C/2013 A1 fue descubierto en enero de 2013 por el astrónomo Robert McNaught desde el Observatorio de Siding Spring, en Australia, razón por la que el cometa es comúnmente conocido simplemente como Siding Spring. Se trata de un cometa con un núcleo de entre 0,8 y 8 km, con una coma y una cola que se extienden unos 160.000 km y 480.000 km, respectivamente (como referencia, la distancia de la Tierra a la Luna es de 384.000 km). Se piensa que Siding Spring se originó entre las órbitas de Júpiter y Neptuno durante el proceso de formación del sistema solar, hace 4.600 millones de años, –con lo que se trata de un cuerpo más antiguo que la Tierra–, y que fue expulsado pocos millones de años después, pasando a formar parte de la Nube de Oort, una nube esférica compuesta principalmente por planetesimales helados que envuelve al sistema solar a una distancia de entre 5.000 y 100.000 UA (UA, Unidad Astronómica, es la distancia media de la Tierra al Sol, unos 150.000.000 km).
Son muchas las misiones y observatorios que han seguido la evolución del cometa y que podrán observar y analizar su paso cercano al planeta rojo. Algunos de ellos lo harán desde lejos de Marte, como el telescopio de infrarrojos de la NASA en el Observatorio Mauna Kea, en Hawái, o misiones como el Telescopio Espacial Hubble, Kepler, Swift, STEREO, SOHO, etc. Pero algunas de las imágenes y datos científicos más relevantes procederán de las misiones que orbitan alrededor de Marte y de los vehículos exploradores que circulan por su superficie en la actualidad.
Para ofrecer cierta protección a las sondas que orbitan Marte en la actualidad, se pueden realizar dos tipos de maniobras: de cambio de orientación o de cambio de órbita. Las naves pueden cambiar su orientación para ofrecer la menor superficie posible en la dirección esperada del flujo de partículas o para apuntar en esa dirección algún elemento de su estructura que pudiera ofrecer cierta protección a modo de escudo, o pueden ejecutar alguna maniobra orbital de cara a estar posicionadas por detrás de Marte durante los momentos de mayor riesgo: cuando Marte se encuentre a la menor distancia de la cola de polvo del cometa.
En el caso de Mars Express (MEX), de la Agencia Espacial Europea (ESA), la menor superficie que puede ofrecer es de 3 metros cuadrados. Esto significa que si las estimaciones del año pasado fueran acertadas (un impacto por metro cuadrado) se podría esperar que MEX recibiera tres impactos, lo que podría arruinar varias de sus funciones o incluso acabar con la misión en el peor de los casos. Sin embargo, a mediados de este verano se dieron a conocer estimaciones más refinadas para el flujo de partículas esperado, que consistían en 0.000001 partículas por metro cuadrado. Para el caso de MEX, este flujo resulta aproximadamente en una probabilidad de impacto de 1 en 300.000. La razón de un cambio tan grande en la estimación del flujo de partículas tiene que ver con el hecho de que ahora se sabe que la nube de polvo del cometa tan solo rozará Marte, con lo que todo apunta a que el riesgo de daños por impacto con partículas de polvo es apenas inexistente.
Ante esta información, la ESA ha decidido no modificar la órbita de MEX, aunque sí consideró la opción de contingencia consistente en apuntar su antena de alta ganancia en la dirección esperada del flujo de partículas y utilizarla así a modo de escudo; sin embargo, finalmente, la ESA también ha decidido no ejecutar esta maniobra. A pesar de los nuevos datos sobre el flujo de partículas, la NASA, sin embargo, sí decidió tomar medidas de protección consistentes en alterar la órbita de sus sondas para estar por detrás de Marte cuando éste se encuentre a la menor distancia de la cola de polvo, momento que se producirá unos 100 minutos después del de máxima aproximación con el núcleo del cometa. En ese momento, las naves de la NASA que orbitan Marte estarán situadas en el lado opuesto del planeta para que éste actúe de escudo, pero efectuarán observaciones tanto antes como después de esta ocultación, que durará entre 30 y 40 minutos.
En cuanto a los vehículos exploradores Opportunity y Curiosity, el cometa se encontrará en su mayor aproximación cuando sea de día para ambos (pronto en la mañana y en el atardecer, respectivamente) de tal forma que sus mejores momentos de visibilidad se darán varias horas antes y pocas horas después de la máxima aproximación, respectivamente, cuando sea de noche para ambos vehículos. Aunque la atmósfera de Marte es unas 100 veces menos densa que la de la Tierra, se considera que ésta ofrecerá protección suficiente para ellos. Como nota anecdótica, de ir todo bien, uno de estos vehículos tendrá el honor de tomar la primera fotografía de un cometa desde otro planeta. Estamos ahora en temporada de tormentas de polvo en Marte así que esperemos que no se dé ninguna al paso del cometa para no reducir la visibilidad.
Al paso del cometa, es posible que haya un aumento en el número de meteoritos con respecto a los que normalmente se dan en Marte, lo que también propicia oportunidades de investigación interesantes ya que el paso de estos meteoritos por la atmósfera causa cambios locales de temperatura y alteraciones temporales de la química de las capas altas de la atmósfera. En cualquier caso, de existir un aumento en el número de meteoritos, se espera que éste sea leve. El paso del cometa también podría generar auroras en Marte debidas a la interacción de las atmósferas de los dos cuerpos. De producirse auroras, éstas podrán ser observadas por MAVEN y por el Telescopio Espacial Hubble. De darse, estas auroras se producirían en regiones dispersas de Marte donde se dan áreas que poseen campos magnéticos en la corteza de este planeta, los cuales son remanentes de muy baja intensidad de un campo magnético que se piensa que existió en el pasado en Marte, creado por una dinamo interna que se extinguió en algún momento.
Fuentes: Eduardo Garcia llama. lanasa.net