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25 de julio de 2016

Mars Express desvela un crater de impacto antiguo y sin nombre



Esta espectacular perspectiva, captada por la sonda Mars Express de la ESA, muestra un llamativo cráter de impacto situado en una región al sudoeste de Mare Serpentis (‘el mar de las serpientes’), una oscura planicie en el corazón de Noachis Terra (‘la tierra de Noé’).

Con más de 3.900 años de antigüedad, Noachis Terra es una de las regiones primigenias de Marte y, de hecho, da nombre a la era marciana más temprana: la Era Noeica. Noachis Terra es representativa de la superficie más primitiva del Planeta Rojo, caracterizada por la gran cantidad de cráteres preservados a lo largo de miles de millones de años, aunque alguno se haya ido degradando con el tiempo.

El cráter que puede verse en la esquina superior derecha de la imagen tiene unos 4 km de profundidad y 50 km de diámetro. En su centro encontramos una pequeña depresión: la fosa central. Estas fosas son comunes en los cráteres de los planetas rocosos del Sistema Solar, especialmente en Marte, y se cree que se forman cuando algún material helado se evapora y pasa a estado gaseoso de forma explosiva debido al calor generado en la colisión inicial que da lugar al cráter.

Los depósitos que conforman las paredes exteriores del cráter, que se elevan por encima de la superficie colindante, podrían haberse creado durante el impacto que dio origen al propio cráter: en el momento en que un objeto rocoso cayó en la superficie de Marte, es probable que compactara material no consolidado —granos minerales en polvo y otros depósitos denominados ‘regolito’— hasta formar una pequeña elevación que se ha conservado hasta nuestros días.

En el interior de las paredes encontramos canales y valles que se descienden entrecruzándose. Se cree que pudo esculpirlos el agua que, confinada bajo el suelo en forma de hielo, fue derritiéndose por la radiación solar que calentaba las paredes del cráter, provocando una serie de procesos de erosión fluvial y dibujando las finas líneas que discurren hacia el centro.

Esta imagen ha sido creada a partir de datos de los canales estéreo (que ofrecen esta perspectiva oblicua) y los canales de color y nadir (que proporcionan los colores) de la Cámara Estéreo de Alta Resolución de Mars Express. Los datos fueron recopilados el 29 de julio de 2015 en la órbita 14.680. Su resolución es de unos 14 m por píxel y la imagen está centrada a 37° este y 35° sur.

La imagen ofrece una vista en perspectiva de una serie que incluye una vista de nadir en color, un modelo digital de terreno codificado por colores y un anaglifo 3D.

Fuentes: ESA

23 de noviembre de 2015

¿Qué es un agujero negro?

Definición y detección

Podríamos definir un agujero negro como una especie de aspirador gigante situado en un punto del espacio que tiene tanta fuerza gravitatoria que engulle todo lo que se encuentra a su alrededor. Su potencia es tan grande que puede incluso aspirar la luz.

Como su nombre indica, los agujeros negros son negros y no pueden ser vistos en el espacio. Son invisibles pero los científicos han desarrollado varias técnicas para detectar su presencia:

- Una estrella es siembre el centro de un sistema solar y todos los planetas giran alrededor de ese astro. Como el Sol es el centro de nuestro sistema solar. Cuando una estrella muere y se convierte en un agujero negro, los planetas que gravitan a su alrededor siguen girando. Si se observan planetas girando alrededor de “la nada” se deduce que ahí se encuentra un agujero negro.

- Un agujero negro atrae todo a su paso. El polvo cósmico que atrae gira a tal velocidad que los algunos telescopios pueden detectar sus rayos luminosos.

- Un agujero negro atrae y desvía la luz. Si pasa entre la Tierra y una estrella viva, la luz de esa estrella será desviada y tendremos la impresión que ese astro brilla aún más que de costumbre.

- A través de distintos cálculos los astrónomos pueden calcular la masa de una parte del espacio. Si detectan una zona totalmente negra y con una masa superior a la de otro lugar, concluyen que hay un agujero negro.



¿Cómo se forman?

Los agujeros negros nacen de la muerte de una “gigante roja”, una estrella de gran masa. Cuando una estrella de este tipo llega al final de su vida, su fuerza gravitatoria comienza a ejercer fuerza sobre sí misma creando una masa concentrada en un pequeño volumen y se convierte en lo que se denomina una “enana blanca”. A partir de entonces, la estrella puede colapsarse por su propia atracción gravitatoria y pasa a ser un agujero negro.

Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en éste. El agujero negro es tan potente que atrapa todo lo que tiene a su alrededor, incluidos otros agujeros negros, para crecer.


Descubrimiento

El concepto de un cuerpo con una masa tan densa que ni siquiera la luz puede escapar de él, fue descrito en un artículo enviado en 1783 a la Royal Society por un geólogo inglés llamado John Michell.

En 1915, Albert Einstein desarrolló la teoría de la relatividad general y demostró que la interacción gravitatoria tenía influencia en la luz. Poco después Karl Schwarzschild demostró las ecuaciones de Einstein sobre la absorción de la luz por un cuerpo pesado.

En 1939, Robert Oppenheimer predijo que una estrella de gran masa podría sufrir un colapso gravitatorio y formar agujeros negros.

En 1967, Stephen Hawking y Roger Penrose probaron que los agujeros negros son soluciones a las ecuaciones de Einstein.

En 1969, John Wheeler acuñó el término “agujero negro” para designar lo que anteriormente se llamó “estrella en colapso gravitatorio completo”.


Fuentes: Euronews

26 de marzo de 2015

Opportunity y un nuevo récord

Detalle imagen: Primera maratón en otro planeta 
Distancia: 26,9 millas 
Tiempo: 11 años 2 meses 

-Cráter Eagle: Un buen comienzo 
En el aterrizaje, Opportunity, encontró signos de agua ácida en el viejo Marte. 

-Cráter Endurance: Un largo camino por recorrer 
Las capas de roca muestran que el área era húmeda de vez en cuando. Los microbios que allí se encontraban podrían haber tenido tiempos difíciles. 

-Cráter Victoria: Un duro desafío 
Luego del cráter Victoria, los científicos se preguntaban: ¿Fue el agua demasiado salada para la vida? 

-Cráter Endeavour: Corriendo alto 
Encima del borde de un cráter, Opportunity, explora arcillas que nos cuentan que el planeta rojo pudo haber tenido un hábitat bueno. 



Por: Carolina N. Coronel
        para Astronomía Argentina.
               AstroCiencias Ecuador

Buenas y despejadas noches amigos del espacio! Tenemos una noche fresca en la hermosa ciudad de Buenos Aires, y aquí estamos una vez más para compartir con ustedes una noticia “de otro mundo”.

Hoy estamos hablando del otro rover marciano, nuestro amigo Opportunity. 

Hablaremos de un nuevo logro: aunque no se haya cortado ninguna cortina detrás de la línea de llegada ni nada similar, la NASA está celebrando un gran triunfo.

El equipo del robot de exploración en Marte, Opportunity, completó su primer “maratón” en Marte, el día martes (26,219 millas o 42,195 kilómetros) con un tiempo final de 11 años y 2 meses. Esta marca se alcanzó durante la última travesía de 153 pies (46,5 metros), un dato interesante es que el año pasado se ha convertido en el campeón de mayor distancia recorrida de todos los vehículos que se encuentran fuera de nuestra Tierra. El récord previo fue del robot soviético lunar, llamado Union’s Lunokhod 2.

Mirando un poco hacia atrás, les recordamos un poco sobre la misión de Opportunity. Su misión principal de tres meses de duración arrancó luego de su aterrizaje en aquel 2004. Él fue el encargado de darnos evidencia de los ambientes con agua líquida que tenía el suelo de Marte, y que fluía por sobre su superficie. El robot, siguió funcionando más allá de su vida útil, y así fue que permitió a los científicos llegar al borde del cráter Endeavour como destino a largo plazo. Desde 2011, las investigaciones de nuestro amigo realizadas desde allí nos han proporcionado información sobre las condiciones de lluvia menos ácidas que había, lo cual es algo muy favorable para la vida microbiana en aquel mundo lejano.



 

Agradecemos como siempre a la NASA, por la imagen y la información. Les cuento que la imagen que optamos por compartirles muestra algunos de los puntos claves en la ruta del robot, quien viajó tanto como una “maratón” de corredores durante 11 años y 2 meses luego de su aterrizaje por allá a lo lejos, en Enero del 2004. 
Esta meta fue completada en el día 3968 de la misión, o Sol (día marciano) como suele llamarse. 
En este caso, el Norte se encuentra del lado izquierdo de la imagen.

Para más información e imágenes: http://www.nasa.gov/press/2015/march/nasas-opportunity-mars-rover-finishes-marathon-clocks-in-at-just-over-11-years/index.html

Compartimos la página de la misión Opportunity/Spirit: http://www.nasa.gov/mission_pages/mer/index.html


 

Eso es todo, agradecemos su compañía y cielos despejados a todos!

Cambio y fuera!

5 de marzo de 2015

«Rosetta» retrata a su propia sombra proyectada sobre el cometa 67P

afp / ESA
Fotografía cedida por la Agencia Europea del Espacio (ESA), tomada a seis kilómetros sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko 

 
La nave espacial que lleva dando vueltas desde el pasado verano al Churyumov-Gerasimenko captó esta imagen el Día de San Valentín, el 14 de febrero, a una distancia de apenas seis kilómetros sobre la superficie


La nave espacial «Rosetta» ha tomado una fotografía de su sombra proyectada sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, al que está dando vueltas desde el pasado verano. Según ha informado la Agencia Espacial Europea, la imagen fue captada el Día de San Valentín, el 14 de febrero, a una distancia de apenas seis kilómetros sobre la superficie del cometa. En el momento, cometa, nave y Sol estaban casi alineados, provocando la sombra que, en la fotografía enviada ahora a la Tierra, se observa en la parte inferior, con un tamaño de unos 20 por 50 metros. La imagen original, tomada con la cámara Osiris, tiene una resolución de 11 centímetros por píxel y cubre un área de 228 por 228 metros.

«Las imágenes tomadas desde esta perspectiva tienen un alto valor científico; son clave para estudiar los tamaños de los granos [del suelo]», dice Holger Sierks, investigador de la Osiris y científico del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (Alemania). 


Datos de la misión

La Rosetta mide 2,8 x 2,1 x 2,0 metros y sus dos paneles, de 14 metros de largo cada uno, suman una superficie de 64 metros cuadrados, extendiéndose en total 32 metros de punta a punta. Partió de la Tierra con masa total de 3.000 kilos, incluidos 1.670 de combustible y cien kilos de la sonda Philae, que descendió al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ya en noviembre de 2104. Según detalla la ESA, la misión científica tiene por objeto acompañar al cometa en su viaje hacia el Sol para observar el proceso de activación al acercarse a la estrella.

La sonda fue lanzada desde la base especial europea de Kourou (en la Guyana francesa) en marzo de 2014 y llegó al cometa el verano pasado. La nave continuará recabando imágenes y datos hasta el próximo mes de diciembre al menos. 


Fuentes: ABC.es

La nave Dawn, a punto de hacer historia, se acerca al planeta enano Ceres

NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA
Nueva imagen de Ceres tomada por la misión Dawn de la NASA


Entrará en su órbita este viernes y lo que observe ayudará a entender los orígenes del Sistema Solar y de la propia Tierra

El próximo viernes 6 de marzo la nave espacial Dawn de la NASA entrará en la órbita de Ceres, un misterioso mundo del tamaño del estado de Texas (950 km de diámetro), el más grande del cinturón de asteroides, que parece contener abundante agua. Los científicos creen que la visita al planeta enano puede proporcionar interesante información acerca de cómo fueron los orígenes de nuestro sistema solar y, por lo tanto, de nuestro hogar la Tierra.

«Dawn está a punto de hacer historia», afirma Robert Mase, director del proyecto para la misión Dawn del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. «Nuestro equipo está preparado y con ganas de descubrir lo que Ceres tiene reservado para nosotros».


 Los inesperados puntos blancos brillantes en Ceres

Las imágenes recientes muestran numerosos cráteres y unos curiosos e inesperados puntos brillantes que los científicos creen que dirán cómo Ceres, el primer objeto descubierto en el cinturón de asteroides, se formó y si su superficie está en pleno cambio. A medida que la nave espacial se acerca al planeta enano, los investigadores buscarán señales de cambio en estos accidentes geográficos, lo que sugeriría que tiene actividad geológica en la actualidad.  



Nuevas imágenes de Ceres

«El estudio de Ceres nos permite hacer investigación histórica en el espacio, la apertura de una ventana en el primer capítulo de la historia del sistema solar», dice Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA en la sede de la agencia en Washington. «Los datos devueltos desde Dawn podrían contribuir avances significativos en nuestra comprensión de cómo se formó el sistema solar».

Dawn comenzó su fase de aproximación final hacia Ceres en diciembre. La nave espacial ha tomado varias imágenes de navegación óptica y ha observado a Ceres a través de toda su rotación de nueve horas. Desde el 25 de enero, Dawn ha entregado las imágenes de más alta resolución de Ceres nunca logradas, y seguirá mejorando en la calidad.

El astrónomo siciliano Giuseppe Piazzi descubrió Ceres en 1801. A medida que se encontraron más objetos similares en la misma región, llegaron a ser conocidos como asteroides o planetas menores. Ceres fue clasificado inicialmente como un planeta y más tarde pasó a la categoría de asteroide. En reconocimiento a sus cualidades similares a las de los planetas, Ceres fue designado un planeta enano en 2006, junto con el polémico Plutón y Eris.

Ceres es el nombre de la diosa romana de la agricultura y las cosechas. Los cráteres en Ceres también recibirán los nombres de los dioses y diosas de la agricultura recogidos por la mitología de todo el mundo. 


Propulsión de iones

Lanzada en septiembre de 2007, Dawn exploró el asteroide gigante Vesta durante 14 meses entre 2011 y 2012, capturando imágenes detalladas y datos acerca de ese cuerpo. Tanto Vesta como Ceres orbitan alrededor del Sol entre Marte y Júpiter, en el cinturón principal de asteroides. Este tour de dos paradas por nuestro sistema solar es posible por el sistema de propulsión de iones de Dawn, siendo mucho más eficiente que la propulsión química, según explica la NASA en un comunicado.



Propulsión de iones

«Tanto Vesta como Ceres estaban en camino a convertirse en planetas, pero su desarrollo fue interrumpido por la gravedad de Júpiter», explica Carol Raymond, subdirectora científica del proyecto en el JPL. «Estos dos cuerpos son como fósiles de los albores del sistema solar, y arrojan luz sobre sus orígenes».

Aún así, Ceres y Vesta tienen varias diferencias importantes. Ceres es el cuerpo más masivo del cinturón de asteroides, con un diámetro medio de 950 km, aproximadamente el 38% del área de la parte continental de Estados Unidos. Mientras, Vesta tiene un diámetro medio de 525 km, y es el segundo cuerpo más masivo del cinturón. Es muy seco, al contrario que Ceres, que se estima tiene un 25% de agua.







«Mediante el estudio de Vesta y Ceres, vamos a obtener una mejor comprensión de la formación de nuestro sistema solar, especialmente de los planetas terrestres, y lo más importante, de la Tierra», dice Raymond. «Estos cuerpos son muestras de los bloques de construcción que han formado Venus, la Tierra y Marte. Se cree que objetos como Vesta han contribuido en gran medida al núcleo de nuestro planeta, y los cuerpos similares a Ceres pueden haber proporcionado nuestra agua».


Fuentes: ABC.es

5 de enero de 2015

Venus Express se sume lentamente en la oscuridad

Representación de la maniobra de aerofrenado de Venus Express

La sonda Venus Express de la ESA ha puesto fin a su misión de ocho años tras exceder con creces la longevidad para la que había sido diseñada. El combustible del satélite se agotó durante una serie de encendidos que pretendían elevar su órbita tras la campaña de aerofrenado a baja altitud que llevó a cabo a mediados de este año.

Desde su llegada a Venus en el año 2006, la sonda europea había permanecido en una órbita elíptica con un periodo de 24 horas, que la llevaba a 66.000 kilómetros sobre el polo sur del planeta en su punto más alejado y hasta 200 kilómetros sobre el polo norte en el punto de máxima aproximación para llevar a cabo un estudio detallado del planeta y de su atmósfera.

Tras ochos años en órbita y ya con poco combustible en su sistema de propulsión, Venus Express comenzó una campaña de aerofrenado a mediados de 2014, durante la que fue descendiendo de forma gradual hasta adentrarse en la atmósfera del planeta.

Durante la fase principal de su misión, el satélite encendía sus motores de forma periódica para mantener su distancia con el planeta y evitar perderse en su atmósfera, pero esta campaña tenía como objetivo justamente lo contrario: reducir la altitud de la sonda y así permitir la exploración de regiones de la atmósfera nunca antes estudiadas.

Venus Express frenándose en la atmósfera de Venus

Esta campaña también sirvió para preparar futuras misiones de exploración planetaria – la técnica de aerofrenado se puede utilizar para entrar en órbita a planetas con atmósfera utilizando mucho menos combustible que con las maniobras convencionales.

El punto más bajo de la órbita de Venus Express se redujo de forma progresiva hasta los 130-135 kilómetros durante los meses de mayo y junio de 2014, y la campaña de aerofrenado se llevó a cabo entre los días 18 de junio y 11 de julio.

Tras pasar un mes entrando y saliendo de la atmósfera de Venus, la sonda europea realizó una serie de 15 encendidos de su motor principal para elevar de nuevo su trayectoria, hasta alcanzar los 460 kilómetros de altitud el 26 de julio en una órbita con un periodo de poco más de 22 horas.

A partir de este punto, la misión comenzó una nueva fase de operaciones científicas mientras el punto más bajo de su órbita descendía de nuevo bajo la acción de la gravedad del planeta.

Asumiendo que todavía le quedaba algo de combustible, se decidió elevar su órbita una vez más para compensar este decaimiento natural y continuar así con las operaciones durante el año 2015. Esta nueva serie de encendidos se llevaría a cabo entre los días 23 y 30 de noviembre.

Sin embargo, el 28 de noviembre se perdió el contacto con Venus Express. Desde entonces se ha conseguido restablecer parcialmente los enlaces de telemetría y telecomando, pero las comunicaciones son muy inestables y sólo se puede descargar una cantidad limitada de datos.

“La información disponible indica que el satélite ha perdido el control de actitud, probablemente tras experimentar problemas con sus motores durante las maniobras para elevar su órbita”, explica Patrick Martin, responsable de la misión Venus Express para la ESA.

“Parece probable que Venus Express haya agotado el poco combustible que le quedaba mientras ejecutaba las maniobras programadas para el mes pasado”.


Fuentes: ESA

21 de julio de 2014

La NASA asegura que los primeros humanos que llegarán a Marte "caminan hoy sobre la Tierra"


Se cumplen 45 años de la llegada del hombre a la Luna

EE.UU. está lejos del esfuerzo tecnológico que empleó entonces


Cuarenta y cinco años después de la primera huella humana sobre el polvo blanco de la Luna, la agencia espacial estadounidense NASA ha asegurado este domingo que los primeros humanos que hollarán el suelo rojo de Marte "caminan hoy sobre la Tierra".

El 20 de julio de 1969 más de 500 millones de personas en todo el mundo -la mayor audiencia televisiva hasta entonces- observaron las imágenes en blanco y negro de los astronautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin moviéndose, livianos, en el Mar de Tranquilidad selenita.




"Hoy nos hallamos en un nuevo horizonte, listos para el próximo salto más profundo en el Sistema Solar", proclamó este domingo la agencia en su portal, dedicado a la proeza mayor del programa Apollo. 
En un domingo que encuentra a Washington confrontado con Moscú en otra puja geopolítica, el país recuerda una era en la que la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética espoleó un esfuerzo tecnológico sin precedentes que llevó a dos hombres a la Luna aquella jornada. 
El 25 de mayo de 1961, en un "mensaje especial al Congreso sobre necesidades nacionales urgentes", el entonces presidente John F. Kennedy afirmó que Estados Unidos debía ponerse la meta de "llevar un hombre a la Luna y traerlo a salvo a la Tierra" antes del fin de esa década. 

En solo ocho años se alcanzó una meta que los científicos y soñadores habían explorado durante décadas: la oportunidad de observar la Tierra desde un suelo lejano.
Hoy la NASA simbolizó el momento actual en su aventura espacial con una composición fotográfica en la cual la marca de una bota de astronauta pisa con el talón un suelo blanco selenita y con su punta delantera el rojizo suelo marciano.

EE.UU., de líder mundial a estar a la zaga

Aunque la aventura espacial de la humanidad se ha expandido, en realidad hoy Estados Unidos se encuentra a la zaga del esfuerzo de las décadas de 1950 y 1960, cuando concentró una enorme infraestructura industrial para llevar astronautas a la Luna.

En aquel entonces las fábricas de Estados Unidos producían una flota de enormes cohetes propulsores Saturn, la opinión pública estaba fascinada por la exploración espacial y existía un consenso político que aprobó durante tres décadas la inversión de billones de dólares en el esfuerzo.

En la última década la NASA ha tenido casi que mendigar al Congreso los fondos para completar su programa de transbordadores espaciales -que concluyó en 2011-, la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI) y el desarrollo de proyectos para el futuro.

Tan solo el programa de tres décadas de los transbordadores tuvo un costo de 209.000 millones de dólares, aumentado con la pérdida de dos de las naves y la muerte de catorce astronautas.

Las misiones tripuladas han sido las más conocidas, y espectaculares, pero la NASA tiene un menú más amplio que comprende cápsulas que han llegado a los límites del Sistema Solar, robots que curiosean en Marte, y telescopios que han enriquecido el conocimiento humano con imágenes de la inmensidad del Universo.

Obama fijó el horizonte en 2030

En agosto de 2010, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió su esperanza para la exploración espacial durante un discurso en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, que predijo el envío de astronautas a un asteroide hacia 2020, y un viaje de ida a Marte y vuelta a la Tierra a comienzos de la década de 2030.

Las cápsulas no tripuladas enviadas hasta ahora a Marte han requerido entre 150 y 210 días para llegar hasta allá. Pero estos son artefactos mucho más pequeños y livianos que las cápsulas necesarias para albergar astronautas y suministros en un viaje de ida y vuelta.

Hacia 2030, las hijas de Barack y Michelle Obama, Malia y Sasha, serán mujeres algo más jóvenes que Neil Armstrong, Edwin Alvin y Michael Collins cuando los tres, a bordo de la cápsula "Eagle", fueron a la Luna.

Y seguramente hoy caminan en la Tierra niños y niñas que estarán listos para la aventura marciana cuando se hayan resuelto los desafíos tecnológicos de otra travesía sin precedentes.


Fuentes: Rtve.es

26 de marzo de 2014

HASTA EL 15 DE ABRIL PARA VOTAR - La NASA pide ayuda para elegir el traje de los colonos de Marte

Foto: NASA



La NASA ha pedido ayuda a los internautas para elegir el que será el futuro traje de los próximos colonos de Marte. La agencia espacial estadounidense propone tres diseños de su última creación, el traje Z-2, preparado específicamente para los futuros exploradores del planeta rojo.

Según han explicado los expertos, este traje marca varios hitos en la historia de la NASA: Es el primer traje testado en el vacío total, el primero en ser desarrollado con escáneres láser 3D y hardware de impresión 3D y se ha utilizado el sistema más avanzado de estructuras resistentes a impactos en un traje.

"Hemos hecho un traje con una mirada diferente", reconocen los ingenieros de este proyecto, en el que también participa la Universidad de Filadelfia. Estos especialistas se han ocupado de detalles tan importantes como la capa que sirve para proteger contra la abrasión y enganches durante la misión, un aspecto que "no se había utilizado antes" porque no era necesario en anteriores misiones.

En cuanto a las diferencias entre las tres opciones de traje, explican que la opción A (a la que han llamado 'biomimetismo') refleja las cualidades bioluminiscentes de criaturas acuáticas que se encuentran a grandes profundidades, con piel escamosa. Los expertos indican que este diseño refleja "las cualidades que protegen algunas de las criaturas más difíciles de la Tierra".

El diseño incluye específicamente pliegues segmentados en el hombro, el codo, la cadera y la rodilla, así como un alambre electroluminiscente en la parte superior del torso, que se hace evidente a la luz reducida.

La opción B o 'Tecnología' rinde homenaje a los trajes con los que se obtuvieron grandes logros en el pasado, al tiempo que incorpora elementos sutiles del futuro. Mediante el uso de alambre de Luminex y parches emisores de luz, este diseño "da un nuevo giro en las normas" en cuanto a la manera de identificar a los miembros de la tripulación.

Fibalmente, el modelo C o 'Tendencias de la Sociedad' se basa en ser un reflejo de lo que podría ser la ropa diaria en un futuro. Este traje utiliza alambre electroluminiscente y un esquema de color brillante para imitar la apariencia de la ropa deportiva y el mundo emergente de las tecnologías portátiles.

ENLACES RELACIONADOS: Quien quiera participar en la elección, puede hacerlo en http://jscfeatures.jsc.nasa.gov/z2/ hasta el próximo 15 de abril.


Fuentes: EUROPA PRESS

7 de febrero de 2014

El Curiosity toma su primera fotografía de la Tierra desde Marte

© REUTERS NASA
El vehículo de exploración espacial de la NASA Curiosity tomó su primera fotografía de la Tierra vista desde la superficie del Planeta Rojo.
Tras 529 días marcianos de viaje de exploración de la composición del suelo y la química de Marte, el robot aprovechó el momento oportuno, 80 minutos después de la puesta del sol el pasado 31 de enero, para fotografiar el tercer planeta del sistema solar.

En ese momento la Tierra se encontraba a una distancia de aproximadamente 160 millones de kilómetros de Marte.

En la imagen ampliada del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA se observa también la luna de nuestro planeta. La fotografía fue publicada en la cuenta de Twitter del explorador marciano.


La primera imagen de la Tierra tomada desde la superficie de otro planeta fue realizada en marzo de 2004 por el primero de los robots del Programa de Exploración de Marte de la NASA, el Spirit, una hora antes de la salida del sol en el día marciano 63 de su misión. La fotografía es un mosaico de imágenes tomadas por la cámara de navegación del 'rover' que muestra una visión amplia del cielo, y una imagen capturada por la cámara panorámica del vehículo.
© NASA/JPL/Cornell/Texas A&M


Fuentes: RT

13 de diciembre de 2013

Kepler-91 b, el planeta que acabará siendo devorado por una estrella gigante roja


- Kepler-91 b es el planeta más cercano a una estrella gigante 

  roja conocido
- La estrella devorará a Kepler-91 b en menos de 55 millones de 
  años
- Investigadores españoles y alemanes en Calar Alto han llevado 
  a cabo este estudio

Una estrella gigante roja denominada KOI-2133 y unplaneta recientemente bautizado como Kepler-91 b son los protagonistas de un estudio liderado por Jorge Lillo-Box y David Barrado, del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA). La estrella, que ahora se encuentra en un proceso de expansión de sus capas externas, acabará devorando al planeta.

Según ha revelado el CSIC-INTA en un comunicado, Kepler-91 b es el planeta más cercano a una estrella gigante roja conocido, lo que lo convierte en el primer candidato a ser engullido por su estrella. Esto sucederá en un plazo inferior a 55 millones de años, un periodo de tiempo muy reducido a escalas astronómicas. La investigación se ha publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.


Estrellas que pueden albergar planetas 
Durante cuatro años, el telescopio espacial Kepler ha estado obteniendo datos de multitud de estrellas candidatas a albergar planetas. Una de estas candidatas era KOI-2133, la estrella gigante roja de la cual se reflejan, en este trabajo, propiedades físicas como la masa, el radio o la edad de manera precisa mediante el uso de la astrosismología, una técnica análoga al estudio de los terremotos en nuestro planeta, y que incluye un detallado estudio teórico. El análisis ha requerido observaciones complementarias llevadas a cabo con el espectrógrafo CAFÉ y la cámara AstraLux -ambos instalados en el telescopio de 2,2 metros del Observatorio de Calar Alto-. Además, el análisis minucioso de los datos de Kepler también ha permitido identificar pequeños cambios en su curva de luz, tanto disminuciones periódicas debidas a los eclipses que provoca el planeta, como modulaciones en la intensidad, lo cual verifica la presencia de un planeta, además de las provocadas por la sismicidad.

Confirmación de Kepler-91 b

Para confirmar la existencia del planeta Kepler-91 b se ha empleado el método de variaciones elipsoidales que consiste, básicamente, en la detección de la deformación de la superficie de la estrella por las fuerzas de marea ejercidas por el paso del planeta.

Hasta la fecha solo se han detectado con este método unos 15 planetas, ya que se necesitan unas determinadas condiciones muy específicas que pocas veces se dan para poder aplicarlo. En cualquier caso, estos planetas orbitan alrededor de estrellas en una fase tranquila de su vida, con tamaños similares al Sol y sus planetas tienen asegurada una larga vida en ambientes estables. El ambiente de Kepler-91 b es totalmente distinto.



"Kepler-91 b está muy cerca de su estrella: tarda 6,24 días en dar la vuelta"



La atmósfera planetaria de Kepler-91 b parece inflada, probablemente debido a la intensa radiación estelar, ya que el planeta está tan sumamente cerca de su estrella que tarda tan solo 6,24 días es dar una vuelta a su alrededor.

Un enorme sol ocupando el horizonte

La cercanía del planeta y el gran tamaño de la estrella implican que un 8% de la bóveda celeste del planeta estaría ocupado por la visión rojiza de su estrella. Si tenemos en cuenta que, en el caso de la Tierra, el Sol o la Luna ocupan en la bóveda celeste un 0.0005%, podemos hacernos una idea del panorama que podría verse en el cielo diurno de Kepler-91 b: una inmensa bola roja ocupando una fracción muy significativa del cielo y una intensidad luminosa extraordinaria.

Otra particularidad es que, dada la arquitectura del sistema, una fracción de la parte de la cara nocturna del planeta que en realidad está iluminada. Un fenómeno análogo al sol de medianoche en los polos de la Tierra, pero que ocurriría en cualquier región del planeta.

De hecho, en el ecuador del planeta el día dura casi el doble que la noche, y en cualquier otra región aún más. Comparativamente, en la actualidad, la estrella tiene un radio de 6,3 veces el radio del Sol y el planeta gigante gaseoso tiene un radio de 1,38 veces el radio de Júpiter y una masa de 0,88 veces la masa de Júpiter.

Investigación hispano-alemana

Este trabajo está basado parcialmente en observaciones llevadas a cabo por el Centro Astronómico Hispano-Alemán, en Calar Alto (Almería, España), operado conjuntamente por el Instituto Max Planck de Astronomía (Heidelberg) y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC, Granada).

Además, este trabajo hace uso de tiempo de observación gestionado tanto por el observatorio como de tiempo garantizado de ambos centros de referencia.

Ha sido posible por el uso intensivo del espectrógrafo CAFÉ, el primer instrumento desarrollado y construido por el observatorio de Calar Alto, demostrando una vez más la necesidad de disponer de telescopios de tamaño medio e instrumentación de última generación en proyectos dedicados, que requieren un gran número de noches, y representa un modelo a seguir en el desarrollo del espectrógrafo Carmenes, un instrumento diseñado por un consorcio de once instituciones españolas y alemanas y piedra fundamental de la explotación del observatorio en los próximos años.


Fuentes: Rtve.es

11 de noviembre de 2013

La ESA homenajea al astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli con su próximo aterrizador marciano

Impresión artística del TGO, el satélite de la misión ExoMars ESA


- Es parte de la misión ExoMars, que se desarrolla en colaboración con Rusia
- Comprende lanzamientos en 2016 y 2018
- El aterrizador de 2016 servirá de prueba para el de 2018


La próxima misión con destino Marte de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos se llamaExomars, de Exobiología en Marte, y tiene la peculiaridad de que va a ser lanzada en dos etapas.

En 2016 está previsto que partan hacia allá el Satélite para el estudio de Gases Traza, o Trace Gas Orbiter, y el módulo demostrador de entrada, descenso y aterrizaje, o EDM lander.


Schiaparelli sometido a pruebas durante su fabricación ESA







El TGO, además de estudiar la atmósfera marciana, servirá de relé de comunicaciones al rover de la misión, que será lanzado en 2018, mientras que el EDM servirá para demostrar las tecnologías necesarias para dejar el rover suavemente en la superficie de Marte en enero de 2019.


Aterrizaje autónomo

Como sucede con cualquier misión más allá de nuestro planeta, el EDM tendrá que tomar tierra de forma totalmente autónoma, pues el tiempo que tardan las señales de radio hace inviable que el descenso se pueda controlar en remoto.

Impresión artística del rover ExoMars ESA







Para ello usará dos paracaídas de frenado y un sistema de guiado que utiliza un radar y unos sensores de movimiento para calcular su posición, altura, y velocidad de descenso.

Unos motores se irán encendiendo y apagando según sea necesario hasta que, a una altura de un metro, estos se apaguen definitivamente y el EDL aterrice sobre una estructura deformanble diseñada para absorber el impacto.

Una vez allí, medirá parámetros ambientales, entre ellos los campos eléctricos en la superficie de Marte por primera vez, durante tres o cuatro días hasta que se agoten sus baterías y termine su misión.


Un astrónomo italiano

Y es precisamente el EDL al que la Agencia Espacial Europea acaba de bautizar como Schiaparelli en honor a Giovanni Schiaparelli, que aparte de ser un activo astrónomo,fue el primero en observar los canales de Marte en 1887, aunque luego resultaron ser una ilusión óptica.

El nombre fue propuesto por un grupo de científicos italianos al presidente de la ASI, la Agencia Espacial Italiana, quien a su vez se lo propuso a la ESA.

Además de los méritos propios de Schiaparelli, el que Italia realice la mayor aportación en la parte europea de la misión sin duda ayudó con la decisión.

Solo queda desear que el EDM y luego el propio rover ExoMars corran mejor suerte que el aterrizador Beagle 2, perdido sin rastro en diciembre de 2003. 


Fuentes : Rtve

8 de noviembre de 2013

Uno de cada cinco ‘soles’ tiene una ‘Tierra’ en la zona habitable


¿Son frecuentes los planetas habitables en el universo? Parece que más de lo que pensaban los científicos, según las observaciones del satélite Kepler de la NASA. La nave ya no está operativa, pero los datos que recogió durante sus cuatro años de misión han permitido deducir que una de cada cinco estrellas similares al Sol tiene un planeta con tamaño similar al de la Tierra y está en la zona habitable. Esto podría conducir a la presencia de vida en la superficie de estos exoplanetas.

Astrofísicos de la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de Hawái en Manoa –ambas en EE UU–, han llegado a esta conclusión tras efectuar un análisis estadístico de todas las observaciones de Kepler. Así han estimado cuantos de los 100 mil millones de estrellas en nuestra galaxia tienen planetas potencialmente habitables.



UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA EN BERKELEY

"Lo que esto significa es que, cuando se mira hacia los miles de estrellas en el cielo nocturno, la más cercana estrella similar al Sol con un planeta de tamaño a la Tierra sitado en la zona habitable está probablemente a tan sólo 12 años luz de distancia y se puede ver a simple vista; por lo que es increíble", destaca el estudiante de Berkeley Erik Petigura, que ha dirigido el análisis de los datos y el estudio que publica PNAS.


Fuente: SINC

15 de septiembre de 2013

El Voyager 1 sale del sistema solar

Nunca algo hecho por el hombre había llegado tan lejos. El Voyager 1 ha salido del sistema solar. Científicos de la NASA, tras analizar los datos recibidos de la sonda espacial, han podido constatar que abandonó la conocida como burbuja solar en torno al 25 de agosto de 2012, aunque hasta la fecha no habían podido corroborarlo.

“Hemos llegado al espacio interestelar, es algo que todos esperábamos que ocurriese cuando empezamos hace 40 años aunque ninguno de nosotros sabía lo grande que esta burbuja era y ninguno sabía que algo pudiese durar tanto como lo han hecho las sondas Voyager”, explicaba entusiasmado Ed Stone, ciéntifico del proyecto Voyager. Gary Stark, otro de los científicos participantes, remarcaba la importancia de lo ocurrido: “Hemos salido del material creado por el sol y estamos totalmente en un entorno alienígena. El material en el que el Voyager se encuentra no fue creado por el sol, sino por otras estrellas vecinas, restos de supernovas y demás”.


 

La sonda espacial fue lanzada junto con una gemela en 1977 con la misión inicial de visitar Júpiter y Saturno. Se estima que en la actualidad está a algo menos de 19.000 millones de kilómetros de la tierra y las señales de radio que emite tardan unas 17 horas en llegar a nuestro planeta.

 
Fuentes : euronews

30 de agosto de 2013

A la conquista de la segunda luna de la Tierra

Fotografía del asteroide 3753 Cruithne (entre los dos guiones).

Cruithne es un asteroide que sigue una órbita similar a la de la Tierra y a una velocidad parecida en su trayectoria alrededor del Sol. Además, este asteroide está relativamente cerca y parece que ambos se persiguen, por lo que ha recibido el sobrenombre de "segunda luna" de la Tierra. Alcanzarla es el objetivo de una futura misión espacial con un concepto innovador que ha propuesto un investigador italiano.

Se trata de una propuesta económica para lanzar un satélite que viaje a este asteroide cercano a la Tierra. Entre las nuevas características de la misión está la idea de tener dos "nanoplataformas" independientes que se pueden implementar para llevar a cabo estudios científicos una vez que el satélite ha llegado a su destino. También conocido como asteroide 3753, Cruithne es un objeto cercano a la Tierra de cinco kilómetros de ancho. No presenta ningún riesgo de colisión con nosotros, porque el asteroide está bloqueado en una media de resonancia de 1:1 con respecto a la Tierra, lo que significa que los dos cuerpos tardan aproximadamente el mismo tiempo en completar una órbita alrededor del Sol, por lo que parece como si se estuvieran persiguiendo uno a otro. Visto desde la Tierra, a Cruithne se le ve desarrollar una órbita en forma de alubia, y en su punto más cercano a nosotros está a 12,5 millones de kilómetros, por lo que se ha ganado el sobrenombre de "segunda luna" de la Tierra.



Cruithne es de gran interés científico. Al igual que otros muchos asteroides pequeños, su composición debe todavía mantener su química original, sin maquillaje, sin alteraciones producidas por las altas presiones y temperaturas internas, por lo que podría aumentar nuestros conocimientos sobre cómo se formó el sistema solar. Sin embargo, a los efectos de diseñar un satélite para visitarlo, la gran inclinación orbital de Cruithne presenta un desafío particular para llegar hasta él. "El nuevo estudio propone un enfoque novedoso para las misiones de investigación de los asteroides cercanos a la Tierra basado en satélites pequeños y flexibles", dice el autor de la idea, Pierpaolo Pergola, un ingeniero aeroespacial de la Universidad de Pisa.

La eficacia de la misión proviene principalmente de la utilización de un sistema de propulsión iónica eléctrica. Este sistema utilizaría la energía generada a partir de paneles solares para producir y acelerar plasma de alta temperatura en dos propulsores, lo que permitiría a la nave viajar a altas velocidades manteniendo el consumo de combustible en unos ratios relativamente pequeños para una misión espacial de este tipo. Al ahorrar en propulsores, los costes de lanzamiento se reducen y el lugar del combustible se puede asignar a una mayor carga útil. "Esto es especialmente conveniente para una misión como ésta en la que el satélite debe alcanzar un destino", dice Pergola, explicando que en un sistema de propulsión química clásico, incluso con trayectorias más convencionales, los satélites necesitarían mucho más combustible.

El aumento de carga útil del proyecto se aprovecharía instalando dos nano-plataformas que podrían desplegarse cuando llegaran al destino, lo que permitiría llevar a cabo estudios detallados. Pergola explica que la candidata ideal para esto sería la CubeSats 2U (con unas dimensiones de 20 × 10 × 10 cm), la plataformas en miniatura que muchos investigadores están utilizando en los últimos años. A pesar de su tamaño, la CubeSats dispone de una amplia gama de aplicaciones - tales como acelerómetros, espectrómetros de masas o sondas de partículas - siendo más ligera y maniobrable. Usando además a la nave espacial principal como escudo contra la radiacion durante el viaje y como repetidor/amplificador de las un telecomunicaciones con la Tierra, el diseño de la misión superaría dos de los inconvenientes que tienen las CubeSats para investigaciones en el espacio exterior. 


Casi un año de viaje

Además, como la misión iría directamente desde la Tierra a Cruithne sin tener que usar otros astros como tirachinas en el camino, se ahorraría en tiempo de tránsito y complejidad, a la vez que se obtendría una ventana de lanzamiento altamente flexible. "En total, se espera que la nave espacial pese alrededor de 100 kg, y se cree que puede llegar a Cruithne en unos 320 días. Esta misión de estudio podría además ayudar a allanar el camino a otras misiones posteriores que tuvieran necesidad de aterrizar para sus exploraciones robóticas, como en el caso de las investigaciones mineras que ahora se están planteando", afirma Pergola.

Si bien esta interesante propuesta de misión espacial sin duda parece tener potencial, un viaje a Cruithne es muy hipotético actualmente. "Por el momento, esto es una prueba de concepto", explica Pergola, que afirma que ha recibido feedbacks positivos por parte de sus colegas y añade que "soy consciente de que hay un interés cada vez mayor en todo el mundo por el uso de las nanoplataformas de investigación en las misiones más exóticas, y ésta es una de ellas". Hasta ahora, sin embargo, Pergola no tiene una idea clara de todos los gastos relacionados con esta misión que ha descrito en Advances in Space Research.



Fuentes : ABC.es

29 de junio de 2013

La Voyager 1 se adentra en la última frontera

NASA/JPL-Caltech
Las sondas Voyager 1 y Voyager 2, cerca del borde del Sistema Solar


Tres investigaciones distintas confirman en Science que la nave, el artefacto humano que ha llegado más lejos, atraviesa una región desconocida en el borde del Sistema Solar 

La nave espacial Voyager 1, lanzada al espacio por la NASA hace más de 35 años, se ha adentrado en una región desconocida del Sistema Solar, en el límite del espacio interestelar, según confirman tres investigaciones independientes publicadas esta semana en la revista Science. Esta región inesperada de la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que emite el Sol en todas direcciones y envuelve nuestro sistema planetario, puede ser la última frontera que le quede a la sonda por cruzar para volar por fin hacia las estrellas.

La Voyager 1, el artefacto humano que ha llegado más lejos, se movió hacia una región turbulenta de la heliosfera, conocida como heliofunda, en 2004. Desde entonces, los astrónomos esperaban ansiosamente la ocasión en que entrara en el espacio abierto, un hito que, cuando se produzca, será señalado en los libros de historia. Pero no ha ocurrido así, de momento. La Voyager 1 parece haberse desviado a través de una frontera previamente no identificada de esa gran burbuja protectora, en una sección que los investigadores han bautizado como «región de agotamiento de la heliofunda». Por allí la sonda se ha paseado hasta en cinco ocasiones distintas en el último año.


Los investigadores han llegado a esta conclusión tras realizar varias lecturas y mediciones tomadas por la nave. El equipo de Leonard Burlaga, del centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, comprobó que cada vez que la Voyager 1 entraba en ese territorio inexplorado, la fuerza del campo magnético de la heliosfera aumentaba abruptamente, mientras que el número de partículas cargadas caía con fuerza.

Otro equipo de investigación, dirigido por Stamatios Krimigis, del laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, informa de la existencia de un aumento repentino de los rayos cósmicos que vienen del espacio abierto junto con una notable disminución de las partículas del Sol. El tercer grupo, encabezado por Edward Stone, del Instituto Tecnológico de California, también observó que los iones de baja energía de la heliosfera se desvanecían repentinamente y eran reemplazados por una entrada de rayos cósmicos cuando la Voyager 1 se aventuraba en la nueva zona, aunque precisan que las lecturas del campo magnético de la nave indicaban que esta ha permanecido en todo momento dentro de la burbuja invisible del Sistema Solar. Tomados en su conjunto, estos hallazgos sugieren que esta nueva región desconocida podría ser parte de una zona de contacto más grande entre la heliosfera y el resto del espacio cósmico.





Hasta 2025

La Voyager 1 fue lanzada en septiembre de 1977 pocos días después de que lo hiciera su gemela, la Voyager 2, ambas con la misión de explorar el Sistema Solar. La primera se desplaza a 17 km por segundo y sus datos tardan más de 16 horas en llegar a la Tierra. La segunda se encuentra ahora a más de 15.000 millones de km del Sol. Entre las dos han «visitado» Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y 48 de sus satélites. Sus baterías de plutonio están diseñadas para funcionar hasta 2025, momento en que dejarán de enviar datos a nuestro planeta. Ambas llevan una grabación en un disco de cobre con sonidos e imágenes de la vida y la cultura terrestres seleccionados por un comité de expertos presidido por el científico Carl Sagan.


Fuentes : ABC.es 

25 de junio de 2013

Bacterias mutantes atacan la estación espacial internacional

Foto ISS

Capaces de sobrevivir incluso a la radiación, corroen los equipos y pueden suponer un riesgo tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes

Para ellas, ni siquiera las durísimas condiciones del espacio exterior son un obstáculo insalvable. De hecho, sobreviven incluso a las gélidas temperaturas que hay más allá de la atmósfera terrestre. Y lo hacen sin agua, sin nutrientes y sin nada que las proteja de la intensa y letal radiación del Sol y las estrellas. Las bacterias llevan viviendo dentro y fuera de la Estación Espacial Internacional desde que ésta empezara a ensamblarese, a finales de 1998. Y ahora se están convirtiendo en un problema serio, tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes.

Dio la voz de alarma hace ya un año Anatoly Grigoryev, vicepresidente de la Academia rusa de Ciencias, durante una conferencia científica celebrada en Moscú. Y no es para tomarlo a broma. Setenta y seis clases de microorganismos diferentes han sido identificados hasta el momento a bordo de la plataforma orbital. Muchos de ellos resultan inofensivos, pero algunos han demostrado ser perfectamente capaces de causar graves daños.

En palabras del propio Grigoryev, recogidas entonces por la agencia Interfax, “Ya tuvimos esta clase de problemas en la vieja estación espacial MIR, y ahora los tenemos en la ISS. Las bacterias están atacando la estación. Estos organismos corroen los metales y los polímeros y pueden causar fallos en los equipos”. Con el agravante, además, de que se trata de bacterias mutantes, es decir, que han cambiado para adaptarse a unas condiciones muy diferentes de las que estaban acostumbradas. Y nadie sabe hasta dónde pueden llegar estas mutaciones. Para Grigoryev, también la tripulación corre peligro: “La multiplicación incontrolada de estas bacterias -sostiene el científico- puede causar enfermedades infecciosas entre los miembros de la tripulación”.


EFE
Interior de la estación espacial internacional






La cámara del Apolo XII

Por supuesto, los responsables de las misiones de abastecimiento a la ISS han intentado por todos los medios que ninguna bacteria se colara en los cargueros espaciales. Pero no han tenido éxito. La historia se repite desde los mismísimos albores de la era espacial. El 20 de abril de 1967, por ejemplo, cuando el vehículo no tripulado Surveyor 3 aterrizó en la Luna llevaba a bordo, entre otros objetos, una cámara de TV. Dos años y medio después, el 20 de noviembre de 1969, los astronautas Pete Conrad y Alan Bean, del Apolo XII, recuperaron esa cámara y la trajeron de vuelta a la Tierra. Cuando los especialistas de la NASA la examinaron, se sorprendieron al encontrar en su interior especímenes de Streptococus mitis vivos. La NASA determinó que esas bacterias ya estaban dentro de la cámara cuando los astronautas la recuperaron. Es decir, que llevaban allí incluso desde antes del lanzamiento del propio Surveyor 3. A pesar de ello, lograron sobrevivir sin excesivos problemas durante 31 meses en el vacío desolador de la superficie lunar.

Otro ejemplo es el de la ya desaparecida estación espacial rusa Mir. En 1990, cuatro años después de su lanzamiento, se encontraron 90 clases de microorganismos diferentes a bordo. En 2001, cuando la Mir fue desmantelada, la cifra había crecido hasta 140. Los informes de los últimos cosmonautas hablaban de lámparas corroidas, agujeros en los paneles de control y filtraciones en los sistemas de abastecimiento de aire y alimentos.

Los expertos de las distintas agencias espaciales saben muy bien que las condiciones de temperatura y esterilidad del interior de la ISS resultan de lo más favorable para el desarrollo de estas bacterias mutantes. Y también saben que hasta ahora han fracasado todos sus esfuerzos por erradicarlas. De nada ha servido, por ejemplo, rociar el interior de los módulos con líquidos antibacterianos. Ni someter a las tripulaciones y a las naves a los más rigurosos controles antes de abandonar la Tierra. El siguiente intento será enviar en una de las próximas misiones de abastecimiento a la ISS una potente lámpara de luz ultravioleta para tratar de mantener a raya a estos incómodos pasajeros.


 Cultivo experimental de bacterias a bordo de la ISS



Sobreviven en el exterior

Diferente cuestión, sin embargo, son las bacterias adheridas a los paneles exteriores de la estación espacial. Diversos experimentos han demostrado que estos microorganismos son capaces de sobrevivir durante largos años en las condiciones más extremas del espacio exterior. Y no está claro en qué radica esta increíble capacidad de supervivencia ni hasta dónde pueden llevar las mutaciones futuras de estos organismos.

El primer ser vivo de la Tierra, hace cerca de 4.000 millones de años, fue una bacteria. Las condiciones de aquel mundo primitivo nada tenían que ver con las actuales, pero a pesar de ello las bacterias sobrevivieron y colonizaron el planeta entero. Durante los 3.000 millones de años siguientes, ellas fueron los únicos habitantes de nuestro mundo. Toda la diversidad de vida que vemos en la actualidad se desarrolló después, pero a pesar de ello seguimos viviendo, en la actualidad, en lo que la Ciencia llama la Era de las Bacterias (Archea). Ellas siguen siendo, en efecto y a pesar de las apariencias, las auténticas dueñas del planeta que creemos controlar.

Está previsto que la Estación Espacial siga funcionando hasta 2020. Habrá que ver si de aquí a entonces los expertos de la NASA han conseguido erradicarlas. De no ser así, podría ser necesario abandonar la estación mucho antes de lo previsto.


Fuentes : ABC.es