26 de julio de 2013

Despega el cochete Ariane 5 con dos satélites a bordo

 El lanzamiento ha tenido lugar en la Guayana francesa. Su misión es poner en órbita el satélite meteorológico indio INSAT-3D y el de telecomunicaciones comerciales Alphasat. El Alphasat es el mayor satélite de este tipo construido hasta el momento en Europa y transporta una carga destinada a las telecomunicaciones móviles de nueva generación en banda “L” de alta velocidad y cuatro demostradores tecnológicos para la Agencia Espacial Europea. Alphasat permitirá a la empresa Inmarsat ampliar su red global de voz y datos en el viejo continente, Asia, África y Oriente Medio. 



El satélite indio INSAT-3D tiene como objetivo la prevención de tormentas y catástrofes naturales.


Fuentes : euronews

Paseos espaciales - Space Euronews


En mayo de este año una fuga de amoniaco hizo saltar las alarmas en la Estacion Espacial Internacional (EEI). La avería no se podía reparar dentro de la nave, así que había que salir fuera. En 1965 el astronauta soviético Alexey Leonov se convirtió en el primer hombre que caminó por el espacio.

“Si navegas con un barco mar adentro más vale que sepas nadar. Pero si la nave está en el espacio y se están construyendo estaciones espaciales – y eso es lo que teníamos previsto -, entonces hay que saber flotar en el espacio y no solamente eso, también hay que estar preparado para trabajar montando y desmontando piezas”.

Hoy la llamada actividad extravehicular (EVA) forma parte de las tareas cotidianas de los astronautas que están en el espacio. La mayoría de las expediciones de la EEI incluyen caminatas espaciales de unas 5 o 6 horas de duración. 




Los trajes son muy parecidos a los que se utilizan en el espacio cuando los astronautas están fuera de la nave. Con ellos pueden respirar, moverse y mantener la temperatura corporal en situaciones extremas. Es el resultado de 50 años de progreso tecnológico. La primera caminata espacial de Alexey Leonov casi termina en tragedia. La esclusa de aire de la nave de Leonov era un tubo de tela con las medidas justas para poder moverse. Y el tubo tenía que haber sido compacto para que pudiera ser compatible con el cohete que había en ese momento.

Tras unos minutos en el espacio, el astronauta comprobó que su traje se había hinchado y no podría moverse. En esas condiciones era imposible entrar en la nave, así que decidió abrir una de las válvulas de su traje para bajar la presión y poder volver.



Fuentes : Space Euronews

25 de julio de 2013

Planetario De La Armada Guayaquil, 29 años sirviendo a la comunidad educativa y al público en general.


El Planetario de La Armada Guayaquil es un centro de enseñanza y difusión de la Astronomía y ciencias afines desde 1984.
Su es misión enseñar, promover y difundir la Astronomía, ciencias de la Tierra y las ciencias
marinas a la comunidad educativa y a la sociedad Guayaquileña. 


En sus 29 años de servicio a la comunidad educativa y al público en general, lo celebraron  brindándoles con dos grande eventos este mes:

Los personajes de Star Wars en vivo y en directo el 13 de julio, y una conferencia y actividades lúdicas del Instituto Espacial Ecuatoriano el 24 de Julio.


El Planetario
Actividades que se desarrollan: 
El Planetario ofrece distintos tipos de programas que los podemos clasificar en:
-Programas para público en general de iniciación astronómica.
-Programas didácticos de acuerdo a los planes vigentes del Ministerio de Educación.
-Programas a nivel pre- escolar, primario, secundario y superior.

 

Instalaciones existentes: 
La cúpula exterior (parte principal) y la marquesina es una estructura de hormigón armado, cuenta con diferentes áreas tales como boletería, zonas de parqueo, espacios verdes, hall de ingreso, áreas de circulación, dispone de una sala de proyección en la parte principal del edificio en donde se hace la presentación artificial del cielo, está formada por una cúpula hemisférica de 20 metros de diámetro, cuya superficie interior es la pantalla donde se proyecta la bóveda celeste y todos los cuerpos celestes especiales a simple vista. 


En el centro de la sala se encuentra el equipo proyector marca Zeiss y en torno al mismo se distribuyen butacas reclinables para alojar hasta 300 personas.
 

Objetivos y metas: 
La función principal es la divulgación de la ciencia astronómica para colaborar con la enseñanza e investigación educacional. 




Información adicional:
 

Horarios de atención:
Lunes a viernes: 09h00, 10h00, 11h00, 14h00 y 15h00
Sábados: 10h00-11h00, 11h00-12h00, 14h00-15h00

 

Costos:
Menores de 12 años, 3era. edad, discapacitados: $1,00
Jardìn, escuela y colegio : $1,00
Universitarios y adultos: $2,00

 

Información y reservaciones:
Teléfono directo: (04)2577274 NUEVO
Teléfono INOCAR: (04)2481300 ext. 1110
Correo electrónico: planetario-rrpp@inocar.mil.ec
Dirección: Avenida 25 de Julio, frente a la Base Naval Sur, vía Puerto Marítimo 



Muchas felicitaciones en sus 29 años de creación. 

"En especial, un agradecimiento por ser una fuente de conocimiento para la niñez y ciudadanía de Guayaquil y de Ecuador."
 

"Por ser el forjador de mis primeros conocimientos en la Astronomía y de ciencias afines."


Carlos A. Silvera T.
Creador, Editor.
AstroCiencias Ecuador.

Dos erupciones solares simultáneas


El Observatorio Solar y Heliosférico ESA/NASA (SOHO) capturó cómo se producían dos erupciones solares simultáneas en este vídeo tomado el pasado 1-2 de julio de 2013.

Las dos erupciones fueron eyecciones de masa coronal, o CMEs, inmensas nubes de plasma magnetizado expulsadas por la atmósfera del Sol - la corona - hacia el espacio interplanetario.

Las CMEs contienen millones de toneladas de gas y se alejan del Sol a varios millones de kilómetros por hora.

En este vídeo se puede ver cómo una pequeña CME emerge lentamente de la parte superior del disco solar, desde el punto de vista de SOHO. Poco después, se produce una segunda erupción a la izquierda, mucho más grande y rápida. 


 La segunda erupción pudo estar desencadenada por un filamento solar que se volvió inestable, alejándose del Sol. Los filamentos se forman en bucles magnéticos y suspenden columnas de gas denso y frío sobre la superficie del Sol.

Vistos desde arriba, los filamentos parecen líneas oscuras recortadas sobre la superficie solar, mucho más caliente, pero de perfil forman bucles gigantes conocidos como protuberancias. Cuando sus campos magnéticos se vuelven inestables, pueden desencadenar erupciones o CMEs.

Ninguna de estas dos erupciones alcanzó la Tierra, pero cuando lo hacen, incluso cuando pasan rozando el campo magnético de nuestro planeta, pueden desencadenar impresionantes espectáculos de luces sobre los polos - las auroras. 




Los CMEs más extremos pueden causar problemas más serios, iniciando tormentas geomagnéticas que pueden provocar apagones e interrupciones en las comunicaciones.

El disco en el centro de la imagen es una máscara en el instrumento LASCO de SOHO que bloquea la luz directa del Sol para permitir el estudio de su atmósfera. El círculo blanco sobre el disco indica el tamaño y la posición del Sol visible. 




Fuente: ESA

La Tierra vista por la nave espacial MESSENGER

Crédito de la imagen: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington

Las dos “estrellas” que se ven en la imagen central en realidad son la Tierra y la Luna, fotografiadas por la nave MESSENGER a una distancia de 98 millones de kilómetros (61 millones de millas) de la Tierra. La imagen en el panel de la izquierda, generada por ordenador, muestra como luciría la Tierra desde el planeta Mercurio.



MESSENGER tomó esta imagen como parte de una campaña para buscar satélites naturales de Mercurio. Mercurio no tiene lunas que se conozcan. Si las hay, deben ser muy pequeñas (de tan solo unos pocos kilómetros). La estrategia para la búsqueda de satélites consiste en tomar varias imágenes a distancias predeterminadas de Mercurio, de 2,5 a 25 veces el radio del planeta. Las fotos se capturan a intervalos que van desde unos segundos a casi una hora, en función de sus distancias de Mercurio. Un satélite en movimiento aparecerá en diferentes posiciones en las imágenes de la misma región del espacio ocupado en diferentes momentos.

La Tierra y la Luna parecen muy grandes porque la foto está sobreexpuesta. En la búsqueda de satélites potencialmente débiles se requieren exposiciones largas para capturar tanta luz como sea posible. Por consiguiente, los objetos brillantes en el campo de visión se saturan y aparecen artificialmente más grandes. Las “colas” de la Tierra y de la Luna son artefactos causados por la saturación de la imagen.

La imagen simulada de la Luna conmemora el aniversario 44 de la llegada de Apolo 11 a la Luna, y muestra los seis sitios de alunizaje de las naves Apolo.

Fuente: NASA

Cómo se volvió tan tenue la atmósfera de Marte

Un instrumento a bordo del rover Curiosity, que en la actualidad explora Marte, ha dado pistas sobre como el planeta perdió su atmósfera originalmente espesa. Crédito de la imagen: NASA



El instrumento SAM (Sample Analysis at Mars) ha medido la abundancia de diferentes gases y sus isótopos en muestras de aire marciano. Los isótopos son variaciones de un mismo elemento químico que contienen diferentes números de neutrones. Así por ejemplo, el isótopo más común del carbono es el carbono-12, y un isótopo estable más pesado, el carbono-13, contiene un neutrón adicional.

Nuevos hallazgos del rover Curiosity de la NASA proporcionan pistas sobre cómo Marte perdió su atmósfera original, que los científicos creen que era mucho más espesa que la actual.
SAM analizó las proporciones de los isótopos más pesados a los más ligeros, de carbono y de oxígeno, en el dióxido de carbono que compone la mayor parte de la atmósfera de Marte en la actualidad. Las mediciones mostraron que los isótopos pesados de carbono y de oxígeno son más abundantes en la delgada atmósfera actual, en comparación con las proporciones en el material del que se formó el planeta (que los científicos pueden deducir a partir de las proporciones en el Sol y en otras partes del sistema solar)

Esto no solamente proporciona evidencia de la pérdida de gran parte de la atmósfera original de Marte, sino que también da pistas sobre cómo ocurrió esa pérdida. Sugiere que la atmósfera del planeta se escapó de la parte superior, y no que la atmósfera baja hubiera interactuado con la superficie.

El estudio se publica en la edición de hoy de la revista Science.

Fuente: University of Michigan

El oro de la Tierra proviene de colisiones de estrellas neutrones

La concepción artística muestra dos estrellas de neutrones en el momento de la colisión. Las nuevas observaciones confirman que la colisión de estrellas de neutrones produce estallidos de rayos gamma. Tales colisiones producen elementos pesados raros, incluido el oro. Todo el oro de la Tierra probablemente proviene de la colisión de estrellas de neutrones. Crédito: Dana Berry, SkyWorks Digital, Inc.

El oro lo valoramos por muchas razones: su belleza, su utilidad para confeccionar joyas y su rareza. El oro es raro en la Tierra, en parte, porque también es poco común en el universo. 
A diferencia de los elementos como el carbono o el hierro, el oro no se puede crear dentro de una estrella.

En su lugar, debe nacer en un evento más catastrófico – como el que se produjo el mes pasado, conocido como un estallido de rayos gamma cortos (GRB). Las observaciones de GRB proporcionan evidencia de que el oro ha resultado de la colisión de dos estrellas de neutrones – los núcleos muertos de estrellas que antes habían hecho explosión como supernovas. Es más, un resplandor peculiar, que persistió durante varios días en la ubicación del estallido significa potencialmente la creación de cantidades sustanciales de elementos pesados – incluyendo el oro. 



El autor principal del estudio, Edo Berger, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CfA) estima que la cantidad de oro producida y expulsada durante la fusión de las dos estrellas de neutrones puede ser tan grande como 10 masas de la Luna.

Una explosión de rayos gamma es un destello de luz de alta energía de una explosión extremadamente energética. La mayoría se encuentran en el universo distante. Berger y sus colegas estudiaron a GRB 130603B, que, a una distancia de 3.900 millones de años luz de la Tierra, es una de las explosiones más cercanas que se haya visto hasta la fecha.




El equipo calcula que alrededor de una centésima de masa solar de material fue lanzada por la explosión de rayos gamma, y parte de esa masa era oro.

El estudio se publicará en The Astrophysical Journal Letters. Mientras tanto, se puede ver aquí.

Fuente: Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics

El Sol deja ver su misterioso proceso de reconexión magnética

La superposición de los datos de dos naves de la NASA confirman una vista de la reconexión magnética en el Sol, un proceso de reajuste de los campos magnéticos que se encuentra en el fondo de la meteorología espacial. La imagen que se muestra en verde azulado, de SDO, muestra la forma de las líneas del campo magnético en la atmósfera del Sol. Los datos de RHESSI, se muestran en color naranja. Crédito de la imagen: NASA / SDO / RHESSI / Goddard
 
Dos naves espaciales de la NASA han proporcionado la vista más completa de un proceso misterioso detrás de todas las explosiones en el Sol: la reconexión magnética. La reconexión magnética ocurre cuando las líneas del campo magnético se unen, se rompen e intercambian compañeras, asumen nuevas posiciones y liberan una descarga de energía magnética. Este proceso se encuentra en el meollo de las gigantescas explosiones solares, tales como las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal, que pueden lanzar radiación y partículas por todo el sistema solar.


Los científicos quieren entender mejor este proceso para poder advertir sobre los acontecimientos de clima espacial, que pueden afectar los satélites cercanos a la Tierra, e interferir con las comunicaciones por radio. Una razón por la que la reconexión magnética es tan difícil de estudiar es porque no es directamente observable, ya que los campos magnéticos son invisibles. En cambio, para tratar de entender lo que sucede, los científicos han usado una combinación de modelos informáticos y de las escasas observaciones alrededor de los eventos de reconexión magnética.

Ahora Yang Su, un científico solar de la Universidad de Graz, en Austria, ha añadido una nueva pieza de evidencia visual. Mientras búsqueda en observaciones hechas por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, vio algo bastante difícil de obtener a partir de los datos: imágenes directas de reconexión magnética.




Aunque las líneas del campo magnético son, en efecto, invisibles, de forma natural provocan partículas cargadas – el material llamado plasma, del que se compone el Sol – que corren a lo largo de su longitud. Los telescopios espaciales pueden ver que el material aparece como líneas brillantes en forma de bucles y arcos en la atmósfera del Sol, y así trazar las líneas del campo magnético.

El estudio se publica en Nature Physics.

Fuente: NASA

Ligan número de estrellas en galaxia a su velocidad de creación

La galaxia espiral del Escultor, o NGC 253, a solo 11.5 millones de años luz del Sistema Solar. EFE





Un equipo de astrónomos europeo ha logrado relacionar la velocidad a la que se crean estrellas en una galaxia con su número total, ya que una intensa generación de astros puede expulsar el gas del que se nutren para crecer.

El descubrimiento ha sido posible gracias a las mejores imágenes obtenidas de la galaxia espiral del Escultor, o NGC 253, a solo 11.5 millones de años luz del Sistema Solar, en las que se ven "humeantes columnas de gas denso y frío huyendo del centro del disco galáctico", informó hoy el Observatorio Meridional Europeo (ESO).



Equipo de astrónomos europeos señalan la relación gracias a las mejores imágenes obtenidas de la galaxia espiral del Escultor, o NGC 253

Con el telescopio ALMA, situado en Atacama (Chile), los expertos europeos han observado cómo la formación estelar acelerada puede "arrancar el gas de una galaxia", produciendo "impactantes imágenes que muestran enormes chorros de gas molecular expulsados" al vacío, como detalla un estudio publicado en la revista científica "Nature".

"Con la extraordinaria resolución y precisión de ALMA, podemos ver claramente, y por primera vez, concentraciones masivas de gas frío expulsadas por ondas expansivas de intensa presión creadas por las estrellas jóvenes" afirma Alberto Bolatto, astrónomo de la Universidad de Maryland.

"La cantidad de gas que medimos nos proporciona muestras evidentes de que algunas galaxias en crecimiento lanzan más gas del que absorben. Es posible que estemos viendo un ejemplo actual de algo muy común que ocurría en el universo temprano", añadió Bolatto.

En concreto, los investigadores han determinado que se estaba eyectando gas molecular por una masa equivalente a la de diez veces la del Sol al año a una velocidad de entre 150 mil y un millón de kilómetros por hora.

La principal consecuencia de esto es que las futuras generaciones de estrellas se quedan sin el combustible necesario para formarse y crecer.

Este descubrimiento ayuda a explicar la escasez de galaxias con una alta densidad de estrellas en el universo, algo que causaba extrañeza a la comunidad científica.

Los modelos teóricos creados por ordenador preveían que las galaxias más viejas y rojas deberían tener mucha más masa y más estrellas de lo que se podía medir en la práctica.





Fuentes : Observatorio Meridional Europeo (ESO)

La NASA difunde foto de la Tierra tomada cerca de Saturno

El ángulo inusual de la toma fue posible gracias al hecho de que el Sol estaba detrás de Saturno. AFP

La sonda Cassini capta la imagen desde un punto de vista novedoso, a unos 1.4 millones de kilómetros de nuestro planeta 

La agencia espacial estadounidense lanzó el martes una espectacular foto de la Tierra y la Luna tomada desde un punto de vista novedoso, cerca de Saturno y sus anillos, una imagen única y rara.

La foto, en colores, fue tomada por la sonda Cassini a unos 1.4 millones de kilómetros de la Tierra, según la NASA. A esta distancia, aunque los anillos de Saturno son muy reconocibles, la Tierra es sólo un pequeño punto de luz en el fondo.

"Esta es la primera vez, con esta foto del 19 de julio, que sabíamos de antemano que la Tierra sería fotografiada desde una distancia interplanetaria", dijo la NASA.


"Esta es la primera vez que la resolución de Cassini cámara toma la Tierra y la Luna como dos objetos distintos", agregó.

El ángulo inusual de la toma fue posible gracias al hecho de que el Sol estaba detrás de Saturno, desde el punto de vista de la sonda. El planeta bloqueó la mayor parte de la luz, que de otro modo habría sido tan intensa que hubiera podido dañar el sensor de la cámara.

Esta foto es aún más increíble porque fue tomada con una cámara de los años 1990 (la sonda Cassini se lanzó en 1997), ni de cerca tan sofisticada como los instrumentos ópticos actuales.

"No se pueden ver los continentes o las personas en este retrato de la Tierra, pero este pequeño punto azul es un resumen sucinto de dónde estábamos el 19 de julio", dijo Linda Spilker, científica de la sonda Cassini.





"Las imágenes de la sonda Cassini nos recuerdan que nuestro planeta es muy pequeño en el universo", agregó.

La nave espacial Cassini fue lanzada 15 de octubre de 1997 para estudiar Saturno y sus numerosos satélites. El aparato se acercó al planeta de los anillos en 2004 después de pasar cerca de Júpiter.



Fuentes : la NASA

Científicos afirman que el Sistema Solar tiene sondas alienígenas

Matemáticos escoceses aseguran que sondas extraterrestres indetectables podrían permanecer en el Sistema Solar


 

Matemáticos escoceses afirman que sondas alienígenas autorreplicantes podrían haber explorado ya el Sistema Solar y podrían permanecer en él, aunque de manera indetectable para la actual tecnología terrestre.

Los nuevos cálculos publicados en el International Journal of Astrobiology indican que sondas extraterrestres capaces de reproducirse de forma autónoma podrían estar ya en nuestro sistema solar, imposibles de detectar con nuestra tecnología actual, afirman Arwen Nicholson y Duncan H. Forgan, doctores en matemáticas de la Universidad de Edimburgo.

Esto forma parte de un estudio hipotético sobre posibles formas de colonización espacial y de cómo sería posible dispersar rápidamente sondas por el espacio usando la fuerza gravitatoria de las estrellas.

La idea no es para nada descabellada, puesto que la humanidad ha utilizado un sistema similar con las sondas Voyager, sólo que usando la fuerza gravitatoria de los planetas del Sistema Solar.

De esta manera Nicholson y Forgan descubrieron que usando soles como si fuera una honda o resortera a gran escala estas sondas podrían viajar hasta 100 veces más rápido que las Voyager.

Basados en esto, los doctores afirman que con este sistema se podría llegar a explorar una galaxia completa del tamaño de la Vía Láctea en 10 millones de años, un tiempo relativamente corto si se tienen en cuenta las dimensiones de esta galaxia.

Sin embargo, donde la teoría adquiere rasgos de “conspiración” es en la premisa de que estas sondas fueran capaces de autorreproducirse empleando el material encontrado en sus viajes a través de nubes de gas y polvo cósmico.

De ser esto posible, el par de investigadores afirma que la velocidad a la que se diseminarían estas sondas por el Sistema Solar crecería de forma significativa tomando tintes de invasión espacial para las imaginaciones más desbocadas.


 

Si a esto se le suma el imaginario propio de la literatura y cine de ciencia ficción, se puede suponer que una civilización lo suficientemente avanzada podría haberlas diseminado en las proximidades de la Tierra, aunque de momento la humanidad sea incapaz de detectarlas.

En todos los escenarios que los científicos contemplaron, las escalas de tiempo de exploración se redujeron cuando las sondas se autoreplicaban, y llegaron a la conclusión de que una flota de estas sondas podría viajar en sólo el 10% de la velocidad de la luz.

Lo anterior se trata tan sólo de una pequeña fracción de la edad de la Tierra y los científicos dicen que los resultados refuerzan la idea de la “Paradoja de Fermi”.

La Paradoja de Fermi, propuesta en 1953 por el físico Enrico Fermi, sugiere que hay una contradicción entre la alta probabilidad de que existan civilizaciones en otros lugares del universo y el hecho de que no ha habido ningún contacto entre nosotros y otras civilizaciones.

Por su parte, el doctor Forgan afirma que el hecho de que no haya ninguna prueba de detecciones o avistamientos de sondas alienígenas en el Sistema Solar sugiere que no ha habido civilizaciones en la Vía Láctea en los últimos millones de años con capacidad de crear sondas o que las sondas son tan avanzadas que la humanidad no es capaz de detectarlas.

No obstante, otra posibilidad es que las sondas puedan estar programadas para hacer contacto sólo con civilizaciones que tengan cierto nivel de inteligencia, que tengan la capacidad de detectar las sondas.




Fuentes : informador.com.mx

Por qué el universo tiene menos galaxias enanas de las que debería

La imagen muestra la galaxia enana NGC 3738 situada en la constelación de Ursa Major, a unos 12 millones de años luz del Sol. Crédito de la imagen: ESA/Hubble & NASA

Matías se asoma por la ventana y observa. Gira y dispara la pregunta: “¿Y el sol?”. “Se fue a dormir”, contesta su mamá pensando una explicación que satisfaga la curiosidad de sus tres años. “Hizo noche”, dice a medio camino entre la afirmación y la pregunta, y vuelve a interrogar mirando al cielo: “¿Y la luna? En estas frases, el pequeño parece resumir –con su simpleza infantil– las inquietudes que, desde el hombre más primitivo a nuestros días, motivaron a la humanidad a observar el cielo en busca de respuestas a múltiples interrogantes.

Esa búsqueda continúa y adquiere características cada vez más complejas, a medida que los astrónomos van encontrando algunas explicaciones. Uno de los problemas actuales que intenta resolver la Astronomía y que lleva más de una década sin solución, radica en que los modelos teóricos predicen la existencia de miles de galaxias enanas en el universo, pero las observaciones astronómicas sólo visualizan algunas decenas. Esta contradicción quedó establecida en 1999 como el “problema de las galaxias faltantes”.

Alejandro Benítez-Llambay y Mario Abadi, científicos del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (UNC-Conicet) y el Observatorio Astronómico de Córdoba (UNC), junto a colegas de Alemania, Israel, Canadá y España, propusieron una innovadora explicación.

En pocas palabras, los astrónomos plantean que durante su desarrollo, estas galaxias enanas atravesaron zonas de alta densidad de polvo y gas en el universo, en ese proceso perdieron el gas que necesitaban para formar estrellas, y eso detuvo su crecimiento. ¿Cómo perdieron su gas? “Por la fricción que se da entre dos medios gaseosos que se mueven uno a través del otro”, explica Benítez-Llambay.




Galaxias en la mira

Por definición, las galaxias poseen mil millones de estrellas aproximadamente. Las “enanas”, en cambio, apenas cuentan entre diez y cien millones de astros en su interior. El trabajo de los científicos argentinos se enfocó sobre estas últimas, particularmente aquellas que se encuentran desparramadas en el universo y sin relación gravitacional con la Vía Láctea.

El estudio implicó fabricar un universo virtual. En una supercomputadora ubicada en España, se simuló la evolución de un sector del universo, desde el Big Bang hasta la actualidad, algo así como 13.700 millones de años. El software que debió resolver las ecuaciones trabajó varios meses. La idea fue “comprimir” toda la vida del universo y poder mirarla bajo el formato de animación.

Ello les permitió observar que si bien el universo surgió de un punto inicial donde la distribución de la materia era homogénea, con el tiempo comenzaron a aparecer pequeñas irregularidades o “grumos”, donde la fuerza de gravitación (atracción) fue mayor que la de expansión. Estas singularidades fueron aislándose y tornándose más densas. Así fueron formándose las estrellas y luego las galaxias.

El dato es que las galaxias se fueron formando en una región privilegiada, de alta densidad. Algunas de ellas, aisladas y todavía en fases embrionarias, atravesaron esa zona de alta concentración de polvo y gas, y “la fricción generó un efecto túnel de viento que le sopló todo el gas”, explica Mario Abadi.

“Si se observa en detalle (la simulación), se ven las galaxias y una especie de colas, como los cometas. Dejaron una estela. Pasaron de largo por esta zona de alta densidad y todo su material les fue robado. A largo plazo, la consecuencia es que estas galaxias quedaron despojadas de todo el gas, el combustible necesario para crear estrellas. No se pudieron formar los astros y quedó lo que llamo ‘galaxias frustadas’, porque nunca llegaron a convertirse en tales”, agrega.

Esto explicaría por qué teóricamente se espera la existencia de cierto número de galaxias y en realidad sólo se ven unas pocas.

Hasta el presente, la hipótesis de los científicos del IATE no había sido explorada. “Se había pensado en fenómenos similares, pero en regiones del universo con una densidad muchísimo más elevada, en los cúmulos de galaxias, donde existen miles de galaxias que interactúan entre sí y están en constante movimiento”, aclara Abadi. De hecho, él junto a colegas de Inglaterra fueron uno de los equipos que había estudiado este fenómeno en los cúmulos de galaxias.
 
Fuente: Agencia Iberoamericana para la difusión de la ciencia y la tecnología (dicyt)

Detectan la línea de nieve en un lejano sistema solar

Impresión artística de las líneas de nieve en torno a TW Hydrae. (Foto: ESO)
 
Un equipo de astrofísicos ha obtenido por primera vez la imagen de una línea de nieve en un remoto y muy joven sistema planetario. La línea se sitúa en el disco que rodea a la estrella TW Hydrae, de tipo solar, y puede ayudar a conocer mejor la formación de planetas, cometas e incluso la historia de nuestro sistema solar.

En la Tierra, las líneas de nieve se forman a grandes altitudes en las que las temperaturas, al bajar, transforman la humedad del aire en nieve. Esta línea puede verse claramente en una montaña, en la que se observa bien delimitada la cumbre nevada y la zona en la que comenzamos a distinguir la superficie rocosa, libre de nieve.

Ahora, utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), los astrónomos han obtenido la primera imagen de una línea de nieve en un sistema planetario 'bebé'.

Las líneas de nieve en torno a estrellas jóvenes se forman de un modo similar, en las regiones más alejadas y frías de los discos a partir de los cuales se originan los sistemas planetarios. Comenzando en la estrella y moviéndose hacia fuera, el agua (H2O) es la primera en congelarse, formando la primera línea de nieve.

Más allá de la estrella, a medida que la temperatura cae, otras moléculas más exóticas pueden llegar a congelarse y convertirse en nieve, como es el caso del dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), y el monóxido de carbono (CO).

Estos diferentes tipos de nieve dan a los granos de polvo una cobertura externa que ejerce como pegamento y juega un papel esencial a la hora de ayudar a estos granos a superar su habitual tendencia a romperse tras una colisión, permitiéndoles, por el contrario, convertirse en piezas fundamentales para la formación de planetas y cometas. La nieve, además, aumenta la cantidad de materia sólida disponible y puede acelerar de forma sorprendente el proceso de formación planetaria.

Cada una de estas diferentes líneas de nieve –para el agua, el dióxido de carbono, el metano y el monóxido de carbono– puede estar relacionada con la formación de diferentes tipos de planetas. Alrededor de una estrella parecida a nuestro Sol, en un sistema solar similar, la línea de nieve del agua se correspondería con la distancia que hay entre las órbitas de Marte y Júpiter, y la línea de nieve del monóxido de carbono se correspondería con la órbita de Neptuno.

La línea de nieve detectada por ALMA es la primera detección de una línea de nieve de monóxido de carbono en torno a TW Hydrae, una estrella joven que se encuentra a 175 años luz de la Tierra. Los astrónomos creen que este incipiente sistema planetario comparte muchas características con nuestro propio Sistema Solar cuando tenía tan solo unos pocos millones de años.

“ALMA nos ha proporcionado la primera imagen real de una línea de nieve en torno a una estrella joven, los cual es extremadamente emocionante, ya que esto nos habla de un periodo muy temprano en la historia de nuestro sistema solar”, afirma Chunhua 'Charlie' Qi (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Cambridge, EE UU) uno de los dos autores principales del artículo. “Ahora podemos ver detalles antes ocultos sobre las lejanas regiones heladas de otro sistema planetario similar al nuestro”.


Pero la presencia de monóxido de carbono podría tener consecuencias más allá de la simple formación de planetas. El monóxido de carbono es necesario para la formación del metanol, pieza fundamental de las moléculas orgánicas, más complejas y esenciales para la vida. Si los cometas transportasen estas moléculas a planetas en formación similares a la Tierra, entonces esos planetas estarían equipados con los ingredientes necesarios para la vida.

Hasta ahora, nunca se habían obtenido imágenes directas de las líneas de nieve porque siempre se forman en el plano central del disco protoplanetario, una zona relativamente estrecha, de manera que no podían precisarse su ubicación ni su tamaño.

Por encima y debajo de esta estrecha región en la que se encuentran las líneas de nieve, la radiación estelar impide la formación de hielos. La concentración de polvo y gas en el plano central es necesaria para proteger el área de la radiación, de manera que el monóxido de carbono y otros gases puedan enfriarse y congelarse.

Con la ayuda de un truco muy ingenioso, este equipo de astrónomos logró penetrar en el disco y mirar muy de cerca dónde se formaba la nieve. En lugar de buscar nieve –dado que no puede observarse directamente– buscaron una molécula conocida como diazinio (N2H+), que brilla intensamente en la parte milimétrica del espectro y es, por tanto, un objetivo perfecto para un telescopio como ALMA.

Esta frágil molécula se destruye con facilidad en presencia de gas monóxido de carbono, por lo que solo aparecería, en cantidades detectables, en regiones en las que el monóxido de carbono se hubiese transformado en nieve y no pudiese destruirlo. Esencialmente, la clave para encontrar nieve de monóxido de carbono está en encontrar diazinio.

ALMA ha permitido rastrear la presencia y la distribución del diazinio y encontrar un límite claro y definido, situado aproximadamente a unas 30 unidades astronómicas de la estrella (30 veces la distancia entre la Tierra y el Sol).

De hecho, esto proporciona una imagen negativa de la nieve de monóxido de carbono en el disco que rodea a TW Hydrae, lo cual puede utilizarse para ver con precisión la línea de nieve del monóxido de carbono en el lugar en que las teorías predicen que debería estar, el borde interior del anillo de diazinio.

"Para estas observaciones tan solo utilizamos 26 de las 66 antenas que componen el total de ALMA. En otras observaciones de ALMA ya hay indicios de líneas de nieve alrededor de otras estrellas, y estamos convencidos de que futuras observaciones, con todo el conjunto de antenas, revelarán mucho más y proporcionarán mucha más información reveladora sobre la formación y evolución de los planetas. Espere y verá”, concluye Michiel Hogerheijde, del Observatorio de Leiden, en los Países Bajos. 


Fuente: ESO

La prueba de propulsión espacial más larga de la historia supera las 48.000 horas

El motor iónico NEXT ha funcionado durante más de 48.000 horas. (Foto: NASA / Christopher J. Lynch, Wyle Information Systems LLC)




Un avanzado motor de propulsión iónica de la NASA ha funcionado con éxito durante más de 48.000 horas, o sea, durante 5 años y medio. Esta prueba se ha convertido así en la de mayor duración para una demostración de funcionamiento de un sistema de propulsión espacial.

Este motor iónico ha sido desarrollado en el marco del proyecto NEXT (NASA's Evolutionary Xenon Thruster), en el Centro Glenn de Investigación de la NASA, en Cleveland, Ohio, Estados Unidos, con la colaboración de la empresa Aerojet Rocketdyne de Sacramento, California. Michael J. Patterson es el investigador principal del proyecto NEXT en el Centro Glenn.

El motor NEXT es de la clase de propulsión iónica solar, en la que los sistemas propulsores utilizan la electricidad generada por los paneles solares de la nave espacial para acelerar el propergol, en este caso xenón, a velocidades de hasta 145.000 kilómetros por hora (90.000 millas por hora). Esto proporciona una notable mejora de rendimiento en algunos aspectos, en comparación con los motores químicos de los cohetes convencionales.

El proyecto NEXT es una iniciativa de desarrollo tecnológico, dirigida desde el Centro Glenn, para desarrollar un sistema de propulsión iónica de nueva generación.


El motor iónico probado, de 7 kilovatios, podría ser utilizado en una amplia gama de misiones científicas, incluidas las misiones de espacio profundo a diversos destinos, como las extensas travesías con visitas a múltiples asteroides y/o cometas, así como a los planetas más exteriores con sus respectivas lunas.

Durante la prueba de resistencia realizada en una cámara de vacío en el Centro Glenn, el motor consumió aproximadamente 870 kilogramos (1.918 libras) de xenón, proporcionando una cantidad total de impulso que hubiera requerido más de 10 toneladas de propergol convencional de cohete para aplicaciones comparables.



Fuentes : NASA news

13 de julio de 2013

Deslizamiento exótico de hielo de CO2 por las dunas de Marte

Los misteriosos surcos en las dunas marcianas, para los que ahora parece que por fin se ha dado con una explicación convincente. (Foto: NASA JPL / Caltech / Univ. de Arizona)
La explicación a unos enigmáticos surcos vistos en algunas dunas marcianas podría ser que son las huellas dejadas por bloques de hielo de dióxido de carbono (el material que en la Tierra se conoce popularmente como "hielo seco" o "nieve carbónica") deslizándose cuesta abajo por ellas, sobre cojines temporales de gas, de un modo comparable en algunos aspectos a la forma de deslizarse de un aerodeslizador (conocido también como hovercraft).

Así lo cree el equipo de las investigadoras Serina Diniega, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California, y Candice Hansen, del Instituto de Ciencia Planetaria, en Tucson, Arizona, Estados Unidos.

Se llegó a esta conclusión después de un análisis detallado de fotos tomadas por la nave MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), de la NASA, en órbita a Marte, y de realizar experimentos en dunas de arena de Utah y California.

"Siempre he soñado con ir a Marte", confiesa Diniega. "Ahora sueño con hacer snowboarding cuesta abajo por una duna de arena marciana en un bloque de hielo seco". El snowboarding, conocido también como "tabla sobre nieve" consiste, como su nombre sugiere, en deslizarse con una tabla sobre la nieve.

Los experimentos en las citadas dunas terrestres fueron muy reveladores. Los bloques de hielo de CO2 se deslizaron cuesta abajo por las dunas gracias a que el gas de dióxido de carbono que se desprende del bloque mantiene por debajo del mismo una capa que actúa como lubricante y que también apartó hacia los lados parte de la arena a medida que el bloque descendía cuesta abajo.

Las pruebas hechas en esas dunas terrestres no contaron con las temperaturas y la presión atmosférica de Marte, pero los cálculos indican que el hielo seco actuaría de manera similar en las condiciones reinantes durante la fase inicial de la primavera marciana, cuando es más habitual que se formen esos surcos enigmáticos.

Aunque el hielo de agua también se puede sublimar (pasar directamente de sólido a gas) bajo ciertas condiciones en Marte, permanecería congelado a las temperaturas reinantes en las dunas donde se forman esos surcos.


Fuentes : Jet Propulsion Laboratory

Mapa de cómo es la Antártida bajo el hielo


En sus tiempos de esplendor, la Antártida estaba cubierta de bosques frondosos, contaba con una rica fauna, y hasta llegó a gozar de un clima tropical. Todo eso comenzó a cambiar hace unos 40 millones de años. El hielo fue ganando espacio, hasta acabar convirtiendo la Antártida en lo que es hoy.



Un nuevo y más preciso conjunto de datos sobre la topografía oculta de la Antártida, la del terreno que yace sepultado bajo una capa de hielo que en algunos sectores supera los 3 kilómetros de espesor, revela detalles fascinantes de esas tierras que han estado vedadas para el Ser Humano desde el inicio de su historia como especie.

El mapa confeccionado con la nueva información por el equipo de Peter Fretwell, del BAS (British Antarctic Survey) del Reino Unido, es una versión mucho mejor de un mapa confeccionado hace más de diez años. La información empleada es de muy diversos tipos, y proviene de satélites, aviones y equipos en la superficie.
 



La Antártida bajo el hielo, con su relieve pétreo realzado. (Imagen: Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA)

El mapa topográfico resultante, denominado Bedmap2, incorpora millones de mediciones nuevas, incluyendo conjuntos de abundantes datos reunidos por el satélite ICESat de la NASA y una misión aérea conocida como Operación IceBridge. 



http://www.nasa.gov/images/content/753093main_icebridge%20flight%20lines.jpg
Una parte significativa de los datos en Bedmap2 se recogió por IceBridge Operación de la NASA. Las trayectorias de vuelo de las campañas antárticas de 2009, 2010 y 2011 se muestran como líneas de color verde oscuro. NASA DC-8 vuelos originados desde Punta Arenas, Chile, en el lado izquierdo de la imagen. Líneas de vuelo en la Antártida oriental representan encuestas volado por el Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas en Austin, una de las organizaciones socias de IceBridge.
Credit: NASA Goddard's Scientific Visualization Studio


Fuentes : NASA.gov

La bella muerte de una estrella


NASA La «Nebulosa Esquimal» NGC 2392

"El telescopio Chandra de la NASA fotografía el final de una nebulosa planetaria a unos 4.200 años luz de la Tierra"

Las estrellas como el Sol puede llegar a ser muy fotogénicas al final de su vida. Un buen ejemplo es NGC 2392, que se encuentra a unos 4.200 años luz de la Tierra. Apodada la «Nebulosa Esquimal», es lo que los astrónomos llaman una nebulosa planetaria.
Esta designación, sin embargo, es engañosa, porque las nebulosas planetarias, en realidad, no tienen nada que ver con los planetas. El término no es más que una reliquia histórica, ya que a los antiguos astrónomos con pequeños telescopios ópticos estos objetos les parecían, erróneamente, discos planetarios. En cambio, estas nebulosas se forman cuando una estrella consume todo el hidrógeno en su núcleo, un evento por el que nuestro Sol pasará en unos 5.000 millones de años.

Cuando esto sucede, la estrella comienza a enfriarse y expandirse, su radio aumenta de decenas a cientos de veces su tamaño original. Con el tiempo, las capas externas de la estrella son arrastradas por un viento a 50.000 kilómetros por hora, dejando un núcleo caliente. Este corazón tiene una temperatura superficial de unos 50.000ºC, y expulsa sus capas exteriores en un viento mucho más rápido que viaja a seis millones de kilómetros por hora. La radiación de la estrella caliente y la interacción de su viento rápido con el viento lento crean el caparazón complejo y filamentoso de una nebulosa planetaria. Finalmente, la estrella remanente se colapsará para formar una estrella enana blanca. 

Con compañía

Los astrónomos actuales, gracias a los telescopios espaciales, son capaces de observar nebulosas planetarias como NGC 2392 de una forma en la que sus viejos colegas probablemente nunca podrían haber imaginado. Esta imagen compuesta de NGC 2392 contiene datos de rayos X del observatorio Chandra de la NASA (en color morado, indica la ubicación del gas a millones de grados cerca del centro de la nebulosa planetaria) y datos del Telescopio Espacial Hubble, en color rojo, verde y azul, que muestra el intrincado dibujo de las capas externas de la estrella que han sido expulsadas. Los filamentos en forma de cometa se forman cuando el viento más rápido y la radiación de la estrella central interactúan con las carcasas frescas de polvo y gas que ya fueron expulsadas por la estrella.

Los datos de Chandra muestran que NGC 2392 tiene inusualmente altos niveles de emisión de rayos X, por lo que los investigadores creen que tiene un compañero invisible, otra estrella, con la que está interactuando. 
 
 
Fuentes : ABC.es

Sacudidas del centro la Tierra cambian la duración del día cada 6 años

Universidad de Liverpool Vibraciones en el núcleo de la Tierra restan o añaden milisegundos al día 

"Se trata de cambios muy sutiles, pero totalmente inesperados, que restan o añaden milisegundos a las 24 horas"

La Tierra gira sobre sí misma una vez al día, pero lo que llamamos un día no es siempre lo mismo. Un año, hace 300 millones de años, comprendía unos 450 días, y uno de esos días de entonces duraba menos que los actuales, unas 21 horas. Ahora, investigadores de la Universidad de Liverpool y de la de París han publicado en la revista Nature que oscilaciones periódicas en el núcleo de la Tierra cambian la longitud del día cada 5,9 años. Se trata de cambios muy sutiles, que restan o añaden milisegundos a las 24 horas.

Como resultado de la desaceleración de la rotación de la Tierra, los días son cada vez más largos. Pero la rotación del planeta sobre su eje, sin embargo, puede variar en milisegundos en un día determinado. Esto es debido a diferentes impactos, como los patrones del clima, corrientes oceánicas, terremotos, glaciares que se derriten y otros factores.

Pero la Tierra también está sujeta a otras fuerzas que pueden causar que la longitud del día varíe a largo plazo o incluso dé saltos cortos en el tiempo. En este nuevo trabajo, los investigadores analizaron los datos de los últimos 50 años y separaron los citados factores conocidos que causan fluctuaciones en la duración del día para descubrir si también existían otros. Al hacerlo, encontraron lo que describen como un inesperado ciclo de 5,9 años en los que el planeta atraviesa un período de varios meses en los que la longitud de cada día es más larga o corta de lo normal. La causa concreta de este fenómeno no está clara, aunque los científicos creen que tiene que ver con el límite entre el núcleo y el manto de la Tierra.

Los científicos están interesados en aprender más acerca de las sacudidas episódicas que alteran la longitud del día durante varios meses relacionadas con el campo geomagnético de la Tierra. Durante estos bandazos de corta duración, el día de la Tierra también cambia en 0,1 milisegundos. Desde 1969, los científicos han detectado 10 sacudidas geomagnéticas que duran menos de un año.



Fuentes : ABC.es 

En busca de la próxima supernova


NASA Restos de una supernova en una image de archivo tomada por el Hubble 
 
"Estallan cada 300 años en nuestra galaxia y la siguiente puede ser inminente. Astrónomos intentan identificarlas, ya que una explosión semejante podría poner en jaque la vida en la Tierra"

Los astrónomos han calculado que cada 300 años aproximadamente estalla una supernova en nuestra galaxia, pero curiosamente la última de ellas explotó en el año 1604, de ello hace más de 400 años y se espera que la próxima no tarde mucho en hacerlo, teniendo en cuenta el número de estrellas que compone nuestra galaxia (100.000 millones) y el número de estrellas candidatas a tal colosal catástrofe cósmica.

La supernova de 1604 se hizo tan brillante que dominaba el cielo, aún más brillante que cualquier estrella o planeta, exceptuando a Venus, el astro más luminoso tras el Sol y la Luna. Su explosión se produjo a unos 20.000 años luz del Sol y por ello no afectó de modo alguno a la Tierra, sólo se quedó en un bello espectáculo celeste.

A sabiendas de que la explosión de una supernova cercana podría poner en jaque la vida en la Tierra, los astrónomos buscan estrellas próximas, supergigantes, rojas y masivas, con la intención de conocer el tiempo de vida que les puede quedar a estas colosales estrellas.

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene muchas más estrellas jóvenes que viejas. La mayoría son estrellas azules y blancas, seguidas de las amarillas como el Sol y las rojas. El color es indicativo de su tiempo de vida. Las estrellas nacen con altas temperaturas y su color es el azul, a medida que pasa el tiempo se enfrían y el color cambia al blanco, aún más frías son las amarillas, pero las rojas lo son aún más y están en la fase final de su vida.

Cuando la galaxia se formó, todas las estrellas nacieron casi al mismo tiempo, pero en el Universo existe una Ley inexpugnable, que dice que mientras más grande es una estrella, menos tiempo de vida tiene. Si a ello le sumamos que tengan una masa superior a 1,4 la del Sol, estamos ante una bomba de relojería, máxime si éstas son supergigantes y sus masas están comprendidas entre las 10 y las 50 solares. Cuando estas estrellas comenzaron a morir, tras decenas de millones de años tras la formación de la galaxia, dieron lugar a titánicas explosiones. Cientos de ellas se convirtieron en supernovas y nuestra galaxia, vista desde otras galaxias lejanas, se hacía notar gracias a ellas. Puntos muy brillantes de luz aparecían aquí y allá en la Vía Láctea.

Tras esta etapa vino un período de tranquilidad hasta que nuevas estrella gigantes y supergigantes volvieron a explotar. Ahora dichas explosiones se mantienen de forma menos numerosa y con un lapsus de tiempo de unos 300 años. Dado que este período de tiempo ya ha pasado con creces desde 1604, los astrónomos buscan la próxima supernova y las consecuencias que podría traer a la Tierra, debido al amplio conocimiento que ahora tenemos de ellas.
 

Visible para el Australopiteco

Los últimos estudios realizados con telescopios terrestres y espaciales confirman que el Sistema Solar está envuelto en una gigantesca nube de residuos de supernovas que fueron visibles de forma notable en tiempos del Australopiteco. De hecho, esta burbuja, denominada Sco-Cen o Burbuja Local, tiene unas dimensiones de 300 años luz. Las supernovas fueron frecuentes en aquella época.

En restos fósiles encontrados en el fondo marino, se han localizado isótopos de Fe60, cuya formación no es terrestre, sino procedente de explosiones supernovas. Tengamos en cuenta que el hierro se forma en el interior de las estrellas momentos antes de estallar y es liberado al espacio para formar una nueva generación de estrellas y planetas. Ello es una prueba evidente de que las explosiones de supernovas penetran la atmósfera terrestre y llegan a la Tierra en mayor o menor medida, dependiendo de la distancia a la que éstas estallan. De hecho, algunos investigadores estiman que alguna de estas explosiones pudo haber provocado grandes extinciones de vida sobre la Tierra.

Hay pruebas suficientes para pensar que el Sistema Solar se formó gracias a una explosión supernova, cuya onda expansiva comprimió el gas y el polvo existente en el espacio, mezclándose con los restos de la supernova para formar el Sol y los planetas, según investigaciones y simulaciones hechas desde el Instituto Carnegie.

No obstante, aún se duda de a qué distancia debería estar una supernova para dañar nuestro planeta. Algunos investigares dudan entre una distancia de pocas decenas de años luz o pocos centenares de ellos. Si fuera el primer caso, podríamos estar tranquilos, ya que no existen estrellas candidatas a supernovas a decenas de años luz.

Si las supernovas afectaran a la Tierra a pocos cientos de años luz, tendríamos que estar más intranquilos porque existen algunas estrellas supergigantes a estas distancias que se encuentran en la fase final de su vida y que en cualquier momento podrían estallar. 


¿Qué le pasaría a la Tierra?

¿Cómo afectaría a la Tierra una supernova cercana y masiva? Para que afectara a la Tierra, la estrella cercana debería tener una masa superior a 15 masas solares y estas estrellas existen. Por ejemplo, la supergigante Antares, estrella alfa de la constelación de Escorpión con 15 masas solares y a una distancia de 550 años luz o la mayor candidata: Betelgueuse, estrella roja y la más brillante de la constelación de Orión, con 20 masas solares, mil veces mayor que el Sol y a una distancia de uno 650 años luz. La estrella está sumida en un proceso de contracción, debido a que ha agotado la energía que la mantenía estable al convertir hidrógeno en helio, indicativo de que se aproxima a la fase de explosión o supernova, pero nadie puede decir cuándo ocurrirá. Si explotara brillaría tanto como la Luna llena y se vería en pleno día

Una explosión supernova libera tal cantidad de energía que la hace brillar tanto como una galaxia entera; como 100.000 millones de estrellas. La liberación de rayos cósmicos, que son partículas subatómicas (electrones, protones, neutrinos, núcleos atómicos sin electrones…) que viajan casi a la velocidad de la luz y de alto poder energético, si atraviesan el campo magnético terrestre, pueden causar la destrucción de la capa de ozono de la Tierra dejando pasar la radiación ultravioleta procedente del Sol, radiación mortal para la vida en la Tierra, la capa de ozono sirve de filtro protector contra la radiación ultravioleta. Investigadores de la NASA han indicado que para que ello ocurra la supernova debe estar a menos de 50 años luz de distancia y que la capa de ozono sea ampliamente bombardeada con radiación X y gamma.

Una lluvia de rayos cósmicos podría afectar a los iones existentes en nuestra atmósfera que contribuyen a la formación de nubes, de manera que podrían aumentar o disminuir la cantidad de nubes, provocando cambios inusuales en el tiempo. Los rayos cósmicos siguen siendo objeto de estudio y así como sus efectos sobre la Tierra.

Otros nuevos peligros para la Tierra se están estudiando, como los estallidos de rayos gamma, que suelen proceder de la formación de agujeros negros y son las mayores explosiones energéticas del Universo. Si un estallido de rayos gamma fuese dirigido hacia la Tierra, incluso a 10.000 años luz de nosotros, los efectos sobre la Tierra serían mayores que las explosiones de supernovas, aunque nadie puede prever los efectos sobre la Tierra de una explosión supernova supermasiva y distante que proyecte un gigantesco chorro de rayos gamma sobre la Tierra y estas explosiones se han detectado, aunque demasiado lejanas y no dirigidas hacia la Tierra.
Fuentes : Por Miguel Gilarte Fernández, presidente de la Asociación Astronómica de España y director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata.

Una astronauta muestra cómo lavarse el pelo en el espacio

abc.es Karen Nyberg lavándose el pelo en pleno espacio 

"La estadounidense Karen Nyberg, ingeniera de la estación espacial, muestra en un vídeo, paso a paso, la forma de mantener su cabello limpio sin gravedad"

Las tareas más importantes a las que tiene que enfrentarse en el espacio la astronauta Karen Nyberg, ingeniera mecánica a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), no tienen nada que ver con lo que viene a continuación, pero hasta lo más prosaico está repleto de dificultades cuando uno tiene que vivir sin gravedad.

Después de que varios de sus seguidores en Twitter le preguntaran cómo se las arregla para mantener limpia su larga melena rubia, la astronauta de la NASA colgó en su cuenta de la red social un vídeo explicativo de cómo lavarse el pelo en el espacio. 


 abc.es Karen Nyberg lavándose el pelo en pleno espacio 

Karen utiliza una bolsa de agua caliente, un champú nutritivo, una toalla y un peine. En el vídeo se puede observar cómo empieza por echarse agua en el cuero cabelludo mientras algunas gotas se escapan por la falta de gravedad.

En el paso siguiente se echa champú sin aclarado y lo esparce con un peine hasta las puntas de su largo pelo rubio. Sus accesorios están todos pegados a la pared.

Añade que el agua que se malgasta, como las gotas que salen volando por la falta de gravedad, «serán recolectadas por nuestro sistema de aire acondicionado que las condensará y no pasará mucho tiempo hasta que el sistema de procesador de agua lo convierta en agua potable».

El vídeo recuerda a las magníficas explicaciones de Chris Hadfield, el astronauta canadiense que se hizo famoso por mostrar la vida en la estación espacial.




Caminata espacial

Otros dos astronautas abandonaron la estación espacial el pasado martes para hacer un poco de mantenimiento, el cual incluía la instalación de un cable necesario para un nuevo laboratorio ruso que será creado este año.

Los veteranos de la NASA, el astronauta Christopher Cassidy y Luca Parmitano, el primer italiano en ir al espacio, dejaron la estación poco después de las 8 am cuando navegaban aproximadamente 418 kilómetros sobre el Mar de Omán.



Fuentes: ABC.es

El Hubble encuentra un planeta azul celeste


"Astrónomos determinan por primera vez el color verdadero de un mundo fuera del Sistema Solar. A 63 años luz, recuerda de forma emocionante a la Tierra, pero las similitudes no van más allá del tono"

Desde el espacio, a 63 años luz de distancia, recuerda de forma emocionante al color de la Tierra. Visto de cerca, dicen los astrónomos, este mundo sería de un profundo azul cobalto.Imágenes obtenidas por el telescopio espacial Hubble han permitido a los científicos determinar por primera vez el color verdadero de un mundo que orbita otra estrella diferente al Sol.

Pero ahí es donde terminan las similitudes porque este «punto azul profundo» denominado HD 189733b es un enorme gigante de gas, un «Júpiter caliente» que orbita muy cerca de su estrella madre. La atmósfera del planeta es exótica, cambiante y abrasadora, con fuertes brumas, temperaturas de más de 1.000 grados centígrados, lluvias de cristal, vientos que aúllan a 7.000 kilómetros por hora y violentas llamaradas.

El color azul celeste del planeta no proviene de la reflexión de un océano tropical, sino que se debe precisamente a su brumosa y turbulenta atmósfera, mezclada con partículas de silicato, que dispersan la luz azul. Observaciones anteriores que utilizaban diferentes métodos habían informado de la dispersión de la luz azul en el planeta, pero estas últimas observaciones del Hubble dan pruebas más sólidas que confirman la evidencia, según los investigadores.

Este mundo extraño es uno de los exoplanetas más cercanos a la Tierra que se han podido detectar por el método del tránsito, cuando el mundo cruza por delante de su estrella. «Ha sido bien estudiado en el pasado, tanto por nosotros mismos como por otros equipos», dice Frederic Pont, de la Universidad de Exeter, Reino Unido, líder del programa de observación del Hubble. «Sin embargo, la medición de su color es una verdadera primicia; en realidad, podemos imaginar cómo se vería este planeta si fuéramos capaces de mirarlo directamente».


NASA, ESA, M. Kornmesser
El planeta azul detectado por el Hubble


Por el albedo

Para saber el color del planeta, los astrónomos midieron la cantidad de luz que se reflejaba en la superficie de HD 189733b, una propiedad conocida como albedo. El equipo utilizó el Hubble para mirar el sistema antes, durante y después de que el planeta pasara por detrás de su estrella madre durante su órbita. A medida que se deslizaba detrás de su estrella, la luz reflejada por el planeta desaparecía temporalmente de la vista, y la cantidad de luz observada del sistema disminuyó. Sin embargo, esta técnica también muestra cómo cambia la luz de otras maneras, como su color.

«Hemos visto el brillo de toda la caída del sistema en la parte azul del espectro cuando el planeta pasaba por detrás de su estrella», explica Tom Evans, de la británica Universidad de Oxford, principal autor del artículo. «A partir de esto, se desprende que el planeta es azul, porque la señal se mantuvo constante en los otros colores que medimos».




Según explica Pont, «es difícil saber exactamente qué causa el color de la atmósfera de un planeta, incluso para los planetas del Sistema Solar. Pero estas nuevas observaciones añaden otra pieza al rompecabezas sobre la naturaleza y la atmósfera de HD 189733b. Estamos pintando poco a poco una imagen más completa de este planeta exótico».


Fuentes : ABC.es