el gran reto era conseguir trabajar en un entorno mucho más complejo de una célula viva. / Synthorx.

Científicos del Instituto de Investigación Scripps (EE UU) han diseñado una bacteria cuyo material genético incluye un par adicional de ‘letras’ o bases de ADN que no se encuentran en la naturaleza. El estudio se publica en la revista Nature.Licencia : Creative Commons

‘Pinocho rex’, una nueva especie de tiranosaurio de hocico largo
La imagen muestra a dos individuos Qianzhousaurus de caza. El que está en el primer plano persigue a un pequeño dinosaurio emplumado llamado Nankangia y el del fondo se come un lagarto. Los fósiles de estas tres especies tienen entre 72 y 66 millones de años. / Chuang Zhao.

Científicos de la Academia China de Ciencias Geológicas y de la Universidad de Edimburgo describen en la revista Nature Communications una nueva especie de dinosaurio que han apodado ‘Pinocho rex’ (Qianzhousaurus sinensis), por ser de la misma familia que Tyrannosaurus rex pero con un hocico alargado.Licencia : Creative Commons

Un español, entre los 40 investigadores jóvenes más importantes del mundo


El investigador Óscar Fernández-Capetillo. / CNIO

Con motivo de su 40º aniversario, la revista Cell ha elaborado un listado con los 40 investigadores más relevantes del mundo que aún no han cumplido 40 años. El español Óscar Fernández–Capetillo, que desarrolla compuestos con actividad antitumoral, se encuentra entre ellos.Licencia : Creative Commons


Fuentes: SINC

Los Coloridos anillos de Saturno

Saturn’s rainbow rings

Este impresionante arcoíris cósmico es una sección de los anillos de Saturno, retratados cuatro siglos después de ser descubiertos por Galileo Galilei.

La primera observación de los anillos de Saturno se remonta al año 1610. A pesar de utilizar un telescopio, inventado poco antes, Galileo no fue capaz de comprender lo que acababa de descubrir, y describió estas peculiares formas en órbita al planeta como “los hijos de Saturno”. Poco más tarde, Christiaan Huygens sugirió que estas formas eran en realidad anillos que rodeaban a Saturno. Los anillos se bautizaron con las primeras siete letras del alfabeto en el orden en que fueron descubiertos: el anillo D es el más próximo a Saturno, seguido por los anillos C, B, A, F, G y E.

Esta imagen nos muestra la sección del anillo C más próxima a Saturno, a la izquierda, y el comienzo del anillo B, justo a la derecha del centro, y fue tomada por el instrumento UVIS de Cassini cuando la sonda entró en órbita a Saturno el 30 de junio de 2004.

El instrumento UVIS es un espectrógrafo capaz de estudiar las longitudes de onda del ultravioleta. Durante la maniobra de inserción en órbita a Saturno Cassini pasó muy cerca de sus anillos y UVIS fue capaz de detectar características de hasta 97 kilómetros de diámetro. Esta imagen cubre una región de unos 10 000 km de extensión.

Los distintos colores de los anillos se deben a variaciones en su composición. Los tonos turquesa se corresponden con partículas de agua helada prácticamente pura, mientras que los rojizos indican la presencia de más contaminantes.

El famoso y complejo sistema de anillos de Saturno es sin duda el mejor estudiado de nuestro Sistema Solar, pero todavía no se sabe cómo se formó. Una hipótesis sugiere que los anillos se formaron al mismo tiempo que el planeta, y que por lo tanto son tan antiguos como el Sistema Solar, pero otras proponen que el campo gravitatorio de Saturno podría haber arrancado estas partículas de hielo de otros cuerpos celestes, en cuyo caso los anillos serían más jóvenes que el planeta.

Lo que está claro es que mientras Cassini siga buscando respuestas, nos seguirá enviando impresionantes imágenes de estos anillos multicolor.

La misión Cassini-Huygens es un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la agencia espacial italiana, ASI.

Está imagen fue publicada por primera vez en la web de Cassini de la NASA, en el 2004


Fuentes: ESA

Planck registra la huella magnética de nuestra Galaxia

Planck registra la huella magnética de nuestra Galaxia

El observatorio espacial Planck de la ESA nos desvela la estructura del campo magnético de nuestra Galaxia. Esta nueva imagen fue confeccionada a partir de las primeras observaciones a cielo completo de la luz polarizada emitida por el polvo interestelar de la Vía Láctea.
La luz es una forma de energía muy familiar, pero alguna de sus propiedades permanecen ocultas para el ojo humano. Una de ellas – la polarización – almacena una gran cantidad de información sobre lo que ocurrió a lo largo de la trayectoria de un rayo de luz, y es de gran utilidad para los astrónomos.

La radiación electromagnética se puede describir como la superposición de un campo eléctrico y de un campo magnético que oscilan en direcciones perpendiculares entre sí y a su dirección de propagación.

Normalmente estos dos campos pueden oscilar en cualquier orientación, pero si lo hacen en una dirección preferente, se dice que la luz está ‘polarizada’. Este fenómeno se produce, por ejemplo, cuando la luz se refleja en un espejo o en la superficie del mar. Utilizando filtros especiales se puede aislar la luz polarizada, que es el principio que utilizan algunas gafas de sol para eliminar los reflejos.

En el espacio, la luz emitida por las estrellas, el gas y el polvo interestelar también puede estar polarizada. Al estudiar esta propiedad de su radiación, los astrónomos pueden deducir los procesos físicos que provocaron la polarización.

El estudio de la polarización es muy útil, entre otras cosas, para revelar la existencia y las propiedades de los campos magnéticos que el rayo de luz ha atravesado a lo largo de su trayectoria.

Este nuevo mapa fue confeccionado a partir de los datos recogidos por unos detectores del observatorio espacial Planck que actúan de forma similar a las gafas de sol polarizadas. Los remolinos, bucles y arcos de esta nueva imagen bosquejan la estructura del campo magnético de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.

Además de cientos de miles de millones de estrellas, nuestra Galaxia también contiene una mezcla de polvo y gas, la materia prima a partir de la que se formarán nuevas estrellas. Aunque estos diminutos granos de polvo estén muy fríos, emiten radiación con una longitud de onda muy larga – en las bandas del infrarrojo y de las microondas. Si los granos no son simétricos, una gran proporción de su radiación oscila en un plano paralelo al eje mayor de la partícula, lo que provoca que esté polarizada.

Si todos los granos de polvo de una nube estuviesen orientados de forma aleatoria, no se observaría una polarización neta. Sin embargo, los granos de polvo cósmico casi siempre están girando a gran velocidad, del orden de las decenas de miles de millones de veces por segundo, como resultado de las colisiones con fotones y con átomos que se mueven a gran velocidad.

Por otra parte, como las nubes interestelares de la Vía Láctea están atravesadas por campos magnéticos, los granos de polvo en rotación tienden a alinearse con las líneas de campo, orientando su eje mayor perpendicular a la dirección del campo magnético. Como resultado, la radiación emitida por estas nubes presenta una polarización neta que puede ser medida y estudiada.

Utilizando esta técnica, los astrónomos utilizan la polarización de la luz emitida por los granos de polvo para deducir la estructura del campo magnético de nuestra Galaxia, delineando la orientación de la proyección de las líneas de campo sobre el plano del firmamento.

En esta nueva imagen de Planck, las regiones más oscuras se corresponden con las emisiones más polarizadas, y las estrías indican la dirección del campo magnético, proyectada sobre el plano del firmamento. Como el campo magnético de la Vía Láctea tiene una estructura tridimensional, es muy difícil determinar su orientación si las líneas de campo están muy desordenadas a lo largo de nuestra línea de visión, como si tratásemos de detectar algún tipo de alineación al mirar a través de un ovillo de lana.

No obstante, los datos de Planck demuestran que existe una organización a gran escala en algunas regiones del campo magnético de nuestra Galaxia.

La banda oscura que cruza en horizontal el centro de la imagen se corresponde con el Plano Galáctico. En ella, la polarización presenta un patrón regular a grandes escalas angulares, lo que indica que las líneas de campo son mayoritariamente paralelas al plano principal de la Vía Láctea.

Estos datos también muestran cómo varía la dirección de polarización en el interior de las nubes de polvo y gas más cercanas, tal y como se puede ver en las marañas presentes por encima y por debajo del plano principal, en las que el campo magnético local está especialmente desordenado.

Los datos de la polarización galáctica obtenidos por Planck son analizados en detalle en una serie de cuatro artículos enviados a la revistaAstronomy & Astrophysics. Sin embargo, el estudio del campo magnético de la Vía Láctea no es el único motivo por el que los científicos están interesados en estos resultados. Oculta tras la radiación de nuestra propia Galaxia se encuentra la señal primordial de la Radiación Cósmica de Fondo (CMB), la luz más antigua del Universo.

La misión Planck ya ha publicado un mapa del brillo de la radiación CMB con un nivel de detalle sin precedentes, y los científicos están escudriñando los datos para aislar la polarización de esta señal. Éste es uno de los principales objetivos científicos de Planck, ya que podría aportar pruebas que confirmen la generación de ondas gravitacionales inmediatamente después de la formación del Universo.

En marzo de 2014 los científicos de la colaboración BICEP2 anunciaron la primera detección de este tipo de señal a partir de los datos recogidos por un telescopio en tierra, tras observar una región del firmamento en una única frecuencia en la banda de las microondas. Esta afirmación se basa en la asunción de que las emisiones polarizadas en primer plano son prácticamente despreciables en esta región.

A lo largo de este año, los científicos de la colaboración Planck publicarán los datos obtenidos por el observatorio espacial europeo tras registrar la luz polarizada en siete frecuencias diferentes a lo largo de todo el firmamento. Estos datos en distintas frecuencias ayudarán a los astrónomos a separar cualquier posible contaminación de la débil señal polarizada de la Radiación Cósmica de Fondo.

Estos resultados permitirán investigar con mucho más detalle los primeros momentos del cosmos, desde la fase de expansión acelerada, cuando el Universo tenía menos de un segundo de existencia, hasta el periodo en el que se formaron las primeras estrellas, varios cientos de millones de años más tarde.


Fuentes: ESA

La última película de la historia del universo

Ilustración de la transición de la densidad de la materia oscura (izquierda) a la del gas (derecha). / Illustris Collaboration





Investigadores de Europa y EE UU, coordinados desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), han simulado por ordenador los cambios que se han producido en el cosmos a lo largo de sus últimos 13.000 millones de años. El modelo reproduce con una precisión sin precedentes la evolución de las galaxias, la materia oscura y, por primera vez, la de los elementos gaseosos y metálicos.


La red cósmica que han ido formando las galaxias del universo se ha simulado varias veces, pero hasta ahora no se habían podido reproducir las poblaciones mixtas de galaxias o el contenido de gas y metal del cosmos.

Un equipo internacional coordinado por el investigador Mark Vogelsberger del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EE UU) lo ha conseguido y presenta los resultados esta semana en Nature. A través de un colorido vídeo se visualizan los cambios en la temperatura de los gases (azul para lo frío, verde para lo 'templado' y blanco para lo más caliente), así como su metalicidad.

La simulación comienza 12 millones de años después del Big Bang y recorre 13.000 millones años de evolución cósmica, hasta nuestros días. De esta forma, se sigue la evolución del universo reproduciendo algunas características, como la distribución de las galaxias y su composición, con una precisión inédita.



El modelo muestra un mix de galaxias espirales y elípticas con el contenido en hidrógeno y metálico que se ajusta a los datos observacionales. Esto representa un avance considerable, según sus promotores, en los modelos galácticos.

El equipo atribuye el éxito de su nueva simulación a los rápidos avances en la potencia de cálculo de los ordenadores –que no se podía conseguir hace unos años–, así como a la mejora de los algoritmos numéricos y desarrollo de modelos más fieles a la física.

Bariones y materia oscura

Estos factores han permitido a los científicos modelar simultáneamente la evolución de los distintos componentes de la formación de galaxias, incluyendo la de los bariones (la materia visible del universo, como neutrones y protones) y la desconocida materia oscura.

Según los autores, los efectos previstos de la materia bariónica en la distribución de la materia oscura podrían tener implicaciones relevantes en los futuros estudios de la evolución del universo.

Fuente: SINC

Resuelto el misterio de la supernova superluminosa

Ilustración esquemática de cómo una lente gravitatocional amplifica el brillo de la supernova PS1-10afx. / Kavli IPMU

El año pasado se informó del descubrimiento de una supernova tan brillante que dejó perplejos a los científicos, porque nunca se había visto nada igual. Investigadores de la Universidad de Tokio (Japón) aclaran esta semana en Science que en realidad se vio tan luminosa por la presencia de una galaxia delante que actuó como ‘lupa’ o lente gravitacional.

En 2010 se descubrió la existencia de PS1-10afx, la supernova o explosión estelar más luminosa de su clase. En 2013 se informó a la comunidad científica internacional y desde entonces ha habido una fuerte controversia sobre el origen de su brillo excepcional –30 veces más de lo previsto– y ha llevado al planteamento de dos hipótesis.

Por una parte, algunos investigadores concluyeron que se trataba de un nuevo tipo de supernova extrabrillante desconocida hasta la fecha. Sin embargo, otro grupo sostenía que era una supernova normal del tipo Ia –con líneas de absorción características para elementos como el silicio–, pero magnificada por una lente gravitacional como un agujero negro u otro objeto supermasivo cercano.
El nuevo hallazgo puede ayudar en las medidas de la expansión cósmica

Esta segunda hipótesis es la correcta, de acuerdo al estudio que investigadores del Instituto Kavli de la universidad japonesa de Tokio publican en la revista Science. “El equipo que la descubrió propuso que era un tipo de supernova no predicha por la teoría, pero observamos que PS1-10afx era diferente cada día, que evolucionaba demasiado rápido y se hacía cada vez más roja”, comenta Robert Quimby, el autor principal.

Esto les hizo pensar en la presencia de la lente gravitacional, una especie de gigantesca lupa que se genera cuando la luz procedente de un cuerpo lejano se curva alrededor de otro más próximo y masivo –como una galaxia– situado entre el emisor y el receptor, la Tierra en este caso.

“Pensamos que el brillo excepcional de la supernova se genera por una lente asociada, pero no teníamos ninguna evidencia directa sobre su presencia, así que la explicación parecía que requería un poco de magia”, bromea Quimby, “una nueva física o lupa que no se ve ".

Los investigadores sospechaban que ese objeto intermedio debía seguir ahí aunque la supernova ya se habieradesvanecido, así que para confirmar su existencia utilizaron los datos espectroscópicos facilitados por el telescopio Keck-I en Hawái (EE UU) para analizar las galaxias próximas a la supernova.

Dos juegos de líneas de emisión de gases

Si estaba en medio otro objeto durante la brillante explosión de PS1-10afx se esperarían ver dos juegos de líneas de emisión de gases en el espectro, y eso es justo lo que encontraron. De esta forma el equipo dedujo que hay otra galaxia justo en frente, en el ángulo correcto y la distancia justa para amplificar la luz de la supernova.

La lente gravitacional identificada es la primera con que se asocia firmemente a una supernova de tipo Ia, y según los autores, se perdió su rastro en los estudios anteriores debido a la potente luz de la explosión estelar.

Como el comportamiento de esta clase de supernovas sirve a los científicos para medir las distancias a galaxias remotas, el nuevo hallazgo también los puede servir de referencia para utilizar los futuros eventos de supernovas con lente en la medición de la expansión cósmica.

Fuente: SINC

Se reescriben las leyes que determinan cómo el polvo modifica la luz que nos llega de las estrellas

La nebulosa 30 Doradus. Fuente: J. Maíz-Apellániz, N. Walborn y R. Barbá.

El medio interestelar presenta polvo que provoca que los objetos parezcan menos luminosos y más rojos de lo que en realidad son. Ahora investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucíam (CSIC) y otros centros internacionales han dado con la forma de corregir este efecto.

Conocer las propiedades de una estrella podría ser tan sencillo como tomar una imagen y medir su brillo (lo que se conoce como fotometría) si el medio que atraviesa nuestra línea de visión fuera transparente. Pero el medio interestelar se halla salpicado de polvo, que absorbe y dispersa la luz y provoca que los objetos parezcan menos luminosos y más rojos -o fríos- de lo que en realidad son. Un efecto que, con un trabajo que acaba de publicarse, por fin puede corregirse de forma eficaz.

"En la longitud de onda de la luz que ven nuestros ojos, el visible, de cada billón de fotones emitidos por una estrella en el centro de la Vía Láctea solo uno consigue alcanzarnos -señala Jesús Maíz Apellániz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que encabeza la publicación-. Este es un ejemplo extremo de cómo el polvo afecta a la luz de las estrellas, un fenómeno que se produce con menos intensidad pero sin excepción en todos los entornos".
Las limitaciones de las leyes empleadas desde 1989 para corregir este efecto, que inducen a errores en la caracterización de las estrellas, hacían necesario un relevo


Así, en todas las observaciones astronómicas deben corregirse los efectos del polvo antes de intentar extraer las características de un objeto. Y el investigador del IAA, junto con un grupo internacional de colaboradores, comprobó que las leyes empleadas hasta ahora para calcular la extinción de la luz producida por el polvo, que datan de 1989, presentaban importantes limitaciones y, entre otras cosas, aportaban estimaciones de temperatura erróneas para las estrellas. De modo que asumieron la tarea de cambiar esas leyes.

El método ideal para ello residía en disponer de un grupo de objetos cuyas características (brillo, temperatura...) se conocieran de antemano de manera fidedigna mediante espectroscopía y compararlas con las que aporta la fotometría sometida a la corrección con las leyes de extinción tradicionales. Así, cualquier desviación permitiría detectar los errores y corregir las leyes.

"Necesitábamos datos perfectos para una muestra de objetos idóneos, y la hallamos gracias al sondeo VLT-FLAMES, un proyecto del Observatorio Europeo Austral (ESO) centrado en la nebulosa 30 Doradus, o nebulosa de la Tarántula, situada en la Gran Nube de Magallanes", apunta Jesús Maíz Apellániz (IAA-CSIC). Los investigadores, que comenzaron este trabajo hace seis años, partieron de una primera muestra de mil estrellas y la redujeron hasta ochenta y tres objetos "idóneos".

Tras someter esta muestra a distintos experimentos, que confirmaron las grandes desviaciones que producen las leyes de extinción de 1989, desarrollaron una versión actualizada que, por ejemplo, reduce a un tercio los errores en la determinación de temperaturas.

De hecho, los resultados de las nuevas leyes se acercan a la precisión de los que se obtienen gracias a la espectroscopía, que se mantiene como el mejor método para estudios detallados. "Sin embargo, gracias a este trabajo podemos obtener estimaciones de temperatura aceptables mediante fotometría, con la ventaja de que esta técnica permite estudiar más objetos por unidad de tiempo", destaca Maíz Apellániz (IAA-CSIC).

La investigación llega en el momento oportuno, ya que unas leyes de extinción limitadas impiden explotar la gran calidad de los datos que obtienen los instrumentos actuales, como el telescopio espacial Hubble. Además, nos hallamos en una época en auge para los sondeos fotométricos masivos, como la misión GAIA, que observará mil millones de estrellas de la Vía Láctea, para los que este trabajo será clave.
Fuente: Instituto de Astrofísica de Andalucía

El nacimiento de un agujero negro deja su firma en una explosión estelar

En el recuadro gris, imagen de GRB121024A donde el destello corresponde a la explosión de una estrella aproximadamente hace once mil millones de años. En el recuadro grande, reproducción artística de GRB121024A, donde se observan los chorros emergiendo de la estrella moribunda, y en el centro de la que se formaría un agujero negro. La onda azul que se propaga por el chorro representa la polarización circular detectada. / NASA, Goddard Space Flight Center/S. Wiessinger.

Un equipo internacional de investigadores, con algunos españoles, ha detectado por primera vez la huella del nacimiento de un agujero negro en una explosión estelar, la de rayos gamma GRB121024A. Aunque se conocía que estos fenómenos eran precursores del nacimiento de los agujeros negros, hasta ahora no se había observado polarización circular en su luz, la firma inequívoca de su formación.

Hace unos once mil millones de años, una estrella con más de cien veces la masa del Sol agotó su combustible y se derrumbó sobre sí misma, proceso que produjo una explosión de rayos gamma (GRB, por sus siglas en inglés), uno de los eventos más energéticos del universo. Su estudio, publicado ahora en la revista Nature, ha permitido detectar por primera vez la firma inequívoca de la formación de un agujero negro.

Esa firma consiste en una vibración específica de la luz conocida como polarización circular. "La luz que recibimos del universo es el resultado de la superposición desordenada de muchas ondas electromagnéticas que vibran aleatoriamente, es decir, luz no polarizada –ilustra Javier Gorosabel, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC/UPV-EHU) que participa en el hallazgo–. Bajo algunas circunstancias, la luz de algunos astros vibra preferentemente en un plano, dando lugar a luz polarizada linealmente. Pero en este GRB hemos hallado luz que viaja como si fuera un sacacorchos, es decir, polarizada circularmente".
La firma consiste en una vibración específica de la luz conocida como polarización circular

Y este tipo de polarización remite a los instantes posteriores al nacimiento de un agujero negro. Las estrellas que producen GRB, además de muy masivas, giran muy rápidamente sobre sí mismas, lo que genera peculiaridades: su implosión no se produce de forma radial, como un globo al deshincharse, sino que sigue una forma espiral similar a la que dibuja el agua en un sumidero. Además, su luz se emite a través de dos chorros alineados con el eje de rotación que presentaba la estrella moribunda.

Pero, más importante aún, estas estrellas presentan un campo magnético muy intenso. Y, durante el derrumbe, el campo magnético también se arremolina en torno al eje de rotación de la estrella, reforzándose. "Podríamos decir que durante el desplome de la estrella se produce un potente géiser magnético que surge del motor central, o el entorno del agujero negro, y cuyos efectos se sienten a distancias de billones de kilómetros", apunta el investigador.

Todo este complejo escenario predice una ineludible firma: producto de este géiser magnético, la luz óptica emitida a través de los chorros debe estar polarizada circularmente. Y esto es, precisamente, lo que han hallado los autores en GRB121014A gracias a la precisión del Very Large Telescope (ESO) en Chile. "Posiblemente lo que hemos detectado son los efectos que el nacimiento de un agujero negro provoca en su entorno", resume Gorosabel.

GRB, de incógnita a fuente de información

Las explosiones de rayos gamma son destellos breves e intensos de radiación gamma que se producen al azar en cualquier lugar del cielo y que se relacionan con procesos ligados a sucesos catastróficos en las estrellas. Se clasifican, según su duración, en GRB cortos (pocos milisegundos) y largos (hasta media hora), generados por la fusión de dos objetos compactos y el colapso de una estrella muy masiva respectivamente.

La atmósfera de la Tierra es opaca a los rayos gamma, de modo que los GRB solo se pueden captar gracias a detectores embarcados en aparatos espaciales, como el satélite Swift de la NASA, responsable de la detección de GRB121014A.

Descubiertos en 1967, los GRB constituyeron un enigma hasta que 1997 se confirmó que procedían de galaxias muy distantes, lo que implicaba que eran los objetos más energéticos del universo. Apenas dos décadas después, los GRB largos –los más conocidos– se están revelando como una potente herramienta para conocer las circunstancias en las que se forman los agujeros negros y sus efectos sobre el entorno.

Fuente: SINC IAA (CSIC)

4 de mayo de 2014

Los Cometas

"Los cometas, esas sucias bolas de nieve que se vaporizan al pasar cerca del Sol..." Así es como los describía el astrónomo de Harvard, Fred. L. Whipple, pionero en la investigación de los cometas.

A diferencia de los asteroides que viajan alrededor del Sol en órbitas circulares confinadas al cinturón de asteroides y al plano de la eclíptica, los cometas lo hacen en órbitas elípticas inclinadas al azar con respecto al plano de la eclíptica.
Cuando un cometa se acerca al Sol, el calor solar vaporiza el hielo. Los gases liberados comienzan a brillar, formando una luminosa bola llamada coma. Empujados por el viento solar, estos gases luminosos forman una larga y brillante cola, en uno de los espectáculos más impresionantes que pueden contemplarse en el cielo nocturno.

La parte sólida de un cometa llamada núcleo, es una mezcla de hielo y polvo, apenas visible para los astrónomos desde la Tierra debido a su pequeño tamaño y a quedar enmascarada por el brillo del coma. Las primeras imágenes del núcleo de un cometa fueron tomadas por naves espaciales en 1986 del cometa Halley. Un coma es aproximadamente de un millón de kilómetros de diámetro y la cola de un cometa puede extenderse hasta más de cien millones de kilómetros de longitud. Tampoco es visible al ojo humano la envoltura de hidrógeno, una enorme esfera de gas que rodea al núcleo del cometa, proveniente de las moléculas de agua que escapan del hielo evaporado.

A grandes rasgos, la estructura de un cometa aparece dibujada en la figura de la izquierda.




Se sabe desde hace mucho tiempo que la cola de los cometas siempre apunta hacia el Sol, independientemente de la dirección en que se mueva el cometa.

La explicación de este fenómeno mediante la existencia de algo que desde el sol empujase radialmente los gases, llevó a Ludwing Biermann a predecir la existencia de viento solar una década antes de que realmente fuera descubierto en 1962 por los instrumentos de una nave espacial.

De hecho el Sol produce en los cometas dos tipos de colas: una cola iónica y otra de polvo.

¿Cómo se designan los nombres de los Cometas?

En el pasado los Cometas fueron los primeros en tener una designación provisional, consistiendo del año y una letra minúscula indicando el orden del descubrimiento en el año (por ejemplo, 1994a fue el primer cometa descubierto en 1994) El nombre también es designado en sus comienzos por el nombre del descubridor. Hasta tres descubridores, preferiblemente independientes, pueden ser anexados al nombre del cometa.

El nuevo sistema de designación de cometas fue reformado comenzando el año de 1995. Los principales puntos son:

El sistema de designación provisional ahora es más cercano al sistema de designación del Minor Planet Center (MPC, Centro de Planetas Menores) El primer cometa descubierto en la mitad de enero de 1995 es designado 1995 A1, el segundo 1995 A2, etc.

Cometas de largos períodos y cometas con una aparición periódica, recibe solamente una designación provisional, que no tendrá una designación en números romanos.

Un redescubrimiento en una segunda aparición, recibe un número secuencial. Por ejemplo, P/Halley es 1P.

La rutina de descubrimientos de cometas periódicos no reciben designaciones provisionales.

La naturaleza de la órbita del cometa es indicada por un prefijo: P/ para cometas periódicos, C/ para cometas de largos períodos, D/ para cometas extintos y X/ para cometas inciertos. Adicionalmente A/ es usado para indicar que el objeto es un planeta menor.

Las designaciones provisionales son asignadas por el CBAT y los números permanentes son asignados por el Minor Planet Center.

Los cometas (del latín "stella cometa", "estrella con cabellera") son cuerpos celestes que orbitan el Sol, caracterizados por desarrollar una larga y luminosa cola mientras recorren el segmento de su órbita que los acerca más al Sol

El tamaño de un cometa, incluyendo la difusa coma, puede sobrepasar el del planeta Júpiter. Sin embargo, el verdadero núcleo sólido de la mayoría tiene un volumen de sólo unos pocos kilómetros cúbicos. El núcleo del Halley, por ejemplo, mide alrededor de 15 kilómetros de largo por 4 kilómetros de ancho.

Los cometas tienen órbitas elípticas, y el período (el tiempo que tardan en completar una órbita en torno al Sol) de alrededor de 200 de ellos ha sido calculado; oscila de 3,3 años para el cometa Encke, a 2000 años para el cometa Donati de 1858. Las órbitas de la mayoría de los cometas son tan abiertas que resultan indistinguibles de parábolas (curvas abiertas que harían que los cometas jamás regresaran al sistema solar), pero a través de ciertos análisis los astrónomos asumen que también se trata de elipses, de gran excentricidad y con períodos de hasta 40.000 años o posiblemente mucho más largos.

También existe una íntima relación entre las órbitas de los cometas y las órbitas de las lluvias de meteoros. El astrónomo italiano Giovanni Virginio Schiaparelli probó que los meteoros de la lluvia de los "perseidas" (denominada así porque todos los meteoros parecen provenir de un punto de la constelación Perseus cuando se observan en el cielo), que aparecen en agosto, se mueven en la misma órbita que el cometa 1862 III. Similarmente, se descubrió que los meteoros de la lluvia de los "leonidas" (denominada así porque todos los meteoros parecen provenir de un punto de la constelación Leo cuando se observan en el cielo), que aparecen en noviembre, siguen la misma órbita que el cometa 1866 I. Muchas otras lluvias de meteoros han sido relacionadas con las órbitas de cometas conocidos, y se considera que se trata de trozos de roca e hielo diseminados por los cometas a lo largo de sus órbitas.

En 1992 el cometa Shoemaker-Levy 9 se separó en 21 grandes fragmentos al acercarse demasiado al poderoso campo gravitacional de Júpiter. En el siguiente acercamiento al planeta, en julio de 1994, durante un período de una semana, los fragmentos cayeron uno a uno a través de la densa atmósfera de Júpiter, a velocidades de alrededor de 210.000 kilómetros por hora. Durante los impactos, la tremenda energía cinética de cada uno de los fragmentos se convirtió en calor a través de inmensas explosiones, algunas de las cuales generaron bolas de fuego de un tamaño superior al de la Tierra.



Cometas visibles

Aquí os enlazo un listado completísimo de los cometas visibles (Por Seiichi Yoshida), podéis acceder a través de los siguientes enlaces:

Hemisferio Norte
Hemisferio Sur

Cometas famosos
El cometa Halley - Crédito: NASA





Halley

En 1705 Edmond Halley predijo, usando las leyes del movimiento de Newton, que el cometa visto en 1531, 1607 y 1682 volvería en 1758. El cometa volvió tal y como predijo, y posteriormente se le dio nombre en su honor.

El periodo medio de la órbita del Halley es de 76 años, pero no se pueden calcular las fechas de sus reapariciones con exactitud. La fuerza gravitacional de los planetas mayores altera el periodo del cometa en cada órbita. Otros efectos, como la reacción de los gases eyectados durante el paso cerca del Sol, también desempeñan un papel importante en la alteración de la órbita.

La órbita del Halley es retrógrada e inclinada 18º respecto de la eclíptica. Y, como la de todos los cometas, altamente excéntrica. El núcleo del cometa Halley mide aproximadamente 16x8x8 kilómetros.

Contrariamente a las suposiciones previas, el núcleo del Halley es muy oscuro, más negro que el carbón y uno de los objetos más oscuros del sistema solar.


La densidad del núcleo del Halley es muy baja: unos 0.1 gramos/cm3, indicando que probablemente es poroso, quizá debido a la gran cantidad de polvo que queda después de que los hielos se hayan sublimado.

El Halley es casi único entre los cometas, ya que es a la vez grande y activo, y tiene una órbita regular y bien definida, pero puede no ser representativo de los cometas en general.

El cometa Halley volverá al sistema solar interior el año 2061.

El cometa Hale-Bopp recorriendo el cielo de de Pazin, en Istria, Croacia. - Crédito: wikipedia





Hale-Bopp

El Hale-Bopp es un cometa periódico que regresa cada 3.000 años y que se acercó a la Tierra en 1997, causando gran expectación. Alan Hale en Nuevo México e, independientemente, Thomas Bopp de Arizona, descubrieron el cometa que ahora lleva el nombre de ambos. Al poco tiempo del descubrimiento quedó claro que este cometa podría ser de los mas brillantes en los últimos años.

El cometa Hale-Bopp fue en ese momento uno de los astros más brillantes en el cielo, alcanzando una magnitud -0.8, lo cual significa que el cometa era mas brillante que cualquier objeto en el cielo nocturno en esas fechas, con la excepción de la Luna, Sirio y Marte.

A pesar de su brillo, el cometa Hale-Bopp no se acercó mucho a la Tierra. En su máximo acercamiento estuvo a 194 millones de kilómetros de distancia, es decir un poco más lejos de nosotros que el Sol.

Se cree que el núcleo del cometa es relativamente grande, de unos 40 kilómetros de acuerdo a las estimaciones, ya que no es posible ver directamente el núcleo. Sin embargo, mas que el núcleo, el factor determinante en cuanto al brillo del cometa es la coma, la envolvente de gas y polvo que rodea al núcleo del cometa.

Al acercarse al Sol parte del cometa se sublima. Algunos cometas desarrollan varias colas, y en particular en el Hale-Bopp fue posible observar dos colas, una de gas y otra de polvo. La cola del cometa Hale-Bopp, difícil de observar desde las ciudades, alcanzó varios millones de kilómetros de longitud.


Fuente: PortalCiencia