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11 de septiembre de 2019

La supernova fallida de la galaxia UGC 12682



Esta imagen muestra a la galaxia irregular UGC 12682, ubicada a 70 millones de años luz de distancia en la constelación de Pegaso. La galaxia, que tiene una estructura peculiar y distorsionada, está repleta de regiones formadoras de estrellas, visibles de color azul.

En noviembre de 2008, Caroline Moore, de 14 años, descubrió una supernova en UGC 12682, convirtiéndose en aquel momento en la persona más joven en descubrir una supernova. Observaciones posteriores, realizadas por astrónomos profesionales, descubrieron que la denominada supernova SN 2008ha era muy peculiar en muchos aspectos. Por ejemplo, es una de las supernovas más tenues que se hayan observado y la explosión que se produjo se estaba expandiendo muy lentamente, señal de que el estallido no había liberado grandes cantidades de energía como ocurre usualmente.

Posteriormente los astrónomos clasificaron a SN 2008ha como una subclase de una supernova Tipo Ia, es decir, el estallido de una enana blanca que absorbió rápidamente material de una estrella acompañante. Sin embargo, ahora se piensa que SN 2008ha fue el resultado de una supernova fallida, lo cual explicaría por qué el estallido no pudo destruir completamente a la estrella.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

El Hubble observa un enjambre de estrellas en una galaxia enana



Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra un enjambre de estrellas en una galaxia enana conocida como UGC 685, la cual yace a una distancia de alrededor de 15 millones de años luz, en la constelación de Piscis.

Este tipo de galaxias contienen muy pocas estrellas en comparación con galaxias grandes, como la Vía Láctea, y sus estructuras no están bien definidas. UGC 685 posee un par de guarderías estelares, visibles de color azul a la izquierda del centro galáctico.

Esta imagen fue obtenida como parte del programa LEGUS (Legacy ExtraGalactic UV Survey), el cual tiene como objetivo realizar observaciones en luz ultravioleta de galaxias con regiones de formación estelar.

Fuentes: NASA / ESA / Hubble / LEGUS

20 de agosto de 2019

Espectacular Imagen de Júpiter Captada por el Hubble

Créditos de la imagen: NASA, ESA, A. Simon (GSFC) y M.H. Wong (Universidad de California, Berkeley)
Esta nueva y espectacular imagen captada por el Telescopio Espacial Hubble de Júpiter el 27 de Junio de 2019, muestra la Gran Mancha Roja del planeta gigante, y una paleta de colores más intensa en las nubes que se arremolinan en la turbulenta atmósfera de Júpiter que se vio en años anteriores. Los colores y sus cambios proporcionan pistas importantes para los procesos en curso en la atmósfera de Júpiter.

Las bandas se crean por diferencias en el grosor y la altura de las nubes de hielo de amoníaco. Las coloridas bandas, que fluyen en direcciones opuestas en varias latitudes, son el resultado de diferentes presiones atmosféricas. Las bandas más claras se elevan más alto y tienen nubes más gruesas que las bandas más oscuras.

Entre las características más llamativas de la imagen están los colores intensos de las nubes que se mueven hacia la Gran Mancha Roja, una tormenta que rueda en sentido contrario a las aguijas del reloj entre dos bandas de nubes. Estas dos bandas de nubes, arriba y abajo de la Gran Mancha Roja, se mueven en direcciones opuestas. La banda roja arriba y a la derecha (noreste) de la Gran Mancha Roja contiene nubes que se mueven hacia el oeste y alrededor del norte de la tempestad gigante. Las nubes blancas a la izquierda (suroeste) de la tormenta se mueven hacia el este, al sur del lugar.

Todas las coloridas bandas de nubes de Júpiter en esta imagen están confinadas al norte y al sur por corrientes en chorro que permanecen constantes, incluso cuando las bandas cambian de color. Todas las bandas están separadas por vientos que pueden alcanzar velocidades de hasta 644 kilómetros por hora.

En el lado opuesto del planeta, la banda de color rojo intenso al noreste de la Gran Mancha Roja y la banda blanca brillante al sureste se vuelven mucho más débiles. Los filamentos remolinos que se ven alrededor del borde exterior de la súper tormenta roja son nubes de gran altitud que están siendo arrastradas hacia adentro y alrededor.

La Gran Mancha Roja es una estructura imponente con forma de pastel de bodas, cuya capa superior de bruma se extiende más de 5 kilómetros más alta que las nubes en otras áreas. La gigantesca estructura, con un diámetro un poco más grande que el de la Tierra, es un sistema de viento de alta presión llamado anticiclón que se ha ido reduciendo lentamente desde el siglo XIX. La razón de este cambio de tamaño aún se desconoce.

Una característica en forma de gusano ubicada debajo de la Gran Mancha Roja es un ciclón, un vórtice alrededor de un área de baja presión con vientos que giran en la dirección opuesta a la Mancha Roja. Los investigadores han observado ciclones con una amplia variedad de apariencias diferentes en todo el planeta. Las dos características de forma ovalada blanca son anticiclones, como versiones pequeñas de la Gran Mancha Roja.

Otro detalle interesante es el color de la banda ancha en el ecuador. El color naranja brillante puede ser una señal de que las nubes más profundas comienzan a despejarse, enfatizando las partículas rojas en la neblina suprayacente.

La nueva imagen se tomó en luz visible como parte del programa OPAL. El programa proporciona vistas globales anuales del Hubble de los planetas exteriores para buscar cambios en sus tormentas, vientos y nubes.

La Cámara de Campo Ancho 3 del Hubble observó a Júpiter cuando el planeta estaba a 400 millones de millas de la Tierra, cuando Júpiter estaba cerca de la "oposición" o casi directamente enfrente del Sol en el cielo.

9 de agosto de 2019

El Hubble observa el encuentro cercano entre dos galaxias en la constelación de Aries



Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra el encuentro cercano de dos galaxias en la constelación de Aries.

El dúo galáctico es conocido como UGC 2369. La atracción gravitacional mutua está provocando que las dos galaxias se aproximen cada vez más, provocando una alteración severa en sus estructuras. En la imagen se pueden observar varios puentes de gas, polvo y estrellas que conectan a las dos galaxias. A través de dichos puentes se produce una extracción de material que es arrojado hacia el espacio que hay entre ellas, cada vez más reducido.

La interacción gravitacional es un evento común en la historia de la mayoría de las galaxias. Para galaxias de gran tamaño, como la Vía Láctea, las interacciones usualmente se producen con galaxias más pequeñas conocidas como galaxias enanas. Sin embargo, de vez en cuando, se pueden producir encuentros entre dos titanes galácticos. Por ejemplo, dentro de 4.000 millones de años, nuestra galaxia colisionará con su vecina más grande, la Galaxia de Andrómeda. Eventualmente las dos galaxias se fusionarán en una única galaxia, la cual ya ha sido apodada como “Lactómeda”.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

26 de junio de 2019

La espectacular destrucción que puede provocar una colisión galáctica



Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra los efectos posteriores a una colisión galáctica en la constelación de Canes Venatici, a 25 millones de años de distancia de la Tierra.

Debido a que su estructura fue completamente alterada, la otrora galaxia espiral NGC 4485 es ahora considerada una galaxia irregular. La interacción gravitacional con su galaxia vecina NGC 4490 (fuera de cuadro) ha provocado una caótica reagrupación de estrellas, gas y polvo; así como la creación de regiones formadoras de estrellas, visibles en la zona inferior-derecha.

Después de haber tenido su encuentro cercano hace varios millones de años, NGC 4485 y NGC 4490 se están alejando paulatinamente, con sus estructuras originales fuertemente alteradas. Sin embargo, aún existe un vinculo gravitacional entre las dos galaxias que continúa causando estragos.

La interacción ha creado una corriente de material que se extiende a más de 25.000 años luz, la cual conecta a las dos galaxias. La corriente está compuesta de cúmulos brillantes de gas, así como agrupaciones masivas de guarderías estelares donde se forman estrellas azules calientes. Debido a su gran masa, dichas estrellas tienen un periodo corto de vida, el cual concluye con explosiones espectaculares que aportan al entorno interestelar de elementos pesados, de los cuales se formarán nuevas generaciones de estrellas.

NGC 4485 ahora está divida en dos regiones muy diferentes: del lado izquierdo quedan los remanentes de la estructura espiral de la galaxia; mientras que en el lado derecho se puede ver todo el material que fue arrancado durante la colisión.

Crédito: NASA /ESA /Hubble

NGC 4051: una galaxia explosiva en la constelación de la Osa Mayor



Cuando la corta vida de una estrella masiva llega a su fin, se produce una poderosa explosión de luz y material conocida como supernova. Este tipo de eventos son tan brillantes que una supernova puede competir temporalmente en brillo con toda una galaxia, para eventualmente desaparecer sin dejar rastro.

Estas estrellas explosivas producen un brillo tan intenso que cuando estallan pueden ser detectadas desde la Tierra fácilmente. En esta imagen, obtenida por el Telescopio Hubble de la NASA, se muestra a la galaxia espiral conocida como NGC 4051, la cual se ubica a 45 millones de años de distancia en la constelación de la Osa Mayor.

Desde 1983, se han detectado tres estallidos de supernova en NGC 4051: la primera en 1983 (SN 1983I), la segunda en el 2003 (SN 2003ie) y la más reciente en el 2010 (SN 2010br). Las supernovas SN 1983I y 2010br fueron catalogadas como supernova tipo Ic, las cuales se producen cuando colapsa el núcleo de una estrella masiva que ha perdido sus capas externas de hidrógeno y helio, ya sea a través de vientos estelares o por transferencia de masa a una estrella acompañante.

NGC 4051 forma parte del cúmulo galáctico conocido como Cúmulo Osa Mayor I; el cual es una subdivisión del Supercúmulo de Virgo, de cual también forma parte la Vía Láctea.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

24 de febrero de 2019

El fantasma de la constelación de Casiopea



A 550 años luz de distancia, en la constelación de Casiopea, yace la impresionante nebulosa IC 63, también conocida como el Fantasma de Casiopea. La gigantesca nube de gas y polvo está siendo erosionada lentamente por la radiación de una estrella cercana e impredecible, llamada Gamma Cassiopeiae.

Gamma Cassiopeiae es una estrella subgigante variable azul-blanca, la cual se encuentra rodeada por un disco de gas. Esta estrella es 19 veces más masiva y 65.000 veces más brillante que nuestro Sol. Rota a la increíble velocidad de 1.6 millones de kilómetros por hora (200 veces más rápido que nuestra estrella). La rotación frenética provoca que Gamma Cassiopeiae expulse masa en todas direcciones. Dicha pérdida de masa está relacionada con las variaciones de su brillo.

El Fantasma de Casiopea está siendo bombardeado constantemente con radiación ultravioleta proveniente de Gamma Cassiopeiae, provocando que los electrones de la nebulosa adquieran energía que después liberan en forma de radiación Hidrógeno-alfa, visible de color rojo en esta imagen. La constante exposición a esta radiación está provocando que el Fantasma de Casiopea se disipe lentamente.

Crédito: ESA / NASA / Hubble

Descubren en Origen de la Luna más Pequeña de Neptuno

Concepto artístico de la pequeña luna Hipocampo que fue descubierta por el Hubble en 2013. Imge Credit: NASA, ESA and J. Olmsted (STScI)

Después de varios años de análisis de observaciones con el telescopio espacial Hubble de la NASA, por fin han encontrado una explicación para una luna misteriosa alrededor de Neptuno que fue descubierta con el Hubble en 2013.

La pequeña luna, llamada Hipocampo, está inusualmente cerca de una luna neptuniana mucho más grande llamada Proteus. Normalmente, una luna como Proteus debería haber barrido gravitacionalmente a un lado o tragarse la luna más pequeña mientras limpiaba su trayectoria orbital.

Entonces, ¿por qué existe la pequeña luna? Es probable que Hipocampo sea una pieza arrancada de la luna más grande que resultó de una colisión con un cometa hace miles de millones de años. La diminuta luna, de solo unos 34 kilómetros de ancho, es 1/1000 de la masa de Proteus (que tiene unos 418 kilómetros de ancho).

"Lo primero que notamos fue que no esperaría encontrar una luna tan pequeña justo al lado de la luna interior más grande de Neptuno", dijo Mark Showalter, del Instituto SETI en Mountain View, California. "En el pasado lejano, dada la lenta migración hacia afuera de la luna más grande, Proteus estuvo una vez donde Hipocampo está ahora".

Este escenario es compatible con las imágenes de la Voyager 2 de 1989 que muestran un gran cráter de impacto en Proteus, casi lo suficientemente grande como para haber destruido la luna. "En 1989, pensamos que el cráter era el final de la historia", dijo Showalter. "Con el Hubble, ahora sabemos que un pedacito de Proteus se quedó atrás y lo vemos hoy como Hipocampo". Las órbitas de las dos lunas están ahora a unos 12.070 kilómetros de distancia.

El sistema de satélites de Neptuno tiene una historia violenta y torturada. Hace muchos miles de millones de años, Neptuno capturó la gran luna Tritón del Cinturón de Kuiper, una gran región de objetos helados y rocosos más allá de la órbita de Neptuno. La gravedad de Tritón habría destruido el sistema satelital original de Neptuno. Tritón se instaló en una órbita circular y los escombros de las lunas neptunianas destrozadas se volvieron a unir en una segunda generación de satélites naturales. Sin embargo, el bombardeo de cometas continuó destruyendo cosas, lo que llevó al nacimiento de Hipocampo, que podría considerarse un satélite de tercera generación.

"Sobre la base de estimaciones de poblaciones de cometas, sabemos que otras lunas en el sistema solar exterior han sido golpeadas por cometas, destrozadas y reconstruidas varias veces", señaló Jack Lissauer, del Centro de Investigación Ames de la NASA, coautor de la nueva investigación. "Este par de satélites proporciona una ilustración dramática de que las lunas a veces son desgajadas por cometas".

28 de septiembre de 2018

ASTRONOMÍA - El Hubble Descubre Características Nunca Vistas Alrededor de una Estrella de Neutrones



Una inusual emisión de luz infrarroja de una estrella de neutrones cercana detectada por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA podría indicar nuevas características nunca antes vistas. Una posibilidad es que haya un disco polvoriento alrededor de la estrella de neutrones; otra es que haya un viento enérgico que sale del objeto y que se estrelló contra el gas en el espacio interestelar que la estrella de neutrones está atravesando.

Aunque las estrellas de neutrones generalmente se estudian en radio y emisiones de alta energía, como los rayos X, este estudio demuestra que también se puede obtener información nueva e interesante sobre las estrellas de neutrones estudiándolas en luz infrarroja, dicen los investigadores.

La observación, realizada por un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, University Park, Pensilvania; Universidad Sabanci, Estambul, Turquía; y la Universidad de Arizona, Tucson, Arizona, podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor la evolución de las estrellas de neutrones: los restos increíblemente densos después de que una estrella masiva explote como una supernova. Las estrellas de neutrones también se denominan púlsares porque su rotación es muy rápida (normalmente fracciones de segundo, en este caso 11 segundos) y causa una emisión variable en el tiempo de las regiones emisoras de luz.


El Hubble Descubre Características Nunca Vistas Alrededor de una Estrella de Neutrones

Esta estrella de neutrones en particular pertenece a un grupo de siete púlsares de rayos X cercanos, apodados 'los Siete Magníficos', que están más calientes de lo que deberían estar considerando sus edades y reservas de energía disponible.

13 de septiembre de 2018

ASTRONOMÍA - El Hubble Observa a Saturno y sus Lunas en Oposición



Cassini finalizó su misión de trece años en Saturno el 15 de septiembre de 2017, cuando se sumergió en la atmósfera del planeta, pero el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA ha seguido observando el gigante gaseoso.

Esta imagen compuesta, captada por Hubble el 6 de junio de 2018, muestra a Saturno y sus anillos totalmente iluminados, junto con seis de sus 62 lunas conocidas. Las lunas visibles son (de izquierda a derecha) Dione, Encélado, Tetis, Jano, Epimeteo y Mimas. Dione es la luna más grande que vemos en la imagen, con 1.123 km de diámetro, en comparación con Epimeteo, la más pequeña, con una forma extraña y un diámetro de unos 116 km.

Durante la misión Cassini, Encélado demostró ser una de las lunas más enigmáticas, ya que los chorros de vapor de agua que expulsa su superficie implican la existencia de un océano subterráneo. Este tipo de satélites helados con océanos ocultos podrían ofrecer condiciones para albergar vida, por lo que entender sus orígenes y propiedades es esencial para conocer mejor el Sistema Solar. Ese es el objetivo del Explorador de las Lunas de Hielo de Júpiter (Juice) de la ESA, que se lanzará en 2022: estudiar Ganímedes, Europa y Calisto, las lunas oceánicas de Júpiter.

La imagen de Hubble fue tomada poco antes de la oposición del 27 de junio, cuando el Sol, la Tierra y Saturno se encontraban alineados de forma que, visto desde la Tierra, nuestro astro iluminaba completamente al planeta anillado. Su máximo acercamiento a la Tierra se produjo más o menos al tiempo que la oposición, por lo que parecía más grande y brillante y se pudo fotografiar con mayor detalle.

En la imagen, los anillos se ven cerca de su máxima inclinación hacia la Tierra. Hacia el final de la misión, Cassini se atravesó repetidamente el espacio entre Saturno y sus anillos, recopilando datos espectaculares de este territorio inexplorado hasta ese momento.

La imagen también muestra una figura atmosférica hexagonal en el polo norte y los restos de una tormenta en forma de nubes brillantes. El patrón hexagonal constituye un fenómeno estable y persistente, observado por primera vez por la sonda espacial Voyager 1 cuando pasó junto al planeta en 1981. En un estudio publicado la semana pasada, un grupo de científicos empleó datos recopilados por Cassini entre 2013 y 2017, cuando el planeta se acercaba al verano boreal, para identificar un vórtice hexagonal por encima de la estructura nubosa, lo que demuestra que aún queda mucho por saber sobre las dinámicas de la atmósfera saturniana.

Las observaciones de Hubble que han dado lugar a esta imagen se efectuaron en el marco del proyecto OPAL (Outer Planet Atmospheres Legacy), que utiliza a Hubble para observar los planetas externos y comprender las dinámicas y la evolución de sus complejas atmósferas. Esta fue la primera vez que se fotografió a Saturno como parte de OPAL. La imagen se publicó por primera vez el 26 de julio.

Esta imagen compuesta, captada por Hubble el 6 de junio de 2018, muestra a Saturno y sus anillos totalmente iluminados, junto con seis de sus 62 lunas conocidas. Las lunas visibles son (de izquierda a derecha) Dione, Encélado, Tetis, Jano, Epimeteo y Mimas. 
Image Credit: NASA/ESA/Hubble

31 de mayo de 2018

El Hubble muestra el Universo local en luz ultravioleta


NGC 6744.

Un equipo internacional de astrónomos ha creado un catálago de observaciones en luz ultravioleta, el cual se compone por alrededor de 8.000 cúmulos y 39 millones de estrellas azules calientes, pertenecientes a 50 galaxias. Las observaciones fueron realizadas utilizando el telescopio espacial Hubble.

La luz ultravioleta es utilizada para rastrear las estrellas más jóvenes y calientes. Dichas estrellas tienen un periodo de vida relativamente corto y son extremadamente brillantes. Los astrónomos obtuvieron detalles, en luz visible y luz ultravioleta, de 50 galaxias ubicadas a no más de 60 millones de años luz de distancia de la Tierra.

Las 50 galaxias fueron elegidas de un grupo de 500 candidatas que cumplieron ciertos requisitos de observación, por ejemplo: su masa, la tasa de formación estelar y la abundancia de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Debido a la cercanía de las galaxias elegidas, el Hubble pudo distinguir sus principales componentes: estrellas y cúmulos. Las 39 millones de estrellas observadas son al menos 5 veces más masivas que el Sol.

Al poder observar todas estas galaxias a detalle, los astrónomos aspiran a poder identificar el mecanismo físico detrás de la distribución de las estrellas. También se busca entender el vínculo definitivo entre el gas y la formación estelar, el cual es clave en la evolución de las galaxias.

Algunas de las observaciones en luz ultravioleta y luz visible del Hubble:


Messier 96.


DDO 68.


UGCA 281



Fuentes: El universo hoy

19 de abril de 2018

El Hubble capta imágenes de un colosal cúmulo galáctico



Esta imagen, tomada por el Telescopio Espacial Hubble, muestra un cúmulo galáctico masivo brillando en la oscuridad del espacio. Dicho cúmulo es conocido como PLCK_G308.3-20.2.

Los cúmulos galácticos contienen miles de galaxias unidas por la fuerza de gravedad. En algún momento, los astrónomos pensaron que estos eran las estructuras más grandes del Universo, hasta que en la década de 1980 se descubrieron los supercúmulos, los cuales contienen docenas de cúmulos galácticos que se extienden a varios cientos de millones de años luz. Sin embargo, a diferencia de los cúmulos galácticos, los supercúmulos no están unidos por la gravedad, por lo tanto, los cúmulos galácticos aún se mantienen como las estructuras más grandes en el Universo unidas por la gravedad.

Una de las características más interesantes de los cúmulos galácticos es el espacio que hay entre las galaxias, conocido como medio intracumular, el cual está compuesto de plasma. La materia más brillante del cúmulo reside en el medio intracumular y es extremadamente luminosa en rayos-X. Sin embargo, la mayor parte de la masa de un cúmulo galáctico no brilla, sino que existe en una forma conocida como materia oscura. A diferencia del plasma, la materia oscura no está hecha de materia ordinaria como los protones, neutrones y electrones. Se piensa que la materia oscura conforma el 80% de toda la masa del Universo, y sin embargo, aún no ha sido observada directamente.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

25 de enero de 2018

La Galaxia Rueda de Carro Vista por el Hubble



Esta es una imagen de la Galaxia Cartwheel, Rueda de Carro, tomada con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA (Agencia Espacial Europea).

El objeto se vio por primera vez en las imágenes de campo amplio del telescopio Schmidt del Reino Unido y luego se estudió en detalle utilizando el Telescopio Anglo-Australiano.




Situada a unos 500 millones de años luz de distancia en la constelación de Sculptor, la forma de la rueda de carro de esta galaxia es el resultado de una violenta colisión galáctica. Una galaxia más pequeña pasó a través de una gran galaxia de disco y produjo ondas de choque que barrieron el gas y el polvo, como las ondas producidas cuando una piedra cae en un lago, y provocaron regiones de intensa formación de estrellas (que parecen azules). El anillo más externo de la galaxia, que es 1,5 veces el tamaño de nuestra Vía Láctea, marca el borde de ataque de la onda de choque. Este objeto es uno de los ejemplos más dramáticos de la pequeña clase de galaxias en anillo.

Esta imagen se basa en datos anteriores del Hubble de la galaxia Cartwheel que se reprocesaron en 2010, lo que arroja más detalles en la imagen que los vistos anteriormente.

Image Credit: ESA/Hubble & NASA

21 de septiembre de 2017

El Hubble descubre un objeto único en el Sistema Solar

Impresión artística del asteroide binario - ESA
Se trata de dos asteroides que orbitan entre sí y tienen características de un cometa, como una cabellera brillante y una larga cola
El Telescopio Espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) ha observado un objeto único en el Sistema Solar, dos asteroides que orbitan entre sí y exhiben características semejantes a un cometa, como una larga cola y una cabellera (coma) brillante. Resulta el primer asteroide binario conocido que también ha sido clasificado como un cometa. La investigación se presenta en un artículo publicado en la revista Nature esta semana.

Imagen del asteroide binario 288P- ESA


En septiembre de 2016, justo antes de que el asteroide 288P hiciera su aproximación más cercana al Sol, se situó lo suficientemente cerca de la Tierra como para permitir a los astrónomos una visión detallada gracias al Hubble.

Las imágenes de 288P, que se encuentra en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, revelaron que en realidad no era un solo objeto, sino dos asteroides de casi la misma masa y tamaño, orbitando entre sí a una distancia de unos 100 kilómetros. Ese descubrimiento fue en sí mismo un hallazgo importante. Debido a que se orbitan entre sí, se pueden medir las masas de los objetos en esos sistemas.

Pero las observaciones también revelaron actividad en curso en el sistema binario. «Detectamos indicaciones fuertes de la sublimación del hielo de agua debido al aumento del calor del Sol, similar a cuando se crea la cola de un cometa», explica Jessica Agarwal, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar , Alemania y autora principal de la investigación. Esto convierte a 288P en el primer asteroide binario conocido que también se clasifica como un cometa del cinturón principal.

Entender el origen y la evolución de los cometas del cinturón principal -asteroides orbitando entre Marte y Júpiter que muestran actividad similar a un cometa - es un elemento crucial en nuestra comprensión de la formación y evolución de todo el Sistema Solar. Estos objetos pueden ayudar a contestar cómo llegó el agua a la Tierra. Dado que sólo se conocen unos pocos objetos de este tipo, para los científicos 288P se presenta como un sistema extremadamente importante para futuros estudios

.Desde hace 5.000 años

Las características de 288P, como la separación de los dos componentes, el tamaño prácticamente igual de ambos, la elevada excentricidad y la actividad similar a un cometa, lo hacen único entre los pocos asteroides binarios conocidos en el Sistema Solar. La actividad observada de 288P también revela información sobre su pasado, señala Agarwal: «El hielo superficial no puede sobrevivir en el cinturón de asteroides para la edad del Sistema Solar, pero puede ser protegido durante miles de millones de años por un manto de polvo refractario».

A partir de esto, el equipo llegó a la conclusión de que 288P ha existido como un sistema binario desde hace solo unos 5.000 años. «El escenario de formación más probable de 288P es una ruptura debido a la rotación rápida. Después de eso, los dos fragmentos pueden haber sido separados aún más por la rotación de sublimación».

El hecho de que 288P sea tan diferente de todos los otros asteroides binarios conocidos plantea algunas preguntas acerca de si no es sólo una coincidencia que presenta tales propiedades únicas. Como encontrar 288P incluyó mucha suerte, es probable que siga siendo el único ejemplo de su tipo durante mucho tiempo. «Necesitamos más trabajo teórico y observacional, así como más objetos similares al 288P, para encontrar una respuesta a esta pregunta», concluye la investigadora.

Fuentes: ABC

22 de julio de 2017

Una galaxia tenue y difusa en la constelación de Canes Venatici



Escondida en la pequeña constelación de Canes Venatici se encuentra la galaxia NGC 4242, visible en esta imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble. La galaxia yace a 30 millones de años luz de la Tierra, aunque eso no es mucho en la escala cósmica. De hecho, NGC 4242 es visible a través de telescopios básicos (el astrónomo británico William Herschel la descubrió en 1788).

El núcleo brillante de NGC 4242 (fácilmente visible en el centro) está rodeado por una estructura más tenue de gas y estrellas. A pesar de ser relativamente brillante en esta imagen, algunos estudios han demostrado que NGC 4242 es muy tenue y que su tasa de formación estelar es muy reducida. La galaxia también contiene barras de estrellas que atraviesan su centro asimétrico y su estructura espira pobremente definida.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

Descubren una de las galaxias más brillantes que se conocen

Imagen en luz visible obtenida por el telescopio espacial Hubble. Las múltiples imágenes de la galaxia descubierta están señaladas por flechas blancas (abajo a la derecha aparece la escala de la imagen en segundos de arco).

Según la teoría de la Relatividad General de Einstein, cuando un rayo de luz pasa cerca de un objeto muy masivo, la gravedad de ese objeto atrae los fotones y los desvía de su trayectoria inicial. Este fenómeno, denominado lente gravitacional, es el mismo que producen las lentes sobre los rayos de luz y actúa como una lupa, aumentando el tamaño del objeto.

Utilizando este efecto, un equipo científico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), dirigido por el investigador Anastasio Díaz-Sánchez, de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), ha descubierto una galaxia muy lejana, a unos 10 mil millones de años luz y aproximadamente 1.000 veces más luminosa que la Vía Láctea. Es la más brillante conocida de las denominadas galaxias submilimétricas por la fuerte emisión que presentan en el infrarrojo lejano. En su caracterización ha participado el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).

“Gracias a la lente gravitacional —apunta Anastasio Díaz Sánchez, investigador de la UPCT y primer autor del estudio— formada por un cúmulo de galaxias, que actúa como si fuera un telescopio, la galaxia se ve 11 veces más grande y más brillante de lo que es en realidad y produce distintas imágenes de la misma sobre un arco centrado en la parte más masiva del cúmulo, conocido como “anillo de Einstein”. La ventaja de este tipo de amplificación es que no distorsiona las propiedades espectrales de la luz y pueden estudiarse objetos muy lejanos como si estuvieran más próximos.”

Para hallar esta galaxia se realizaró una búsqueda en todo el cielo combinando las bases de datos de los satélites WISE (NASA) y Planck (ESA) con el fin de identificar las galaxias submilimétricas más brillantes. Su luz, amplificada por un cúmulo de galaxias cercano que actúa como una lente, le confiere un brillo aparente aun mayor del que en realidad tiene y, gracias a este efecto, pudieron caracterizar su naturaleza y propiedades mediante espectroscopía utilizando el GTC.

Formando estrellas a gran velocidad

La galaxia destaca por tener una elevada tasa de formación estelar, es decir, está generando estrellas cuya masa total es de unas 1.000 veces la masa del Sol. A modo de comparación, la Vía Láctea forma cada año estrellas con una masa total de dos veces la del Sol. En este sentido, Susana Iglesias-Groth, astrofísica del IAC y coautora del artículo, añade: “Este tipo de objetos albergan las regiones de formación estelar más potentes que se conocen en el Universo y el siguiente paso será estudiar su riqueza molecular”.

El hecho de que la galaxia sea tan luminosa, esté amplificada y tenga múltiples imágenes permitirá adentrarse en sus entrañas, algo imposible de llevar a cabo de otra manera en galaxias tan remotas.

“En el futuro, podremos hacer estudios más detallados de su formación estelar usando interferómetros como el Northern Extended Millimeter Array (NOEMA/IRAM), en Francia, y el Atacama Large Millimeter Array(ALMA), en Chile”, concluye Helmut Dannerbahuer, investigador del IAC que también ha contribuido a este descubrimiento.


23 de junio de 2017

Una tormentosa incubadora estelar

A stormy stellar nursery

Esta fotografía tomada por el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA muestra una vorágine de gas brillante y polvo oscuro en una de las galaxias satélite de la Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes.

Esta tormentosa imagen muestra la incubadora estelar N159, que mide unos 150 años luz. Se conoce como la región H II, debido su abundancia de hidrógeno ionizado. En efecto, contiene numerosas estrellas jóvenes y calientes que emiten una intensa luz ultravioleta, que hace que brille el gas de hidrógeno cercano. Los intensos vientos estelares también forman crestas, arcos y filamentos que horadan el material circundante.

En el corazón de esta nube cósmica se encuentra la Nebulosa de la Mariposa, una región de nebulosidad en forma de alas de mariposa que domina la parte izquierda de la imagen. Es probable que esta nebulosa compacta contenga estrellas masivas en las primeras fases de formación. La nebulosa fue registrada por primera vez por Hubble en 1999.

N159 se encuentra a más de 160.000 años luz de distancia. Se encuentra al sur de la Nebulosa de la Tarántula, otro enorme complejo de formación de estrellas dentro de la Gran Nube de Magallanes.

Esta fotografía fue publicada por primera vez como imagen de la semana de Hubble el 5 de septiembre de 2016.

Fuentes: ESA

El Hubble Observa una Galaxia de Disco Muerta Masiva

Esta representación artística muestra a la joven muerta, galaxia de disco MACS2129-1, a la derecha, como se vería si se compara con la Vía Láctea, a la izquierda. A pesar de tener tres veces la masa de la Vía Láctea, tiene sólo la mitad de su tamaño. Image Credit: NASA/ESA

Combinando una 'lente natural' en el espacio con la capacidad del telescopio espacial Hubble, los astrónomos han hecho un descubrimiento sorprendente el primer ejemplo de una galaxia con forma de disco, compacta pero masiva, que gira rápidamente y que dejó de crear estrellas sólo unos pocos miles de millones de años después del Big Bang.

Encontrar una galaxia así en la historia temprana del Universo desafía los conocimientos actuales sobre cómo se forman y evolucionan las galaxias, según los investigadores.

Cuando el Hubble fotografió la galaxia, los astrónomos esperaban ver una bola caótica de estrellas formadas por la colisiones de galaxias. En cambio, vieron pruebas de que las estrellas habían nacido en un disco con forma de tortita.

Esta es la primera prueba observaciones directa de que por lo menos algunas de las llamadas galaxias “muertas” – donde la formación de las estrellas se ha detenido – de algún modo evolucionan desde discos con forma de Vía Láctea en galaxias elípticas gigantes que vemos hoy en día.

Esto es una sorpresa puesto que las galaxias elípticas contienen estrella más viejas, mientras que las galaxias espirales contienen típicamente estrellas azules más jóvenes. Por lo menos algunas de estas galaxias de disco tempranas “muertas” tienen que haber pasado por remodelaciones importantes. No sólo cambiaron su estructura sino también los movimientos de sus estrellas para adoptar la forma de una galaxia elíptica.

“Estoa nueva visión nos obligan a replantearnos el contexto cosmológico completo de cómo las galaxias se agotan pronto y evolucionan a las galaxias elípticas locales”, dijo el autor principal del estudio Sune Toft de la Universidad de Copenhague, Dinamarca. “Quizás hemos estado ciegos al hecho de que las galaxias casi ‘muertas’ podrían ser realmente discos, simplemente porque no teníamos suficiente resolución”.

Estudios anteriores de galaxias muertas distantes han asumido que su estructura es similar a las galaxias elípticas locales en las que evolucionarán. Sin embargo, a través del fenómeno conocido como "lentes gravitacionales", un grupo masivo de primer plano de galaxias actúa como una "lente zoom" natural en el espacio magnificando y estirando imágenes de galaxias de fondo mucho más lejanas. Al unir esta lente natural con el poder de resolución del Hubble, los científicos pudieron ver el centro de la galaxia muerta.

La galaxia remota es tres veces más masiva que la Vía Láctea, pero sólo tiene la mitad del tamaño. Las mediciones de velocidad de rotación realizadas con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral, ESO, mostraron que la galaxia de disco gira más de dos veces más rápido que la Vía Láctea.

Fuentes: NASA

22 de abril de 2017

El exoplaneta LHS 1140b podría ser el mejor candidato para la búsqueda de señales de vida

Impresión artística del exoplaneta LHS 1140b orbitando una estrella enana roja, a una distancia de 40 años luz de la Tierra. Crédito: ESO/spaceengine.org

Un exoplaneta que orbita alrededor de una estrella enana roja, a 40 años luz de la Tierra, podría hacerse con el título de “mejor lugar para buscar signos de vida más allá del Sistema Solar”. Utilizando el instrumento HARPS, de ESO, instalado en La Silla, junto con otros telescopios del mundo, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto una “supertierra” en la zona habitable de la débil estrella LHS 1140. Este mundo es un poco más grande y más masivo que la Tierra y es probable que haya conservado la mayor parte de su atmósfera. Esto, junto con el hecho de que su órbita pasa por delante de su estrella, lo convierte en uno de los futuros objetivos más interesantes para desarrollar estudios atmosféricos. Los resultados aparecen en la edición del 20 de abril de 2017 de la revista Nature.

La supertierra recién descubierta, denominada LHS 1140b, orbita en la zona habitable de una débil estrella enana roja llamada LHS 1140, en la constelación de Cetus (el monstruo marino). Las enanas rojas son mucho más pequeñas y más frías que el Sol y, aunque LHS 1140b está diez veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, sólo recibe alrededor de la mitad de luz de su estrella que la Tierra y se encuentra en medio de la zona habitable. Desde la Tierra, la órbita se ve casi de canto y, cuando el exoplaneta pasa delante de su estrella en cada órbita, bloquea un poco de su luz cada 25 días.

“Es el exoplaneta más interesante que he visto en la última década”, afirma el autor principal, Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (Cambridge, EE.UU.). “Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra”.

Las condiciones actuales de la enana roja son particularmente favorables, ya que LHS 1140 gira más lentamente y emite menos radiación de alta energía que otras estrellas de baja masa similares. Para la vida tal y como la conocemos, un planeta debe tener agua líquida en su superficie y retener una atmósfera. En este caso, el gran tamaño del planeta implica que, hace millones de años, podría haber existido un océano de magma en su superficie. Este océano hirviente de lava podría haber proporcionado vapor a la atmósfera mucho después de que la estrella se hubiese calmado, alcanzando su brillo actual y constante, reponiendo así el agua que podría haberse perdido por la acción de la estrella en su fase más activa.

Inicialmente, el descubrimiento se hizo con la instalación MEarth, que detectó los primeros indicios: cambios característicos en la luz que se dan cuando el exoplaneta pasa delante de la estrella. Posteriormente, se hizo un seguimiento crucial con el instrumento HARPS de ESO (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher, buscador de planetas de alta precisión por el método de velocidad radial), confirmando la presencia de la supertierra. HARPS también ayudó a establecer el periodo orbital y permitió deducir la masa y la densidad del exoplaneta.

Los astrónomos estiman que el planeta tiene al menos 5.000 millones de años. También deducen que tiene un diámetro 1,4 veces más grande que el de la Tierra (casi 18.000 kilómetros). Pero con una masa unas siete veces mayor que la de la Tierra y, por lo tanto, una densidad mucho más alta, esto implica que, probablemente, el exoplaneta está hecho de roca con un núcleo denso de hierro.

Esta supertierra puede ser el mejor candidato hasta el momento para futuras observaciones cuyo objetivo sea estudiar y caracterizar, en caso de tenerla, la atmósfera del exoplaneta. Dos de los miembros europeos del equipo, Xavier Delfosse y Xavier Bonfils, ambos del CNRS y el IPAG, en Grenoble (Francia), concluyen: “Para la futura caracterización de planetas en la zona habitable, el sistema LHS 1140 podría ser un objetivo aún más importante que Proxima b o TRAPPIST-1. ¡Este ha sido un año extraordinario para el descubrimiento de exoplanetas!”. [4,5].

En concreto, con las observaciones que se llevarán a cabo próximamente con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA, se podrá determinar exactamente cuánta radiación de alta energía cae sobre LHS 1140b, por lo que se podrá delimitar su capacidad para albergar vida.

En el futuro, cuando entren en funcionando nuevos telescopios como el ELT (Extremely Large Telescope) de ESO, es probable que seamos capaces de hacer observaciones detalladas de las atmósferas de exoplanetas y LHS 1140b es un candidato excepcional para este tipo de estudios.


Fuente: http://www.eso.org/public/

El corazón resplandeciente de la galaxia NGC 1097



Esta imagen, tomada por el Telescopio Espacial Hubble, muestra el brillante anillo que rodea el núcleo de la galaxia espiral barrada, conocida como NGC 1097. Está ubicada a 45 millones de años luz de distancia en la constelación de Fornax.

NGC 1097 es una galaxia Seyfert. En su núcleo se esconde un agujero negro supermasivo con una masa de 100 millones de masas solares. El área alrededor del agujero negro brilla debido a la radiación producida por el material que está siendo devorado por el agujero negro.

El brillante anillo alrededor del núcleo contiene regiones donde se forman estrellas a un ritmo elevado, debido al enorme flujo de material que es atraído hacia el centro galáctico. Estas regiones formadoras de estrellas brillan gracias a la emisión de nubes de hidrógeno ionizado. El anillo tiene un diámetro de alrededor de 5.000 años luz. Entre 1992 y 2003, se produjeron tres estallidos de supernova en esta galaxia.

Crédito: NASA / ESA / Hubble